3. DON DE SABIDURÍA
No es para que sepamos muchísimo de
muchas cosas; sino para perfeccionar en
nosotros ni más ni menos que el amor, la
caridad.
4. CUANDO NEGAMOS LOS DONES
Nos conformamos con las
enseñanzas y experiencias
de Fe que tuvimos durante
nuestra infancia, no
trascendemos.
5. DON DE ENTENDIMIENTO
Con él se entienden de manera
admirable lo más profundos misterios; se
comprende por ejemplo la santidad de
la Virgen María; la grandeza de la
Santa Misa, y su valor infinito...
6. Nos conformamos con la
práctica superficial de los
ritos de la Iglesia
CUANDO NEGAMOS LOS DONES
7. DON DE CIENCIA
Es la ciencia verdadera, de la que
viene y va a Dios en directo. Por
supuesto que también perfecciona la
fe que debemos transmitir a los demás,
como el mejor servicio que se le puede
prestar a los hombres.
8. Nos conformamos con
oraciones y peticiones a Dios,
sin mostrar un alma
agradecida por tantas
Bendiciones
CUANDO NEGAMOS LOS DONES
9. DON DE CONSEJO:
Ayuda mucho, a esa virtud tan rara y
muy pocas veces tomada en cuenta
que es la prudencia, virtud casi
desconocida y raras veces empleada en
nuestro vivir y en nuestro actuar. Nuestras
grandes determinaciones en la vida
están o deben estar signadas por el don
de Consejo.
10. Nos alejamos del Camino
de Dios porque nos
deslumbran otros
acontecimientos que
nada tienen que ver con
una vida en el Señor
CUANDO NEGAMOS LOS DONES
11. DON DE PIEDAD
Con este don, el Espíritu nos
hace descubrir a Dios como
Padre y quererle con todas
nuestras fuerzas; de paso nos
estimula a querer a nuestros
hermanos.
12. Rechazamos el amor de Dios
y no somos casa de amor
para nuestros semejantes,
por el contrario, nuestra vida
se convierte en una vida
llena de rencor y odio
CUANDO NEGAMOS LOS DONES
13. DON DE FORTALEZA
Fuerza del Espíritu Santo
que resiste y acomete según la
necesidad del momento. Es una
fuerza única que resiste el mal; el
que sacude al mundo y a sus
gentes como un huracán y tiende a
destruirlo y borrarlo del mapa de la
vida.
15. DON DE TEMOR A DIOS
También el temor es necesario;
pero es un temor pleno de
amor; es un susto justificado de
perder la amistad de nuestro
Padre Dios y de nuestro
Hermano Jesús..
16. No nos formamos
continuamente en las
verdades y realidades de
la Fe, sin permitir la acción
de Dios en nuestra vida
CUANDO NEGAMOS LOS DONES
17. Una vez que el Espíritu Santo ha
entrado en nuestra vida, nada ni
nadie nos lo puede arrebatar.
Nosotros mismos, con el mal uso de
nuestra libertad, con el egoísmo y
el pecado, nos alejamos del Espíritu
Santo y le impedimos su acción en
nosotros y a través de
nosotros.