1. Vive
Un fenómeno llamado bullying
Lunes, 30 de Diciembre de 2013
CONOZCA. El bullying es cualquier tipo de maltrato físico , psicológico o verbal entre alumnos.
Tan lamentable es escuchar casos en que los niños o adolescentes sufren de depresión, ansiedad y
otras situaciones que en esa etapa de la vida no los debieran estar afectando, ya que más bien es
cuando más se goza de felicidad y casi uno ni se da por enterado de que existen problemas.
Cuando niño, recuerdo que en la escuela a un compañerito le
insultaban, se le burlaban y hasta le pegaban. Tengo aún en la
mente aquella escena en la que caía incluso sangre de su nariz por
los puños que recibía, no sólo por uno, sino por otros alumnos que
no le aceptaban dentro de la „jorga‟ porque, según ellos, “era un
tonto, mocoso y feo”. Yo sentía impotencia porque no podía hacer
nada, solían ser „montoneros‟. A la final mi amigo quedó afectado
sicológicamente.
Pero eso, aunque lamentable, es poco en comparación a lo que le pasó a „Susana‟ (nombre
protegido). La historia me contó su padre, todo mientras esperábamos por una cita con un
especialista, yo para recoger datos sobre este tópico y el hombre, a quien se lo observaba muy mal
anímicamente, para recuperarse de lo acontecido. “Señor, usted es periodista”, me dijo mientras
veía mi identificación colgada en mi pecho. Luego de mi respuesta obvia, continuó: “Es difícil
para mí tratar este caso, pero le voy a contar porque quiero que la gente se entere de que el
maltrato escolar existe y que lleva a lo peor que uno puede creer”. Le atendí y le pedí que
prosiguiera, y así fue:
“Mi hija, gruesita de contextura, fue hostigada sicológica y físicamente por sus compañeros de
colegio. Me contaba que le decían gorda, chancho, „mofle‟ y un sinnúmero de sobrenombres, hasta
le golpeaban. Llegaba con su ropita manchada de sangre y moretones en su cuerpo. Mi esposa y yo
le decíamos que no se preocupara, que íbamos a hablar con sus profesores, lo cual lo cumplimos,
pero no fue suficiente. Pasó un poco de tiempo y mi hija no quería comer, hasta el punto de
presentar cuadros de anorexia y bulimia, desórdenes que un día hicieron que la llevásemos de
emergencia al hospital, de donde la tuvimos que sacar, pero en un ataúd, cuando tenía tan sólo 12
añitos”.
Después de terminar con el relato, el hombre no pudo resistirse y derramó lágrimas que delataban
el dolor. Entonces, me pidió que, a través de este medio de comunicación, hiciera entrar en
conciencia a las personas porque “el maltrato escolar está latente y sus secuelas pueden llegar a ser
fatales”. Me quedé atónito, le di un apretón de manos y dejé que entre a la consulta y esperé mi
turno.
Problema social.- Lo descrito en los párrafos anteriores tienen que ver con lo que usted habrá
escuchado últimamente: el bullying, palabra que proviene del vocablo inglés „bull‟ que significa
2. toro, un animal fuerte que puede arremeter contra los débiles y más pequeños. De ahí la relación
con la agresión entre chicos.
De acuerdo a Tatiana Narváez, sicóloga clínica, se trata del acoso que se da en los establecimientos
educativos (escuelas y colegios), el cual se traduce en maltratos físicos, sicológicos, verbales y
sociales. “Por lo general se evidencia desde el preescolar hasta el tercero de bachillerato, siendo en
esta última etapa (12 a 17 años) cuando se presentan casos más crónicos que conllevan a que los
chicos incluso se quieran suicidar”.
¿Qué es lo que pasa en realidad?.- El sociólogo Hernán Reyes cuenta que el bullying es una
forma de violencia social que no es algo nuevo y que ya existía, pero “lo cierto es que se ha
difundido más sobre la gravedad de sus impactos” y ahora con un nombre que lo identifica. “Antes
se llamaba „simplemente‟ molestia, ni siquiera acoso o agresión. Se decía: “mamá o papá me están
molestando”, afirma el experto, quien agrega que en el pasado este tema se lo tomaba como algo
sin mayor importancia o natural. Y claro, si retrocedemos en el tiempo: ¿cuáles eran las palabras
de nuestros padres, en muchos de los casos, cuando llegábamos a la casa golpeados o con quejas
de que nos estaban fastidiando en la escuela?: “Ya hijo, tranquilo, mejor pórtate macho y la
próxima pégales tú también para que te respeten y no te vuelvan a pegar”. Esto en el caso de los
hombres, advirtiendo que, como dice la especialista Narváez, el bullying se observa más entre
niños que en niñas, “aunque la agresión sicológica de las mujeres es más fuerte al momento de
querer herir o hacer sentir mal al otro”.
Y si „la violencia trae violencia‟, entonces el acosado, con ese tipo de consejos, se puede convertir
luego también en el agresor.
“Este fenómeno tiene que ver con aquellas prácticas de ejercicio de poder que devienen en abusos
permanentes del grupo con respecto a una persona. Está ligado mucho con una suerte de efectos
sicosociales que se expresa en evitar ser víctima y por lo tanto convertirse en victimario, pero a
nivel grupal. Expresa la necesidad de enfrentar un ambiente de riesgo y un entorno cargado de
discriminación, formando parte de una pequeña masa, que llamémosla así, son los acosadores, los
violentadores, para poder descargar de alguna manera esos temores y miedos sociales sobre la
persona
más
débil”,
expresa
Reyes.
En esta parte, quizás usted se pregunte: ¿cómo puede ser que el llamado agresor descargue temores
y miedos si se supone que es el más fuerte, el „alfa‟? La respuesta está en que, como coinciden
Narváez y Reyes, el bullying es una problemática sociocultural, en la que los chicos „acosadores‟
no deben ser vistos totalmente como los „malos de la película‟. Lo que pasa es que son como
esponjas y „absorben‟ todo lo que ven o escuchan. Entonces, es posible que muchos de ellos
provengan de ambientes o familias donde se percibe violencia, hay una sola figura paterna (madre
o padre), no existe la comunicación adecuada con los chicos, viven con terceras personas (abuelos,
tíos y hasta vecinos) y más aspectos que no permiten la estabilidad en el niño, niña y/o
adolescente.
Eliminar al ‘toro’.- Sepa que los sitios donde más se presencia el bullying es en los pasillos,
patios, áreas deportivas y en los lugares más recónditos de los establecimientos educativos, según
cuenta Nelson Bermeo, docente. “He observado cómo estudiantes se agreden físicamente y se
insultan porque, entre tantas cosas, alguno de ellos es visto como inferior por varias razones: no
tiene papá (le dicen bastardo), su apellido les parece gracioso, se viste „mal‟, se burlan de su
apariencia física, no tienen dinero como otros y más”.
3. El bullying es cada vez más notorio y se evidencian más casos con agresiones físicas, verbales,
sicológicas y sociales. Ante esto, las „víctimas‟ se cohíben, se aíslan y no quieren volver más a ese
lugar de estudios, donde es maltratado, concluye el profesor. En definitiva, como se dijo en
párrafos anteriores, recuerde que este fenómeno está latente y es un problema sociocultural de
fondo que se visualiza cada vez más y que crece en incidencia también.
¿Las soluciones?.- En esto concuerdan los expertos entrevistados: se deben hacer campañas que
no queden en el olvido, que tengan seguimiento, los profesores tienen que estar más alertas
vigilando los sitios donde se podrían dar los casos, dando consejería y talleres sobre esta realidad a
los alumnos, padres y a los mismos profesores, todos como actores que sí pueden frenar este
fenómeno. Y como no podía faltar, la base, que es la familia, debe tomar seriedad en estos casos y
ponerse a meditar si se está educando de forma apropiada a sus hijos o si existe inestabilidad, pues
pedir ayuda.
Consecuencias.- Según la sicóloga Tatiana Narváez hay que estar al tanto de que hay secuelas,
incluso irreversibles, como el suicidio.
Aparte, dice, “como principalmente se afecta a la autoestima, van a ser chicos más recaídos, más
introvertidos, que pueden caer en depresión. Es como un círculo vicioso, los pequeños entran en un
estado en el cual se llegan a creer todo lo que les dicen: que son inútiles, que no sirven...
Interiorizan tanto el acoso que ya forma parte de su vida y hasta se sienten culpables. Pueden
terminar con trastorno de ansiedad, depresiones y hasta suicidios que es algo que está creciendo
actualmente
en
los
niños
y
jóvenes”.
¿Y la ley?.- Alexis López, especialista en Derechos Humanos, dice que existen las Juntas
Cantonales de la Niñez y la Adolescencia, donde se dictan sentencias a favor del menor agredido o
acosado. Se toman medidas socioeducativas, a veces con tratamientos sicológicos.
Para el efecto, “se presenta una denuncia, se llama a una audiencia preliminar y con pruebas que
justifiquen el hecho se comprueba, entonces el niño/a y sus padres, que deben estar presentes en la
comparecencia, tienen que ser sometidos a un tratamiento sicológico”.
“En muchos de los casos se hace que el chico agresor no se acerque a la víctima. Pero la expulsión
como tal de la institución educativa está a cargo de las autoridades de ésta”, afirma el especialista.
(PT)
Para reflexionar
° No se debe dejar que el „toro‟ gane la partida. Aquí también entran los testigos del bullying,
“quienes en vez de sólo ver las agresiones, deberían denunciar los casos a las autoridades de los
distintos establecimientos educativos; si son niños, los papás son los que tienen que enseñarles a
que no se queden callados y denuncien estos casos”, indica Narváez.
No se debe dejar que niños/as o adolescentes como „Adrián‟, nombre protegido, diga: “A mi amigo
le acosaban permanentemente, pero él, dónde esté, sé que está mejor porque lo que hizo creo que
para él fue lo mejor”. ¿Qué hizo?, “se ahorcó”. “Yo algunas veces por fuera estoy alegre, pero por
dentro estoy como decir muerto. Tres veces me he intentado quitar la vida, ya no quiero estar aquí,
ya no quiero vivir”.
4. Víctimas
Señales de alerta
°
El
chico
se
calla
por
miedo
a
represalias
de
quienes
le
están
maltratando.
° Transformaciones en el humor, es decir, si el niño era tranquilo, va a estar de mal genio, irritable,
susceptible, incluso puede estar muy triste, llorar, tener pesadillas, no duerme, no come, se
despierta
a
cada
momento.
° Son muy comunes las enfermedades somáticas (de la mente) porque el mejor pretexto es no ir a
la escuela y para esto les da dolores de cabeza, de estómago o incluso vómito. El menor tiene tanto
temor de ir al establecimiento educativo que su cuerpo lo transmite de esa manera. Unos casos
pueden
ser
inventados
y
otros
reales.
° Hay que estar alertas a los materiales porque quienes son víctimas de bullying pierden sus cosas
o están rayadas, sucias… y no porque ellos lo hagan, sino por los agresores.
° Los golpes se dan, por lo común, en lugares que no se vean como en el estómago y la espalda
Conozca
Tipos de Bullying
° Físico: Cuando una persona golpea a otra con el fin de mostrar su fuerza o humillar a su víctima.
Más allá de agresiones físicas, esta categoría incluye los empujones que tanto se dan entre los
niños.
° Verbal: Cualquier palabra o frase que se diga para hacer sentir mal a una persona por su
apariencia
física,
religión,
entorno
familiar
o
nacionalidad,
entre
otros.
Indirecto: Burlarse o tratar de dañar la imagen de alguien a través de otros. Y esto no es otra cosa
que
chismear,
difamar
y
calumniar.
° De aislamiento social: Excluir a una persona de un grupo y no permitir que ni tan siquiera se
acerque. Este escenario es típico en un comedor escolar donde ves a un niño comiendo aislado, o
cuando varios chicos le dicen a otro: “Sal de aquí, no puedes jugar con nosotros”.
° Cibernético: Enviar e-mails con amenazas o escribir burlas referente a una persona en las redes
sociales.
Detalles
Lo que debe saber
°
7
de
cada
10
niños
o
adolescentes
son
agredidos
por
otro
joven.
(INEC)
° El suicidio se ha convertido en la primera causa de muerte entre adolescentes en la Sierra y
Amazonía
del
Ecuador,
según
estadísticas
del
INEC
(2008)
° Se estima que cada tres días un adolescente se quita la vida por diferentes causas. (INEC 2009)