1. PALABRAS DE VIDA 8 ENERO 2012
Bautismo de Jesús
Pastoral Penitenciaria Asidonia-Jerez Mc 1,7-11
Lectura del santo evangelio según san Marcos
En aquel tiempo, proclamaba Juan: - «Detrás de mí viene el que puede más que yo, y yo no merezco
agacharme para desatarle las sandalias. Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará con Espíritu
Santo.» Por entonces llegó Jesús desde Nazaret de Galilea a que Juan lo bautizara en el Jordán. Apenas
salió del agua, vio rasgarse el cielo y al Espíritu bajar hacia él como una paloma. Se oyó una voz del
cielo: - «Tú eres mi Hijo amado, mi predilecto.»
Palabra del Señor.
EL ESPÍRITU DE JESÚS (J.A. Pagola)
Jesús apareció en Galilea cuando el pueblo Bautista. Ellos se sentían bautizados por
judío vivía una profunda crisis religiosa. Lle- Jesús con su Espíritu.
vaban mucho tiempo sintiendo la lejanía de Sin ese Espíritu todo se apaga en el cristia-
Dios. Los cielos estaban "cerrados". Una es- nismo. La confianza en Dios desaparece. La
pecie de muro invisible parecía impedir la fe se debilita. Jesús queda reducido a un
comunicación de Dios con su pueblo. Nadie personaje del pasado, el Evangelio se con-
era capaz de escuchar su voz. Ya no había vierte en letra muerta. El amor se enfría y la
profetas. Nadie hablaba impulsado por su Iglesia no pasa de ser una institución religio-
Espíritu. sa más.
Lo más duro era esa sensación de que Dios Sin el Espíritu de Jesús, la libertad se aho-
los había olvidado. Ya no le preocupaban los ga, la alegría se apaga, la celebración se con-
problemas de Israel. ¿Por qué permanecía vierte en costumbre, la comunión se resque-
oculto? ¿Por qué estaba tan lejos? Segura- braja. Sin el Espíritu la misión se olvida, la
mente muchos recordaban la ardiente ora- esperanza muere, los miedos crecen, el se-
ción de un antiguo profeta que rezaba así a guimiento a Jesús termina en mediocridad
Dios: "Ojalá rasgaras el cielo y bajases". religiosa.
Los primeros que escucharon el evangelio de Nuestro mayor problema es el olvido de
Marcos tuvieron que quedar sorprendidos. Jesús y el descuido de su Espíritu. Es un
Según su relato, al salir de las aguas del error pretender lograr con organización,
Jordán, después de ser bautizado, Jesús trabajo, devociones o estrategias diversas lo
«vio rasgarse el cielo» y experimentó que «el que solo puede nacer del Espíritu. Hemos de
Espíritu de Dios bajaba sobre él». Por fin volver a la raíz, recuperar el Evangelio en
era posible el encuentro con Dios. Sobre la toda su frescura y verdad, bautizarnos con
tierra caminaba un hombre lleno del Espíritu el Espíritu de Jesús:
de Dios. Se llamaba Jesús y venía de Naza- No nos hemos de engañar. Si no nos dejamos
ret. reavivar y recrear por ese Espíritu, los cris-
Ese Espíritu que desciende sobre él es el tianos no tenemos nada importante que apor-
aliento de Dios que crea la vida, la fuerza tar a la sociedad actual tan vacía de interio-
que renueva y cura a los vivientes, el amor ridad, tan incapacitada para el amor solidario
que lo transforma todo. Por eso Jesús se y tan necesitada de esperanza.
dedica a liberar la vida, a curarla y hacerla
más humana. Los primeros cristianos no qui-
sieron ser confundidos con los discípulos del
2. DISCERNIMIENTO, DIÁLOGO Y ORACION (Servicioskoinonia)
Para la revisión de vida
Hoy es el primer domingo del “tiempo ordinario”; se acabaron los “tiempos fuertes” de la liturgia,
el adviento y la navidad; vuelve la vida ordinaria… Un adagio clásico de ascética decía: “in ordi-
nariis, non ordinarius”, para expresar la meta de quien quiere ser santo (‘extraordinario’) en las co-
sas ordinarias, en la vida diaria… Al comenzar el “tiempo ordinario” cómo renovar mi deseo de
vivir “extraordinariamente” mi fe.
Para la reunión de grupo
La misión del Mesías puede leerse como “implantar el Derecho”. Reflexionemos: ¿Qué relación
tiene el Derecho con la misión de todo un Mesías? ¿Qué relación puede tener el Derecho con la
misión de todo un cristiano?
¿Cómo está nuestro mundo desde la óptica del Derecho?¿Estamos avanzando hacia un ordena-
miento jurídico mejor, o hemos retrocedido hacia la ley de la selva, la ley del más fuerte, la justi-
cia (o venganza) por la mano propia…? ¿Puede ser la promoción del derecho y la exigencia de un
nuevo Derecho Mundial uno de los grandes deberes de los cristianos, para hacer efectiva en noso-
tros la misión del Mesías en el mundo actual?
¿Y en lo que respecta al derecho económico? ¿Quién es el responsable del sistema económico pla-
netario? ¿Quién lo diseñó en Bretton Woods? ¿Por qué todavía estamos viviendo sometidos a unas
reglas capitalistas dictadas por los vencedores de una guerra que ya acabó hace sesenta años? ¿Por
qué para la reorganización del sistema financiero, sumido en grave crisis sistémica, se vuelven a
reunir los países «industrializados» y no se convoca una asamblea mundial?
¿Guarda el bautismo de Jesús alguna relación con nuestro bautismo?
Jesús “se bautizó como adulto”. El bautismo de Juan era bautismo de adultos. Jesús se hizo bauti-
zar por Juan como fruto de una decisión personal adulta. ¿Qué pensar del bautismo administrado
sistemáticamente a los niños?¿Hacen mal unos padres que prefieren dejar que sea su hijo/a quien
elija el día de mañana, cuando sea consciente, si quiere ser bautizado?
Para la oración de los fieles
Para que todos los hombres y mujeres, sean de la religión que sean, acepten y fomenten el Amor,
la Justicia y el Derecho, roguemos al Señor…
Por todos los seguidores de Jesús, para que se distingan siempre -como el Mesías en el que creen-
por su amor a la paz, a la concordia, a la justicia y al derecho…
Para que aprendamos de todos los hombres y mujeres, de cualquier religión, que han descubierto
el imperativo absoluto de los derechos humanos, que vienen a ser “derechos divinos”…
Para que todos renovemos nuestro bautismo: nuestra decisión de seguir a Jesús y comprometer-
nos con su proyecto mesiánico de “implantar el Derecho en el mundo”…
Para que la Iglesia resuelva de la mejor manera posible la problemática inherente a la pastoral del
bautismo de niños…
Oración comunitaria
Dios Padre nuestro, que en el bautismo de Jesús lo has proclamado como tu “Hijo muy amado, el
predilecto”; te suplicamos nos concedas conformarnos cada día más cercanamente a su imagen,
haciendo nuestra su Causa y prosiguiendo su misión de ser “luz de las naciones” y de “implantar el
Derecho en la tierra”. Ayúdanos a entregar también nuestra vida, radical y apasionadamente, a la
Causa de la Utopía de Jesús, para que también a nosotros, como a él en el momento de su bautismo
por parte de Juan, nos envíes a la misión de hacer que el Derecho sea implantado entre las Nacio-
nes. Nosotros te lo pedimos inspirados por Jesús, hijo tuyo y hermano nuestro. Amén.
3. ESCUCHAR LO QUE DICE EL ESPÍRITU (J. A. Pagola)
Texto complementario
Los primeros cristianos vivían convencidos de que para seguir a Jesús es insuficiente un bautismo
de agua o un rito parecido. Es necesario vivir empapados de su Espíritu Santo. Por eso en los
evangelios se recogen de diversas maneras estas palabras del Bautista: «Yo os he bautizado con
agua, pero él (Jesús) os bautizará con Espíritu Santo».
No es extraño que en los momentos de crisis recordaran de manera especial la necesidad de vivir
guiados, sostenidos y fortalecidos por su Espíritu. El Apocalipsis, escrito en los momentos críti-
cos que vive la Iglesia bajo el emperador Domiciano, repite una y otra vez a los cristianos: «El que
tenga oídos, que escuche lo que el Espíritu dice a las Iglesias».
La mutación cultural sin precedentes que estamos viviendo, nos está pidiendo hoy a los cristianos
una fidelidad sin precedentes al Espíritu de Jesús. Antes de pensar en estrategias y recetas au-
tomáticas ante la crisis, hemos de preguntarnos cómo estamos acogiendo hoy nosotros el Espíritu
de Jesús.
En vez de lamentarnos una y otra vez de la secularización creciente, hemos de preguntarnos qué
caminos nuevos anda buscando hoy Dios para encontrarse con los hombres y mujeres de nuestro
tiempo; cómo hemos de renovar nuestra manera de pensar, de decir y de vivir la fe para que su
Palabra pueda llegar hasta los interrogantes, las dudas y los miedos que brotan en su corazón.
Antes de elaborar proyectos pensados hasta sus últimos detalles, necesitamos transformar nues-
tra mirada, nuestra actitud y nuestra relación con el mundo de hoy. Necesitamos parecernos más
a Jesús. Dejarnos trabajar por su Espíritu. Sólo Jesús puede darle a la Iglesia un rostro nuevo.
El Espíritu de Jesús sigue vivo y operante también hoy en el corazón de las personas, aunque no-
sotros ni nos preguntemos cómo se relaciona con quienes se han alejado definitivamente de la
Iglesia. Ha llegado el momento de aprender a ser la «Iglesia de Jesús» para todos, y esto sólo él
nos lo puede enseñar.
No hemos de hablar sólo en términos de crisis. Se están creando unas condiciones en las que lo
esencial del evangelio puede resonar de manera nueva. Una Iglesia más frágil, débil y humilde
puede hacer que el Espíritu de Jesús sea entendido y acogido con más verdad.