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VOL 4. NÚMERO 1. AÑO 2006 ISSN 1692-8067



DIRECTOR
CARLOS MEDINA MALO                                                               Editorial
Neurólogo-Neuropediatra
Miembro de la Academia
Nacional de Medicina                       Los Trastornos de Aprendizaje son un grupo de alteraciones que
medinamalo@epilepsia.org                   se nos presentan a diario en la consulta. Cuando llega el niño con
COMITÉ ASISTENTE                           sus desesperados padres a la consulta, casi siempre remitido por
                                           un más desesperado maestro, quisiéramos darles la solución más
JULIETA DE CASTAÑO
                                           acertada en el menor tiempo posible. Lamentablemente el espec-
Trabajadora Social
                                           tro de estos Trastornos es muy amplio y del correcto diagnóstico
ELSA COLMENARES DURÁN
                                           va a depender el futuro de ese niño. Es por eso que hacemos énfa-
Terapeuta Física
                                           sis especial en la elaboración de la historia clínica donde no solo
OLGA MALDONADO
                                           se tenga en cuenta el motivo de consulta, sino los antecedentes
Socióloga
                                           personales, familiares y una revisión de sistemas que sea lo sufi-
COMITÉ EDITORIAL                           cientemente completa como para poder determinar si la patología
LUIS E. MORILLO
                                           del niño es primaria, secundaria o terciaria.
Neurólogo. Profesor U. Javeriana
                                           Durante las doce ediciones anteriores hemos querido insistir en la
ROBERTO AMADOR
Neurólogo. Profesor U. Nacional            importancia de que el clínico llegue a un diagnóstico sindromático,
                                           topográfico y etiológico, para poder pensar en un pronóstico y bajo
ÁLVARO IZQUIERDO
Neuropediatra. Profesor U. Nacional        este pensamiento hacer un plan de tratamiento, evitando hasta
                                           donde sea posible el manejo sintomatológico. Por lo tanto, le soli-
NATASHA SINISTERRA
Neuropediatra
                                           citamos al lector acercarse a estas páginas con una mirada inte-
                                           gral apoyado en el conocimiento que le proporciona su estructura
ADOLFO ÁLVAREZ
                                           académica.
Neuropediatra
ORLANDO CARREÑO
                                           En esta edición contamos con un grupo científico con gran expe-
Neuropediatra
                                           riencia en el manejo de estos niños. Se trata del doctor Jorge Eslava,
ANGÉLICA USCÁTEGUI
                                           Director del Instituto Colombiano de Neurociencias, Jefe del Servi-
Neuropediatra
                                           cio de Neurología del Hospital San José y Fundación Universitaria
GABRIEL ARANGO                             de Ciencias de la Salud (FUCS) Bogotá; y de la doctora Lyda Mejía,
Neurólogo
                                           Directora Científica del Instituto Colombiano de Neurociencias, quie-
EUGENIA ESPINOSA
Neuropediatra Hospital Militar             nes junto con su grupo de investigadores han querido mostrar en
                                           Neuropediatría Revisiones parte de su filosofía y de su modo de
                                           aproximación al niño. Consideramos que es un abrebocas para
Coordinación Editorial                     una próxima edición y estamos seguros de que su lectura les va a
ELSA COLMENARES DURÁN                      generar un sinnúmero de interrogantes relativos a su propio queha-
                                           cer profesional.
ARTES, DISEÑO E IMPRESIÓN
Tomás Morales M

DIAGRAMACIÓN                                                                             Carlos Medina Malo
Andrés Cabrera León

LIGA CENTRAL CONTRA LA EPILEPSIA
DIR: CALLE 35 N° 17 - 48
TEL: PBX 2455717 FAX 2877440
www.epilepsia.org
BOGOTÁ, D.C. COLOMBIA


                                                                       Número 13 - Trastornos de Aprendizaje        1
EVALUACIÓN CLÍNICA DE LOS TRASTORNOS
                               DEL APRENDIZAJE*                                                             Jorge Eslava* *

    «Aprendizaje: El proceso de interacción con la expe-          les fuentes de morbilidad del ejercicio contemporáneo.
    riencia, interiorizado por el individuo, y capaz de influir   Cualquiera que repase la presencia (??) de esta condi-
    en su futuro desempeño».                                      ción en los currículos de pre y post grado y luego la
                                                                  contraste con la frecuencia con que es motivo de con-
    La anterior definición nos obliga a enfrentar a un hecho      sulta en la práctica cotidiana llegará obligatoriamente a
    al que estamos, en la práctica, poco acostumbrados            esta asombrosa conclusión. No disponemos de esta-
    en el sector salud: la patología no surge del sujeto ni       dísticas confiables de prevalencia o incidencia, entre
    del entorno; surge de la interacción entre estos dos.         otras razones por carencia de definiciones de consen-
    El niño con apendicitis la sufre independientemente de        so; es esta en realidad una de las mayores torres de
    que de que viva en una cultura u otra, de que lo quieran      babel del ejercicio Médico (Fletcher et al 2005). Cifras
    o lo maltraten, de que las exigencias del entorno sean        preliminares sugieren una prevalencia entre 6 – 18%
    unas u otras, de su interés y motivación o falta de ellas.    (Filippatou & Livaniou 2005, Al-Hazmy et al 2004,
                                                                  Blackwell & Tonthat 2002, Pineda et al 2003) en la lite-
    En otras palabras, la patología en este caso, y este es       ratura universal. Para Colombia, existen muy pocos
    el modelo clásico al que estamos acostumbrados, sur-          estudios epidemiológicos. En Bogotá, en una muestra
    ge del sujeto mismo. Por otro lado, la malnutrición en        intencional, la prevalencia de dificultades en el aprendi-
    un grupo de niños de una comunidad que padece una             zaje lector fue identificada como de 22% (Velez et al
    hambruna por una sequía o el maltrato a un bebé de            2005). Un estudio realizado por nosotros sobre todos
    tres meses son patologías que surgen del entorno. A           los niños del departamento de Cundinamarca definió la
    diferencia de las anteriores, las dificultades del aprendi-   prevalencia para esa población en 6,3% (no publicado
    zaje no surgen ni del niño, ni de su entorno, sino de su      aún).
    interacción, y más exactamente de la interacción entre
    el sistema nervioso de ese niño y su experiencia vital.       Regresemos entonces a las naturales consecuencias
                                                                  de la definición inicial: los trastornos del aprendizaje
    Así, un niño que tenga un trastorno de conciencia             surgen - no del sujeto, ni del entorno - sino de la
    fonológica (ver más adelante articulo de Lyda Mejía en        interacción del sujeto con la experiencia. Esto tiene
    esta edición) por ejemplo, no tendrá ninguna patología        profundas implicaciones, tanto en el plano diagnóstico,
    si vive en una comunidad analfabeta, tendrá una patolo-       como en el terapéutico. En este último por ejemplo, es
    gía de moderada intensidad si vive en una comunidad           concebible “solucionar” la patología sin ninguna acción
    cuya lengua sea relativamente transparente (el español        sobre el sujeto, por la simple vía de actuar sobre las
    por ejemplo), y sufrirá un muy severo trastorno del apren-    exigencias del entorno. En el ejemplo que arriba rese-
    dizaje de la lectura si vive en una comunidad cuya len-       ñamos, es concebible (no necesariamente aconseja-
    gua sea muy poco transparente (el inglés por ejemplo).        ble) no exponer al sujeto -si su entorno natural es his-
    Pero adicionalmente, ese último niño de una comuni-           pano parlante - al inglés hasta despues de que el apren-
    dad angloparlante tendrá una mayor o menor dificultad         dizaje de la lectoescritura se haya consolidado en su
    dependiendo de la habilidad de su maestra, de lo tem-         lengua materna.
    prano que se exponga a la lectoescritura, de la riqueza
    o pobreza de su entorno familiar en términos del acce-        En este capítulo, nos interesan las implicaciones
    so a la cultura letrada, del afecto que lo rodee, de las      diagnósticas, esto es, la evaluación clínica del niño con
    motivaciones que encuentre para enfrentarse a la              Trastornos del Aprendizaje.
    lectoescritura, etc.
                                                                  De lo arriba expuesto, es evidente que las fuentes
    La renuencia a realizar estos ajustes en nuestros pro-        primigenias de dificultad son tres: condiciones
    pios estilos de pensamiento deja expósito un amplio           neurobiológicas propias del niño, condiciones propias
    capítulo de la patología, la de los Trastornos del Apren-     de la exigencia medioambiental o condiciones surgidas
    dizaje, que viene surgiendo como una de las principa-         de la interacción entre niño - exigencia del entorno pro-
                                                                  piamente dichas; las dos primeras, solo a condición de
    * El presente trabajo proviene del borrador de un libro en
    preparación                                                   que en la interacción se generen dificultades. Ejemplo
    * *Neurólogo                                                  de la primera es un retardo afásico del lenguaje en un



2   Número 13 - Trastornos de Aprendizaje
contexto escolar clásico. Ejemplo de lo segundo es una           1. Dificultades en los Prerrequisitos Básicos
dispedagogía severa en un niño con relativa fragilidad
neurobiológica o emocional. Ejemplo de lo tercero es el apren-   Consideramos los prerrequisitos básicos como el con-
dizaje de la taxonomía de la botánica: es dificil para todos!!   junto de elementos que diseñan las condiciones propi-
                                                                 cias para que los aprendizajes, en especial los acadé-
A. Los Trastornos Del                                            micos, transcurran sin tropiezos. No son aprendizajes
Aprendizaje: Categorías Básicas                                  en sí mismos pero con frecuencia se confunden con los
                                                                 dispositivos básicos de las Funciones Cerebrales Su-
Desde 1990 hemos intentado definir un modelo para la             periores (Azcoaga 1997). De diversas maneras han es-
evaluación clínica del niño con dificultades de aprendi-         tado presentes en varias etapas de la historia de los
zaje. Los desarrollos observados a lo largo de los tres          Trastornos del Aprendizaje, aunque con frecuencia solo
lustros que han transcurrido desde entonces nos reafir-          a título de señalamientos anecdóticos sin mayor soli-
man, con los naturales ajustes, en la validez general            dez teórica (ej lateralidad) (McManus 1983). Algunos
del modelo. Nuestro punto de partida ha sido conside-            de ellos han sido incluso excluidos de las definiciones
rar que, como proceso, el aprendizaje requiere del ar-           de uso frecuente (NJCLD) (Hammill 1990) con toda la
mónico concurso de múltiples fenómenos tanto biológi-            influencia que ello implica dado el poder político y aca-
cos como ambientales, cada uno de los cuales es a su             démico de las instituciones en las que se originaron.
vez la expresión de complejos sistemas funcionales.              Se incluyen en este capítulo los defectos sensoriales
Por esta razón, no es posible una visión «simplificadora»        (ceguera, sordera), alteraciones de la coordinación
del aprendizaje, sino que necesariamente se impone               motora y de la preferencia lateral, anomalías del tono
una visión ecléctica que contemple todos estos facto-            global y segmentario y del equilibrio y ese conglomera-
res. Por oposición, las dificultades del Aprendizaje tam-        do de alteraciones de la atención y la actividad que lla-
poco pueden reducirse a una sola categoría, sino que             mamos «déficit atencional con hiperactividad» (ADDH).
necesariamente deben incluir todos estos diversos fe-
nómenos que, al ser deficientes (bien aislados o en di-          Los defectos sensoriales, en especial sordera, en la
versas combinaciones), pueden conducir a alteraciones            actualidad son sujetos de un interés particular, en es-
de dicho proceso. De estas disfunciones, algunas co-             pecial por una tendencia vigorosa a considerar al sordo
rresponden con las descripciones clásicamente acep-              más como cultura que como patología, con todas las
tadas en la literatura como «Trastornos del Aprendiza-           implicaciones que esta postura tiene. Adicionalmente,
je»; otras no coinciden, o incluso se apartan de las de-         las complejas transducciones intermodales entre sis-
finiciones ortodoxas, a pesar de lo cual imponen algu-           temas cognitivos que cada vez se reconocen mejor en
nas dificultades al proceso de aprendizaje (ej.defectos          estudios sobre sordera y lenguaje signado (Gordon
sensoriales) y por ello se incluyen. En concordancia             2004), entre otras evidencias, nos obligan a interesar-
con todo lo anteriormente expuesto, podemos entender             nos por las dificultades en el aprendizaje surgidas de
que existen diversas fuentes primigenias de los apren-           estos defectos sensoriales, aún a despecho de la ex-
dizajes. Alteraciones de diverso tipo y variable etiología       clusión que de estas condiciones se hace en definicio-
darán lugar a dificultades en el proceso, e interfieren          nes corrientes (NJCLD) (Hammill 1990. La revisión de
con un sano aprendizaje. Surgen así los principales              Clemencia Barón, más adelante en esta misma edición
capítulos en la evaluación clínica del niño con dificulta-       contribuirá sin duda a clarificar este aspecto. En con-
des del aprendizaje:                                             traste, el interés por algunos aspectos de la eferencia
                                                                 motora tales como tono, alteraciones sutiles de la
                                                                 motricidad, lateralidad, equilibrio se han marchitado
                           Aprendizaje                           notablemente (Polatajko 1985, Parra 2005), al no poder
                                             Procesos            establecer una clara correspondencia fisiopatológica
                                            pedagógicos
          Psicoafectivo                                          entre ellos y los trastornos del aprendizaje (quien re-
                                                                 cuerda ya el “stress piramidal”, p. ej.?).

                                                                 Es claro en cambio, el gran interés que en la actualidad
                                                                 despierta el Déficit atencional con hiperactividad
         Enfermedad                           Enfermedad         (ADDH). Sujeto de enorme controversia (Abanilla et al
          sistémica                           Neurológica
                                                gruesa
                                                                 2005), se ha puesto de moda en Colombia y en otras
                                                                 regiones hasta tal punto que para muchos, todo el campo
                           Prerrequisitos
                              Básicos                            de los trastornos del aprendizaje queda reducido a esa
                                                                 condición. Peor aún, en el ADDH se ha encontrado la


                                                                                 Número 13 - Trastornos de Aprendizaje       3
excusa perfecta para liberar al docente y a la familia de       exigencias académicas. En nuestra práctica emplea-
    su responsabilidad en brindar al niño un entorno y exi-         mos una prueba terapéutica ciega antes de rotular al
    gencia propicios para un sano aprendizaje, trasladán-           niño dentro de esa categoría. Por lo demás, debe
    dosela al niño, a su patología y en última instancia a la       recordarse que si bien los psicofármacos tienen un lu-
    farmacoterapia.                                                 gar importante en la terapéutica de esta condición, no
                                                                    son la única alternativa terapeútica, ni excluyen la ne-
    Al margen de consideraciones éticas ello sería acepta-          cesidad de otras intervenciones (Arnold 2002,
    ble .... si funcionara. Desafortunadamente ello no ocu-         Condemarín et al 2004, Solovieva et al 2002).
    rre así en muchos casos y al cabo de unos pocos me-
    ses, pasado el entusiasmo inicial con la mágica solu-           2. Enfermedad Sistémica
    ción farmacológica - incluso despues de varios cam-
    bios de medicamento hacia los de “segunda linea”                El lector que recuerde la última vez que se enfrentó a
    (Arnold 2002), la situación sigue igual o peor, la verda-       una exigencia académica (clase, examen, etc) al tiem-
    dera causa sigue inmutable, se hace muy dificil dar mar-        po que sufría una condición médica definida (gripa, gua-
    cha atrás (y ahora, que hago???), se han agregado efec-         yabo, migraña, hipotiroidismo) aceptará sin reticencia
    tos colaterales de los psicoestimulantes, la familia que        que varias de estas características - si bien no consti-
    ha navegado extensamente por las páginas de Internet            tuyen en rigor trastornos del aprendizaje - tampoco con-
    en donde se reseñan todos los riesgos de los                    figuran el mejor escenario para que los aprendizajes
    psicoestimulantes adopta crecientemente una actitud             transcurran sin tropiezo. Así, condiciones tales como
    hostil, y todo ello configura uno de los panoramas más          neoplasias, infecciones crónicas (ej. tuberculosis),
    complejos ( y tal vez el más frecuente de todo el ejerci-       malnutrición o endocrinopatias son factores todos que,
    cio Médico hoy en Colombia) de iatrogenia.                      pese a no ser aceptables dentro de las clasificaciones
                                                                    ortodoxas de Trastornos del Aprendizaje, interfieren sin
    Es nuestra convicción que el exagerado entusiasmo con           duda con las posibilidades de un sano aprendizaje. El
    que se le ha acogido es causa de grandes errores en el          común denominador en estas condiciones médicas, que
    diagnóstico, de importante iatrogenia en el manejo y de         hemos agrupado como “Enfermedad Sistémica” es la
    un inminente (en varios casos ya consumado) desencan-           adinamia, la disminución de la motivación y de la
    to de la comunidad que tendrá graves consecuencias en           proactividad, cercanos a lo que se observa en los
    el rechazo a la ayuda profesional que ya se vive con alar-      sindromes prefrontales. Algunos de ellos sin embargo,
    mante frecuencia. Lo anterior no puede llevar a descono-        demuestran - más allá de esta adinamia - algunas ca-
    cer su existencia (el ADDH en efecto existe!!), pero sí a       racterísticas cognitivas más definidas. Es bien conoci-
    reclamar prudencia y solidez teórica antes de aventurar         do el deficit cognitivo irreversible, incluso severo, que
    el diagnóstico. Todo ello se dificulta ante la precaria soli-   puede quedar como secuela de un hipotiroidismo que
    dez metodológica de los instrumentos que corrientemen-          haya pasado desapercibido en etapas tempranas de la
    te se utilizan para su diagnóstico (Fletcher et al 2005).       vida (Lazarus 2005). El Sida en niños suele debutar
                                                                    clínicamente como alteraciones cognitivas inespecíficas
    En efecto, al evaluar críticamente instrumentos como            (Zhanbhag et al 2005). Por otro lado, en la medida en
    las encuestas estructuradas (Connors, BASC, etc), se            que más niños sobreviven al cancer de diversos tipos,
    hace rápidamente evidente que estas identifican altera-         nos hacemos más conscientes del conjunto de fenó-
    ciones del desempeño “de cajón”. Así, un niño con ADDH          menos cognitivos residuales derivados de la condición
    tendrá una alta puntuación en la tabla de Connors .....         misma, de la terapéutica (radio y quimioterapia) y de
    pero también la tendrá un niño con defectos de crianza,         los fenómenos emocionales que rodean al niño y su
    aquel con alteraciones del sueño (ver la revisión de            familia (Grau 1993).
    Edgar Osuna más adelante en esta serie), otro con
    deficit cognitivo limítrofe (por la vía de una pobre            3. Enfermedad Neurológica «Gruesa”
    autocrítica), otro más con rasgos autistas discretos,
    aún otro con retardo afásico del lenguaje (por la vía de
    la fatigabilidad propia de esta condición), etc., etc.          Bajo este desafortunado título - a falta de uno mejor -
                                                                    agrupamos las condiciones reconocidas clásicamente
    De manera que el diagnóstico de el ADDH sigue repo-             por la Neurología que pueden afectar los aspectos
    sando sobre bases clínicas, y exige unos sólidos fun-           cognitivos de manera suficientemente sutil como para
    damentos teóricos, considerable experiencia y un es-            “asimilarse” a los Trastornos del Aprendizaje, dado que
    pecial cuidado al interpretar los diversos factores que         las alteraciones más evidentes y severas (el retardo del
    intervienen en esa delicada interfase entre el niño y las       desarrollo secuela de un TORCH por ejemplo) no sue-


4   Número 13 - Trastornos de Aprendizaje
len ser consideradas dentro de este capítulo. Se inclu-         estimada. En algunas casos puede ser pertinente
yen así las afasias adquiridas, algunas dificultades            tomar el riesgo calculado de una disminución dis-
cognitivas de la clásica “Parálisis Cerebral”, la               creta de dosis que obtenga una recompensa en
hipertensión endocraneana progresiva y las enfermeda-           rendimiento escolar de alto impacto cognitivo y
des degenerativas. En este último caso, debe recordarse         emocional. Es necesario enfatizar que no existe
que es apenas natural que sea en las tareas “exigen-            probablemente el anticonvulsivante 100% inocuo
tes” donde primero se detecten las falencias de un ce-          desde el punto de vista cognitivo (Drane & Meador
rebro que empieza a sufrir una condición degenerativa;          2002).
esas tareas en la infancia son precisamente, los apren-
dizajes. Como se verá más adelante, la clave para este      c. Alta frecuencia ictal: un niño con piknolepsia pue-
diagnóstico está en el perfil temporal del padecimiento:       de tener hasta varios cientos de pequeñas ausen-
a diferencia de lo que es usual en los trastornos del          cias al día. Ello significa que “está ausente” du-
aprendizaje, en este caso sí es posible delimitar un mo-       rante buena parte de la actividad académica, pero
mento concreto a partir del cual declina claramente el         adicionalmente que “al regresar” se encontrará en
desempeño escolar.                                             un contexto distinto que debe esforzarse en reco-
                                                               nocer y situarse en él .... solo para volver a quedar
Mención especial dentro de esta categoría merece la            “desconectado” en ese momento. Es evidente que
Epilepsia. Quienes lleven varios años en el ejercicio de       su rendimiento académico se verá entonces com-
la especialidad recordarán con horror las épocas en que        prometido. Igual ocurre cuando luego de una cri-
Epilepsia era considerada sinónimo de retardo mental           sis focal compleja “subclínica”, que por ello mis-
y locura, razones estas que “justificaban” el ostracismo       mo pasa desapercibida, queda un estado postictal
social inevitablemente conducente a la invalidez               confusional prolongado. Particular atención ha
psicosocial que era la norma en Epilepsia, mucho peor          merecido recientemente el Trastorno Cognitivo In-
en términos de morbilidad que las convulsiones mis-            termitente (TCI) (Aldenkamp & Arends 2004, Tromp
mas (por desgracia, en algunos sitios y contextos, esta        et al 2003). Los autores reseñados y varios otros
situación sigue siendo realidad actual). Ello condujo a        han insistido en que en niños con Epilepsia - pero
una vigorosa campaña para “sacar a Epilepsia de las            también en otros que nunca habían referido crisis
sombras” (De Boer et al 2005), conducente a desmitificar       convulsivas - se presentan descargas frecuentes
varios aspectos de esta condición, en especial la aso-         “subclínicas” que interfieren con diversos aspec-
ciación con deterioro cognitivo. Estos esfuerzos han sido      tos cognitivos, cuando se evalúan estos
exitosos en términos generales. Sin embargo, por ello          simultaneamente por medio de tareas que ponen
mismo, el “inconsciente colectivo” actual dentro de la         al descubierto pequeñas falencias en tiempos de
profesión rechaza este componente cognitivo a tal pun-         reacción, errores cometidos o calidad de las res-
to que se cierran las posibilidades de considerar estos        puestas. Incluso se han reportado mejoría de es-
aspectos al momento de diseñar o corregir la estrate-          tos aspectos cognitivos por medio del tratamiento
gia terapeútica. Las principales razones por las que           con anticonvulsivantes (Kasteleijn-Nolst 1995),
Epilepsia puede tener implicaciones cognitivas son:            evidencia esta que debe ser tomada todavía con
                                                               gran precaución y reserva.
 a. Epilepsia y Trastornos del Aprendizaje coexisten:
    es la situación en donde una situación determina-       d. El sindrome Epiléptico incluye compromiso
    da (trastorno de migración, secuela de                     cognitivo: son bien reconocidos desde siempre
    encefalopatía hipóxica, etc.) ha dejado dos secue-         algunos sindromes Epilépticos que en su esencia
    las diferentes, definidas, que coexisten en el mis-        misma incluyen compromiso cognitivo y del desa-
    mo sujeto: epilepsia y trastorno cognitivo de diver-       rrollo, tales como el sindrome de Lennox Gastaut,
    so tipo. En este caso no hay una verdadera rela-           el sindrome de West y el Sindrome de Landau-
    ción de causalidad pero, dado que coexisten en el          Kleffner. Con frecuencia, el tratamiento exitoso de
    mismo sujeto, es necesario considerar el factor            algunas de estos casos consigue - al tiempo que
    cognitivo y tratar de independizarlo hasta donde           una mejoría en las crisis - mejoría concomitante o
    sea posible de las otras asociaciones que a conti-         paralela (o consecuente) de los elementos
    nuación se enumeran.                                       cognitivos (Lux et al 2005). En opinión del autor, la
                                                               existencia de estas condiciones que incluyen fe-
 b. Los anticonvulsivantes pueden tener efectos cola-          nómenos no paroxísticos dentro de una condición
    terales deletéreos sobre la cognición. Es una si-          que siempre se consideró como definida por el
    tuación bien conocida pero frecuentemente des-             paroxismo deberá conducir eventualmente a una



                                                                           Número 13 - Trastornos de Aprendizaje       5
redefinición de la esencia misma del fenómeno           longa por toda la vida!! De manera que el cerebro huma-
         Epiléptico (Eslava & Mejia 1997). Por lo pronto,        no no es inmutable, sino que es - en su esencia misma
         esta existencia de elementos no paroxísticos ya         - evolutivo a lo largo del tiempo, condición fundamental
         recibió el reconocimiento oficial de la clasificación   para que exista el desarrollo y el aprendizaje puesto
         internacional como “Encefalopatía Epiléptica”           que si las etapas de embriogénesis se detuvieran en el
         (Engel 2001).                                           momento del parto, los circuitos neurales permanece-
                                                                 rían sin cambio por el resto de la vida, y con ello las
     e. Ocurren alteraciones en el sueño: epilepsia en sí        expresiones fenomenológicas se mantendrian inmuta-
        misma, pero más frecuentemente el uso conse-             bles, con la consecuencia de que no habría ni desarro-
        cuente de anticonvulsivantes, puede conducir a           llo ni aprendizaje. La pregunta obvia es entonces si es-
        alteraciones en el sueño. Cada vez se reconoce           tos cambios se suceden únicamente por instrucciones
        mejor el hecho de que estas alteraciones del sue-        genéticas preprogramadas o son influidas por la expe-
        ño pueden inducir al día siguiente durante la vigilia    riencia cotidiana surgida de las aferencias
        a menor rendimiento y errores cognitivos (Espie et       medioambientales. En el primer caso tendríamos desa-
        al 1999).                                                rrollo pero no aprendizajes; en el segundo tendríamos
                                                                 aprendizajes como sustento del desarrollo infantil. Y
    Estas reflexiones no pueden devolvernos a justificar de      por supuesto, ello es lo que ocurre!!
    nuevo el ostracismo de las personas con epilepsia bajo
    la presunción de que todas tienen forzosamente com-
                                                                 No existe ya hoy duda alguna sobre que los cambios
    promiso cognitivo o psicoafectivo. Pero sí debe animar-
                                                                 que sufren las estructuras neurales son influidas por la
    nos a definir mejor en cuáles pacientes con epilepsia
                                                                 experiencia, fenómeno que ha recibido el nombre de
    se presenta esta asociación y en cuáles no y, por su-
                                                                 “plasticidad neuronal” (Baudry et al 2000). Por algún
    puesto, a diseñar las alternativas terapeúticas que me-
                                                                 curioso desliz histórico-semántico, el común del profe-
    jor atiendan tanto al control convulsivo como a los as-
                                                                 sional en las areas de la salud identifica la plasticidad
    pectos cognitivos y psicoafectivos
                                                                 con la patología, entendiendo sin dificultad que en esta
                                                                 última, la plasticidad ayuda a la recuperación funcional.
    4. Alteraciones de la Actividad Cortical
                                                                 No se entiende sin embargo con igual vigor que la plas-
    Con el nombre de Funciones Cerebrales Superiores             ticidad no es un fenómeno de la patología.... es un fe-
    designó Azcoaga el conjunto de manifestaciones               nómeno siempre actuante de la vida misma!! De mane-
    fenomenológicas de nuestra neurobiología que nos hace        ra que si nos remitimos al párrafo anterior, esa evolu-
    humanos. Heredera de todo el acerbo de conocimien-           ción permanente postnatal de las estructuras neurales
    tos Neuropsicológicos de los siglos XIX y XX, en espe-       que soporta el desarrollo y el aprendizaje académico
    cial de las escuelas Soviética, Francesa, Inglesa y Nor-     se realiza al influjo tanto de influencias genéticas como
    teamericana, las Funciones Cerebrales Superiores             de aferencias medioambientales: en otras palabras, LOS
    (FCS) son las verdaderas fuentes de los aprendizajes         APRENDIZAJES!!
    académicos (Azcoaga 1997, Gazzaniga 2000, Quintanar
    2001). Por otro lado, ellas son en sí mismas aprendi-        Recogiendo entonces los tres elementos precedentes
    das, conformando el continuum que Azcoaga llamara            (FCS, maduración postnatal de estructuras neurales y
    Aprendizaje fisiológico - Aprendizaje pedagógico             plasticidad neuronal), entenderemos facilmente que la
    (Azcoaga 1979).                                              evolución natural de las estructuras neurales al influjo
                                                                 de influencias medioambientales conforma el sustrato
    Desde otra perspectiva, recordemos que en las etapas         para el surgimiento y consolidación de habilidades,
    de la embriogénesis humana definidas por J. Volpe            comunmente llamadas “desarrollo”. Por ello, Azcoaga
    (2003), se encuentra claramente establecido que varias       llamó a este fenómeno, “Aprendizaje Fisiológico”. Y es
    de ellas, en especial las de organización neuronal (cuan-    así como el niño aprende a caminar, a jugar, a reir, a
    do se establecen los contactos sinápticos que dan lu-        hablar (no por casualidad en su lengua en lugar de en
    gar a los circuitos neurales, a su vez sustento de las       otra), a querer (u odiar) .... a ser humano. Algunos años
    FCS) y de mielinización (cuando los axones se recubren       más tarde, estas influencias medioambientales se
    de mielina para hacer más eficiente y expedita la trans-     sistematizan, ordenan, categorizan, normatizan, en lo
    misión de los impulsos nerviosos) transcurren despues        que Azcoaga llamó “Aprendizaje Pedagógico” y que to-
    del parto, en la vida extrauterina y se prolongan por va-    dos reconocemos como el ingreso a la Escuela. Sin
    rios años, en realidad por toda la vida, si bien son tanto   embargo, en su esencia los fenómenos son los mis-
    más vigorosas cuanto más joven es el sujeto. En rigor,       mos; lo único diferente es que las aferencias han sido
    podemos afirmar que la embriogénesis neural se pro-          organizadas por un extraño.


6   Número 13 - Trastornos de Aprendizaje
Es esta la razón por la que la comprensión de la patolo-      requieren algunos dispositivos básicos (Azcoaga 1997):
gía del aprendizaje se basa en la comprensión de los          la memoria, la sensopercepción, la motivación y la aten-
mismos fenómenos del desarrollo y su patología, a su          ción.
vez sustentado en los elementos fisiológicos y
fisiopatológicos comunes a toda la Neurología de los           a. Praxias: La praxia es la organización propositiva
Niños. Se requiere tan solo, como se señaló al inicio de          del movimiento. Se incluyen en este capítulo por
este artículo, que se incorpore el conocimiento de esas           supuesto las clásicamente reconocidas en la neu-
exigencias medioambientales y se contraste la mayor               rología (marcha, uso de instrumentos, gestos, etc)
o menor perfección del sustrato neurobiológico con cada           pero se destacan con especial énfasis aquellas
una de estas exigencias puesto que es en esta interfase           que se verán involucradas en – y facilitarán o es-
de interacción con la experiencia de donde surgen los             torbarán – los aprendizajes académicos (Iversen
adecuados o defectuosos aprendizajes.                             et al 2005): postura, uso de las manos en espe-
                                                                  cial para el agarre del lápiz (aunque cada vez más
Y es aquí donde debemos profundizar un poco más en                para las teclas del computador), praxias de los
los postulados de Volpe (2003). En efecto, recordemos             movimientos oculares. La comprensión ya clásica
que en la etapa de proliferación neuronal, el sistema             de los aprendizajes tempranos alrededor de la
nervioso se dota a sí mismo de alrededor de cien mil              psicomotricidad (Ramós 1979) ha consagrado al-
millones de neuronas. Luego, este fantástico número               gunas praxias (correr, equilibrio, lateralidad, etc)
debe migrar hacia el sitio que les corresponderá por              como de importancia fundamental. Es clara su
toda la vida, y aún despues debe establecer una aluci-            importancia para lo que se ha incluido siempre en
nante red de conexiones con otras neuronas vecinas y              Colombia como “Educación Física”, y por esta vía
distantes para, por último, recubrir de una adecuada              en la integralidad de la oferta pedagógica; no es
cantidad (??) de mielina estos kilómetros de redes y              en cambio igualmente evidente esa influencia en
planificar la muerte de grandes poblaciones neurales              los que se han denominado clásicamente “Apren-
(apoptosis) que ayuden a definir por donde no se irra-            dizajes Académicos”. En particular debe recono-
diarán las señales neurales. Tan complejo proceso debe            cerse que – al ocupar los escritos por computador
por fuerza sufrir imperfecciones (variaciones) en todos           cada vez más una posición estándar como vehí-
los sujetos (Volpe 2003: 64) que conducen a la unici-             culo de comunicación entre sujetos – la escritura
dad de cada uno de nosotros .... pero al mismo tiempo             se convierte cada vez más en un ejercicio de “yo
nos dota a cada uno con una variable perfección en                con yo”, con lo que la importancia de la caligrafía
cada habilidad. Dentro de ciertos límites, asistimos a            se adelgaza cada vez más. No tiene por ello sen-
las naturales diferencias individuales. Más allá, se en-          tido darle a la evaluación (y consecuente correc-
cuentra la patología.                                             ción) de la praxia manual la misma importancia
                                                                  que se le asignó hace tres o cuatro décadas.
Como se ve, no es este un proceso de límites tajantes             Enfatizemos con este ejemplo lo dicho al inicio
entre la normalidad y la patología. Y es allí donde entra         del artículo: es en la interacción entre el sujeto y
en juego la exigencia medioambiental. Si se encuentra             la experiencia en donde se genera la patología; si
sintonizada con las habilidades del sujeto, no habrá tras-        la exigencia medioambiental no demanda ya, la
tornos del aprendizaje. Si por el contrario, es disarmónica       misma perfección en ese aspecto particular, la
con aquella ..... tendremos al niño consultando por tras-         misma apraxia del desarrollo que hace unos años
tornos del aprendizaje!                                           hubiera determinado un severo trastorno del apren-
                                                                  dizaje hoy puede tener un impacto mucho menor
De manera que cada niño ingresa a la escuela con un               o incluso pasar desapercibida!!
bagaje determinado de Funciones Cerebrales Superio-
res, APRENDIDAS a lo largo de su desarrollo previo             b. Gnosias: Se definen como el reconocimiento de
(aprendizaje fisiológico); con ellas se enfrenta a las            un referente concreto. Contrario a lo que sugiere
exigencias medioambientales (escolares) y de ello re-             “el sentido común” la “realidad que nuestro cere-
sultan sus logros académicos (aprendizaje pedagógi-               bro registra” no es una copia fotográfica de la “rea-
co). Es por todo ello que el eje fundamental de la eva-           lidad real”. Esa “realidad real” está compuesta de
luación clínica de los trastornos del aprendizaje se en-          innumerables elementos de ondas de luz, electro-
cuentra en las Funciones Cerebrales Superiores.                   magnéticas, de sonido (incluyendo los
Se reconocen clásicamente tres (Azcoaga 1997) : las               ultrasonidos), hertzianas, energias cinéticas, ele-
praxias, las gnosias y el lenguaje. Adicionalmente, se            mentos químicos del entorno (olfato, prurito, etc),
reconoce que estas Funciones Cerebrales Superiores                e incluso elementos psicoafectivos incluidos en



                                                                              Número 13 - Trastornos de Aprendizaje       7
esa experiencia. En ese reconocimiento del refe-          de esta actividad con el nombre de analizador
         rente concreto que constituye la gnosia solo aga-         cinestésico motor verbal y denominó “Retardo
         rramos algunos de estos elementos y con ellos             Anártrico” a las manifestaciones clínicas resultan-
         construimos la “realidad” (Watzlawick 1984). Son          tes de su disfunción.
         nuestros aprendizajes previos (Carter 1998:125),
         acoplados con la mayor o menor perfección de           • El sistema semántico a su vez, es el responsable
         nuestro aparato sensoperceptual y cortical (Volpe        del aprendizaje de los significados que constitu-
         2003, Azcoaga 1997), los que determinan la con-          yen la esencia y razón de ser del lenguaje: el per-
         secuente mayor o menor perfección de nuestra             mitirnos a los humanos el uso de un segundo sis-
         experiencia gnósica. Es fácil entender así que al        tema de señales, con lo que ya no necesitamos
         enfrentarse a tareas de identificación de posicio-       que las cosas estén físicamente ahí (primer siste-
         nes en el espacio, de colores, de formas, de se-         ma de señales), sino que podemos referirnos a
         cuencia de movimiento, o igualmente de identifi-         ellas con un constructo social que todos compar-
         cación de ritmos, de armonías sonoras, etc, etc,         timos. Azcoaga (1997) identificó los elementos
         los diferentes niños y niñas tengan variable com-        corticales responsables de esta actividad con el
         petencia. Dentro de ciertos límites y si ello aún se     nombre de analizador verbal y denominó “Retardo
         mantiene armónico con las exigencias escolares,          Afásico” a las manifestaciones clínicas resultan-
         nos hallaremos frente a las normales diferencias         tes de su disfunción. Cada uno de ellos (el retardo
         individuales. Más allá de esos límites, y especial-      afásico y el anártrico) tiene su propia constelación
         mente si ello se torna disarmónico con las exigen-       de fenomenología clínica y consecuencias para el
         cias escolares, estaremos en los terrenos de la          aprendizaje de la lectoescritura y de los aprendi-
         patología. En consecuencia, en la evaluación de          zajes académicos en general. La explicación de-
         los trastornos del aprendizaje, ocupa lugar impor-       tallada de cada uno desborda los alcances de este
         tante la evaluación de las gnosias visoespaciales        artículo; algunos de esos elementos se presentan
         y temporoauditivas.                                      más adelante, en la revisión de Lyda Mejía. Debe
                                                                  destacarse sin embargo con particular énfasis, uno
     c. Lenguaje: La literatura universal es unánime sobre        de los elementos de la disfunción fonológico–
        que las alteraciones de la comunicación y del len-        sintáctica, la conocida como “patología de la con-
        guaje son de la mayor importancia en la génesis           ciencia fonológica”.
        de los trastornos del aprendizaje (Klein & McMullen
        1999, Batshaw & Perret 1993). Y ello es apenas             En ella, el niño tiene dificultades en la habilidad
        natural, si recordamos que el lenguaje es la herra-        metalinguística para reconocer los fonemas como
        mienta fundamental de los aprendizajes académi-            un elemento separado de los otros sonidos y a la
        cos, en especial, a través de la lectoescritura, y         vez incluyente de todos los sonidos que lo consti-
        muy paticularmente con referencia a la compren-            tuyen. La consecuencia lógica de ello es que ten-
        sión del material leído. De esta manera, un niño           drá dificultades en segmentar y agrupar estos di-
        que presente alteraciones en su desarrollo del             ferentes fonemas y su consecuente encadenamien-
        lenguaje llegará con esa herramienta defectuosa            to sintáctico, con las repercusiones que son de
        al aprendizaje pedagógico, con lo que se coloca            imaginar sobre la comprensión de los textos leí-
        en grave riesgo de sufrir trastornos del aprendizaje       dos y la apropiada segmentación de los textos
        cuando esas dificultades se tornen disarmónicas            escritos. En la actualidad, se reconoce a la pato-
        con las exigencias escolares. Por esta razón, la           logía de la conciencia fonológica como uno de los
        evaluación del desarrollo del lenguaje y de la com-        principales gestores de los trastornos del aprendi-
        petencia lingüística son elementos centrales en la         zaje. Podemos concluir entonces que la patología
        evaluación de los trastornos del aprendizaje (ver          del lenguaje es en efecto la principal vertiente de
        más adelante la revisión de Lyda Mejía). Dentro            los trastornos del aprendizaje, lo que obliga a su
        del desarrollo del lenguaje se reconocen dos sis-          juiciosa evaluación en los niños y niñas que con-
        temas fundamentales, el fonológico-sintáctico y el         sulten por esta condición.
        semántico. En el primero, el niño aprende los ele-
        mentos formales con los que se construye su len-        d. Memoria: Los aprendizajes escolares de la prime-
        gua: los fonemas (elementos fundamentales de la            ra mitad del siglo XX (y de ahí hacia atrás) se
        lengua) y los encadenamientos de los diferentes            restringian básicamente a la memorización de cier-
        elementos sonoros (la sintaxis). Azcoaga (1997)            ta información sin mayor proceso crítico. Como
        identificó los elementos corticales responsables           reacción a esto, la pedagogía ha convertido en


8   Número 13 - Trastornos de Aprendizaje
saludable cruzada el enfatizar que aprendizaje no        normalmente. De lo contrario, tendremos al niño con-
     es sinónimo de memorización. No obstante, ello           sultando por trastornos del aprendizaje. Entre los capí-
     ha conducido con frecuencia en el inconsciente           tulos principales de disfunción pueden mencionarse los
     colectivo a la negación de cualquier importancia         factores experienciales inapropiados, las relaciones
     de los procesos de memoria en los aprendizajes,          objetales anormales, las alteraciones de la atención por
     hecho este que constituye un contrasentido fla-          sensaciones de peligro, vergüenza, etc., la participa-
     grante. Al respecto sería prudente recordar la afir-     ción del proceso de aprendizaje en conflictos neuróticos,
     mación de Eric Kandel “Entendemos por aprendi-           los trastornos de capacidad de prueba de la realidad y
     zaje el proceso en virtud del cual adquirimos nue-       los trastornos de la habilidad para posponer la gratifi-
     vos conocimientos; llamamos memoria al proce-            cación de las tendencias instintuales (ver F. Cobos 2005:
     so por el que retenemos esos conocimientos a lo          308 y subsecuentes).
     largo del tiempo.” (Kandel et al 1997). Tal vez debi-
     do a esa negación en el inconsciente colectivo, la       6. Aspectos Pedagógicos:
     patología de la memoria había sido ignorada hasta
     hace poco tiempo, laguna que se está empezan-            Como arriba se señaló, en el “Aprendizaje Fisiológico”
     do a llenar. En efecto, hay un interés creciente por     (proceso al que se suele llamar “desarrollo infantil”) el
     explorar algunas dificultades de memoria como            niño aprende a caminar, a jugar, a reir, a hablar, a querer
     intervinientes en los trastornos del aprendizaje         (u odiar) .... a ser humano. Algunos años más tarde,
     (Bierwisch 1986). Entre ellas, se destacan las di-       estas influencias medioambientales se sistematizan,
     ficultades de la memoria operativa verbal en rela-       ordenan, categorizan, normatizan, en lo que Azcoaga
     ción con el lenguaje interior y con el pensamiento       llamó “Aprendizaje Pedagógico” y que todos reconoce-
     discursivo, y las alteraciones en la memoria             mos como el ingreso a la Escuela; obsérvese entonces
     operativa como explicación de la influencia de un        que en este momento la organización de las aferencias
     ejecutivo central defectuoso en la génesis del deficit   queda al arbitrio de un extraño. Se introduce así una
     atencional.                                              posible variable que no estaba contemplada en las con-
                                                              diciones naturales: la de que esta sistematización y
 e. Los dispositivos básicos sensopercepción y aten-          normatización no sea armónica con las condiciones
    ción fueron mencionados ya en los prerequisitos           psicobiológicas del niño en ese momento y por lo tanto
    básicos. El dispositivo básico atención será men-         que este no pueda responder exitosamente a esas exi-
    cionado en el capítulo de lo Psicoafectivo.               gencias. Dado que es este mismo extraño quien
                                                              sistematizó las experiencias, el que evalúa los logros
5. Alteración de los Aspectos Psicoafectivos                  académicos, es poco probable que él sea consciente
                                                              de su error. La consecuencia obvia es que la dificultad
Como afirma F. Cobos “Desafortunadamente el apren-            queda en cabeza del niño y se le envía a consulta por
dizaje se puede ver influido por todas las posibilidades      trastornos del aprendizaje.
de conflicto psicológico propias del estadio de desarro-
llo del individuo. Por ejemplo, durante el período            En general, puede afirmarse que el sistema educativo
cronológico que se está considerando, los residuos de         tiene una muy amplia experiencia y excelente prepara-
la analidad no resuelta, los temores de castración que        ción, lo que se refleja en el hecho de que la mayoría de
acompañan a la aparición de la fase fálica, las envidias,     niños y niñas no presentan dificultades significativas
rivalidades, temores y fantasías que resultan de los          del aprendizaje. No obstante, posibles fuentes de difi-
esfuerzos por la adquisición de la autonomía se combi-        cultad son:
nan para alterar en mayor o menor grado el proceso del
aprendizaje. De hecho, una de las maneras más impor-           a. La Escuela está adscrita a una metodología o es-
tantes de investigar el funcionamiento y la salud del             cuela teórica determinada y el niño debe “ajustar-
aparato mental, es el estudio de los procesos del apren-          se a la Escuela, en lugar de que la Escuela se
dizaje” (Cobos 2005 pag 307). De manera que, en esa               ajuste al niño”. Cuando los estilos cognitivos del
interacción con la experiencia de donde surgen sus                niño no coinciden con la metodología de la Escue-
aprendizajes, el niño incluye todo su bagaje psicoafectivo        la, el desenlace final suele ser el fracaso.
que, igual que el proceso de embriogénesis arriba rese-
ñado (Volpe 2003) es de tal complejidad que por fuerza         b. La Escuela hace exigencias exageradas para lo
sufrirá algunas imperfecciones (variaciones). Si a pesar          que es posible dado el nivel de maduración de ese
de esas imperfecciones, el inventario psicológico es              niño en particular (no todos evolucionan a igual
armónico con las exigencias escolares el proceso fluirá           ritmo!!).


                                                                               Número 13 - Trastornos de Aprendizaje        9
c. Se escogen metodologías inapropiadas o se apli-         Con frecuencia este enfoque nos permite individualizar
         can de manera inapropiada algunos enfoques              algunos patrones típicos:
         metodológicos.
                                                                  1. Existe un antecedente personal definido (hipoxia
      d. El niño viene - y se mantiene - “rotulado”. En ese          perinatal, infección, etc) a partir del cual se evi-
         caso se asume que quien tuvo dificultades las               dencia una alteración del desarrollo (ya sea global
         seguirá teniendo y por esa vía todos (el niño, el           o de algún aspecto específico) que puede seguir-
         maestro y la Escuela) se condicionan hacia el fra-          se hasta la escolaridad y en ella, identificar su
         caso, y terminan perpetuándolo.                             impacto sobre los aprendizajes.

      e. Factores unipersonales relacionados con la acti-         2. No existe un antecedente personal definido (a ve-
         tud o capacitación del Docente en particular.               ces sí una historia familiar), pero se logra eviden-
                                                                     ciar una alteración concreta del desarrollo (bien
     B. La Historia Clinica en los                                   global o de algún aspecto específico) que puede
                                                                     seguirse hasta la escolaridad y en ella, identificar
     Trastornos del Aprendizaje                                      su impacto sobre los aprendizajes.
     Los trastornos del aprendizaje no suelen restringirse a      3. Existe una evolución paralela del trastorno del de-
     eso: al niño mismo y a la esfera cognitiva. Casi siempre        sarrollo y del aprendizaje respecto de otra condi-
     afectan la estructura familiar misma para quien el fraca-       ción definida (Epilepsia, Hipotiroidismo, Parálisis
     so es asumido como propio, trasladado a la esfera emo-          Cerebral, etc).
     cional y en el proceso, deformado de tal manera que la
     información que brindan en una historia clínica frente a     4. El patrón de dificultad identificado es de carácter
     la pregunta “qué le ocurre al niño?” es mas un recuento         restringido (por ejemplo un retardo anártrico del
     de todas las respuestas emocionales de la familia que           lenguaje que evolucionó a un trastorno del apren-
     una exposición coherente de lo que le pasa al niño. El          dizaje de la lectoescritura), en contraposición a
     profesional que acepte como real expresión de las ha-           uno de carácter global (retardo de todos los hitos
     bilidades, debilidades y desempeños del niño, esta in-          del desarrollo en todas las esferas que conduce a
     formación, habrá entrado en una trampa de la cual no            una situación de déficit cognitivo), o de otro que
     podrá escapar …. y a donde arrastrará al niño confiado          combina algunos elementos cognitivos con otros
     a su cuidado.                                                   de tipo conductual (autismo infantil por ejemplo).
     Por otro lado, recuérdese que el “Aprendizaje Pedagó-        5. Se identifica con claridad una patología emocional
     gico” es simple extensión del “Aprendizaje Fisiológico”         en los padres y/o la familia a partir de la cual se
     solo que en entornos sistematizados, normatizados,              gestan las dificultades del niño.
     categorizados.
                                                                  6. Se identifican elementos dispedagógicos definidos.
     Por estas dos razones, ha sido nuestra práctica desde
     hace tiempo invertir el orden de la Historia Clínica. Una    7. Se evidencia un desarrollo normal hasta un mo-
     vez que se define que el “Motivo de Consulta” son los           mento concreto a partir del cual aparecen las difi-
     trastornos del aprendizaje, pasamos de inmediato al             cultades del aprendizaje. Este patrón es altamen-
     capítulo de “Antecedentes” y hacemos de estos – en              te sugestivo de factores psicoafectivos,
     particular los antecedentes del desarrollo – la verdade-        dispedagogía, enfermedad sistémica o enferme-
     ra “Enfermedad Actual”.                                         dades degenerativas.
     De esta manera, seguimos el hilo conductor de la his-
     toria cognitiva y emocional del niño desde sus oríge-        8. etc., etc.
     nes, pasando por las distintas incidencias e hitos de
     importancia y continuando en su ingreso a la escolari-      Como suele ocurrir, al finalizar la anamnesis casi siem-
     dad y la manera en que esos elementos cognitivos y          pre se tiene una hipótesis concreta y sus correspon-
     emocionales previos evolucionaron ya dentro del con-        dientes diagnósticos diferenciales. Sobre esta base – y
     texto escolar, para terminar en su desempeño actual,        de manera absolutamente individualizada - se planea la
     en el que se exploran tanto las fortalezas como las de-     evaluación específica (incluyendo los paraclínicos que
     bilidades y las respuestas y reacciones de todos (niño,     se juzguen pertinentes) en la cual se identifican ele-
     maestro, escuela y familia) frente a los logros y fraca-    mentos concretos de fortaleza y debilidad y con ellos
     sos.                                                        se construye el diagnóstico definitivo.


10   Número 13 - Trastornos de Aprendizaje
Más adelante se presenta, a manera de ilustración, una
historia clínica real, obviamente eliminada la identidad       3. Casi siempre el diagnóstico es multifactorial. Las
del paciente.                                                     categorias diagnósticas solo son indicadores de
                                                                  los aspectos sensibles de dificultad, no exclusión
C. Advertencias Finales a Modo                                    tajante de otras fuentes de dificultad.
de Conclusión                                                  4. Algún lector observará que las definiciones y cate-
                                                                  gorías presentadas no coinciden con su versión
 1. La presentación desglosada de cada categoría                  favorita. En un campo del conocimiento que clási-
    (única manera de presentar coherentemente el                  camente se movilizó alrededor de varios atractores
    material), puede hacer olvidar al lector que ellas            (elementos Pedagógicos, Neurobiológicos,
    en sí mismas no generan la patología en la mayo-              Psicoafectivos, etc) es comprensible que no se
    ría de los casos; solo en la interacción entre el             disponga de consensos unánimes y que el pano-
    sujeto y la experiencia se gestan los aprendiza-              rama sea lo más cercano a una Torre de Babel.
    jes, tanto sanos como anómalos.                               Estamos convencidos de que gradualmente esta-
                                                                  mos encontrando puntos de convergencia que nos
 2. No existe el niño perfecto. Examinados con sufi-              llevarán, ojala en un futuro cercano, a presentar un
    ciente rigor, todos los niños mostrarán algún tipo            panorama coherente, de consenso amplio sobre
    de dificultad. Solo cuando esa dificultad es clara-           una de las condiciones de mayor impacto para la
    mente disarmónica respecto a la exigencia esco-               morbilidad en los albores del siglo XXI: los Trastor-
    lar se presentan los verdaderos trastornos del                nos del Aprendizaje.
    aprendizaje.



                                                REFERENCIAS

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12   Número 13 - Trastornos de Aprendizaje
publicidad
janssen

      Número 13 - Trastornos de Aprendizaje   13
CONCIENCIA FONOLÓGICA Y
                                      APRENDIZAJE LECTOR                                            Lyda Mejía de Eslava


     Conciencia Fonológica y                                     tudio de casos y controles demuestran- después de
                                                                 realizar un seguimiento a lo largo de 21 meses- que las
     Aprendizaje                                                 mismas dificultades fonológicas presentadas en el len-
                                                                 guaje oral son observadas en estos niños en el aprendi-
     Aprender a leer y escribir se reconoce como el núcleo       zaje lectoescrito y sugieren como factor común subya-
     central del inicio de la educación académica y en el        cente a los desórdenes de habla y lectura la dificultad
     que se apoya en gran medida el resto del proceso edu-       para analizar sílabas en unidades fonológicas menores
     cativo; no es de extrañar entonces que muchos estu-         como ataques y rimas; otros autores concluyen que el
     diosos de la pedagogía centren su interés en la bús-        elemento primordial para desarrollar una eficiente
     queda de formas cada vez más acertadas para que este        lectoescritura es la habilidad de la conciencia fonológica
     proceso de enseñanza-aprendizaje se realice de mane-        llamada conciencia fonémica.
     ra eficiente y los escolares se conviertan en buenos
     lectores y escritores.                                      En los últimos años como explicación a la dislexia se
                                                                 ha desarrollado la hipótesis del doble déficit, descrito
     Los conocimientos producidos por disciplinas, distin-       como la presencia de pobre desarrollo de conciencia
     tas de la pedagogía, se han ido incorporando y gracias      fonológica y deficiente capacidad de nominación auto-
     a ellos se reconocen los aportes realizados a la com-       matizada rápida y se explica que aquellos sujetos que
     prensión de habilidades y funciones psicológicas            lo presentan mantienen a lo largo de su historia mayor
     cognitivas que están en la base de todo aprendizaje:        cantidad de síntomas, que los que solo presentan dé-
     los procesos nerviosos superiores que lo hacen posi-        ficit en una de las habilidades (Lovett, Steinbach,
     ble, o las mediaciones culturales que lo favorecen o        Frijters, 2000; Manis, Doi, Bhadha, 2000) aunque en
     entorpecen. Con el concurso de estos conocimientos          investigaciones posteriores Schatschneider, Carlson,
     se han cimentado procedimientos metodológicos y ele-        Francis, Foorman y Fletcher, 2002 expresan dudas al
     mentos didácticos que han guiado en las diferentes          respecto y dicen demostrar que la gran severidad en-
     épocas la actividad de la enseñanza de la lectura y la      contrada en estos sujetos puede ser el resultado de un
     escritura.                                                  artefacto en el manejo estadístico al agrupar a los ni-
                                                                 ños en subgrupos teniendo en cuenta su desempeño y
     En el siglo XX, desde la década de los 70, las investiga-   dos variables continuas correlacionadas.
     ciones realizadas en torno al aprendizaje lector y a sus
     problemas evidenciaron la influencia en este aprendiza-     Existe debate sobre si la conciencia fonémica es
     je de la habilidad metalingüística conocida como con-       prerrequisito de la lectura o por el contrario es el apren-
     ciencia fonológica, definida como capacidad para anali-     dizaje lector el que favorece habilidades de conciencia
     zar y sintetizar de manera consciente los segmentos         fonémica (Goswami & Briant, 1990; Paul, Murray, Clancy
     sonoros de la lengua . Se reconoce su alta correlación      & Andrews, 1997); sin embargo esto puede ser un de-
     con el aprendizaje de la lectura (Liberman, Shankweiler,    bate estéril pues no es extraño que para niveles supe-
     Fisher & Carter, 1974; Blachman 1989 y 1991; Adams,         riores del desarrollo de una habilidad, aquellos elemen-
     1990, Torgeson, Morgan y Davis, 1992; Catts, 1993;          tos que en principio necesitaron de ella se conviertan
     Watson, Kidd, Homer, y cols, 2003) y se observa que         en nutrientes para alcanzar los más altos logros. Esta
     las dificultades en desarrollarla predicen de manera muy    influencia recíproca entre escolaridad, lenguaje y habi-
     acertada futuras dificultades en el aprendizaje escolar     lidades metalingüísticas es visible; las habilidades de
     (Catts, 1996). En seguimiento a preescolares con re-        contenido, forma y uso alcanzados en la primera infan-
     tardo en el desarrollo del lenguaje de tipo expresivo se    cia facilitan el inicio de la escolaridad y de la apropia-
     evidencia que, aunque la mayoría de ellos mejoran en        ción de aprendizajes, que a su vez enriquecen esas
     la etapa escolar, los que persisten en sus problemas        habilidades al generar crecimiento lexical, ampliación
     de lenguaje con bajo rendimiento en lectura o francos       de significados y de redes; crecimiento de posibilida-
     trastornos de aprendizaje de la misma son aquellos          des de usos lingüísticos y descubrimiento de sus dife-
     que desde el preescolar mostraron pobres habilidades        rencias según usos y utilización de nuevos códigos y
     de conciencia fonológica (Bradley y Bryant, 1983; Catts     en ocasiones de nuevas lenguas (Mejía de Eslava 2001).
     1996); también Bird, Bishop y Freeman (1995) en es-         La exposición al texto escrito es un vehículo inmejora-


14   Número 13 - Trastornos de Aprendizaje
ble para ese enriquecimiento, pues en general se usa un        rante el tiempo que dure la tarea ya sea de aprendizaje,
lenguaje más formalizado, con gran riqueza de vocabula-        razonamiento, solución de problemas, etc. y está ser-
rio, construcciones oracionales más complejas y uso más        vida por tres subsistemas: el bucle o lazo fonológico, la
creativo de la lengua, entre otras cosas, para lograr efec-    agenda visoespacial y el ejecutivo central. (Baddeley y
tos estéticos y emotivos en un interlocutor o interlocutores   Hitch 1974, Baddeley 1996). La agenda visoespacial se
con los cuales no se tendrá relación directa. Además, el       refiere a la interacción entre las informaciones visuales
aprendizaje y el refuerzo que la escritura hace que las        y espaciales que se reciben de manera independiente,
reglas de relación sonido-grafema, las separaciones            que al conjugarse permiten tener una imaginería o mapa
silábicas posibles en el texto escrito, la correcta escritu-   de las tareas que lo involucran; el ejecutivo central es el
ra de sílabas con complejos de consonantes y combina-          responsable del control atencional sobre la memoria
ciones de sílabas en palabras muy complejas (por ej:           operativa y por lo tanto controla el trabajo de los otros
transcripción, abstracto), retroalimenten la correcta pro-     dos subsistemas; el bucle o lazo fonológico (que ha
nunciación en el habla y remiten a un sistema ideal o          sido el más estudiado) presupone un sistema de alma-
norma de la cual nos desviamos sin problemas a través          cenamiento temporal de la información acústica o ver-
de diversos dialectos; por ejemplo, la omisión del sonido      bal, que se mantiene en la memoria por dos o tres se-
final /s/ (pecado por pescado) en el habla de muchas           gundos a menos que sea repasada por la repetición,
regiones del caribe, la sustitución del sonido final nasal /   caso en el cual puede permanecer por más tiempo; esa
n/ por /m/ (pam por pan) en la región del Valle del Cauca,     repetición es posible por un sistema de articulación
que debemos respetar en la escritura a menos que se            subvocal, además de este sistema articulatorio existe
busque representar esa característica regional, con lo cual    uno fonológico que permite por ejemplo los juicios so-
la conciencia fonológica termina por enriquecerse (Mejía       bre rimas entre palabras, ataques etc.
de Eslava 2000).
                                                               Por su parte Tallal y sus colaboradores han expresado
Otro tópico que ha sido tocado en el estudio del desa-         la hipótesis desde los 70 de que niños con trastornos
rrollo de la conciencia fonológica es el rol del nivel cul-    del desarrollo lingüístico y problemas de aprendizaje
tural. Paul y cols (1997) afirman que la permanencia de        presentan déficit en el procesamiento temporal de la
los problemas fonológicos en niños con desarrollo tar-         información sensorial auditiva y proponen que este défi-
dío del lenguaje, está muy relacionado con el nivel cul-       cit estaría en la base de los problemas de conciencia
tural al que pertenecen; según ellos, los niños con con-       fonológica(Tallal 1980, Tallal, Stark, Mellits 1985; Tallal
diciones culturales de buen nivel superan los proble-          & Benasich 2002). Sus estudios preliminares muestran
mas sin secuelas significativas para el aprendizaje de         que ello podría ser evaluado en el primer año de vida y
lectura.                                                       que el entrenamiento sistemático reduciría su impacto
                                                               en el aprendizaje del lenguaje y la lectoescritura (
Conciencia Fonológica y Otros                                  Merzenich, Jenkins, Johnston, Schreiner, Miller, Tallal
                                                               1996; Tallal, Miller, Bedi, Byma, Wang, Nagarajan,
Factores Neuropsicológicos y                                   Schreiner, Jenkins, Merzenich. 1996 ). Por lo pronto,
Neurofisiológicos.                                             puede afirmarse que la presentación de los primeros
                                                               resultados de la aplicación de su hipótesis a progra-
Un aspecto interesante del estudio de la conciencia            mas automatizados de entrenamiento ofrece resulta-
fonológica lo constituyen las investigaciones y                dos muy alentadores.
teorizaciones realizadas en torno a las habilidades que
se relacionan con ella o que están en su base.                 Sobre estas hipótesis, algunos investigadores han sido
                                                               cautelosos o han mostrado dudas sobre el programa.
Brady (1991), Treiman (1992) y Fazio (1997a, 1997b)            Barinaga (1.996) reporta que científicos de la universidad
sostienen que la memoria de corto plazo llamada                de Yale, estudiosos de la dislexia como la doctora
operativa o de trabajo es necesaria para «descubrir « y        Shaywitz ponen en duda esta hipótesis pues consideran
dirigir los procesos de conciencia fonológica, pues sin        que los problemas de conciencia fonológica se deben a
almacenar las secuencias, estas actividades no serían          defectos en los centros especializados del lenguaje.
posibles. Es importante recordar que finalizando la dé-
cada del 70 se demostró que la memoria de corto plazo          La discusión acerca de la relación causal del déficit de
no es un sistema unitario y que existe una memoria de          procesamiento temporal de la información sensorial
trabajo que es de corto plazo en el sentido temporal,          auditiva en los trastornos específicos de aprendizaje de
que difiere de esta, en que tiene una funcionalidad, es        lectura ocupa buena parte de las publicaciones espe-
decir la información es almacenada y manipulada du-            cializadas en el tema (Betherton & Holmes 2003.;



                                                                                Número 13 - Trastornos de Aprendizaje        15
Galaburda & Cestnick 2003; Kaminsky, Eviatar &                 de conciencia fonológica deficientes. En lo anatómico
     Norman 2002; Catts, Gillispie, Leonard, Kail & Miller,         Galaburda & Cetsnick (2003) reportan que se ha mos-
     2002; Waber, Weiler, Wolff, Bellinger, Marcus, Ariel,          trado experimentalmente cambios en la composición
     Forbes, Wypij 2001; De Martino, Espesser, Rey, Habib           de neuronas de núcleos geniculados laterales y
     2001; Shaywitz, Shaywitz, Pugh y cols 1998) .                  mediales por malformaciones focales, con consecuen-
     Desde la mirada de la neuropsicología soviética y se-          cias en el procesamiento temporal de sonidos.
     gún la propuesta de Luria se analiza su base localizada
     en las funciones superiores. El análisis de la concien-        Genética y Conciencia
     cia fonológica permite observar que los factores
     cinestésico, cinético, oído fonemático y la regulación
                                                                    Fonológica
     y el control serían parte fundamental, con un aporte muy
                                                                    Desde que en 1950 Hallgren publicara su estudio clíni-
     importante del oído fonemático o capacidad para discri-
                                                                    co y genético de la dislexia, el interés de los genetistas
     minar los segmentos sonoros mínimos de la lengua
                                                                    en relación con esta entidad ha sido creciente. En es-
     (fonemas) diferenciando los distintos rasgos constituti-
                                                                    tudios realizados en las últimas décadas se ha sugeri-
     vos, sin lo cual llegar a desarrollar la conciencia fonémica
                                                                    do susceptibilidad a esta entidad en los cromosomas 1
     sería imposible; sin embargo, es muy importante dife-
                                                                    (Rabin, Wen, Hepburn & cols, 1993), 2 (Fagerheim,
     renciar entre este factor y la conciencia fonémica por-
                                                                    Raeymaekers, Tonnessen & cols, 1999), 3 (Nopola-
     que en esta es indispensable la manipulación consciente
                                                                    Hemmi, Myllyuoma, Voutilaine & Cols, 2002), 6 (Cardon,
     de los fonemas, su análisis y síntesis y no sólo el per-
                                                                    Smith, Fulker & cols, 1994; Grigorenko, Wood, Meyer
     cibirlos de manera diferenciada (Mejía de Eslava, 2005).
                                                                    & cols 1997; Petryshen, Kaplan, Fu Liu & Cols (2001)
                                                                    y 15 (Noppola-Hemmi, Taipale, Haltia & cols, 2000).
     Neurofisiología y
     Conciencia Fonológica                                          En estos estudios la caracterización de la dislexia en los
                                                                    sujetos de las investigaciones, se hace teniendo en cuenta
                                                                    como factor primordial la alteración de conciencia
     Los avances en tecnología para estudios
                                                                    fonológica, entre otros. Grigorenko, Wood, Meyer & cols
     neurofisiológicos han permitido estudiar en tareas de
                                                                    (1997) muestran hallazgos que permiten postular una re-
     lectura la activación cerebral regional y sus secuencias,
                                                                    lación significativa entre dislexias con alteraciones de
     encontrar las conexiones entre ellas, comparar esta
                                                                    conciencia fonológica como expresión fenotípica y ano-
     activación en lectores eficientes y disléxicos, y obser-
                                                                    malías del cromosoma 6. Se discute sin embargo si los
     var cambios de activación pre y post tratamientos.
                                                                    hallazgos de relación son de manera específica para la
                                                                    lectura, para un factor específico de ella como la concien-
     Estudios que comparan disléxicos con lectores norma-
                                                                    cia fonológica, o para el lenguaje en general.
     les en tareas de análisis fonológico muestran que en
     los primeros se observa para las áreas reconocidas como        También Nopola-Hemmi, Myllyuoma, Voutilaine & Cols
     del lenguaje, una sobreactivacion de las regiones ante-        (2002) en estudio de 24 sujetos de tres generaciones
     riores frente a una baja activación de las posteriores lo      una familia finlandesa con dislexia, en quienes habían
     que parece sugerir una desconexión funcional en el sis-        previamente encontrado un locus en el área
     tema en que se basa el análisis fonológico crítico para        pericentromérica del cromosoma 3, describen que el
     la lectura (Shaywitz, Shaywitz, Pugh y cols 1998); in-         tipo de dislexia de esta familia está marcado por déficit
     vestigaciones realizadas con tareas de lectura de pala-        neurocognitivos en conciencia fonológica, memoria ver-
     bras simples y pseudopalabras demuestran que aque-             bal de corto plazo y nominación rápida.
     llas que exigen la transformación explícita grafema-
     fonema necesitan una conexión entre giro angular iz-
     quierdo y otras regiones como áreas visuales de aso-
                                                                    Aportes Psicolingüísticos y
     ciación, giro temporal superior medial y área de Broca         Sociolingüísticos a la
     o sus vecindades, que no se da en adultos con dislexia         Comprensión de la Conciencia
     del desarrollo (Horwitz, Rumsey, Donohue 1.998).               Fonológica.
     Otros estudios encaminados a observar el impacto que           Desde estas disiciplinas se han estudiado la influen-
     en la fisiología cerebral puede tener el tratamiento           cias que la forma de las diversas lenguas tienen el apren-
     (Small, Flores y Noll 1998) han evidenciado cambios            dizaje lectoescrito; en las lenguas con escrituras basa-
     en el funcionamiento cerebral cuando se ha realizado           das en abecedarios se reporta que la transparencia,
     un tratamiento encaminado a entrenar las habilidades           definida como la correspondencia uno a uno entre fonema


16   Número 13 - Trastornos de Aprendizaje
(mínima unidad sonora) y grafema (mínima unidad es-          mínima de una lengua que es capaz de oponer signifi-
crita), es un elemento que favorece este aprendizaje y       cados dentro de la palabra por ejemplo en boca tendría-
a su vez la poca transparencia lo dificulta y es terreno     mos los fonemas /b/, /o/, /k/, /a/. De igual manera otros
fértil para la aparición de trastornos de aprendizaje        segmentos que podríamos reconocer se refieren a la
específicamente para la dislexia de tipo fonológico. El      rima, ya no de la sílaba, sino de la palabra, por ejemplo
español se considera una lengua muy transparente y           en paleta, maleta, y galleta; y al inicio de las palabras
por el contrario el inglés y el francés son poco transpa-    que puede ser mayor que la sílaba como por ejemplo
rentes (Goswami, 1999). Sin embargo, para el español         en camisa, camilla, camina; o igual a esta como en
las diferencias dialectales como las colombianas y en        cama, casa, calle.
general las de todos los países latinoamericanos, redu-
cen esta transparencia, por ejemplo: la C - Z, y S o la      Reconocer rimas y ataques de sílaba, identificar soni-
Y y LL para el español castellano son representaciones       dos iniciales y finales en las palabras, fraccionar en
grafemáticas de una clara diferencia fonológica por lo       sílabas las palabras, en fonemas las sílabas, las pala-
cual no se presentan confusiones a la hora de escribir;      bras y las oraciones, y en general operar con estos
no lo son en el primer caso para ningún país latinoame-      segmentos alterando su secuencia, omitiéndolos o in-
ricano y para el segundo solo para algunas regiones          cluyéndolos dentro de palabras son conductas relacio-
latinoamericanas y por cierto no para todas las colom-       nadas con esta habilidad. Las edades en que aparecen
bianas; esto hace que con frecuencia oigamos pregun-         estas conductas y su secuencia han sido estudiadas
tar para el caso de Ll –Y ¿ se escribe con la que sube       por autores como Bruce (1.964), Yopp (1.988) y Treiman
o con la que baja?.                                          y Zukowski (1.991). Se destaca en estas descripcio-
                                                             nes que, hacia los tres años, los niños son capaces de
Con relación al aprendizaje lectoescrito y conciencia        reconocer dos palabras que riman (aunque no pueden
fonológica, el niño que en una lengua transparente tie-      explicar porqué) y que en cambio la habilidad para eli-
ne conciencia fonémica aprendería de manera fácil a          minar sonidos dentro de las palabras, en tareas como
leer y escribir por la alta correpondencia grafema –         descubrir la palabra nueva resultante de eliminar en
fonema; en una lengua no transparente tener concien-         mansa el sonido n, se adquieren sólo hacia los 8 años.
cia fonémica ayudaría como referencia para encontrar y       Paul y Cols (1.997) expresan que de las investigacio-
aprender las reglas de las correspondencias irregulares      nes sobre el tema se puede concluir la siguiente se-
de los grafemas con los fonemas y viceversa.                 cuencia:

Condemarín (1991), expone para el español la relevan-           •    Identificación de rimas
cia del manejo explícito de los fóncios tanto en la ense-       •    Apareamiento de sílabas
ñanza de lectura como en la remediación de la dislexia.         •    Apareamiento de palabras que inician igual
                                                                •    Segmentación de sonidos dentro de la palabra
Desarrollo de la                                                •    Manipulación del orden de segmentos dentro
Conciencia Fonológica                                                de las palabras
                                                                •    Eliminación de sonidos dentro de la palabra
Si la conciencia fonológica es la capacidad para anali-
zar y sintetizar de manera consciente los segmentos          Dentro de cada uno de los logros secuenciales existe a
sonoros de las lenguas; es importante destacar cuáles        la vez una secuencia que depende de la complejidad de
son esos segmentos: palabras, sílabas, ataques, rimas        las palabras y segmentos a los cuales se enfrente el
y fonemas. Se definen las sílabas como el sonido o           niño; por ejemplo es más fácil aparear por sonido inicial
sonidos articulados que constituyen un solo núcleo           casa y carro que casa y cuna.
fónico entre dos depresiones sucesivas al emitir la voz;
el ataque y la rima son segmentos menores que la síla-       Dada la importancia de la conciencia fonológica en el
ba pero en general mayores que el fonema y se define         desarrollo del lenguaje y el aprendizaje de la lectura, su
el primero como el segmento de la sílaba que contiene        evaluación y entrenamiento se convierten en elemento
la consonante y la rima como el que contiene la vocal y      muy relevante del trabajo de los profesionales que labo-
los elementos subsiguientes, por ejemplo en la sílaba        ran en el área de aprendizaje escolar.
mus [m] sería el ataque y [us] la rima; en la sílaba ta el
ataque sería [t] y la rima [a] ; algunas sílabas no po-      De manera clásica, su evaluación se ha realizado a tra-
drían dividirse como aquellas compuestas por una sola        vés de aliteraciones y rimas como por ejemplo lo hace
vocal (a en amarillo) o por vocal y consonante (an en        la batería de exploración de trastornos de la lectura BTL,
antes).; el fonema se reconoce como la unidad sonora         del Centro de Neurociencias de La Habana, Cuba. Al-



                                                                              Número 13 - Trastornos de Aprendizaje       17
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TA aprendizaje

  • 1. VOL 4. NÚMERO 1. AÑO 2006 ISSN 1692-8067 DIRECTOR CARLOS MEDINA MALO Editorial Neurólogo-Neuropediatra Miembro de la Academia Nacional de Medicina Los Trastornos de Aprendizaje son un grupo de alteraciones que medinamalo@epilepsia.org se nos presentan a diario en la consulta. Cuando llega el niño con COMITÉ ASISTENTE sus desesperados padres a la consulta, casi siempre remitido por un más desesperado maestro, quisiéramos darles la solución más JULIETA DE CASTAÑO acertada en el menor tiempo posible. Lamentablemente el espec- Trabajadora Social tro de estos Trastornos es muy amplio y del correcto diagnóstico ELSA COLMENARES DURÁN va a depender el futuro de ese niño. Es por eso que hacemos énfa- Terapeuta Física sis especial en la elaboración de la historia clínica donde no solo OLGA MALDONADO se tenga en cuenta el motivo de consulta, sino los antecedentes Socióloga personales, familiares y una revisión de sistemas que sea lo sufi- COMITÉ EDITORIAL cientemente completa como para poder determinar si la patología LUIS E. MORILLO del niño es primaria, secundaria o terciaria. Neurólogo. Profesor U. Javeriana Durante las doce ediciones anteriores hemos querido insistir en la ROBERTO AMADOR Neurólogo. Profesor U. Nacional importancia de que el clínico llegue a un diagnóstico sindromático, topográfico y etiológico, para poder pensar en un pronóstico y bajo ÁLVARO IZQUIERDO Neuropediatra. Profesor U. Nacional este pensamiento hacer un plan de tratamiento, evitando hasta donde sea posible el manejo sintomatológico. Por lo tanto, le soli- NATASHA SINISTERRA Neuropediatra citamos al lector acercarse a estas páginas con una mirada inte- gral apoyado en el conocimiento que le proporciona su estructura ADOLFO ÁLVAREZ académica. Neuropediatra ORLANDO CARREÑO En esta edición contamos con un grupo científico con gran expe- Neuropediatra riencia en el manejo de estos niños. Se trata del doctor Jorge Eslava, ANGÉLICA USCÁTEGUI Director del Instituto Colombiano de Neurociencias, Jefe del Servi- Neuropediatra cio de Neurología del Hospital San José y Fundación Universitaria GABRIEL ARANGO de Ciencias de la Salud (FUCS) Bogotá; y de la doctora Lyda Mejía, Neurólogo Directora Científica del Instituto Colombiano de Neurociencias, quie- EUGENIA ESPINOSA Neuropediatra Hospital Militar nes junto con su grupo de investigadores han querido mostrar en Neuropediatría Revisiones parte de su filosofía y de su modo de aproximación al niño. Consideramos que es un abrebocas para Coordinación Editorial una próxima edición y estamos seguros de que su lectura les va a ELSA COLMENARES DURÁN generar un sinnúmero de interrogantes relativos a su propio queha- cer profesional. ARTES, DISEÑO E IMPRESIÓN Tomás Morales M DIAGRAMACIÓN Carlos Medina Malo Andrés Cabrera León LIGA CENTRAL CONTRA LA EPILEPSIA DIR: CALLE 35 N° 17 - 48 TEL: PBX 2455717 FAX 2877440 www.epilepsia.org BOGOTÁ, D.C. COLOMBIA Número 13 - Trastornos de Aprendizaje 1
  • 2. EVALUACIÓN CLÍNICA DE LOS TRASTORNOS DEL APRENDIZAJE* Jorge Eslava* * «Aprendizaje: El proceso de interacción con la expe- les fuentes de morbilidad del ejercicio contemporáneo. riencia, interiorizado por el individuo, y capaz de influir Cualquiera que repase la presencia (??) de esta condi- en su futuro desempeño». ción en los currículos de pre y post grado y luego la contraste con la frecuencia con que es motivo de con- La anterior definición nos obliga a enfrentar a un hecho sulta en la práctica cotidiana llegará obligatoriamente a al que estamos, en la práctica, poco acostumbrados esta asombrosa conclusión. No disponemos de esta- en el sector salud: la patología no surge del sujeto ni dísticas confiables de prevalencia o incidencia, entre del entorno; surge de la interacción entre estos dos. otras razones por carencia de definiciones de consen- El niño con apendicitis la sufre independientemente de so; es esta en realidad una de las mayores torres de que de que viva en una cultura u otra, de que lo quieran babel del ejercicio Médico (Fletcher et al 2005). Cifras o lo maltraten, de que las exigencias del entorno sean preliminares sugieren una prevalencia entre 6 – 18% unas u otras, de su interés y motivación o falta de ellas. (Filippatou & Livaniou 2005, Al-Hazmy et al 2004, Blackwell & Tonthat 2002, Pineda et al 2003) en la lite- En otras palabras, la patología en este caso, y este es ratura universal. Para Colombia, existen muy pocos el modelo clásico al que estamos acostumbrados, sur- estudios epidemiológicos. En Bogotá, en una muestra ge del sujeto mismo. Por otro lado, la malnutrición en intencional, la prevalencia de dificultades en el aprendi- un grupo de niños de una comunidad que padece una zaje lector fue identificada como de 22% (Velez et al hambruna por una sequía o el maltrato a un bebé de 2005). Un estudio realizado por nosotros sobre todos tres meses son patologías que surgen del entorno. A los niños del departamento de Cundinamarca definió la diferencia de las anteriores, las dificultades del aprendi- prevalencia para esa población en 6,3% (no publicado zaje no surgen ni del niño, ni de su entorno, sino de su aún). interacción, y más exactamente de la interacción entre el sistema nervioso de ese niño y su experiencia vital. Regresemos entonces a las naturales consecuencias de la definición inicial: los trastornos del aprendizaje Así, un niño que tenga un trastorno de conciencia surgen - no del sujeto, ni del entorno - sino de la fonológica (ver más adelante articulo de Lyda Mejía en interacción del sujeto con la experiencia. Esto tiene esta edición) por ejemplo, no tendrá ninguna patología profundas implicaciones, tanto en el plano diagnóstico, si vive en una comunidad analfabeta, tendrá una patolo- como en el terapéutico. En este último por ejemplo, es gía de moderada intensidad si vive en una comunidad concebible “solucionar” la patología sin ninguna acción cuya lengua sea relativamente transparente (el español sobre el sujeto, por la simple vía de actuar sobre las por ejemplo), y sufrirá un muy severo trastorno del apren- exigencias del entorno. En el ejemplo que arriba rese- dizaje de la lectura si vive en una comunidad cuya len- ñamos, es concebible (no necesariamente aconseja- gua sea muy poco transparente (el inglés por ejemplo). ble) no exponer al sujeto -si su entorno natural es his- Pero adicionalmente, ese último niño de una comuni- pano parlante - al inglés hasta despues de que el apren- dad angloparlante tendrá una mayor o menor dificultad dizaje de la lectoescritura se haya consolidado en su dependiendo de la habilidad de su maestra, de lo tem- lengua materna. prano que se exponga a la lectoescritura, de la riqueza o pobreza de su entorno familiar en términos del acce- En este capítulo, nos interesan las implicaciones so a la cultura letrada, del afecto que lo rodee, de las diagnósticas, esto es, la evaluación clínica del niño con motivaciones que encuentre para enfrentarse a la Trastornos del Aprendizaje. lectoescritura, etc. De lo arriba expuesto, es evidente que las fuentes La renuencia a realizar estos ajustes en nuestros pro- primigenias de dificultad son tres: condiciones pios estilos de pensamiento deja expósito un amplio neurobiológicas propias del niño, condiciones propias capítulo de la patología, la de los Trastornos del Apren- de la exigencia medioambiental o condiciones surgidas dizaje, que viene surgiendo como una de las principa- de la interacción entre niño - exigencia del entorno pro- piamente dichas; las dos primeras, solo a condición de * El presente trabajo proviene del borrador de un libro en preparación que en la interacción se generen dificultades. Ejemplo * *Neurólogo de la primera es un retardo afásico del lenguaje en un 2 Número 13 - Trastornos de Aprendizaje
  • 3. contexto escolar clásico. Ejemplo de lo segundo es una 1. Dificultades en los Prerrequisitos Básicos dispedagogía severa en un niño con relativa fragilidad neurobiológica o emocional. Ejemplo de lo tercero es el apren- Consideramos los prerrequisitos básicos como el con- dizaje de la taxonomía de la botánica: es dificil para todos!! junto de elementos que diseñan las condiciones propi- cias para que los aprendizajes, en especial los acadé- A. Los Trastornos Del micos, transcurran sin tropiezos. No son aprendizajes Aprendizaje: Categorías Básicas en sí mismos pero con frecuencia se confunden con los dispositivos básicos de las Funciones Cerebrales Su- Desde 1990 hemos intentado definir un modelo para la periores (Azcoaga 1997). De diversas maneras han es- evaluación clínica del niño con dificultades de aprendi- tado presentes en varias etapas de la historia de los zaje. Los desarrollos observados a lo largo de los tres Trastornos del Aprendizaje, aunque con frecuencia solo lustros que han transcurrido desde entonces nos reafir- a título de señalamientos anecdóticos sin mayor soli- man, con los naturales ajustes, en la validez general dez teórica (ej lateralidad) (McManus 1983). Algunos del modelo. Nuestro punto de partida ha sido conside- de ellos han sido incluso excluidos de las definiciones rar que, como proceso, el aprendizaje requiere del ar- de uso frecuente (NJCLD) (Hammill 1990) con toda la mónico concurso de múltiples fenómenos tanto biológi- influencia que ello implica dado el poder político y aca- cos como ambientales, cada uno de los cuales es a su démico de las instituciones en las que se originaron. vez la expresión de complejos sistemas funcionales. Se incluyen en este capítulo los defectos sensoriales Por esta razón, no es posible una visión «simplificadora» (ceguera, sordera), alteraciones de la coordinación del aprendizaje, sino que necesariamente se impone motora y de la preferencia lateral, anomalías del tono una visión ecléctica que contemple todos estos facto- global y segmentario y del equilibrio y ese conglomera- res. Por oposición, las dificultades del Aprendizaje tam- do de alteraciones de la atención y la actividad que lla- poco pueden reducirse a una sola categoría, sino que mamos «déficit atencional con hiperactividad» (ADDH). necesariamente deben incluir todos estos diversos fe- nómenos que, al ser deficientes (bien aislados o en di- Los defectos sensoriales, en especial sordera, en la versas combinaciones), pueden conducir a alteraciones actualidad son sujetos de un interés particular, en es- de dicho proceso. De estas disfunciones, algunas co- pecial por una tendencia vigorosa a considerar al sordo rresponden con las descripciones clásicamente acep- más como cultura que como patología, con todas las tadas en la literatura como «Trastornos del Aprendiza- implicaciones que esta postura tiene. Adicionalmente, je»; otras no coinciden, o incluso se apartan de las de- las complejas transducciones intermodales entre sis- finiciones ortodoxas, a pesar de lo cual imponen algu- temas cognitivos que cada vez se reconocen mejor en nas dificultades al proceso de aprendizaje (ej.defectos estudios sobre sordera y lenguaje signado (Gordon sensoriales) y por ello se incluyen. En concordancia 2004), entre otras evidencias, nos obligan a interesar- con todo lo anteriormente expuesto, podemos entender nos por las dificultades en el aprendizaje surgidas de que existen diversas fuentes primigenias de los apren- estos defectos sensoriales, aún a despecho de la ex- dizajes. Alteraciones de diverso tipo y variable etiología clusión que de estas condiciones se hace en definicio- darán lugar a dificultades en el proceso, e interfieren nes corrientes (NJCLD) (Hammill 1990. La revisión de con un sano aprendizaje. Surgen así los principales Clemencia Barón, más adelante en esta misma edición capítulos en la evaluación clínica del niño con dificulta- contribuirá sin duda a clarificar este aspecto. En con- des del aprendizaje: traste, el interés por algunos aspectos de la eferencia motora tales como tono, alteraciones sutiles de la motricidad, lateralidad, equilibrio se han marchitado Aprendizaje notablemente (Polatajko 1985, Parra 2005), al no poder Procesos establecer una clara correspondencia fisiopatológica pedagógicos Psicoafectivo entre ellos y los trastornos del aprendizaje (quien re- cuerda ya el “stress piramidal”, p. ej.?). Es claro en cambio, el gran interés que en la actualidad despierta el Déficit atencional con hiperactividad Enfermedad Enfermedad (ADDH). Sujeto de enorme controversia (Abanilla et al sistémica Neurológica gruesa 2005), se ha puesto de moda en Colombia y en otras regiones hasta tal punto que para muchos, todo el campo Prerrequisitos Básicos de los trastornos del aprendizaje queda reducido a esa condición. Peor aún, en el ADDH se ha encontrado la Número 13 - Trastornos de Aprendizaje 3
  • 4. excusa perfecta para liberar al docente y a la familia de exigencias académicas. En nuestra práctica emplea- su responsabilidad en brindar al niño un entorno y exi- mos una prueba terapéutica ciega antes de rotular al gencia propicios para un sano aprendizaje, trasladán- niño dentro de esa categoría. Por lo demás, debe dosela al niño, a su patología y en última instancia a la recordarse que si bien los psicofármacos tienen un lu- farmacoterapia. gar importante en la terapéutica de esta condición, no son la única alternativa terapeútica, ni excluyen la ne- Al margen de consideraciones éticas ello sería acepta- cesidad de otras intervenciones (Arnold 2002, ble .... si funcionara. Desafortunadamente ello no ocu- Condemarín et al 2004, Solovieva et al 2002). rre así en muchos casos y al cabo de unos pocos me- ses, pasado el entusiasmo inicial con la mágica solu- 2. Enfermedad Sistémica ción farmacológica - incluso despues de varios cam- bios de medicamento hacia los de “segunda linea” El lector que recuerde la última vez que se enfrentó a (Arnold 2002), la situación sigue igual o peor, la verda- una exigencia académica (clase, examen, etc) al tiem- dera causa sigue inmutable, se hace muy dificil dar mar- po que sufría una condición médica definida (gripa, gua- cha atrás (y ahora, que hago???), se han agregado efec- yabo, migraña, hipotiroidismo) aceptará sin reticencia tos colaterales de los psicoestimulantes, la familia que que varias de estas características - si bien no consti- ha navegado extensamente por las páginas de Internet tuyen en rigor trastornos del aprendizaje - tampoco con- en donde se reseñan todos los riesgos de los figuran el mejor escenario para que los aprendizajes psicoestimulantes adopta crecientemente una actitud transcurran sin tropiezo. Así, condiciones tales como hostil, y todo ello configura uno de los panoramas más neoplasias, infecciones crónicas (ej. tuberculosis), complejos ( y tal vez el más frecuente de todo el ejerci- malnutrición o endocrinopatias son factores todos que, cio Médico hoy en Colombia) de iatrogenia. pese a no ser aceptables dentro de las clasificaciones ortodoxas de Trastornos del Aprendizaje, interfieren sin Es nuestra convicción que el exagerado entusiasmo con duda con las posibilidades de un sano aprendizaje. El que se le ha acogido es causa de grandes errores en el común denominador en estas condiciones médicas, que diagnóstico, de importante iatrogenia en el manejo y de hemos agrupado como “Enfermedad Sistémica” es la un inminente (en varios casos ya consumado) desencan- adinamia, la disminución de la motivación y de la to de la comunidad que tendrá graves consecuencias en proactividad, cercanos a lo que se observa en los el rechazo a la ayuda profesional que ya se vive con alar- sindromes prefrontales. Algunos de ellos sin embargo, mante frecuencia. Lo anterior no puede llevar a descono- demuestran - más allá de esta adinamia - algunas ca- cer su existencia (el ADDH en efecto existe!!), pero sí a racterísticas cognitivas más definidas. Es bien conoci- reclamar prudencia y solidez teórica antes de aventurar do el deficit cognitivo irreversible, incluso severo, que el diagnóstico. Todo ello se dificulta ante la precaria soli- puede quedar como secuela de un hipotiroidismo que dez metodológica de los instrumentos que corrientemen- haya pasado desapercibido en etapas tempranas de la te se utilizan para su diagnóstico (Fletcher et al 2005). vida (Lazarus 2005). El Sida en niños suele debutar clínicamente como alteraciones cognitivas inespecíficas En efecto, al evaluar críticamente instrumentos como (Zhanbhag et al 2005). Por otro lado, en la medida en las encuestas estructuradas (Connors, BASC, etc), se que más niños sobreviven al cancer de diversos tipos, hace rápidamente evidente que estas identifican altera- nos hacemos más conscientes del conjunto de fenó- ciones del desempeño “de cajón”. Así, un niño con ADDH menos cognitivos residuales derivados de la condición tendrá una alta puntuación en la tabla de Connors ..... misma, de la terapéutica (radio y quimioterapia) y de pero también la tendrá un niño con defectos de crianza, los fenómenos emocionales que rodean al niño y su aquel con alteraciones del sueño (ver la revisión de familia (Grau 1993). Edgar Osuna más adelante en esta serie), otro con deficit cognitivo limítrofe (por la vía de una pobre 3. Enfermedad Neurológica «Gruesa” autocrítica), otro más con rasgos autistas discretos, aún otro con retardo afásico del lenguaje (por la vía de la fatigabilidad propia de esta condición), etc., etc. Bajo este desafortunado título - a falta de uno mejor - agrupamos las condiciones reconocidas clásicamente De manera que el diagnóstico de el ADDH sigue repo- por la Neurología que pueden afectar los aspectos sando sobre bases clínicas, y exige unos sólidos fun- cognitivos de manera suficientemente sutil como para damentos teóricos, considerable experiencia y un es- “asimilarse” a los Trastornos del Aprendizaje, dado que pecial cuidado al interpretar los diversos factores que las alteraciones más evidentes y severas (el retardo del intervienen en esa delicada interfase entre el niño y las desarrollo secuela de un TORCH por ejemplo) no sue- 4 Número 13 - Trastornos de Aprendizaje
  • 5. len ser consideradas dentro de este capítulo. Se inclu- estimada. En algunas casos puede ser pertinente yen así las afasias adquiridas, algunas dificultades tomar el riesgo calculado de una disminución dis- cognitivas de la clásica “Parálisis Cerebral”, la creta de dosis que obtenga una recompensa en hipertensión endocraneana progresiva y las enfermeda- rendimiento escolar de alto impacto cognitivo y des degenerativas. En este último caso, debe recordarse emocional. Es necesario enfatizar que no existe que es apenas natural que sea en las tareas “exigen- probablemente el anticonvulsivante 100% inocuo tes” donde primero se detecten las falencias de un ce- desde el punto de vista cognitivo (Drane & Meador rebro que empieza a sufrir una condición degenerativa; 2002). esas tareas en la infancia son precisamente, los apren- dizajes. Como se verá más adelante, la clave para este c. Alta frecuencia ictal: un niño con piknolepsia pue- diagnóstico está en el perfil temporal del padecimiento: de tener hasta varios cientos de pequeñas ausen- a diferencia de lo que es usual en los trastornos del cias al día. Ello significa que “está ausente” du- aprendizaje, en este caso sí es posible delimitar un mo- rante buena parte de la actividad académica, pero mento concreto a partir del cual declina claramente el adicionalmente que “al regresar” se encontrará en desempeño escolar. un contexto distinto que debe esforzarse en reco- nocer y situarse en él .... solo para volver a quedar Mención especial dentro de esta categoría merece la “desconectado” en ese momento. Es evidente que Epilepsia. Quienes lleven varios años en el ejercicio de su rendimiento académico se verá entonces com- la especialidad recordarán con horror las épocas en que prometido. Igual ocurre cuando luego de una cri- Epilepsia era considerada sinónimo de retardo mental sis focal compleja “subclínica”, que por ello mis- y locura, razones estas que “justificaban” el ostracismo mo pasa desapercibida, queda un estado postictal social inevitablemente conducente a la invalidez confusional prolongado. Particular atención ha psicosocial que era la norma en Epilepsia, mucho peor merecido recientemente el Trastorno Cognitivo In- en términos de morbilidad que las convulsiones mis- termitente (TCI) (Aldenkamp & Arends 2004, Tromp mas (por desgracia, en algunos sitios y contextos, esta et al 2003). Los autores reseñados y varios otros situación sigue siendo realidad actual). Ello condujo a han insistido en que en niños con Epilepsia - pero una vigorosa campaña para “sacar a Epilepsia de las también en otros que nunca habían referido crisis sombras” (De Boer et al 2005), conducente a desmitificar convulsivas - se presentan descargas frecuentes varios aspectos de esta condición, en especial la aso- “subclínicas” que interfieren con diversos aspec- ciación con deterioro cognitivo. Estos esfuerzos han sido tos cognitivos, cuando se evalúan estos exitosos en términos generales. Sin embargo, por ello simultaneamente por medio de tareas que ponen mismo, el “inconsciente colectivo” actual dentro de la al descubierto pequeñas falencias en tiempos de profesión rechaza este componente cognitivo a tal pun- reacción, errores cometidos o calidad de las res- to que se cierran las posibilidades de considerar estos puestas. Incluso se han reportado mejoría de es- aspectos al momento de diseñar o corregir la estrate- tos aspectos cognitivos por medio del tratamiento gia terapeútica. Las principales razones por las que con anticonvulsivantes (Kasteleijn-Nolst 1995), Epilepsia puede tener implicaciones cognitivas son: evidencia esta que debe ser tomada todavía con gran precaución y reserva. a. Epilepsia y Trastornos del Aprendizaje coexisten: es la situación en donde una situación determina- d. El sindrome Epiléptico incluye compromiso da (trastorno de migración, secuela de cognitivo: son bien reconocidos desde siempre encefalopatía hipóxica, etc.) ha dejado dos secue- algunos sindromes Epilépticos que en su esencia las diferentes, definidas, que coexisten en el mis- misma incluyen compromiso cognitivo y del desa- mo sujeto: epilepsia y trastorno cognitivo de diver- rrollo, tales como el sindrome de Lennox Gastaut, so tipo. En este caso no hay una verdadera rela- el sindrome de West y el Sindrome de Landau- ción de causalidad pero, dado que coexisten en el Kleffner. Con frecuencia, el tratamiento exitoso de mismo sujeto, es necesario considerar el factor algunas de estos casos consigue - al tiempo que cognitivo y tratar de independizarlo hasta donde una mejoría en las crisis - mejoría concomitante o sea posible de las otras asociaciones que a conti- paralela (o consecuente) de los elementos nuación se enumeran. cognitivos (Lux et al 2005). En opinión del autor, la existencia de estas condiciones que incluyen fe- b. Los anticonvulsivantes pueden tener efectos cola- nómenos no paroxísticos dentro de una condición terales deletéreos sobre la cognición. Es una si- que siempre se consideró como definida por el tuación bien conocida pero frecuentemente des- paroxismo deberá conducir eventualmente a una Número 13 - Trastornos de Aprendizaje 5
  • 6. redefinición de la esencia misma del fenómeno longa por toda la vida!! De manera que el cerebro huma- Epiléptico (Eslava & Mejia 1997). Por lo pronto, no no es inmutable, sino que es - en su esencia misma esta existencia de elementos no paroxísticos ya - evolutivo a lo largo del tiempo, condición fundamental recibió el reconocimiento oficial de la clasificación para que exista el desarrollo y el aprendizaje puesto internacional como “Encefalopatía Epiléptica” que si las etapas de embriogénesis se detuvieran en el (Engel 2001). momento del parto, los circuitos neurales permanece- rían sin cambio por el resto de la vida, y con ello las e. Ocurren alteraciones en el sueño: epilepsia en sí expresiones fenomenológicas se mantendrian inmuta- misma, pero más frecuentemente el uso conse- bles, con la consecuencia de que no habría ni desarro- cuente de anticonvulsivantes, puede conducir a llo ni aprendizaje. La pregunta obvia es entonces si es- alteraciones en el sueño. Cada vez se reconoce tos cambios se suceden únicamente por instrucciones mejor el hecho de que estas alteraciones del sue- genéticas preprogramadas o son influidas por la expe- ño pueden inducir al día siguiente durante la vigilia riencia cotidiana surgida de las aferencias a menor rendimiento y errores cognitivos (Espie et medioambientales. En el primer caso tendríamos desa- al 1999). rrollo pero no aprendizajes; en el segundo tendríamos aprendizajes como sustento del desarrollo infantil. Y Estas reflexiones no pueden devolvernos a justificar de por supuesto, ello es lo que ocurre!! nuevo el ostracismo de las personas con epilepsia bajo la presunción de que todas tienen forzosamente com- No existe ya hoy duda alguna sobre que los cambios promiso cognitivo o psicoafectivo. Pero sí debe animar- que sufren las estructuras neurales son influidas por la nos a definir mejor en cuáles pacientes con epilepsia experiencia, fenómeno que ha recibido el nombre de se presenta esta asociación y en cuáles no y, por su- “plasticidad neuronal” (Baudry et al 2000). Por algún puesto, a diseñar las alternativas terapeúticas que me- curioso desliz histórico-semántico, el común del profe- jor atiendan tanto al control convulsivo como a los as- sional en las areas de la salud identifica la plasticidad pectos cognitivos y psicoafectivos con la patología, entendiendo sin dificultad que en esta última, la plasticidad ayuda a la recuperación funcional. 4. Alteraciones de la Actividad Cortical No se entiende sin embargo con igual vigor que la plas- Con el nombre de Funciones Cerebrales Superiores ticidad no es un fenómeno de la patología.... es un fe- designó Azcoaga el conjunto de manifestaciones nómeno siempre actuante de la vida misma!! De mane- fenomenológicas de nuestra neurobiología que nos hace ra que si nos remitimos al párrafo anterior, esa evolu- humanos. Heredera de todo el acerbo de conocimien- ción permanente postnatal de las estructuras neurales tos Neuropsicológicos de los siglos XIX y XX, en espe- que soporta el desarrollo y el aprendizaje académico cial de las escuelas Soviética, Francesa, Inglesa y Nor- se realiza al influjo tanto de influencias genéticas como teamericana, las Funciones Cerebrales Superiores de aferencias medioambientales: en otras palabras, LOS (FCS) son las verdaderas fuentes de los aprendizajes APRENDIZAJES!! académicos (Azcoaga 1997, Gazzaniga 2000, Quintanar 2001). Por otro lado, ellas son en sí mismas aprendi- Recogiendo entonces los tres elementos precedentes das, conformando el continuum que Azcoaga llamara (FCS, maduración postnatal de estructuras neurales y Aprendizaje fisiológico - Aprendizaje pedagógico plasticidad neuronal), entenderemos facilmente que la (Azcoaga 1979). evolución natural de las estructuras neurales al influjo de influencias medioambientales conforma el sustrato Desde otra perspectiva, recordemos que en las etapas para el surgimiento y consolidación de habilidades, de la embriogénesis humana definidas por J. Volpe comunmente llamadas “desarrollo”. Por ello, Azcoaga (2003), se encuentra claramente establecido que varias llamó a este fenómeno, “Aprendizaje Fisiológico”. Y es de ellas, en especial las de organización neuronal (cuan- así como el niño aprende a caminar, a jugar, a reir, a do se establecen los contactos sinápticos que dan lu- hablar (no por casualidad en su lengua en lugar de en gar a los circuitos neurales, a su vez sustento de las otra), a querer (u odiar) .... a ser humano. Algunos años FCS) y de mielinización (cuando los axones se recubren más tarde, estas influencias medioambientales se de mielina para hacer más eficiente y expedita la trans- sistematizan, ordenan, categorizan, normatizan, en lo misión de los impulsos nerviosos) transcurren despues que Azcoaga llamó “Aprendizaje Pedagógico” y que to- del parto, en la vida extrauterina y se prolongan por va- dos reconocemos como el ingreso a la Escuela. Sin rios años, en realidad por toda la vida, si bien son tanto embargo, en su esencia los fenómenos son los mis- más vigorosas cuanto más joven es el sujeto. En rigor, mos; lo único diferente es que las aferencias han sido podemos afirmar que la embriogénesis neural se pro- organizadas por un extraño. 6 Número 13 - Trastornos de Aprendizaje
  • 7. Es esta la razón por la que la comprensión de la patolo- requieren algunos dispositivos básicos (Azcoaga 1997): gía del aprendizaje se basa en la comprensión de los la memoria, la sensopercepción, la motivación y la aten- mismos fenómenos del desarrollo y su patología, a su ción. vez sustentado en los elementos fisiológicos y fisiopatológicos comunes a toda la Neurología de los a. Praxias: La praxia es la organización propositiva Niños. Se requiere tan solo, como se señaló al inicio de del movimiento. Se incluyen en este capítulo por este artículo, que se incorpore el conocimiento de esas supuesto las clásicamente reconocidas en la neu- exigencias medioambientales y se contraste la mayor rología (marcha, uso de instrumentos, gestos, etc) o menor perfección del sustrato neurobiológico con cada pero se destacan con especial énfasis aquellas una de estas exigencias puesto que es en esta interfase que se verán involucradas en – y facilitarán o es- de interacción con la experiencia de donde surgen los torbarán – los aprendizajes académicos (Iversen adecuados o defectuosos aprendizajes. et al 2005): postura, uso de las manos en espe- cial para el agarre del lápiz (aunque cada vez más Y es aquí donde debemos profundizar un poco más en para las teclas del computador), praxias de los los postulados de Volpe (2003). En efecto, recordemos movimientos oculares. La comprensión ya clásica que en la etapa de proliferación neuronal, el sistema de los aprendizajes tempranos alrededor de la nervioso se dota a sí mismo de alrededor de cien mil psicomotricidad (Ramós 1979) ha consagrado al- millones de neuronas. Luego, este fantástico número gunas praxias (correr, equilibrio, lateralidad, etc) debe migrar hacia el sitio que les corresponderá por como de importancia fundamental. Es clara su toda la vida, y aún despues debe establecer una aluci- importancia para lo que se ha incluido siempre en nante red de conexiones con otras neuronas vecinas y Colombia como “Educación Física”, y por esta vía distantes para, por último, recubrir de una adecuada en la integralidad de la oferta pedagógica; no es cantidad (??) de mielina estos kilómetros de redes y en cambio igualmente evidente esa influencia en planificar la muerte de grandes poblaciones neurales los que se han denominado clásicamente “Apren- (apoptosis) que ayuden a definir por donde no se irra- dizajes Académicos”. En particular debe recono- diarán las señales neurales. Tan complejo proceso debe cerse que – al ocupar los escritos por computador por fuerza sufrir imperfecciones (variaciones) en todos cada vez más una posición estándar como vehí- los sujetos (Volpe 2003: 64) que conducen a la unici- culo de comunicación entre sujetos – la escritura dad de cada uno de nosotros .... pero al mismo tiempo se convierte cada vez más en un ejercicio de “yo nos dota a cada uno con una variable perfección en con yo”, con lo que la importancia de la caligrafía cada habilidad. Dentro de ciertos límites, asistimos a se adelgaza cada vez más. No tiene por ello sen- las naturales diferencias individuales. Más allá, se en- tido darle a la evaluación (y consecuente correc- cuentra la patología. ción) de la praxia manual la misma importancia que se le asignó hace tres o cuatro décadas. Como se ve, no es este un proceso de límites tajantes Enfatizemos con este ejemplo lo dicho al inicio entre la normalidad y la patología. Y es allí donde entra del artículo: es en la interacción entre el sujeto y en juego la exigencia medioambiental. Si se encuentra la experiencia en donde se genera la patología; si sintonizada con las habilidades del sujeto, no habrá tras- la exigencia medioambiental no demanda ya, la tornos del aprendizaje. Si por el contrario, es disarmónica misma perfección en ese aspecto particular, la con aquella ..... tendremos al niño consultando por tras- misma apraxia del desarrollo que hace unos años tornos del aprendizaje! hubiera determinado un severo trastorno del apren- dizaje hoy puede tener un impacto mucho menor De manera que cada niño ingresa a la escuela con un o incluso pasar desapercibida!! bagaje determinado de Funciones Cerebrales Superio- res, APRENDIDAS a lo largo de su desarrollo previo b. Gnosias: Se definen como el reconocimiento de (aprendizaje fisiológico); con ellas se enfrenta a las un referente concreto. Contrario a lo que sugiere exigencias medioambientales (escolares) y de ello re- “el sentido común” la “realidad que nuestro cere- sultan sus logros académicos (aprendizaje pedagógi- bro registra” no es una copia fotográfica de la “rea- co). Es por todo ello que el eje fundamental de la eva- lidad real”. Esa “realidad real” está compuesta de luación clínica de los trastornos del aprendizaje se en- innumerables elementos de ondas de luz, electro- cuentra en las Funciones Cerebrales Superiores. magnéticas, de sonido (incluyendo los Se reconocen clásicamente tres (Azcoaga 1997) : las ultrasonidos), hertzianas, energias cinéticas, ele- praxias, las gnosias y el lenguaje. Adicionalmente, se mentos químicos del entorno (olfato, prurito, etc), reconoce que estas Funciones Cerebrales Superiores e incluso elementos psicoafectivos incluidos en Número 13 - Trastornos de Aprendizaje 7
  • 8. esa experiencia. En ese reconocimiento del refe- de esta actividad con el nombre de analizador rente concreto que constituye la gnosia solo aga- cinestésico motor verbal y denominó “Retardo rramos algunos de estos elementos y con ellos Anártrico” a las manifestaciones clínicas resultan- construimos la “realidad” (Watzlawick 1984). Son tes de su disfunción. nuestros aprendizajes previos (Carter 1998:125), acoplados con la mayor o menor perfección de • El sistema semántico a su vez, es el responsable nuestro aparato sensoperceptual y cortical (Volpe del aprendizaje de los significados que constitu- 2003, Azcoaga 1997), los que determinan la con- yen la esencia y razón de ser del lenguaje: el per- secuente mayor o menor perfección de nuestra mitirnos a los humanos el uso de un segundo sis- experiencia gnósica. Es fácil entender así que al tema de señales, con lo que ya no necesitamos enfrentarse a tareas de identificación de posicio- que las cosas estén físicamente ahí (primer siste- nes en el espacio, de colores, de formas, de se- ma de señales), sino que podemos referirnos a cuencia de movimiento, o igualmente de identifi- ellas con un constructo social que todos compar- cación de ritmos, de armonías sonoras, etc, etc, timos. Azcoaga (1997) identificó los elementos los diferentes niños y niñas tengan variable com- corticales responsables de esta actividad con el petencia. Dentro de ciertos límites y si ello aún se nombre de analizador verbal y denominó “Retardo mantiene armónico con las exigencias escolares, Afásico” a las manifestaciones clínicas resultan- nos hallaremos frente a las normales diferencias tes de su disfunción. Cada uno de ellos (el retardo individuales. Más allá de esos límites, y especial- afásico y el anártrico) tiene su propia constelación mente si ello se torna disarmónico con las exigen- de fenomenología clínica y consecuencias para el cias escolares, estaremos en los terrenos de la aprendizaje de la lectoescritura y de los aprendi- patología. En consecuencia, en la evaluación de zajes académicos en general. La explicación de- los trastornos del aprendizaje, ocupa lugar impor- tallada de cada uno desborda los alcances de este tante la evaluación de las gnosias visoespaciales artículo; algunos de esos elementos se presentan y temporoauditivas. más adelante, en la revisión de Lyda Mejía. Debe destacarse sin embargo con particular énfasis, uno c. Lenguaje: La literatura universal es unánime sobre de los elementos de la disfunción fonológico– que las alteraciones de la comunicación y del len- sintáctica, la conocida como “patología de la con- guaje son de la mayor importancia en la génesis ciencia fonológica”. de los trastornos del aprendizaje (Klein & McMullen 1999, Batshaw & Perret 1993). Y ello es apenas En ella, el niño tiene dificultades en la habilidad natural, si recordamos que el lenguaje es la herra- metalinguística para reconocer los fonemas como mienta fundamental de los aprendizajes académi- un elemento separado de los otros sonidos y a la cos, en especial, a través de la lectoescritura, y vez incluyente de todos los sonidos que lo consti- muy paticularmente con referencia a la compren- tuyen. La consecuencia lógica de ello es que ten- sión del material leído. De esta manera, un niño drá dificultades en segmentar y agrupar estos di- que presente alteraciones en su desarrollo del ferentes fonemas y su consecuente encadenamien- lenguaje llegará con esa herramienta defectuosa to sintáctico, con las repercusiones que son de al aprendizaje pedagógico, con lo que se coloca imaginar sobre la comprensión de los textos leí- en grave riesgo de sufrir trastornos del aprendizaje dos y la apropiada segmentación de los textos cuando esas dificultades se tornen disarmónicas escritos. En la actualidad, se reconoce a la pato- con las exigencias escolares. Por esta razón, la logía de la conciencia fonológica como uno de los evaluación del desarrollo del lenguaje y de la com- principales gestores de los trastornos del aprendi- petencia lingüística son elementos centrales en la zaje. Podemos concluir entonces que la patología evaluación de los trastornos del aprendizaje (ver del lenguaje es en efecto la principal vertiente de más adelante la revisión de Lyda Mejía). Dentro los trastornos del aprendizaje, lo que obliga a su del desarrollo del lenguaje se reconocen dos sis- juiciosa evaluación en los niños y niñas que con- temas fundamentales, el fonológico-sintáctico y el sulten por esta condición. semántico. En el primero, el niño aprende los ele- mentos formales con los que se construye su len- d. Memoria: Los aprendizajes escolares de la prime- gua: los fonemas (elementos fundamentales de la ra mitad del siglo XX (y de ahí hacia atrás) se lengua) y los encadenamientos de los diferentes restringian básicamente a la memorización de cier- elementos sonoros (la sintaxis). Azcoaga (1997) ta información sin mayor proceso crítico. Como identificó los elementos corticales responsables reacción a esto, la pedagogía ha convertido en 8 Número 13 - Trastornos de Aprendizaje
  • 9. saludable cruzada el enfatizar que aprendizaje no normalmente. De lo contrario, tendremos al niño con- es sinónimo de memorización. No obstante, ello sultando por trastornos del aprendizaje. Entre los capí- ha conducido con frecuencia en el inconsciente tulos principales de disfunción pueden mencionarse los colectivo a la negación de cualquier importancia factores experienciales inapropiados, las relaciones de los procesos de memoria en los aprendizajes, objetales anormales, las alteraciones de la atención por hecho este que constituye un contrasentido fla- sensaciones de peligro, vergüenza, etc., la participa- grante. Al respecto sería prudente recordar la afir- ción del proceso de aprendizaje en conflictos neuróticos, mación de Eric Kandel “Entendemos por aprendi- los trastornos de capacidad de prueba de la realidad y zaje el proceso en virtud del cual adquirimos nue- los trastornos de la habilidad para posponer la gratifi- vos conocimientos; llamamos memoria al proce- cación de las tendencias instintuales (ver F. Cobos 2005: so por el que retenemos esos conocimientos a lo 308 y subsecuentes). largo del tiempo.” (Kandel et al 1997). Tal vez debi- do a esa negación en el inconsciente colectivo, la 6. Aspectos Pedagógicos: patología de la memoria había sido ignorada hasta hace poco tiempo, laguna que se está empezan- Como arriba se señaló, en el “Aprendizaje Fisiológico” do a llenar. En efecto, hay un interés creciente por (proceso al que se suele llamar “desarrollo infantil”) el explorar algunas dificultades de memoria como niño aprende a caminar, a jugar, a reir, a hablar, a querer intervinientes en los trastornos del aprendizaje (u odiar) .... a ser humano. Algunos años más tarde, (Bierwisch 1986). Entre ellas, se destacan las di- estas influencias medioambientales se sistematizan, ficultades de la memoria operativa verbal en rela- ordenan, categorizan, normatizan, en lo que Azcoaga ción con el lenguaje interior y con el pensamiento llamó “Aprendizaje Pedagógico” y que todos reconoce- discursivo, y las alteraciones en la memoria mos como el ingreso a la Escuela; obsérvese entonces operativa como explicación de la influencia de un que en este momento la organización de las aferencias ejecutivo central defectuoso en la génesis del deficit queda al arbitrio de un extraño. Se introduce así una atencional. posible variable que no estaba contemplada en las con- diciones naturales: la de que esta sistematización y e. Los dispositivos básicos sensopercepción y aten- normatización no sea armónica con las condiciones ción fueron mencionados ya en los prerequisitos psicobiológicas del niño en ese momento y por lo tanto básicos. El dispositivo básico atención será men- que este no pueda responder exitosamente a esas exi- cionado en el capítulo de lo Psicoafectivo. gencias. Dado que es este mismo extraño quien sistematizó las experiencias, el que evalúa los logros 5. Alteración de los Aspectos Psicoafectivos académicos, es poco probable que él sea consciente de su error. La consecuencia obvia es que la dificultad Como afirma F. Cobos “Desafortunadamente el apren- queda en cabeza del niño y se le envía a consulta por dizaje se puede ver influido por todas las posibilidades trastornos del aprendizaje. de conflicto psicológico propias del estadio de desarro- llo del individuo. Por ejemplo, durante el período En general, puede afirmarse que el sistema educativo cronológico que se está considerando, los residuos de tiene una muy amplia experiencia y excelente prepara- la analidad no resuelta, los temores de castración que ción, lo que se refleja en el hecho de que la mayoría de acompañan a la aparición de la fase fálica, las envidias, niños y niñas no presentan dificultades significativas rivalidades, temores y fantasías que resultan de los del aprendizaje. No obstante, posibles fuentes de difi- esfuerzos por la adquisición de la autonomía se combi- cultad son: nan para alterar en mayor o menor grado el proceso del aprendizaje. De hecho, una de las maneras más impor- a. La Escuela está adscrita a una metodología o es- tantes de investigar el funcionamiento y la salud del cuela teórica determinada y el niño debe “ajustar- aparato mental, es el estudio de los procesos del apren- se a la Escuela, en lugar de que la Escuela se dizaje” (Cobos 2005 pag 307). De manera que, en esa ajuste al niño”. Cuando los estilos cognitivos del interacción con la experiencia de donde surgen sus niño no coinciden con la metodología de la Escue- aprendizajes, el niño incluye todo su bagaje psicoafectivo la, el desenlace final suele ser el fracaso. que, igual que el proceso de embriogénesis arriba rese- ñado (Volpe 2003) es de tal complejidad que por fuerza b. La Escuela hace exigencias exageradas para lo sufrirá algunas imperfecciones (variaciones). Si a pesar que es posible dado el nivel de maduración de ese de esas imperfecciones, el inventario psicológico es niño en particular (no todos evolucionan a igual armónico con las exigencias escolares el proceso fluirá ritmo!!). Número 13 - Trastornos de Aprendizaje 9
  • 10. c. Se escogen metodologías inapropiadas o se apli- Con frecuencia este enfoque nos permite individualizar can de manera inapropiada algunos enfoques algunos patrones típicos: metodológicos. 1. Existe un antecedente personal definido (hipoxia d. El niño viene - y se mantiene - “rotulado”. En ese perinatal, infección, etc) a partir del cual se evi- caso se asume que quien tuvo dificultades las dencia una alteración del desarrollo (ya sea global seguirá teniendo y por esa vía todos (el niño, el o de algún aspecto específico) que puede seguir- maestro y la Escuela) se condicionan hacia el fra- se hasta la escolaridad y en ella, identificar su caso, y terminan perpetuándolo. impacto sobre los aprendizajes. e. Factores unipersonales relacionados con la acti- 2. No existe un antecedente personal definido (a ve- tud o capacitación del Docente en particular. ces sí una historia familiar), pero se logra eviden- ciar una alteración concreta del desarrollo (bien B. La Historia Clinica en los global o de algún aspecto específico) que puede seguirse hasta la escolaridad y en ella, identificar Trastornos del Aprendizaje su impacto sobre los aprendizajes. Los trastornos del aprendizaje no suelen restringirse a 3. Existe una evolución paralela del trastorno del de- eso: al niño mismo y a la esfera cognitiva. Casi siempre sarrollo y del aprendizaje respecto de otra condi- afectan la estructura familiar misma para quien el fraca- ción definida (Epilepsia, Hipotiroidismo, Parálisis so es asumido como propio, trasladado a la esfera emo- Cerebral, etc). cional y en el proceso, deformado de tal manera que la información que brindan en una historia clínica frente a 4. El patrón de dificultad identificado es de carácter la pregunta “qué le ocurre al niño?” es mas un recuento restringido (por ejemplo un retardo anártrico del de todas las respuestas emocionales de la familia que lenguaje que evolucionó a un trastorno del apren- una exposición coherente de lo que le pasa al niño. El dizaje de la lectoescritura), en contraposición a profesional que acepte como real expresión de las ha- uno de carácter global (retardo de todos los hitos bilidades, debilidades y desempeños del niño, esta in- del desarrollo en todas las esferas que conduce a formación, habrá entrado en una trampa de la cual no una situación de déficit cognitivo), o de otro que podrá escapar …. y a donde arrastrará al niño confiado combina algunos elementos cognitivos con otros a su cuidado. de tipo conductual (autismo infantil por ejemplo). Por otro lado, recuérdese que el “Aprendizaje Pedagó- 5. Se identifica con claridad una patología emocional gico” es simple extensión del “Aprendizaje Fisiológico” en los padres y/o la familia a partir de la cual se solo que en entornos sistematizados, normatizados, gestan las dificultades del niño. categorizados. 6. Se identifican elementos dispedagógicos definidos. Por estas dos razones, ha sido nuestra práctica desde hace tiempo invertir el orden de la Historia Clínica. Una 7. Se evidencia un desarrollo normal hasta un mo- vez que se define que el “Motivo de Consulta” son los mento concreto a partir del cual aparecen las difi- trastornos del aprendizaje, pasamos de inmediato al cultades del aprendizaje. Este patrón es altamen- capítulo de “Antecedentes” y hacemos de estos – en te sugestivo de factores psicoafectivos, particular los antecedentes del desarrollo – la verdade- dispedagogía, enfermedad sistémica o enferme- ra “Enfermedad Actual”. dades degenerativas. De esta manera, seguimos el hilo conductor de la his- toria cognitiva y emocional del niño desde sus oríge- 8. etc., etc. nes, pasando por las distintas incidencias e hitos de importancia y continuando en su ingreso a la escolari- Como suele ocurrir, al finalizar la anamnesis casi siem- dad y la manera en que esos elementos cognitivos y pre se tiene una hipótesis concreta y sus correspon- emocionales previos evolucionaron ya dentro del con- dientes diagnósticos diferenciales. Sobre esta base – y texto escolar, para terminar en su desempeño actual, de manera absolutamente individualizada - se planea la en el que se exploran tanto las fortalezas como las de- evaluación específica (incluyendo los paraclínicos que bilidades y las respuestas y reacciones de todos (niño, se juzguen pertinentes) en la cual se identifican ele- maestro, escuela y familia) frente a los logros y fraca- mentos concretos de fortaleza y debilidad y con ellos sos. se construye el diagnóstico definitivo. 10 Número 13 - Trastornos de Aprendizaje
  • 11. Más adelante se presenta, a manera de ilustración, una historia clínica real, obviamente eliminada la identidad 3. Casi siempre el diagnóstico es multifactorial. Las del paciente. categorias diagnósticas solo son indicadores de los aspectos sensibles de dificultad, no exclusión C. Advertencias Finales a Modo tajante de otras fuentes de dificultad. de Conclusión 4. Algún lector observará que las definiciones y cate- gorías presentadas no coinciden con su versión 1. La presentación desglosada de cada categoría favorita. En un campo del conocimiento que clási- (única manera de presentar coherentemente el camente se movilizó alrededor de varios atractores material), puede hacer olvidar al lector que ellas (elementos Pedagógicos, Neurobiológicos, en sí mismas no generan la patología en la mayo- Psicoafectivos, etc) es comprensible que no se ría de los casos; solo en la interacción entre el disponga de consensos unánimes y que el pano- sujeto y la experiencia se gestan los aprendiza- rama sea lo más cercano a una Torre de Babel. jes, tanto sanos como anómalos. Estamos convencidos de que gradualmente esta- mos encontrando puntos de convergencia que nos 2. No existe el niño perfecto. Examinados con sufi- llevarán, ojala en un futuro cercano, a presentar un ciente rigor, todos los niños mostrarán algún tipo panorama coherente, de consenso amplio sobre de dificultad. Solo cuando esa dificultad es clara- una de las condiciones de mayor impacto para la mente disarmónica respecto a la exigencia esco- morbilidad en los albores del siglo XXI: los Trastor- lar se presentan los verdaderos trastornos del nos del Aprendizaje. aprendizaje. REFERENCIAS Abanilla PK, Hannahs GA, Wechsler R, Silva R. The Blackwell DL, Tonthat L. Summary health statistics for use of psychostimulants in pervasive developmental U.S. children: National Health Interview Survey, 1998. disorders. Psychiatry Quarterly 2005 Fall;76(3):271-81 Vital Health Statistics 2002 Oct;(208):1-46 Aldenkamp AP, Arends J. Effects of epileptiform EEG discharges on cognitive function: is the concept of Carter R. Mapping the Mind. Berkeley, University of «transient cognitive impairment» still valid? Epilepsy California Press, 1998 and Behavior 2004 Feb;5 Suppl 1:S25-34 Cobos F. Psiquiatria del niño, el Adolescente y la Familia. Al-Hazmy MB, Al Sweilan B, AlMoussa NB. Handicap among <www.franciscocobos.net.co> children in Saudi Arabia: prevalence, distribution, type, determinants and related factors. Eastern Mediterranean Condemarin M, Gorostegui M, Milicic N. Deficit Health Journal 2004 Jul-Sep;10(4-5):502-21. Atencional; estrategias para el diagnóstico y la intervención psicoeducativa. Santiago, Planeta. Arnold L.E. Attention-Deficit / Hyperactivity Disorder. 2004.De Boer H, Engel J, Prilipko L. Newton, Handbooks in Health Care, 2002. «Out of the shadows»: a partnership that brings progress! Azcoaga J. Las Funciones Cerebrales Superiores y Epilepsia. 2005;46 Suppl 1:61-2 sus alteraciones en el adulto y en el niño. Buenos Aires, Paidos, 1997 Drane D, Meador K. Cognitive toxicity of antiepileptic drugs. En Epilepsy and developmental disabilities. Azcoaga J. Aprendizaje Fisiológico y Aprendizaje Boston, Butterworth & Neinemann, 2002 pp 311-330 Pedagógico. Buenos Aires, El Ateneo 1979. Batshaw M, Perret Y. Chlidren with Disabilities. Engel J. A proposed diagnostic scheme for people with Baltimore, Paul H. Brookes publishing Co. 1993. epileptic seizures and with Epilepsy: report of the ILAE Task Force on Classification and Terminology. Epilepsia. Baudry M., Davis J., Thompson R. Advances in synaptic 2001 Jun;42(6):796-803. plasticity 2000, Cambridge, MIT Press. Eslava-Cobos J, Mejia L. Landau-Kleffner syndrome: Bierwisch M. Efectos psicológicos de los componentes much more than aphasia and epilepsy. Brain & estructurales del lenguaje. Buenos Aires, Paidos, 1986. Language. 1997 Apr;57(2):215-24. Número 13 - Trastornos de Aprendizaje 11
  • 12. Espie CA, Paul A, McColl JH, McFie J, Amos P, Gray J, months: a multicentre randomised trial. Lancet. 2005 Hamilton DS, Jamal GA. Cognitive functioning in people Nov;4(11):712-7. with epilepsy plus severe learning disabilities: a systematic analysis of predictors of daytime arousal McManus IC. The interpretation of laterality. Cortex. 1983 and attention. Seizure 1999 Apr;8(2):73-80 Jun;19(2):187-214. Filippatou DN, Livaniou EA. Comorbidity and WISC-III Parra S. El Niño hipotónico: mito y realidad. Memorias profiles of Greek children with attention deficit VII Curso Andino de Trastornos del Aprendizaje. Bogotá, hyperactivity disorder, learning disabilities, and 2.005. language disorders. Psychology Report 2005 Oct;97(2):485-504 Pineda DA, Lopera F, Palacio JD, Ramirez D, Henao GC. Prevalence estimations of attention-deficit/ Fletcher JM, Francis DJ, Morris RD, Lyon GR. Evidence- hyperactivity disorder: differential diagnoses and based assessment of learning disabilities in children comorbidities in a Colombian sample. International and adolescents. Journal of Clinical Child and Journal of Neuroscience 2003 Jan;113(1):49-71 Adolescent Psychology 2005 Sep;34(3):506-22. Polatajko H. A critical look at vestibular dysfunction in Gazzaniga M. The New Cognitive Neurosciences 2000, learning-disabled children. Developmental Medicine Cambridge, MIT Press. and Child Neurology. 1985 Jun;27(3):283-92 Gordon N. The Neurology of Sign Language. Brain Quintanar L. La formación de las funciones Development 2004 Apr;26(3):146-50 psicológicas durante el desarrollo del niño. Tlazcala, Editorial de la Universidad de Tlaxcala. 2001 Grau C. La integración escolar del niño con neoplasias. Barcelona, Ediciones CEAC 1993. Ramos F. Introducción a la práctica de la Educación Psicomotriz. Madrid, Pablo del Rio, editor, 1979. Hammill D.D. On defining learning disabilities: an emerging consensus. Journal of Learning Disabilities. Shanbagh M, Rutstein R, Zaoutis T, Zhao H, Chao D, 1990 Feb;23(2):74-84. Radcliffe J. Neurocognitive functioning in pediatric human immunodeficiency virus infection: effects of Iversen S, Berg K, Ellertsen B, Tonnessen FE. Motor combined therapy. Archives of Pediatric and Adolescent coordination difficulties in a municipality group and in a Medicine. 2005 Jul;159(7):651-6. clinical sample of poor readers. Dislexia 2005 Aug;11(3):217-31. Solovieva Y, Quintanar L, Flores D. Programa de corrección neuropsicológica del deficit de atención. Kandel E, Jessell T, Schwartz J. Neurociencia y Puebla, Editorial de la Benemérita Universidad Conducta. Madrid, Prentice Hall, 1997 Autónoma de Puebla. 2002 Kasteleijn-Nolst Trenite DG. Transient cognitive Tromp SC, Weber JW, Aldenkamp AP, Arends J, Vander impairment during subclinical epileptiform Linden I, Diepman L. Relative influence of epileptic electroencephalographic discharges. Seminars in seizures and of epilepsy syndrome on cognitive function. Pediatric Neurology 1995 Dec;2(4):246-53 Journal of Child Neurology2003 Jun;18(6):407-12 Klein R, McMullen P. Reading Dislexia. Cambridge, MIT Vélez A, Talero C, Espinosa A. Dificultad del aprendizaje Press, 1999. de la lectoescritura en las escuelas de una localidad de Bogotá. Memorias, IX Congreso SLAN, Cartagena, Lazarus JH. Congenital hypothyroidism. Archives of Oct. 2005 Diseases of Children. 2005 Feb;90(2):112-3. Volpe J. Neurología del Recién Nacido. México, McGraw Lux A, Edwards S, Hancock E, Johnson A, Kennedy C, Hill 2003. Newton R, O’Callaghan F, Verity C, Osborne J. The United Kingdom Infantile Spasms Study (UKISS) Watzlawick P. The Invented Reality. New York, Norton & comparing hormone treatment with vigabatrin on Company 1984. developmental and epilepsy outcomes to age 14 12 Número 13 - Trastornos de Aprendizaje
  • 13. publicidad janssen Número 13 - Trastornos de Aprendizaje 13
  • 14. CONCIENCIA FONOLÓGICA Y APRENDIZAJE LECTOR Lyda Mejía de Eslava Conciencia Fonológica y tudio de casos y controles demuestran- después de realizar un seguimiento a lo largo de 21 meses- que las Aprendizaje mismas dificultades fonológicas presentadas en el len- guaje oral son observadas en estos niños en el aprendi- Aprender a leer y escribir se reconoce como el núcleo zaje lectoescrito y sugieren como factor común subya- central del inicio de la educación académica y en el cente a los desórdenes de habla y lectura la dificultad que se apoya en gran medida el resto del proceso edu- para analizar sílabas en unidades fonológicas menores cativo; no es de extrañar entonces que muchos estu- como ataques y rimas; otros autores concluyen que el diosos de la pedagogía centren su interés en la bús- elemento primordial para desarrollar una eficiente queda de formas cada vez más acertadas para que este lectoescritura es la habilidad de la conciencia fonológica proceso de enseñanza-aprendizaje se realice de mane- llamada conciencia fonémica. ra eficiente y los escolares se conviertan en buenos lectores y escritores. En los últimos años como explicación a la dislexia se ha desarrollado la hipótesis del doble déficit, descrito Los conocimientos producidos por disciplinas, distin- como la presencia de pobre desarrollo de conciencia tas de la pedagogía, se han ido incorporando y gracias fonológica y deficiente capacidad de nominación auto- a ellos se reconocen los aportes realizados a la com- matizada rápida y se explica que aquellos sujetos que prensión de habilidades y funciones psicológicas lo presentan mantienen a lo largo de su historia mayor cognitivas que están en la base de todo aprendizaje: cantidad de síntomas, que los que solo presentan dé- los procesos nerviosos superiores que lo hacen posi- ficit en una de las habilidades (Lovett, Steinbach, ble, o las mediaciones culturales que lo favorecen o Frijters, 2000; Manis, Doi, Bhadha, 2000) aunque en entorpecen. Con el concurso de estos conocimientos investigaciones posteriores Schatschneider, Carlson, se han cimentado procedimientos metodológicos y ele- Francis, Foorman y Fletcher, 2002 expresan dudas al mentos didácticos que han guiado en las diferentes respecto y dicen demostrar que la gran severidad en- épocas la actividad de la enseñanza de la lectura y la contrada en estos sujetos puede ser el resultado de un escritura. artefacto en el manejo estadístico al agrupar a los ni- ños en subgrupos teniendo en cuenta su desempeño y En el siglo XX, desde la década de los 70, las investiga- dos variables continuas correlacionadas. ciones realizadas en torno al aprendizaje lector y a sus problemas evidenciaron la influencia en este aprendiza- Existe debate sobre si la conciencia fonémica es je de la habilidad metalingüística conocida como con- prerrequisito de la lectura o por el contrario es el apren- ciencia fonológica, definida como capacidad para anali- dizaje lector el que favorece habilidades de conciencia zar y sintetizar de manera consciente los segmentos fonémica (Goswami & Briant, 1990; Paul, Murray, Clancy sonoros de la lengua . Se reconoce su alta correlación & Andrews, 1997); sin embargo esto puede ser un de- con el aprendizaje de la lectura (Liberman, Shankweiler, bate estéril pues no es extraño que para niveles supe- Fisher & Carter, 1974; Blachman 1989 y 1991; Adams, riores del desarrollo de una habilidad, aquellos elemen- 1990, Torgeson, Morgan y Davis, 1992; Catts, 1993; tos que en principio necesitaron de ella se conviertan Watson, Kidd, Homer, y cols, 2003) y se observa que en nutrientes para alcanzar los más altos logros. Esta las dificultades en desarrollarla predicen de manera muy influencia recíproca entre escolaridad, lenguaje y habi- acertada futuras dificultades en el aprendizaje escolar lidades metalingüísticas es visible; las habilidades de (Catts, 1996). En seguimiento a preescolares con re- contenido, forma y uso alcanzados en la primera infan- tardo en el desarrollo del lenguaje de tipo expresivo se cia facilitan el inicio de la escolaridad y de la apropia- evidencia que, aunque la mayoría de ellos mejoran en ción de aprendizajes, que a su vez enriquecen esas la etapa escolar, los que persisten en sus problemas habilidades al generar crecimiento lexical, ampliación de lenguaje con bajo rendimiento en lectura o francos de significados y de redes; crecimiento de posibilida- trastornos de aprendizaje de la misma son aquellos des de usos lingüísticos y descubrimiento de sus dife- que desde el preescolar mostraron pobres habilidades rencias según usos y utilización de nuevos códigos y de conciencia fonológica (Bradley y Bryant, 1983; Catts en ocasiones de nuevas lenguas (Mejía de Eslava 2001). 1996); también Bird, Bishop y Freeman (1995) en es- La exposición al texto escrito es un vehículo inmejora- 14 Número 13 - Trastornos de Aprendizaje
  • 15. ble para ese enriquecimiento, pues en general se usa un rante el tiempo que dure la tarea ya sea de aprendizaje, lenguaje más formalizado, con gran riqueza de vocabula- razonamiento, solución de problemas, etc. y está ser- rio, construcciones oracionales más complejas y uso más vida por tres subsistemas: el bucle o lazo fonológico, la creativo de la lengua, entre otras cosas, para lograr efec- agenda visoespacial y el ejecutivo central. (Baddeley y tos estéticos y emotivos en un interlocutor o interlocutores Hitch 1974, Baddeley 1996). La agenda visoespacial se con los cuales no se tendrá relación directa. Además, el refiere a la interacción entre las informaciones visuales aprendizaje y el refuerzo que la escritura hace que las y espaciales que se reciben de manera independiente, reglas de relación sonido-grafema, las separaciones que al conjugarse permiten tener una imaginería o mapa silábicas posibles en el texto escrito, la correcta escritu- de las tareas que lo involucran; el ejecutivo central es el ra de sílabas con complejos de consonantes y combina- responsable del control atencional sobre la memoria ciones de sílabas en palabras muy complejas (por ej: operativa y por lo tanto controla el trabajo de los otros transcripción, abstracto), retroalimenten la correcta pro- dos subsistemas; el bucle o lazo fonológico (que ha nunciación en el habla y remiten a un sistema ideal o sido el más estudiado) presupone un sistema de alma- norma de la cual nos desviamos sin problemas a través cenamiento temporal de la información acústica o ver- de diversos dialectos; por ejemplo, la omisión del sonido bal, que se mantiene en la memoria por dos o tres se- final /s/ (pecado por pescado) en el habla de muchas gundos a menos que sea repasada por la repetición, regiones del caribe, la sustitución del sonido final nasal / caso en el cual puede permanecer por más tiempo; esa n/ por /m/ (pam por pan) en la región del Valle del Cauca, repetición es posible por un sistema de articulación que debemos respetar en la escritura a menos que se subvocal, además de este sistema articulatorio existe busque representar esa característica regional, con lo cual uno fonológico que permite por ejemplo los juicios so- la conciencia fonológica termina por enriquecerse (Mejía bre rimas entre palabras, ataques etc. de Eslava 2000). Por su parte Tallal y sus colaboradores han expresado Otro tópico que ha sido tocado en el estudio del desa- la hipótesis desde los 70 de que niños con trastornos rrollo de la conciencia fonológica es el rol del nivel cul- del desarrollo lingüístico y problemas de aprendizaje tural. Paul y cols (1997) afirman que la permanencia de presentan déficit en el procesamiento temporal de la los problemas fonológicos en niños con desarrollo tar- información sensorial auditiva y proponen que este défi- dío del lenguaje, está muy relacionado con el nivel cul- cit estaría en la base de los problemas de conciencia tural al que pertenecen; según ellos, los niños con con- fonológica(Tallal 1980, Tallal, Stark, Mellits 1985; Tallal diciones culturales de buen nivel superan los proble- & Benasich 2002). Sus estudios preliminares muestran mas sin secuelas significativas para el aprendizaje de que ello podría ser evaluado en el primer año de vida y lectura. que el entrenamiento sistemático reduciría su impacto en el aprendizaje del lenguaje y la lectoescritura ( Conciencia Fonológica y Otros Merzenich, Jenkins, Johnston, Schreiner, Miller, Tallal 1996; Tallal, Miller, Bedi, Byma, Wang, Nagarajan, Factores Neuropsicológicos y Schreiner, Jenkins, Merzenich. 1996 ). Por lo pronto, Neurofisiológicos. puede afirmarse que la presentación de los primeros resultados de la aplicación de su hipótesis a progra- Un aspecto interesante del estudio de la conciencia mas automatizados de entrenamiento ofrece resulta- fonológica lo constituyen las investigaciones y dos muy alentadores. teorizaciones realizadas en torno a las habilidades que se relacionan con ella o que están en su base. Sobre estas hipótesis, algunos investigadores han sido cautelosos o han mostrado dudas sobre el programa. Brady (1991), Treiman (1992) y Fazio (1997a, 1997b) Barinaga (1.996) reporta que científicos de la universidad sostienen que la memoria de corto plazo llamada de Yale, estudiosos de la dislexia como la doctora operativa o de trabajo es necesaria para «descubrir « y Shaywitz ponen en duda esta hipótesis pues consideran dirigir los procesos de conciencia fonológica, pues sin que los problemas de conciencia fonológica se deben a almacenar las secuencias, estas actividades no serían defectos en los centros especializados del lenguaje. posibles. Es importante recordar que finalizando la dé- cada del 70 se demostró que la memoria de corto plazo La discusión acerca de la relación causal del déficit de no es un sistema unitario y que existe una memoria de procesamiento temporal de la información sensorial trabajo que es de corto plazo en el sentido temporal, auditiva en los trastornos específicos de aprendizaje de que difiere de esta, en que tiene una funcionalidad, es lectura ocupa buena parte de las publicaciones espe- decir la información es almacenada y manipulada du- cializadas en el tema (Betherton & Holmes 2003.; Número 13 - Trastornos de Aprendizaje 15
  • 16. Galaburda & Cestnick 2003; Kaminsky, Eviatar & de conciencia fonológica deficientes. En lo anatómico Norman 2002; Catts, Gillispie, Leonard, Kail & Miller, Galaburda & Cetsnick (2003) reportan que se ha mos- 2002; Waber, Weiler, Wolff, Bellinger, Marcus, Ariel, trado experimentalmente cambios en la composición Forbes, Wypij 2001; De Martino, Espesser, Rey, Habib de neuronas de núcleos geniculados laterales y 2001; Shaywitz, Shaywitz, Pugh y cols 1998) . mediales por malformaciones focales, con consecuen- Desde la mirada de la neuropsicología soviética y se- cias en el procesamiento temporal de sonidos. gún la propuesta de Luria se analiza su base localizada en las funciones superiores. El análisis de la concien- Genética y Conciencia cia fonológica permite observar que los factores cinestésico, cinético, oído fonemático y la regulación Fonológica y el control serían parte fundamental, con un aporte muy Desde que en 1950 Hallgren publicara su estudio clíni- importante del oído fonemático o capacidad para discri- co y genético de la dislexia, el interés de los genetistas minar los segmentos sonoros mínimos de la lengua en relación con esta entidad ha sido creciente. En es- (fonemas) diferenciando los distintos rasgos constituti- tudios realizados en las últimas décadas se ha sugeri- vos, sin lo cual llegar a desarrollar la conciencia fonémica do susceptibilidad a esta entidad en los cromosomas 1 sería imposible; sin embargo, es muy importante dife- (Rabin, Wen, Hepburn & cols, 1993), 2 (Fagerheim, renciar entre este factor y la conciencia fonémica por- Raeymaekers, Tonnessen & cols, 1999), 3 (Nopola- que en esta es indispensable la manipulación consciente Hemmi, Myllyuoma, Voutilaine & Cols, 2002), 6 (Cardon, de los fonemas, su análisis y síntesis y no sólo el per- Smith, Fulker & cols, 1994; Grigorenko, Wood, Meyer cibirlos de manera diferenciada (Mejía de Eslava, 2005). & cols 1997; Petryshen, Kaplan, Fu Liu & Cols (2001) y 15 (Noppola-Hemmi, Taipale, Haltia & cols, 2000). Neurofisiología y Conciencia Fonológica En estos estudios la caracterización de la dislexia en los sujetos de las investigaciones, se hace teniendo en cuenta como factor primordial la alteración de conciencia Los avances en tecnología para estudios fonológica, entre otros. Grigorenko, Wood, Meyer & cols neurofisiológicos han permitido estudiar en tareas de (1997) muestran hallazgos que permiten postular una re- lectura la activación cerebral regional y sus secuencias, lación significativa entre dislexias con alteraciones de encontrar las conexiones entre ellas, comparar esta conciencia fonológica como expresión fenotípica y ano- activación en lectores eficientes y disléxicos, y obser- malías del cromosoma 6. Se discute sin embargo si los var cambios de activación pre y post tratamientos. hallazgos de relación son de manera específica para la lectura, para un factor específico de ella como la concien- Estudios que comparan disléxicos con lectores norma- cia fonológica, o para el lenguaje en general. les en tareas de análisis fonológico muestran que en los primeros se observa para las áreas reconocidas como También Nopola-Hemmi, Myllyuoma, Voutilaine & Cols del lenguaje, una sobreactivacion de las regiones ante- (2002) en estudio de 24 sujetos de tres generaciones riores frente a una baja activación de las posteriores lo una familia finlandesa con dislexia, en quienes habían que parece sugerir una desconexión funcional en el sis- previamente encontrado un locus en el área tema en que se basa el análisis fonológico crítico para pericentromérica del cromosoma 3, describen que el la lectura (Shaywitz, Shaywitz, Pugh y cols 1998); in- tipo de dislexia de esta familia está marcado por déficit vestigaciones realizadas con tareas de lectura de pala- neurocognitivos en conciencia fonológica, memoria ver- bras simples y pseudopalabras demuestran que aque- bal de corto plazo y nominación rápida. llas que exigen la transformación explícita grafema- fonema necesitan una conexión entre giro angular iz- quierdo y otras regiones como áreas visuales de aso- Aportes Psicolingüísticos y ciación, giro temporal superior medial y área de Broca Sociolingüísticos a la o sus vecindades, que no se da en adultos con dislexia Comprensión de la Conciencia del desarrollo (Horwitz, Rumsey, Donohue 1.998). Fonológica. Otros estudios encaminados a observar el impacto que Desde estas disiciplinas se han estudiado la influen- en la fisiología cerebral puede tener el tratamiento cias que la forma de las diversas lenguas tienen el apren- (Small, Flores y Noll 1998) han evidenciado cambios dizaje lectoescrito; en las lenguas con escrituras basa- en el funcionamiento cerebral cuando se ha realizado das en abecedarios se reporta que la transparencia, un tratamiento encaminado a entrenar las habilidades definida como la correspondencia uno a uno entre fonema 16 Número 13 - Trastornos de Aprendizaje
  • 17. (mínima unidad sonora) y grafema (mínima unidad es- mínima de una lengua que es capaz de oponer signifi- crita), es un elemento que favorece este aprendizaje y cados dentro de la palabra por ejemplo en boca tendría- a su vez la poca transparencia lo dificulta y es terreno mos los fonemas /b/, /o/, /k/, /a/. De igual manera otros fértil para la aparición de trastornos de aprendizaje segmentos que podríamos reconocer se refieren a la específicamente para la dislexia de tipo fonológico. El rima, ya no de la sílaba, sino de la palabra, por ejemplo español se considera una lengua muy transparente y en paleta, maleta, y galleta; y al inicio de las palabras por el contrario el inglés y el francés son poco transpa- que puede ser mayor que la sílaba como por ejemplo rentes (Goswami, 1999). Sin embargo, para el español en camisa, camilla, camina; o igual a esta como en las diferencias dialectales como las colombianas y en cama, casa, calle. general las de todos los países latinoamericanos, redu- cen esta transparencia, por ejemplo: la C - Z, y S o la Reconocer rimas y ataques de sílaba, identificar soni- Y y LL para el español castellano son representaciones dos iniciales y finales en las palabras, fraccionar en grafemáticas de una clara diferencia fonológica por lo sílabas las palabras, en fonemas las sílabas, las pala- cual no se presentan confusiones a la hora de escribir; bras y las oraciones, y en general operar con estos no lo son en el primer caso para ningún país latinoame- segmentos alterando su secuencia, omitiéndolos o in- ricano y para el segundo solo para algunas regiones cluyéndolos dentro de palabras son conductas relacio- latinoamericanas y por cierto no para todas las colom- nadas con esta habilidad. Las edades en que aparecen bianas; esto hace que con frecuencia oigamos pregun- estas conductas y su secuencia han sido estudiadas tar para el caso de Ll –Y ¿ se escribe con la que sube por autores como Bruce (1.964), Yopp (1.988) y Treiman o con la que baja?. y Zukowski (1.991). Se destaca en estas descripcio- nes que, hacia los tres años, los niños son capaces de Con relación al aprendizaje lectoescrito y conciencia reconocer dos palabras que riman (aunque no pueden fonológica, el niño que en una lengua transparente tie- explicar porqué) y que en cambio la habilidad para eli- ne conciencia fonémica aprendería de manera fácil a minar sonidos dentro de las palabras, en tareas como leer y escribir por la alta correpondencia grafema – descubrir la palabra nueva resultante de eliminar en fonema; en una lengua no transparente tener concien- mansa el sonido n, se adquieren sólo hacia los 8 años. cia fonémica ayudaría como referencia para encontrar y Paul y Cols (1.997) expresan que de las investigacio- aprender las reglas de las correspondencias irregulares nes sobre el tema se puede concluir la siguiente se- de los grafemas con los fonemas y viceversa. cuencia: Condemarín (1991), expone para el español la relevan- • Identificación de rimas cia del manejo explícito de los fóncios tanto en la ense- • Apareamiento de sílabas ñanza de lectura como en la remediación de la dislexia. • Apareamiento de palabras que inician igual • Segmentación de sonidos dentro de la palabra Desarrollo de la • Manipulación del orden de segmentos dentro Conciencia Fonológica de las palabras • Eliminación de sonidos dentro de la palabra Si la conciencia fonológica es la capacidad para anali- zar y sintetizar de manera consciente los segmentos Dentro de cada uno de los logros secuenciales existe a sonoros de las lenguas; es importante destacar cuáles la vez una secuencia que depende de la complejidad de son esos segmentos: palabras, sílabas, ataques, rimas las palabras y segmentos a los cuales se enfrente el y fonemas. Se definen las sílabas como el sonido o niño; por ejemplo es más fácil aparear por sonido inicial sonidos articulados que constituyen un solo núcleo casa y carro que casa y cuna. fónico entre dos depresiones sucesivas al emitir la voz; el ataque y la rima son segmentos menores que la síla- Dada la importancia de la conciencia fonológica en el ba pero en general mayores que el fonema y se define desarrollo del lenguaje y el aprendizaje de la lectura, su el primero como el segmento de la sílaba que contiene evaluación y entrenamiento se convierten en elemento la consonante y la rima como el que contiene la vocal y muy relevante del trabajo de los profesionales que labo- los elementos subsiguientes, por ejemplo en la sílaba ran en el área de aprendizaje escolar. mus [m] sería el ataque y [us] la rima; en la sílaba ta el ataque sería [t] y la rima [a] ; algunas sílabas no po- De manera clásica, su evaluación se ha realizado a tra- drían dividirse como aquellas compuestas por una sola vés de aliteraciones y rimas como por ejemplo lo hace vocal (a en amarillo) o por vocal y consonante (an en la batería de exploración de trastornos de la lectura BTL, antes).; el fonema se reconoce como la unidad sonora del Centro de Neurociencias de La Habana, Cuba. Al- Número 13 - Trastornos de Aprendizaje 17