1. PROBLEMAS EN EL AULA DE CLASE
Hoy en día es difícil encontrar un sólo centro educativo donde no haya problemas de disciplina dentro
de las aulas. Estos problemas dificultan el proceso de enseñanza-aprendizaje. A veces se trata de
alumnos puntuales dentro de un aula donde la mayoría del alumnado no presenta problemas
conductuales. En estos casos es algo más fácil reconducir la conducta de dicho alumno/a, ya que el
resto de sus compañeros no presentan dicha problemática y el alumno llamado “conflictivo” no se ve
apoyado o reforzado por su grupo de iguales. Otras veces son varios alumnos dentro de un mismo
grupo los que presentan problemas de conducta. En estos casos es más difícil reconducir dicha
conducta ya que se apoyan unos a otros. No obstante, sea cual sea el número de alumnos que
presentan problemas de conducta dentro de un grupo, lo que es un hecho es que el grupo en general
se resentirá en el proceso de aprendizaje.
En nuestro caso se puede dar en algunos grupos un alto porcentaje del alumnado que presentan
problemas conductuales debido, en gran medida, a que son alumnos de desventaja social, familiar y/o
económica. Las principales características de este tipo de alumnado son:
Desfase curricular significativo.
Grandes dificultades de aprendizaje.
Enormes lagunas de conocimiento.
Falta de hábito de trabajo.
Problemas de comportamiento y convivencia.
Alto índice de ausentismo escolar.
Necesidades educativas especiales asociadas a discapacidad o desventaja socio-educativa.
Absoluto desinterés por aprender.
Completa desmotivación por auto-superarse.
Carencia de valores imprescindibles para el pleno desarrollo de la personalidad integral del alumno.
Escaso respeto hacia el profesorado.
Es evidente que si la educación en valores es imprescindible para todos y cada uno de nuestros
alumnos, en el caso de este tipo de alumnos con problemas de conducta dicha educación es incluso
más importante.
El profesorado que se enfrenta a la educación de este tipo de alumnado tiene como objetivos
principales:
Fomentar la autoestima.
Potenciar la importancia de valores como: el respeto, la justicia, la solidaridad, la igualdad…
2. Estimular el interés por los estudios.
Intentar nivelar las lagunas de conocimiento que presentan.
Concienciar de la necesidad de asistir a clase.
Sin embargo, la labor del profesorado tiene que verse absolutamente apoyada por una labor paralela
de los padres de estos alumnos. Por ello, con respecto a los padres se intenta:
Fomentar la participación en el proceso de enseñanza de los hijos.
Concienciar de la necesidad de que los hijos no falten a clase injustificadamente.
Intentar que se involucren con el colegio en actividades de mejora del comportamiento, de
intercomunicación…
Hacerles ver la importancia de llevar a cabo un seguimiento diario del trabajo y de la conducta de sus
hijos en conjunto con el profesorado.
Todo este trabajo intensivo que se requiere si se quiere reconducir la conducta del alumnado lo llevan
a cabo todos y cada uno de los profesores que conforman el equipo educativo de dichos alumnos.
Pero se realiza un trabajo más exhaustivo en las tutorías de aula. En dichas tutorías se trabaja la
educación en valores, preparando distintos temas que llevan al entendimiento, al respeto, a la
comunicación como medio para resolver los conflictos, a través del proyecto de valores, el de líder en
mi y el padre vuelve a la escuela.