Mitología romántica

Romanticismo mitológico Helena Fernández Goy

Aurora Apolo y Dafne Cupido Sísifo Tántalo Perséfone y Hades Venus Prometeo Narciso Diana y Acteón Dédalo y Ícaro Adonis y Venus Orfeo y Eurídice Hero y Leandro Faetón

Apolo y Dafne “ Apolo y Dafne” de Bernini Apolo , el dios de la música, insulta a Cupido (el dios del enamoramiento) por su baja estatura y sus flechas (que según él són muy inferiores a las suyas de oro). Cupido se enfada y tira una flecha de amor a Apolo para que se enamore de Dafne , la ninfa hija de un dios-río. En cambio, a Dafne le tiró una flecha de Odio hacia Apolo, de tal manera que al verlo huía para no ser atrapada. Al ver que no podría escapar más y Apolo la cogería por su rapidez, le pidió a su padre (dios-río) que la convirtiera en laurel. Del laurel, Apolo cogió un brizno como recuerdo de su enamorada, y este, se convirtió en uno de sus símbolos personales. << A Dafne ya los brazos le crecían y en luengos ramos vueltos se mostraban; en verdes hojas vi que se tornaban los cabellos que el oro oscurecían >> Garcilaso

Perséfone y Hades “ El rapto de Proserpina” de Bernini Perséfone es la diosa hija de Deméter y Zeus. Un día, paseando con su madre, Hades (el dios del inframundo) la vió y se enamoró de ella. De tal manera que la secuestró y la hizo su esposa en los Infiernos. Deméter buscó por todo el mundo a su hija, hasta que al saber que era la esposa de Hades se enfadó mucho. Al final, él llegó a un acuerdo con ella: Los primeros meses del año, Deméter podría tener a su hija, durante los últimos, Perséfone se estaría en los Infiernos con su esposo. Cuándo són los últimos meses, Deméter (diosa de la agricultura) se pone muy triste al no tener su hija y hace que haya mal tiempo y poca vegetación. De aquí viene el origen de las estaciones del año según los griegos.

Diana y Acteón Acteón de Caserta

Dédalo y Ícaro: Dédalo , el constructor del laberinto del minotauro se queda atrapado con su hijo dentro de él. Es entonces cuándo el hombre decide construir unas alas unidas con cera para poder volar lejos del laberinto con su hijo Icaro y escapar. Mientras vuelan fuera del laberinto, Dédalo advierte a ícaro que no puede volar muy alto porque la calor del Sol haría que la cera se derritiera. Ícaro hizo caso omiso de las advertencias y al creerse omnipotente, se acercó al Sol, derritiendo las alas y cayendo al mar. Ícaro se ahogó y murió. La caída de Ícaro de Jacob Peter Gowy

Adonis y Venus: Venus , la diosa del amor, se enamora de un mortal, Adonis cuándo este es aún pequeño. Le pide a Perséfone, diosa de los infiernos y esposa de Hades que lo críe, y que cuándo este crezca, vuelva con ella. Al crecer Adonis, Perséfone le coje tal cariño que no quiere devolverlo a la diosa Venus. Zeus, el dios supremo tiene que intervenir en la discusión de las dos diosas, y decidió que lo mejor era que Adonis viviese un tercio del año con cada una de ellas y que el resto lo pasara donde él quisiera. Adonis elegió a la diosa del amor. Finalmente, el joven murió por la herida de un jabalí, impulsado por los celos de Ares, el dios de la guerra y amante de Venus. De Waterhouse

Orfeo y Eurídice Orfeo , hijo de Apolo y Calíope con grandes dotes musicales, se enamoró perdidamente de Eurídice , una ninfa de Tracia. Se casó con ella y vivian felizmente hasta que un día, al huir de Aristeo, también hijo de Apolo, que pretenía violarla, Euridice pisó una serpiente y del veneno de su mordida, murió. Orfeo estaba muy deprimido, y empezó a mostrar su tristeza a través de su música. Transmitió esa tristeza hasta los Infiernos, dónde pudo pasar y hablar con Perséfone y Hades para que Eurídice volviera a la vida. Hades aceptó pero le puso una excepción: Orfeo debía caminar delante de ella y no mirarla hasta que ambos hubieran llegado arriba y los rayos del sol hubieran tocado por completo a la ninfa. El camino era largo y pudo más el amor que sentía Orfeo por Eurídice y al mirarla cuándo ésta aún tenía un pie en la sombra, todo se desvaneció y ella volvió al inframundo. Orfeo pasó el resto de sus días deprimido, y las otras ninfas al ver que él no se fijaba con ellas, lo devoraron hasta matarlo.

Hero y Leandro Hero era una sacerdotisa al servicio de Venus que tenía que permanecer virgen y al servicio de la diosa del amor hasta sus últimos días. Pero un día, Hero se enamoró de un chico llamado Leandro , y aún sabiendo que no hacía lo correcto, Cada noche le encendía una luz al joven para que atravesara nadando por el mar hasta llegar a la torre dónde ella estaba. Una noche, Venus se dió cuenta del engaño, y junto Con la ayuda de Poseidón, el dios del mar, hizo que la luz de la que se guiaba a Leandro se apagara y se ahogara al no encontrar el camino hacia la torre. Hero al ver el cuerpo de su amado Leandro en la orilla, se suicidó tirándose de la torre. Hero encuentra a Leandro, de Ferdinand Keller

Cupido: Cupido (Eros) era el dios del deseo amoroso. Con sus flechas, el niño provoca el enamoramiento u odio de uno o más individuos (cómo es el caso de Apolo y Dafne). Físicamente, es un niño con alas y armado con un arco y flechas. Acompaña siempre a la diosa de la pasión, Venus a todos sitios, haciendo travesuras con sus flechas. Cupido con una mariposa, de William-Adolphe Bouguereau.

Venus Venus (Afrodita) es la diosa del amor. Algunas versiones dicen que Venus nació de dentro de una concha; otras, que nació de la escuma que desprendieron los testículos de Cronos al ser lanzados al mar por Zeus, su hijo. A Venus se le atribuyen múltiples amantes, aunque está casada con Hefesto, el dios más feo del Olimpo. El amante habitual de Venus es Ares, hermano de Hefesto y dios de la guerra. Un día, Hefesto encontró a su mujer con Ares manteniendo relaciones sexuales y hizo una red de metal para que no escaparan. Después, llevó a todos los dioses a allí para que se rieran de ellos. Venus escapó llena de vergüenza, pero aún así, continua con sus relaciones extra matrimoniales. Venus de Milo

Aurora Aurora (Eeos) , es la diosa titánica de la autora, que salía de su casa cerca del océano que envolvía al mundo para anunciar a su hermano el Sol (Helios). Aurora abría las puertas del cielo para que Helios pudiera conducir su carro por el cielo cada día. Aurora, de Gérard de Lairesse

Prometeo Prometeo es un Titán amigo de los hombres que, de hecho, roba el fuego de los dioses para darselo a los mortales. Posteriormente, Zeus lo castigó por este hecho, condenandole a que un águila se comiera el hígado de Prometeo cierto tiempo hasta que este se volviera a reconstruir para volver a ser deborado el resto de sus días. Pero su condena finalmente no se ejecutó porque Prometeo ayudó a Zeus advirtiéndole de que no se acostara con una ninfa porque tendría a un hijo que lo sacaría del trono, y fue perdonado por el consejo. Además, también dió la carne a los hombres y los huesos y grasa a los dioses, haciendo que esos se alimentasen de embrosía y néctar para immortales.

Narciso Narciso mirando su reflejo, de Waterhouse Narciso era un joven de gran belleza que enamoraba a todas las doncellas (pero él siempre las rechazaba a todas). Entre estas doncellas estaba la ninfa Eco (que estaba condenada a repetir las palabras de quién la hablara). Un día intento abrazar a Narciso pero éste la rechazó y Eco quedó destrozada y se ocultó en una cueva consumiéndose hasta que sólo quedó de ella su voz. Némesis , la diosa de la venganza, al ver tal acto, condenó a Narciso a que se enamorara de su propio reflejo. Finalmente, se arrojó al agua ante la pasión que sentía a su imagen, haciendo que naciera de allí una flor con su nombre.

Faetón Faetón es el hijo del dios del Sol (Helios) que creyéndose capaz de llevar el carro de su padre, provocó el hielo de los Polos (alejándose demasiado de la tierra) y los habitantes de piel oscura de África (acercándose demasiado a la superficie). Fue parado por Zeus, que lo arrojó al río Erídano, dónde su amigo Cicno lo transformó en cisne para salvarlo de morir ahogado. Sus hermanas, las helíades, transformadas en álamos lloraban la desgracia de su hermano Faetón, y de sus lágrimas, según Virgilio, nacía el ambar. Caída de Faetón, de Rubens

Sísifo Sísifo fue el rey de Éfira, y asesinó a viajeros y caminantes para hacerse rico. Antes de morir dijo a su esposa que cuándo él muriera no ofreciera sacrificios a los muertos. Los Infiernos se quejaron de que no estaba cumpliendo con sus deberes, y convenció Sísifo a Hades para que le permitiese volver a la Tierra para pedirle que lo hiciera. Cuándo estuvo a la tierra, se negó a volver a los infiernos y fue forzado por Hermes, el mensajero. Finalmente lo condenaron eternamente al Tártaro, dónde tenía que arrastrar una piedra por una ladera empinada hasta que ésta caía y tenía que Volver a empezar.

Tántalo Tántalo es hijo de Zeus y Pluto. Éste invitó a los dioses a un banquete dónde sirvió a su hijo, Pélope, como comida sin que los immortales lo supiesen: Sólo Démeter se comió un trozo de Pélope sin darse cuenta: por eso cuándo Zeus pidió a Hermes que reconstruyera a Pélope, le pusieron un hombro de marfil de delfín ofrecido por la arrepentida Démeter. Además, Tántalo en una de las comidas con los dioses, reveló a sus amigos mortales todos los secretos de los immortales y les llevó un poco de embrosía y néctar (manjar de dioses). Por esta razón fue condenado en el Tártaro a tener cerca comida y agua sin que pudiera tocarla ni comerla.

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