EL REINADO DE CARLOS III DE ESPAÑA
(1759 – 1788)
EL REFORMISMO
CAROLINO
POLÍTICA REGALISTA
Controla a la Inquisición regulando las detenciones de los acusados
de herejía.
Reducción de algunos privilegios eclesiásticos como el excusado.
Se limitó el derecho de asilo y de protección de la Iglesia.
Se inspeccionaron los ingresos de las obras pías.
Se hicieron inventarios de los bienes eclesiásticos.
Los jesuítas (Compañía de Jesús) fueron expulsados de los territorios
hispanos en 1767 acusados de haber iniciado el Motín contra
Esquilache.
REFORMAS DE LA ADMINISTRACIÓN
Se crea el Consejo de Estado como reunión
conjunta de todos los Secretarios para
conocer y solucionar los problemas
hispanos.
Se reforma la administración local
incluyendo la participación popular a través
de dos cargos municipales: síndico
personero y diputado del común.
REFORMAS ECONÓMICAS
Liberalizó el comercio con las Antillas y abrió todos los puertos
peninsulares al comercio americano. Acabó el monopolio
portuario de Cádiz.
Intentó corregir el sistema de los privilegios fiscales pero con
poco éxito. Jovellanos escribió su “Informe sobre la Ley
Agraria” donde analizaba los problemas económicos
peninsulares y aportaba soluciones.
Gaspar Melchor de Jovellanos
Se crearon las Sociedades Económicas de Amigos del País
cuyo objetivo era mejorar la producción agraria.
Se creó el Banco de San Carlos y se emitió Deuda Pública,
con un interés del 4% anual, para captar el ahorro privado y
solucionar los problemas de Erario Público.
REFORMAS URBANAS
Se prohibió la presencia de animales por las calles.
Debían estar en sus corrales.
Las calles fueron adoquinadas para evitar el barro y
los insectos que tantos problemas ocasionaban.
Se instaló alumbrado público (lámparas de aceite)
para hacer las calles más seguras por la noche.
En Madrid reordenó la zona del Prado creando un
bonito espacio con fuentes (Cibeles, Neptuno y
Apolo), el Jardín Botánico y el edificio del actual
Museo del Prado (su destino inicial iba a ser Museo
de Ciencias Naturales).
REFORMAS URBANAS
Se prohibió la presencia de animales por las calles.
Debían estar en sus corrales.
Las calles fueron adoquinadas para evitar el barro y
los insectos que tantos problemas ocasionaban.
Se instaló alumbrado público (lámparas de aceite)
para hacer las calles más seguras por la noche.
En Madrid reordenó la zona del Prado creando un
bonito espacio con fuentes (Cibeles, Neptuno y
Apolo), el Jardín Botánico y el edificio del actual
Museo del Prado (su destino inicial iba a ser Museo
de Ciencias Naturales).