2. Ubicación
Las misiones jesuíticas
guaraníes o reducciones jesuíticas
guaraníes fueron un conjunto de
treinta pueblos misioneros fundados
a partir del siglo XVII por la orden
religiosa católica de la Compañía
de Jesús entre
los aborígenes guaraníes y pueblos
afines, que tenían como fin
su evangelización y que se ubicaron
geográficamente -quince- en las
actuales provincias de Misiones y Co
rrientes, en Argentina, -ocho- en
el Paraguay y -las siete restantes- en
las denominadas Misiones Orientales,
situadas al suroeste del Brasil.
3. Economía
Por costumbres ancestrales los
guaraníes cultivaban diversos
vegetales como el maíz, la batata,
la mandioca, la yerba mate,
el algodón y la caña de azúcar,
además de
ser cazadores y pescadores.
Sin embargo, los padres jesuitas
implementaron un sistema
económico agrícola que fue
rápidamente asimilado por los
aborígenes. Esta importante
agricultura fue complementada con
la ganadería que suministró a los
aborígenes carne, leche y cuero.
4. Organización
educativa
En todas las reducciones
funcionaron escuelas de primera
enseñanza, donde los varones de
seis a doce años aprendían a leer,
escribir y hacer operaciones
matemáticas elementales. Las niñas
de la misma edad tenían escuelas
separadas donde aprendían a leer,
escribir, hilar y cocinar por lo que la
formación de las mujeres menores
fue un punto importante en la
organización educativa de estos
pueblos guaraníes.
5. Música misional
La música y el canto ocuparon un
lugar destacado en el proceso de
aprendizaje. Cada pueblo contaba
con un coro yorquesta. Desde la
misma escuela se promovió la
participación de los niños y los
jóvenes, mientras que los adultos se
organizaron, en la mayoría de los
casos, desde la iglesia.
6. Introduccion
Las Reducciones Jesuíticas de San
Ignacio constituyen un insoslayable
vestigio de la epopeya de los padres
jesuitas, la cual tuviera su fin abrupto
por orden de Carlos III, tras 200 años
de evangelización y educación en
esta tierra misionera.
7. San Ignacio Miní
San Ignacio Miní se establecería en el sitio
donde hoy perduran sus ruinas en el año
1696. Posteriormente, todas las reducciones,
incluso ésta, serían destruidas por los
paraguayos en 1817, y restauradas en
forma total en la década de 1940, situación
que permite apreciarlas actualmente.
Hoy día, las Ruinas de San Ignacio Miní son
poseedoras de un importante valor en la provincia
de Misiones, considerándoselas parte significante
de la historia y conservándoselas como un
destacable atractivo turístico.
Fueron declaradas Monumento Histórico Provincial
en 1969; Monumento Histórico Nacional en 1983, y
Patrimonio Mundial de la Humanidad en 1984.
Según narra la historia, los sacerdotes José
Cataldino y Simón Masceta habían fundado en
1610, en la región del Guayrá (Brasil), la reducción
de San Ignacio Miní, junto a otras que, en 1631,
serían asediadas en forma constante por los
cazadores portugueses de esclavos
(bandeirantes). Sólo el pueblo de San Ignacio y el
de Nuestra Señora del Loreto sobrevivirían a los
ataques, emigrando en 1632 y estableciéndose a
orillas del río Yabebirí
8. Nuestra señora de
Loreto
Una vez asentada en Misiones, esta
reducción se destacó por la
tenencia de la primera imprenta
americana y de una importante
biblioteca; así como por su
diversidad productiva. En el conjunto
jesuítico sobresale el templo, donde
se hallan sepultadas las reliquias de
Antonio Ruíz de Montoya; mientras
que otros de los elementos
significativos son los restos de la
Capilla de la Virgen de Loreto.
9. Santa Ana
La primera fundación del pueblo
jesuítico guaraní de Santa Ana data
de 1633 en territorio brasileño. A raíz
de las invasiones de los bandeirantes
se fue desplazando hasta que en
1660 se asienta en el sitio definitivo.
Conserva uno de los más
voluminosos vestigios
arquitectónicos. Es Monumento
Provincial desde 1969; Nacional
desde 1983, y Patrimonio de la
Humanidad desde 1984.
10. Santa María La
Mayor
La reducción de Santa María es el
único conjunto jesuítico de la costa
occidental del río Uruguay que
conserva restos arquitectónicos. Exhibe
muros de gran porte y excelente
resolución técnica, restos de capillas,
tajamares, zanjas y caminos. Es notable
el estado de conservación de los restos
de la residencia, los talleres y del
templo provisorio, ya que el original
quedó destruido por un incendio a
principios del S XIX.
Es Monumento Nacional desde 1945 y
Patrimonio de la Humanidad desde
1984.
11. Turismo
Fiel testimonio de la antigua vida
cultural de la región, el circuito de
Ruinas Jesuíticas inserto en la
provincia de Misiones permite
conocer paso a paso la historia de la
colonización y evangelización de
nativos en la época de la conquista
europea del territorio americano.
12. Centro de
interpretación y
recreación jesuítico,
guaraní
En el acceso a las Ruinas de San
Ignacio Miní, las más destacadas y
reconocidas de Misiones, el Centro
de Interpretación y Recreación
Jesuítico-Guaraní presenta nueve
salas que a modo de relato histórico
reconstruyen el pasado, desde la
llegada de los primeros españoles,
incluyendo una maqueta de lo que
fueron las reducciones, y
culminando con un emocionante y
educativo espectáculo que,
mediante luces y sonidos, revive lo
sucedido entre los Siglos XVII y XVIII.
13. Descubrir
Una interesante arquitectura,
ornamentada con figuras en las que
puede apreciarse la clara impronta
guaraní, constituye la principal parte
de este magnífico atractivo turístico-
cultural que permite descubrir el
modo de organización de la ciudad
en los tiempos en que la plaza y el
templo funcionaban como ejes
estructurales.