2. Estimada Rectora, Estimado Rector:
“Se ha manifestado la benignidad y la humanidad de Dios
Nuestro Salvador, que viene a enseñarnos” Tito2,11.
Con este texto paulino quiero saludar a las directivas, a las profesoras
y profesores de los Colegios Católicos de la Arquidiócesis de Bogotá
que, como el Señor, se dedican a enseñar la benignidad y la
humanidad. Benignidad y humanidad son características del Buen
Samaritano, que inspira y sostiene nuestro Plan Global en la
Arquidiócesis de Bogotá.
Un elemento capital del Plan Global es la Pastoral Educativa. La
Delegación de Educación de la Arquidiócesis se ha puesto la tarea de
hacer el tránsito de formas inapropiadas de Pastoral Educativa, a una
verdadera inserción de la Pastoral Educativa en aquello que
constituye la raíz y el nervio del plantel educativo, es decir, su
inspiración, sus modelos, sus áreas de conocimiento, sus currículos,
sus asignaturas, el cultivo y la transmisión del saber, el proyecto
educativo institucional al servicio de la construcción de la
personalidad de nuestros alumn@s.
Ya que la escuela católica es parte integrante de la Pastoral
orgánica de la Iglesia, la Pastoral Educativa se revela cada vez
más como gran herramienta para conducir al encuentro con
Jesucristo vivo… como referencia en el plano de la mentalidad y de la
vida de todos nuestros estudiantes.
En el seguimiento de Jesucristo, aprendemos y practicamos
las Bienaventuranzas del Reino,
el estilo de vida del mismo Jesucristo: Su amor y obediencia filial
al Padre, su compasión entrañable ante el dolor humano, su cercanía
a los pobres y a los pequeños, su fidelidad a la misión encomendada,
su amor servicial hasta el don de la vida. Aparecida No.139
3. La profunda renovación de la escuela católica que pide Aparecida para
rescatar la identidad católica de nuestros centro educativos implica:
Una Pastoral Educativa participativa, dinámica, centrada en un
proyecto de ser humano en el que habite Jesucristo, que es capaz
de vivir en comunidad.
Una formación integral que fascine por la Persona de Jesús y su
Programa de Vida Plena y Abundante, que ilumine, infunda aliento y
esperanza e inspire soluciones adecuadas a los problemas de la
existencia.
Una gran excelencia académica que esté toda permeada por el
Proyecto de Dios sobre la Ciencia superando la tentación de un saber
… incapaz de dar sentido a la vida
Una educación en la fe integral y transversal en todo el currículo
… insertando en ella verdaderos procesos de iniciación cristiana.
Un impulso misionero valiente y audaz para la formación de
discípul@s y misioner@s de Jesucristo en todos sus estamentos.
Una gran solidaridad y caridad con los más pobres y excluidos
frente al derecho que les corresponde de una educación de calidad.
Un servicio pastoral en el sector en que se inserta especialmente
de los jóvenes, la familia, la catequesis y promoción humana de los
más pobres.
Un abandonar las estructuras caducas que no favorezcan la
transmisión de la fe producto de una actitud de permanente
conversión pastoral que despierte la capacidad de someterlo todo al
servicio de la instauración del Reino de la Vida Plena y
Abundante.
Aparecida No. 331-338 No. 365-366
4. La Pastoral sacramental, y la asignatura de Educación Religiosa que
deben realizarse “no de manera decorativa como un barniz superficial
sino en profundidad” – Paulo VI – no excusa a los Colegios
Católicos de su indelegable misión evangelizadora formadora
desde el corazón de la ciencia y del conocimiento. Pues lo que
importa es evangelizar … la cultura y las culturas en el sentido rico y
amplio que tienen estos términos en la Gandium et Spes”.
“La misión primaria de la Iglesia es anunciar el Evangelio de
manera que se garantice la relación entre fe y vida para
transformar:
Los criterios del juicio
Los valores determinantes
Los puntos de interés
Las líneas de pensamiento.
Las fuentes inspiradoras.
Los modelos de vida de la humanidad que están en contraste
con la Palabra de Dios y con su designio de salvación”.
Un proceso educativo verdadero está destinado, no a que
nuestros jóvenes sepan cosas, sino a que sean de otra manera y
actúen mejor. Es un crecimiento en humanidad.
Este crecimiento en humanidad pasa por un “aprender a aprender y a
desaprender que implica entre otros”:
Saber mirar para saber preguntar, para saber escuchar,
Saber imaginar para saber narrar, para saber contar.
Saber comprender para saber leer, para saber escribir, para saber
argumentar.
Saber discernir para saber investigar e interpretar.
5. Saber responder para saber hacer, para saber convivir
armoniosamente con las personas y la naturaleza, para saber
proponer opciones de vida Plena y Abundante para saber trascender.
Saber utilizar el conocimiento para producir Vida Plena y
Abundante, para responder al sufrimiento humano.
En una palabra Saber ser persona samaritana solidaria, saber vivir
en comunidad solidaria, sin indiferencia, saber vivir en armonía con
la naturaleza y proponerse repartir equitativamente con los demás
seres los recursos de la cultura y del desarrollo sostenible.
Descubrir al ser humano como el cuidador del jardín del Edén que
es nuestra casa común y el guardián de todos los seres.
Debemos reconocer que por alta que sea la preparación científica y
pedagógica de los profesores y profesoras que nos acompañan en
nuestros planteles, es mucho lo que todos debemos crecer y aprender
para una genuina Pastoral Educativa Cristiana en todos los
planteles católicos o de inspiración católica en la Arquidiócesis.
Se trata por tanto de convertir la ciencia que entregamos en Nuestros
colegios en sabiduría para enfrentar y aliviar el sufrimiento
humano como nos lo pide el Proyecto de Vida Plena y Abundante de
Nuestro Dios. – Mateo 25, 31-46 -.
A las directivas y profesores, les deseo un Feliz Día del Maestr@, que el
trabajo educativo esté lleno de propósitos y de realizaciones que
pongan de manifiesto a la gran ciudad que ha llegado la benignidad y
la humanidad salvadora, de la que tanto necesitamos , “que el Reino de
Dios está a las puertas”
Por ello los invito a evaluar lo que estamos haciendo, a aprender la gran
pedagogía de Jesús de Nazareth – Luc 24, 13-35 -, a abrirse a los
horizontes de la Pastoral Educativa Arquidiocesana, a tomar contacto
con la Delegación para la Educación Católica de Nuestra Arquidiócesis.
6. “Donde hay un cristiano, allí hay humanidad nueva, lo
viejo ha pasado; mirad, existe algo nuevo” 2 Corintios 5,
16-17.
Con mi cordial saludo y con mi afecto,
Pedro Rubiano Sáenz
Cardenal Arzobispo de Bogotá