4.
Inés
estaba
hablando
por
teléfono
con
su
mejor
amiga.
Al
terminar,
se
sentó
en
el
sofá
y
leyó
un
libro
donde
decía
que
la
utopía
estaba
en
el
horizonte.
Esta
idea
le
dejó
un
buen
rato
reflexionando.
5.
6.
Vivía
en
una
pequeña
casa
rural.
En
la
aldea,
la
llamaban
Quijote
por
sus
ideas,
pero
ella
no
buscaba
ni
un
Sancho,
ni
una
Dulcinea,
ni
quería
luchar
contra
gigantes.
Cogió
una
pequeña
mochila
porque
le
dijeron
que
cuanto
menos
tuviera,
menos
necesitaría,
y
esperó
toda
la
noche
hasta
llegar
el
alba
para
comenzar
a
caminar
por
donde
salía
el
sol.
7.
8.
Anduvo
varios
kilómetros,
la
utopía
se
alejó
varios
kilómetros
más
y
el
horizonte
corrió
más
distancia
todavía.
Los
paisajes
era
muy
diferentes
y
hermosos
a
la
vez.
Anduvo
cientos
de
kilómetros,
la
utopía
se
alejó
cientos
de
kilómetros
y
el
horizonte
corrió
más
distancia
todavía.
Conoció
a
multitud
de
personas
distintas.
9.
10.
Siguió
su
camino
y
en
una
fuente
encontró
a
la
amiga
con
la
que
había
estado
hablando
por
teléfono
antes
de
salir.
Allí
había
una
mujer
mayor
que
al
escuchar
su
historia
les
dijo:
“No
es
importante
el
destino,
Ni
siquiera
lo
es
el
camino.
Es
hacerlo
con
un
amigo”.
11.
12.
13.
Esa
misma
tarde
puso
el
coche
en
venta,
preparó
la
alforja
y
a
la
mañana
siguiente
salió
con
su
bicicleta,
sin
rumbo,
sin
destino.
Después
de
un
mes
y
varios
días,
sacó
de
un
saquito
la
moneda
que
su
madre
le
dio
para
darle
suerte.
Nunca
se
había
fijado,
tenía
caras
en
ambos
lados.
También
sacó
una
nota
que
decía
“El
destino
lo
escribes
tú”.
14.
15.
Habló
con
sus
padres
y
le
pidió
consejo.
–¿Para
qué?-‐
contestó
el
padre,
-‐si
siempre
haces
lo
que
te
da
la
gana-‐;
-‐para
eso,
para
poder
hacer
lo
que
me
de
la
gana-‐
le
respondió
la
hija.
Entonces,
su
madre
cogió
una
moneda
y
le
dijo
que
debería
hacer
lo
que
el
destino
le
tenía
preparado.
Sacó
una
moneda
y
mirándole
a
los
ojos
le
dijo:
-‐Si
sale
cara
deberías
vender
tu
coche,
llenar
la
alforja
y
salir
en
bicicleta
a
realizar
el
viaje
que
tanto
anhelas.
Si
sale
cruz,
deberás
seguir
en
tu
trabajo
y
pensar
en
la
necesidad
de
un
ascenso-‐.
La
madre
lanzó
la
moneda,
la
cogió
al
vuelo
y
al
abrir
la
mano
se
vio
la
cara
de
la
moneda.
16.
17. Alicia
estaba
hablando
por
teléfono
con
su
mejor
amiga.
Le
contó
que
lo
que
más
le
había
seducido
en
los
últimos
años
era
hacer
un
gran
viaje
en
bicicleta.
Alicia
era
una
mujer
que
lo
tenía
todo.
Tenía
un
trabajo
bien
remunerado
en
una
notaría
de
Madrid,
muchos
amigos,
una
casa
y
un
coche
pagado…
Pero
le
faltaba
algo.