Este documento presenta un resumen de un sermón basado en las parábolas del tesoro escondido y la perla de gran valor contadas por Jesús en el Evangelio de Mateo. El sermón enfatiza que al descubrir el Reino de Dios, como lo reveló Jesús, una persona sentirá tal alegría que estará dispuesta a vender todo lo que tiene para poseer ese tesoro. El descubrimiento del Reino de Dios debería transformar la vida de los cristianos y las comunidades eclesiásticas.
1. PALABRAS DE VIDA 24 Julio 2011
17 Domingo T.O. (A)
La Salle Mateo 13, 44, 52
Lectura del santo evangelio según san Mateo
En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: -«El reino de los cielos se parece a un tesoro escondido en el
campo: el que lo encuentra lo vuelve a esconder y, lleno de alegría ' va a vender todo lo que tiene y
compra el campo. El reino de los cielos se parece también a un comerciante en perlas finas que, al
encontrar una de gran valor, se va a vender todo lo que tiene y la compra. El reino de los cielos se pa-
rece también a la red que echan en el mar y recoge toda clase de peces: cuando está llena, la arrastran
a la orilla, se sientan, y reúnen los buenos en cestos y los malos los tiran. Lo mismo sucederá al final
del tiempo: saldrán los ángeles, separarán a los malos de los buenos y los echarán al horno encendido.
Allí será el llanto y el rechinar de dientes. ¿Entendéis bien todo esto?» Ellos le contestaron: -«Sí.» Él
les dijo: -«Ya veis, un escriba que entiende del reino de los cielos es como un padre de familia que va
sacando del arca lo nuevo y lo antiguo. »
UN DIOS SIN ATRACTIVO (J.A. Pagola)
Jesús trataba de comunicar a la gente su Dios nos atrae de verdad. No puede haber
experiencia de Dios y de su gran proyecto nada más grande para alentar y orientar la
de ir haciendo un mundo más digno y dichoso existencia. El "reino de Dios" cambia nues-
para todos. No siempre lograba despertar su tra forma de ver las cosas. Empezamos a
entusiasmo. Estaban demasiado acostum- creer en Dios de manera diferente. Ahora
brados a oír hablar de un Dios sólo preocu- sabemos por qué vivir y para qué.
pado por la Ley, el cumplimiento del sábado A nuestra religión le falta el "atractivo de
o los sacrificios del Templo. Dios". Muchos cristianos se relacionan con él
Jesús les contó dos pequeñas parábolas para por obligación, por miedo, por costumbre,
sacudir su indiferencia. Quería despertar en por deber..., pero no porque se sientan
ellos el deseo de Dios. Les quería hacer ver atraídos por él. Tarde o temprano pueden
que encontrarse con lo que él llamaba "reino terminar abandonando esa religión.
de Dios" era algo mucho más grande que lo A muchos cristianos se les ha presentado
que vivían los sábados en la sinagoga del una imagen tan deformada de Dios y de la
pueblo: Dios puede ser un descubrimiento relación que podemos vivir con él, que la ex-
inesperado, una sorpresa grande. periencia religiosa les resulta inaceptable e
En las dos parábolas la estructura es la incluso insoportable. No pocas personas es-
misma. En el primer relato, un labrador «en- tán abandonando ahora mismo a Dios porque
cuentra» un tesoro escondido en el campo... no pueden vivir ya por más tiempo en un cli-
Lleno de alegría, «vende todo lo que tiene» y ma religioso insano, impregnado de culpas,
compra el campo. En el segundo relato, un amenazas, prohibiciones o castigos.
comerciante en perlas finas «encuentra» una Cada domingo, miles y miles de presbíteros y
perla de gran valor... Sin dudarlo, «vende obispos predicamos el Evangelio, comentan-
todo lo que tiene» y compra la perla. do las parábolas de Jesús y sus gestos de
Algo así sucede con el «reino de Dios» es- bondad a millones y millones de creyentes.
condido en Jesús, su mensaje y su actuación. ¿Qué experiencia de Dios comunicamos?
Ese Dios resulta tan atractivo, inesperado y ¿Qué imagen transmitimos del Padre y de su
sorprendente que quien lo encuentra, se reino? ¿Atraemos los corazones hacia el
siente tocado en lo más hondo de su ser. Ya Dios revelado en Jesús? ¿Los alejamos de su
nada puede ser como antes. misterio de Bondad?
Por primera vez, empezamos a sentir que
2. DISCERNIMINETO, DIÁLOGO Y ORACION “koinonía”
Para la revisión de vida
Somos muchos los bautizados, pero ¿somos muchos los cristianos, los que vivimos de acuerdo
con nuestra fe, los que vivimos convencidos de que el Reino de Dios es el mayor tesoro de nues-
tra vida? Y yo ¿qué soy: bautizado o discípulo de Jesús?
¿He descubierto verdaderamente el Reino de Dios en mi vida? ¿Siento mi vida llena de gozo y
alegría por ese hallazgo? ¿Soy capaz de venderlo todo por ese tesoro, por esa perla?
Para la reunión de grupo
Aunque las dos primeras parábolas están construidas sobre el esquema de vender y comprar, su
mensaje central es, precisamente, que en la vida hay cosas que pueden valer mucho más que todo
eso que se compra y se vende… El dinero solo no hace la felicidad. Para un rey sabio (Salomón)
es más importante el don de saber gobernar que las riquezas. Y para todo ser humano hay algo
que es “más importante que todo lo demás”. ¿Será ése el sentido de estas dos parábolas? Comen-
tar.
¿Qué es eso que es «más importante que todo lo demás»? ¿La gracia de Dios? ¿El perdon de
Dios? ¿La pertenencia a la Iglesia? ¿Cristo? ¿La felicidad? ¿Qué felicidad? ¿El amor? ¿La salva-
ción? ¿Qué salvación? La pregunta por «lo más importante» es en todo caso muy importante,
también en la sociedad actual.
La tercera parábola está construida sobre el esquema “esta vida/la otra”. A este respecto: CIRES,
en 1991, publicó en España una encuesta según la cual, en la católica España, “4 de cada 10 espa-
ñoles no creen ni en la resurrección ni el infierno”. En ese mismo país, la revista Misión Abierta
publicaba otra encuesta en la que descubría que “en la resurrección no cree el 48% de los ciuda-
danos españoles. Pero, en cambio, hemos dado un viraje hacia Oriente porque un 25% acepta la
reencarnación”. En este contexto, ¿cómo repetir la parábola hoy para que sea significativa para
todos? ¿Podemos en la reunión de grupo (sin autocensuras doctrinales) arriesgar una reinterpreta-
ción?
Para la oración de los fieles
Por la Iglesia, para que no sea sólo una asociación de bautizados sino el rostro visible en el mundo
del amor de Dios Padre. Roguemos al Señor.
Por todas las personas, para que tengamos la sabiduría y el discernimiento suficientes para distin-
guir el bien de las gentes y trabajemos por él. Roguemos.
Por todos los que trabajan por el Reino de Dios, Reino de justicia, de amor y de paz, para que
vean recompensados sus trabajos con un mundo mejor. Roguemos.
Por quienes no tienen otro reino que sus propios intereses y egoísmos, para que se haga la luz en
sus vidas y cambien de metas. Roguemos.
Por todos los que tienen la oportunidad de conocer el Evangelio, para que lo descubran como el
mayor y mejor tesoro por el que merece la pena darlo todo a cambio. Roguemos.
Por todos nosotros, para que el Señor nos conceda aquellos dones con los que mejor podamos
servir a los hermanos.
Oración comunitaria
Dios, Padre nuestro, concédenos sabiduría para descubrir el significado y la importancia del Reino
que tu Hijo anunció e inauguró entre nosotros; que lo acojamos en nuestra existencia como el te-
soro más precioso, y que dediquemos a él toda nuestra vida. Por Jesucristo.
3. LA DECISIÓN
Texto complementario
No era fácil creer a Jesús. Algunos se sentían atraídos por sus palabras. En otros, por el contra-
rio, surgían no pocas dudas. ¿Era razonable seguir a Jesús o una locura? Hoy sucede lo mismo:
¿merece la pena comprometerse en su proyecto de humanizar la vida o es más práctico ocuparnos
cada uno de nuestro propio bienestar? Mientras tanto, se nos puede pasar la vida sin tomar deci-
sión alguna.
Jesús cuenta dos pequeñas parábolas para seducir el corazón de aquellos campesinos. Un pobre
labrador está cavando en un terreno que no es suyo. De pronto encuentra un «tesoro escondido».
No es difícil imaginar su sorpresa y alegría. No se lo piensa dos veces. «Lleno de alegría», vende
todo lo que tiene y se hace con el tesoro.
Lo mismo le sucede a un rico «comerciante en perlas finas». De pronto se encuentra una perla de
valor incalculable. Su olfato de experto no le engaña. Rápidamente toma una decisión. Vende todo
lo que tiene y se hace con la perla.
El reino de Dios está «oculto». Muchos no han descubierto todavía el gran proyecto que tiene
Dios de un mundo nuevo. Sin embargo, no es un misterio inaccesible. Está «oculto» en Jesús, en
su vida y en su mensaje. Una comunidad cristiana que no ha descubierto el reino de Dios no sabe
para qué ha nacido de Jesús.
El descubrimiento del reino de Dios altera la vida de quien lo descubre. Su «alegría» es inconfun-
dible. Ha encontrado lo esencial de la vida, lo mejor de Jesús, el valor que puede cambiar su vida.
Si los cristianos no descubrimos el proyecto de Jesús, en la Iglesia no habrá alegría.
Los dos protagonistas de las parábolas toman la misma decisión: «venden todo lo que tienen».
Nada es más importante que «buscar el reino de Dios y su justicia». Todo lo demás viene des-
pués, es relativo y debe quedar subordinado al proyecto de Dios.
Esta es la decisión más importante que hemos de tomar en la Iglesia y en las comunidades cris-
tianas: liberarnos de tantas cosas accidentales para comprometernos en el reino de Dios. Despo-
jarnos de lo superfluo. Olvidarnos de otros intereses. Saber «perder» para «ganar» en autenti-
cidad. Si lo hacemos, estamos colaborando en la conversión de la Iglesia.