El documento describe la miseria humana a través de imágenes de hambre, azufre, casandras y pitonisas que mordieron el silencio del autor. También advierte que llegará el día en que ni siquiera podrán vender su sexo insatisfecho como mercancía desechable. Finalmente, exhorta a los políticos corruptos a saciarse de los recursos ajenos en la oscuridad, antes de que el pueblo despierte y les saque los ojos.