El origen de este Libro Blanco del Sistema de Innovación en Castilla-La Mancha
se encuentra en el interés del Consejo Económico y Social de esta Comunidad
Autónoma por contribuir al estudio y mejora de este aspecto en la región en un
momento en el que la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación son
uno de los factores claves y esenciales para el futuro, tanto de nuestra Comunidad
como del país, y para mejorar la competitividad de nuestro tejido productivo.
Libro Blanco de la Innovación en Castilla-La Mancha
1.
2.
3. L I B R O B L A N C O
DE LA INNOVACIÓN
EN LA COMUNIDAD DE
CASTILLA-LA MANCHA
4. L I B R O B L A N C O
DE LA INNOVACIÓN
EN LA COMUNIDAD DE
CASTILLA-LA MANCHA
F U N D A C I Ó N C O T E C P A R A L A I N N O V A C I Ó N T E C N O L Ó G I C A
C O N S E J O E C O N Ó M I C O Y S O C I A L C A S T I L L A - L A M A N C H A
INFORMES SOBRE EL SISTEMA ESPEÑOL DE INNOVACIÓN
6. Contenido
Presentación del Presidente del CES 11
Presentación del Presidente de la Fundación Cotec 13
1. Introducción 15
1.1. El sistema de innovación 20
1.1.1. Las administraciones públicas 21
1.1.2. El sistema público de I+D 22
1.1.3. Las infraestructuras de soporte a la innovación 22
1.1.4. El entorno 27
2. Castilla-La Mancha en su entorno 31
2.1. Datos socioeconómicos 33
2.2. Estructura productiva 36
2.3. Actividades de I+D 39
2.3.1. Recursos utilizados en I+D 39
2.3.2. Resultados de la actividad de I+D 42
2.4. Tablas del capítulo 2 44
3. Las empresas 55
3.1. El tejido productivo de Castilla-La Mancha 57
3.1.1. Tamaño de las empresas 58
3.2. Evolución de las distintas ramas de actividad 60
3.2.1. Agricultura 60
3.2.2. Energía 61
3.2.3. Industria 62
3.2.4. Construcción 64
3.2.5. Servicios de mercado 65
3.3. Estructura sectorial 67
5
7. 3.3.1. Sectores con mayor contenido tecnológico 69
3.4. Actividad en innovación tecnológica 72
3.4.1. Empresas innovadoras 73
3.4.2. Gasto en innovación 75
3.4.3. Intensidad de innovación 78
3.4.4. Distribución del gasto en innovación 82
3.4.5. Actividades de I+D 84
3.4.6. Acceso a programas públicos de ayuda a la innovación 88
3.4.7. Cooperación para la innovación 89
3.4.8. Resultados de la actividad innovadora 93
3.5. Tablas del capítulo 3 97
4. El sistema público de I+D 135
4.1. Centros de investigación dependientes de las AAPP 137
4.1.1. Centros de investigación agraria 137
4.1.2. Centros de investigación de salud pública 139
4.1.3. Nuevos centros en el área de la energía 140
4.2. Centro de investigación de hospitales 142
4.2.1. El Hospital Nacional de Parapléjicos 142
4.2.2. Otros grupos de investigación en hospitales 143
4.3. Centros de la Universidad 144
4.4. Recursos disponibles para I+D 146
4.4.1. Los recursos de la Universidad 146
4.4.2. Recursos de los centros públicos de investigación 148
4.5. Resultados de las actividad investigadora 150
4.5.1. Publicaciones 150
4.5.2. Patentes 155
4.5.3. Actividades de I+D bajo contrato 157
Universidad de Castilla–La Mancha 158
4.6. Tablas del capítulo 4 162
5. Las infraestructuras de soporte a la innovación 181
5.1. Los centros tecnológicos 183
5.1.1. Los centros tecnológicos de Castilla-La Mancha 184
6
8. Centro Tecnológico del Calzado de Albacete (AIDECA) 185
Centro Tecnológico de la Madera de Toledo (AIMCM) 185
Centro Tecnológico del Calzado de Fuensalida (ASIDCAT) 187
Centro Tecnológico de la Confección de Talavera
de la Reina (ASINTEC) 188
Centro Tecnológico AITEMIN Toledo 189
Otros centros tecnológicos 190
5.2. Las estructuras de interacción 195
5.2.1. Las Oficinas de Transferencia de Resultados
de Investigación (OTRI) 195
5.2.2. La Fundación Campollano 196
5.2.3. La Fundación Virtus 196
5.2.4. La Fundación Ínsula Barataria 197
5.2.5. Centros Europeos de Empresas e Innovación (CEEI) 197
5.2.6. Red de Centros Locales de Innovación y Promoción
Económica (CLIPE) - INNOVARED 199
5.2.7. Los parques técnológicos 202
5.2.8. Red de Centros de Emprendedores y Viveros de Empresas 203
5.2.9. Otras infraestructuras y actividades de soporte
a la innovación 204
Centro Regional de Diseño de Castilla–La Mancha 204
Red de Transferencia e Innovación 204
Cursos de Formación para Emprendedores 208
5.3. Tablas del capítulo 5 206
6. La Administración 213
6.1. Administración Regional 215
6.1.1. Fondos para la I+D+i de la Administración Regional 215
Programa 541B-Investigación, Innovación
y Desarrollo Tecnológico 219
Programa 541C-Investigación Agraria 219
Programa 541D-Investigación y Estudios Estadísticos
y Económicos 220
Programa 541E-Investigación Sanitaria 220
Programa 541F-Fomento de la Innovación Tecnológica 220
7
9. Programa 541G-Investigación Medioambiental 221
Programa 541H-Investigación Vitivinícola 221
Programa 724A-Promoción y Desarrollo Empresarial 221
6.1.2. Los organismos públicos de apoyo y gestión de la I+D+i 222
La Comisión Regional de Ciencia y Tecnología 222
El Consejo Asesor de la Ciencia y la Tecnología
de Castilla-La Mancha 223
6.1.3. Política científica y tecnológica en Castilla-La Mancha 223
Plan Regional de Investigación Científica,
Desarrollo Tecnológico e Innovación 2005-2010 224
Líneas de actuación y resultados de los planes
PRICAMAN y PRICYT 226
6.2. Administración General del Estado 228
6.2.1. Programa Nacional de I+D+i 2004-2007 228
6.2.2. Programa Ingenio 2010 231
6.2.3. Programa Operativo «I+D+i para el beneficio de
las empresas-Fondo Tecnológico» 231
6.3. Programas europeos de fomento a la I+D 234
6.4. Tablas del capítulo 6 235
7. El entorno 249
7.1. El sistema educativo 251
7.1.1. Enseñanzas postobligatorias no universitarias 253
La formación profesional 254
La formación para el empleo 256
7.1.2. Enseñanza universitaria 257
7.2. El sistema financiero 259
7.2.1. Instituto de Finanzas de Castilla-La Mancha, S.A. 259
7.2.2. Capital riesgo 261
7.2.3. La Red Business Angels de Castilla-La Mancha 262
7.3. Las TIC y la Sociedad de la Información 264
7.3.1. La Sociedad de la Información y las empresas 264
7.3.2. La Sociedad de la Información y la Administración 264
7.4. Tablas del capítulo 7 268
8
10. 9
8. Diagnósticos y recomendaciones 277
8.1. Empresas 279
8.1.1. Diagnósticos 279
8.1.2. Recomendaciones 281
8.2. Sistema público 283
8.2.1. Diagnósticos 283
8.2.2. Recomendaciones 285
8.3. Infraestructuras 287
8.3.1. Diagnósticos 287
8.3.2. Recomendaciones 288
8.4. Administración 290
8.4.1. Diagnósticos 290
8.4.2. Recomendaciones 291
8.5. Entorno 293
8.5.1. Diagnósticos 293
8.5.2. Recomendaciones 294
9. Composición de la Comisión de Economía, Desarrollo
Regional y Medio Ambiente 297
10. Participantes en el debate para el Libro Blanco 301
11. 11
Presentación del Presidente del CES
(Consejo Económico y Social
de Castilla-La Mancha)
El origen de este Libro Blanco del Sistema de Innovación en Castilla-La Mancha
se encuentra en el interés del Consejo Económico y Social de esta Comunidad
Autónoma por contribuir al estudio y mejora de este aspecto en la región en un
momento en el que la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación son
uno de los factores claves y esenciales para el futuro, tanto de nuestra Comuni-
dad como del país, y para mejorar la competitividad de nuestro tejido productivo.
Por este motivo, en 2006 se decidió elaborar un estudio a iniciativa propia sobre
«El Sistema de Innovación en Castilla-La Mancha», en el que se recogiera un
diagnóstico lo más cercano y acertado posible de la situación actual, que nos
permitiera realizar un conjunto de recomendaciones y propuestas que tuvieran
como objetivo final mejorar el sistema de innovación regional y dar el necesario
salto cualitativo que todos entendemos como necesario.
Desde esa doble idea de conocer y proponer, el CES, a sabiendas del prestigio
que la Fundación Cotec acumula en esta materia, decidió elegir a este organismo
para realizar el núcleo central de este ambicioso estudio, propuesta que Cotec
aceptó desde el primer momento, así como el método de trabajo propuesto.
El estudio que hoy se concreta en el presente Libro Blanco, se ha realizado en
dos fases: una primera, en la que tras un amplio, laborioso y riguroso trabajo de
investigación por parte de Cotec y de un detenido análisis por la Comisión de
Economía, Desarrollo Regional y Medioambiente de este Consejo, se elaboró el
«Documento para el debate sobre el sistema de Innovación en la Comunidad de
Castilla-La Mancha», denominado Libro Verde; y una segunda fase, de discusión
o puesta en común de ideas en base al citado documento, en la que consegui-
mos involucrar a alrededor de sesenta expertos, representantes de empresas, de
instituciones, incluida la Universidad, y de organizaciones, así como de profesio-
nales de la investigación y la innovación, para recabar su opinión y sus propues-
tas sobre el tema y poder incluirlas, en el marco del consenso y el entendimiento,
en el texto definitivo que hoy es este Libro Blanco del Sistema de Innovación en
Castilla-La Mancha, que me cabe el honor de presentar.
Es por tanto un documento nacido desde el debate, desde el acuerdo y el con-
senso de aquellos que, conocedores de la realidad, se han querido implicar, des-
de una posición de colaboración, en hacer posible que todos entendamos que el
futuro de Castilla-La Mancha pasa por poner a la innovación en el primer plano
de las prioridades políticas, económicas y sociales.
Por ello quiero destacar que la importancia de este trabajo no solo viene determi-
nada por la relevancia que la investigación y la innovación tiene para el futuro de
la economía, sino también por el marcado carácter participativo que se ha dado
12. 12
a este Libro Blanco, con las dificultades que ello conlleva. Así, en un plazo de un
año y medio, aproximadamente, hemos podido realizar ambas tareas y cumplir
nuestro objetivo, que no es otro que el de poner sobre la mesa una serie de pro-
puestas que contribuyan a una orientación más eficaz y efectiva de las líneas de
actuación tanto políticas como empresariales en materia de innovación.
La apuesta por mejorar la innovación está también incluida en la Estrategia de
Lisboa y en el Pacto por la Competitividad y el Desarrollo de Castilla-La Mancha,
convirtiéndose así en uno de los ejes fundamentales de actuación en los países
europeos en los próximos años y en nuestra región de forma expresa. El Consejo
Económico y Social de Castilla-La Mancha, como órgano asesor de la Comuni-
dad Autónoma, ha considerado que su deber era el de incluir este tema entre sus
estudios por propia iniciativa y, tras el análisis de los datos sobre la I+D+i de la
región, poder aportar un conjunto de reflexiones comunes e iniciativas concretas,
que nos permitan avanzar a todos en este ámbito.
No quisiera finalizar esta presentación sin agradecer a los miembros de la Co-
misión de Economía, Desarrollo Regional y Medio Ambiente el trabajo realizado;
a quienes dieron los primeros pasos para que la Fundación Cotec aceptara im-
plicarse en este estudio; a los técnicos del Consejo que se han involucrado con
ilusión y entrega en el trabajo, y a todos los que participaron en las tres mesas
de trabajo realizadas a lo largo de los meses de febrero y marzo de 2008 en Al-
bacete, Toledo y Ciudad Real, cuya contribución ha sido esencial para mejorar el
contenido y las propuestas de este Libro Blanco. Gracias a todos.
Juan Antonio Mata Marfil
Presidente del Consejo Económico y Social de Castilla-La Mancha
Toledo, septiembre de 2008
13. 13
Presentación del Presidente
de la Fundación Cotec
El estudio de los sistemas regionales de innovación se ha convertido en una he-
rramienta muy útil para el diseño de las nuevas políticas de desarrollo económico
regional. En Cotec venimos prestando atención específica a estos temas desde
2001, año de publicación de nuestro primer Libro Blanco sobre un sistema de
innovación regional, que se elaboró usando la misma metodología desarrollada
para analizar el sistema español de innovación.
Hoy día, cualquier política de desarrollo tiene muchos puntos en común con las
políticas de desarrollo tecnológico, y pone cada vez más énfasis en la innovación,
porque sólo el conocimiento, y la capacidad para transformarlo en riqueza, puede
ser la base de nuestra competitividad. Ello hace de la innovación el instrumen-
to imprescindible para llegar a ser una región competitiva en un mundo cada
vez más interconectado. Es preciso, en consecuencia, invertir en conocimiento y
adaptar nuestras estructuras productivas para utilizarlo eficazmente, implicando e
ilusionando a toda la sociedad en un proyecto en el que hay mucho en juego.
Por este motivo es para Cotec una especial satisfacción presentar este Libro
Blanco de la innovación en Castilla-La Mancha, resultado de un trabajo que se
ha prolongado más de un año y que se acometió por iniciativa del Consejo Eco-
nómico y Social de Castilla-La Mancha. En este libro recogemos un conjunto de
diagnósticos que identifican las principales fortalezas y debilidades del sistema de
innovación regional, así como una serie de recomendaciones encaminadas a su
mejora, todos ellos respaldados por el consenso de expertos conocedores del
funcionamiento del sistema regional.
Cotec quiere expresar a todos quienes participaron en los trabajos y en los de-
bates que condujeron hasta este Libro Blanco su sincero agradecimiento, muy
especialmente al Consejo Económico y Social de Castilla-La Mancha, sin cuya
iniciativa y eficaz colaboración no habría sido posible siquiera iniciar esta tarea.
José Angel Sánchez Asiaín
Presidente de la Fundación Cotec
Madrid, septiembre de 2008
15. 17
La innovación es el proceso que convierte conocimiento en Producto Interior Bruto
y bienestar, bien mediante la creación de nuevos productos o servicios, o la mejo-
ra de los existentes, y su introducción con éxito en el mercado, o bien mediante
la mejora de los procesos de producción de productos o provisión de servicios,
que los haga más competitivos. Se trata por tanto de una actividad netamente
empresarial, aunque en el proceso también intervienen otros agentes que pueden
facilitar o dificultar la actividad innovadora, como se verá más adelante.
El proceso de la innovación está compuesto por varias partes, no necesaria-
mente secuenciales, y con frecuentes caminos de ida y vuelta entre ellas. La
primera está especializada en la creación de conocimiento y las otras se dedican
fundamentalmente a su aplicación para convertirlo en un producto o un servicio
que incorpore nuevas ventajas para el mercado,1
o a la mejora de los procesos
productivos, y a facilitar la introducción del producto o servicio resultante en el
mercado. El esquema general de las actividades que componen el proceso de
innovación se muestra en la figura 1.1.
En la fase de generación y adquisición del conocimiento necesario para el proceso
de innovación, la empresa puede optar por generarlo internamente o en colabora-
ción con instituciones externas, o bien puede adquirirlo «llave en mano» de un pro-
veedor externo. Las opciones para la empresa en esta fase pueden resumirse en:
■ disponer de personal de I+D para la generación propia de conocimiento;
■ o bien disponer de personal capaz de integrar la I+D externa en beneficio de
la empresa;
1
Una descripción detallada de las actividades que componen la innovación puede verse en el Manual
de Oslo de la OCDE, documento utilizado como referencia por las autoridades estadísticas de muchos
países, entre ellos España, para la medida de la actividad innovadora.
Figura 1.1.
Los componentes del
proceso de innovación
(I+D+i)
Fuente: Cotec.
Innovación tecnológica
Generación y
adquisición de
conocimientos
Preparación para la
producción
Preparación para la
comercialización
Diseño e ingeniería
de producción
Ingeniería de
proceso
Lanzamiento de
producción
Reducción del riesgo
comercial
Investigación y
desarrollo tecnológico
Inmovilizado material
Inmovilizado
inmaterial
“i”
Investigación y
desarrollo tecnológico (I+D)
16. 18
■ o bien adquirir inmovilizado material (p.ej., equipos) e inmaterial (p.ej., licencias),
que incorporan la I+D realizada por los proveedores de estos equipos o licencias
para mejorar determinadas características de los procesos o servicios vendidos
por la empresa que los compra. Adviértase que esta última opción proporciona
una ventaja competitiva para la empresa que adquiere los equipos o licencias,
sólo en la medida en que sus competidores no tengan acceso a los mismos.
Es conveniente insistir en que no todas las actividades de investigación y desa-
rrollo tienen repercusión en la innovación, sino sólo las que acaben, en un plazo
más o menos largo, teniendo como consecuencia la citada conversión del cono-
cimiento generado en PIB. Para resaltar este hecho, el cuadro que representa la
I+D se ha representado en la figura 1.1 parcialmente fuera de las actividades de
innovación tecnológica (ver cuadro 1).
En la siguiente fase del proceso innovador, de preparación para la producción, es
donde se transforman los conocimientos y desarrollos científicos y tecnológicos
obtenidos en mejoras para la empresa, y está integrada por las siguientes activi-
dades básicas:
■ Diseño industrial e ingeniería de producto, actividad centrada en la elaboración
de los elementos descriptivos y especificaciones del producto o servicio,
■ Ingeniería de proceso, cuyos objetivos son concretar los procedimientos de
producción de productos o provisión de servicios, asegurando la calidad del
producto o servicio final,
■ Lanzamiento de fabricación, consistente en obtener una muestra de fabrica-
ción o realizar un ejercicio de provisión de servicio suficiente como para poder
analizar sus posibilidades de comercialización.
Por último, la fase de preparación para la comercialización está más dirigida a
productos o servicios que a los procesos innovadores internos, que no necesitan
de comercialización pues sólo deben ser implementados. Aunque las acciones
implicadas en la explotación del producto o servicio suelen requerir un menor com-
ponente de conocimiento científico o tecnológico, no cabe duda de que son ne-
cesarias para el éxito de la innovación, y pueden incluso incorporar mayor compo-
nente tecnológica que la que a priori se les atribuye. Entre las acciones se pueden
mencionar como ejemplo los estudios de mercado o análisis de la competencia.
El conocimiento en el que se basan las distintas fases de la innovación puede
tener un contenido tecnológico o también referirse a un mejor entendimiento del
mercado o a una mejor comprensión de la organización empresarial. Se habla por
esta razón de innovaciones comerciales, de innovaciones organizativas y, por su-
puesto, de innovaciones tecnológicas. A pesar de las evidentes diferencias entre
estos tipos de innovaciones, es necesario tener muy presente que en el momento
actual es muy difícil encontrar innovaciones que sean posibles, o que no se vean
dificultadas, sin recurrir a usos nuevos de la tecnología. Por ello, con mucha fre-
cuencia se incluye, implícita o explícitamente, la innovación tecnológica cuando se
habla de cualquier tipo de innovación.
17. 19
Cuadro 1. La matriz de Stokes
La actividad investigadora ha tenido y sigue teniendo dos fines, uno es la búsqueda del
conocimiento por sí mismo, y otro la búsqueda de su aplicación. Las actividades en-
caminadas a cada uno de estos objetivos tienen sus propias reglas, pero es difícil en-
contrar ejemplos puros de ellas. Stokes, en su libro «Pasteur’s Quadrant-Basic Science
and Technological Innovation», intentó explicar esta diversidad recurriendo a hombres,
como Bohr, Edison y Pasteur, que han tenido una gran importancia en la investigación.
Sus conclusiones se resumen en su conocida matriz.
El físico teórico Niels Bohr es un buen ejemplo del investigador que busca el conoci-
miento básico, sin preocuparse demasiado por su aplicación, mientras que Pasteur,
cuyos trabajos sobre bacteriología tuvieron su origen en un encargo de los vinateros
franceses, representa a los investigadores que, como Bohr, buscan conocimiento fun-
damental, pero seleccionan sus indagaciones y sus métodos en función de su potencial
relevancia para resolver un problema concreto. Edison, en cambio, es el paradigma del
investigador tecnólogo, cuyo negocio consiste, precisamente, en resolver problemas,
absorbiendo para ello cualquier conocimiento disponible, incluso realizando investiga-
ción básica si fuese necesario, pero siempre con el objetivo de resolver el problema en
cuestión de la forma más rápida y eficiente posible. Todas estas formas de investigación
son necesarias, ya que, si bien los frutos del trabajo de Edison fueron disfrutados de
forma prácticamente inmediata por el conjunto de la sociedad, es también evidente que,
sin las investigaciones de Bohr sobre física cuántica, el mundo actual sería muy diferente
al que conocemos.
Conviene advertir, como hizo el propio Stokes, que el cuadrante inferior izquierdo de su
matriz no está realmente vacío. En este cuadrante puede situarse aquella investigación
que no persigue ni el conocimiento fundamental ni la utilidad práctica. Este tipo de
investigación, desde luego, existe, y Stokes cita como ejemplo ilustrativo a Roger T.
Peterson y su «altamente sistemática investigación sobre las marcas que identifican las
diferentes especies de aves de Norteamérica». El resultado del trabajo de Peterson es
una guía de las aves norteamericanas que, por cierto, es uno de los libros más solici-
tados de la Biblioteca del Congreso de los EEUU:
Stokes D. (1997), «Pasteur’s Quadrant-Basic Science and Technological Innovation»,
Washington DC, Brookings Institution.
Búsqueda de aplicación
Baja Alta
Búsqueda de
conocimiento
fundamental
Sí
Investigación
básica pura (Bohr)
Investigación básica
enfocada a un uso
(Pasteur)
No
Investigación
aplicada pura
(Edison)
18. 20
En todo caso, este documento está orientado específicamente a la innovación
tecnológica y en él se supone que, si bien puede haber, y sin duda existen, em-
presas que sobreviven en el competitivo mercado actual gracias a los otros tipos
de innovación, sus resultados serían mucho mejores si recurrieran sistemática-
mente a la tecnología como fuente y factor potenciador de sus innovaciones.
Prácticamente todas las actividades que puede desarrollar la empresa afectan y
se ven afectadas por la innovación tecnológica, ya que ninguna de sus funciones
debe ser ajena a los procesos de innovación. También conviene insistir en que
la actividad de investigación y desarrollo (I+D) es sólo una parte de la innovación
—ciertamente la que crea la mayor cantidad de conocimiento tecnológico— y que
puede tener lugar tanto en la propia empresa como en el exterior, pero que por sí
misma no deviene en riqueza si no se realizan otras actividades que acerquen los
resultados de la I+D al mercado.
La innovación es, por las anteriores razones, un hecho característico de la em-
presa y sobre el que ésta debe tomar la principal responsabilidad. Sin embargo,
como se indicará en los párrafos siguientes, muchos otros agentes pueden llegar
a ser imprescindibles en múltiples circunstancias y por ello uno de los métodos
más eficaces para entender la innovación es admitir que ésta tiene lugar dentro
de un sistema nacional, regional o local.
1.1. El sistema de innovación
El sistema de innovación se define como «el conjunto de elementos que, en el
ámbito nacional, regional o local, actúan e interaccionan, tanto a favor como en
contra, de cualquier proceso de creación, difusión o uso de conocimiento econó-
micamente útil». Admitido que la innovación tiene lugar dentro de un sistema, es
necesario para su estudio determinar cuáles son los elementos que lo componen
Fuente: Cotec.
Figura 1.2.
Los agentes del
sistema de innovación
19. 21
y cuáles son las relaciones que se establecen entre ellos y sus consecuencias
favorables o desfavorables para la innovación.
El presente documento ha sido desarrollado tomando como herramienta de aná-
lisis un sistema regional de innovación idéntico al utilizado en su día para analizar
el sistema español de innovación (figura 1.2).2
Los demás agentes o subsistemas
que, además de la empresa, componen este modelo de sistema de innovación
son las administraciones públicas, en sus diferentes niveles, el sistema público de
I+D, las infraestructuras de soporte a la innovación, y el entorno, constituido por
un amplio conjunto de instituciones que no enfocan específicamente su actividad
a la innovación, pero sin las cuales ésta sería imposible o mucho menos eficaz.
Ejemplos de estas instituciones son el sistema educativo, el sistema financiero, las
infraestructuras comerciales y, por supuesto, el mercado.
Debe advertirse, sin embargo, que el objetivo del presente documento es analizar
la influencia de cada subsistema en el fenómeno de la innovación, adoptando en
todos los casos el punto de vista de la empresa. Por estos motivos, cuando se
estudian los diferentes subsistemas sólo se abordan las cuestiones que tienen
una consecuencia directa sobre la innovación empresarial.
1.1.1. Las administraciones públicas
En la actualidad, las administraciones públicas de todos los países avanzados
apoyan activamente el proceso de innovación tecnológica. Este apoyo se con-
creta en una serie de políticas y actuaciones que afectan a todas las etapas de
creación, difusión y uso del conocimiento. La ciencia, la tecnología y su utilización
por el tejido productivo son objeto de muy diversas acciones por parte de las
administraciones, cuyos principales objetivos son:
■ El fomento de la innovación. Se concreta en la concesión de subvenciones
y créditos blandos y en normas de política fiscal sobre las actividades de in-
novación. Además son frecuentes acciones intangibles como la emisión de re-
comendaciones o la realización de programas de prospectiva tecnológica. Las
denominadas genéricamente agencias de política científica y desarrollo tecno-
lógico desempeñan algunas de estas funciones, que pueden ir desde la pre-
paración de normas legislativas hasta la gestión de las ayudas a las empresas,
pasando por el diseño de acciones de orientación de las actividades científicas
y tecnológicas de los centros públicos de investigación.
■ La difusión de innovaciones y la transferencia de tecnología. Son cada vez
más frecuentes los programas de comunicación cuyo objetivo es la difusión de
soluciones tecnológicas o la información al mundo empresarial de las capaci-
dades tecnológicas que les son accesibles dentro de su entorno. Forman parte
2
El sistema español de innovación. Diagnósticos y recomendaciones, Cotec, 1998.
20. 22
también de estos objetivos la creación o el apoyo a instituciones orientadas a
este fin, tales como oficinas de transferencia de tecnología, centros empresa-
riales de innovación, fundaciones universidad-empresa, etc.
■ La regulación de aspectos técnicos (calidad, seguridad de los usuarios, norma-
lización) y jurídicos (propiedad industrial, competencia), relacionados con la inno-
vación tecnológica.
1.1.2. El sistema público de I+D
Por sistema público de I+D se entiende el conjunto de todas las instituciones y orga-
nismos de titularidad pública dedicados a la generación de conocimiento mediante la
investigación y el desarrollo. Estas instituciones juegan un importante papel en cual-
quier sistema de innovación, tanto por ser generadoras de conocimientos científicos
como por su labor casi exclusiva en la formación de investigadores. Su influencia no
se deja sentir sólo en los sectores de alta tecnología, sino que, en el actual mercado
competitivo y globalizado, debe estar conectado estrechamente con la totalidad del
sistema productivo. Sin duda, la utilidad para la innovación del sistema público de I+D
depende no sólo de la calidad de la ciencia y tecnología que desarrolla, sino también
de su articulación con el tejido empresarial.
En España, a diferencia de otros países de nuestro entorno, la generación de
conocimiento científico se concentra, con mucha más intensidad que en ningún
otro, en los centros públicos —universidades y organismos públicos de investi-
gación (OPI)—, lo que sin duda hace recaer sobre estas instituciones una mayor
responsabilidad en lograr que la sociedad se beneficie de los resultados de su
trabajo, por ejemplo, contribuyendo a una más eficaz innovación tecnológica. Esta
clara concentración en los centros públicos, sin embargo, está cambiando paula-
tinamente con la aparición de centros privados o semipúblicos que también tienen
producción científica.
1.1.3. Las infraestructuras de soporte a
la innovación
En 1982, Rosenberg averiguó que la eficiencia de la investigación, tanto la em-
presarial como la pública, aumentaba de forma significativa cuando la empresa,
de forma individual o conjunta, era capaz de detectar sus problemas tecno-
lógicos y de hacerlos llegar convenientemente descritos a los investigadores.
Descubrió que una investigación eficiente necesitaba que se establecieran entre
las unidades de producción y los laboratorios científicos no sólo flujos de finan-
ciación desde las unidades de producción a los centros de investigación, y de
tecnología en sentido contrario, sino también un tercer flujo, que era el de pro-
blemas que surgían durante los procesos de producción o de provisión de ser-
21. 23
vicios y que eran presentados a los investigadores para su solución (figura 1.3).
Por supuesto, ayudaba a la eficiencia la sincronización entre los flujos financieros
y los de problemas, porque, cuando no existía, los problemas que se resolvían
o bien eran planteados por los propios investigadores o bien detectados en
tejidos productivos distintos de los que aportaban los recursos que permitían la
supervivencia de los laboratorios.
Un refinamiento importante de este modelo vino cuando se comprobó que el diálo-
go entre las unidades de producción y las de investigación topaba con dificultades
por causa de los diferentes lenguajes que se empleaban en los dos ámbitos. Eran
necesarios nuevos agentes, los «traductores», que fueron capaces de poner en
términos comprensibles por los investigadores los problemas detectados, así como
lograr que la tecnología se adaptara a las habilidades tecnológicas de la unidad de
producción que la necesitara.
La capacidad para asimilar tecnología depende mucho de las empresas y de las
propias tecnologías. Pero también es muy diferente la habilidad de los distintos
centros de investigación para entender los problemas tecnológicos y para avanzar
en el desarrollo de la tecnología para que sea fácilmente utilizada por las empre-
sas. Por esta razón existe una gran variedad de organizaciones que asumen este
papel, que va desde simples intermediarios capaces de casar convenientemente
las demandas con las adecuadas ofertas, hasta verdaderos centros especializa-
dos en la investigación aplicada para generar ciertas tecnologías.
Estas organizaciones son las que aquí se engloban en la expresión «infraestruc-
turas de soporte a la innovación»; un conjunto de entidades de muy diversa titu-
Figura 1.3.
Los Flujos de
Rosenberg
Fuente: Cotec.
CENTROS PÚBLICOS Y PRIVADOS DE
GENERACIÓN DE CONOCIMIENTO
CIENTÍFICO Y TECNOLÓGICO
TECNOLOGÍA
PROBLEMAS
DINERO
UNIDADES DE PRODUCCIÓN
Traducción
22. 24
laridad concebidas para facilitar la actividad innovadora de las empresas, propor-
cionándoles medios materiales y humanos para su I+D, expertos en tecnología,
soluciones a problemas técnicos y de gestión, así como información y una gran
variedad de servicios de naturaleza tecnológica. Las infraestructuras se configu-
ran así como entidades de servicios avanzados orientadas a complementar los
recursos de las empresas en su función innovadora. Son particularmente impor-
tantes en el caso de las pymes, y sobre todo para las de sectores productivos
tradicionales, que acceden con más dificultad a información, recursos humanos
y financieros e instalaciones para completar por sí mismas sus procesos de in-
novación.
Las primeras infraestructuras tecnológicas aparecen a principios del siglo xx en
países industrializados y con fuerte tradición asociativa como respuesta de las
empresas a la creciente dificultad de asumir individualmente los costes de crea-
ción y mantenimiento de unas instalaciones técnicas cada vez más complejas.
Así surgen los primeros centros tecnológicos en el seno de asociaciones de em-
presas, habitualmente del mismo sector industrial, y con un carácter totalmente
privado, centrados fundamentalmente en la realización de ensayos y medidas,
control de calidad, etc.
Pronto se vio que estos centros podían ser una excelente herramienta para cerrar
el hueco entre el desarrollo científico y la aplicación comercial, que el rápido pro-
greso científico y tecnológico tendía a ensanchar cada vez más. Este desfase era
percibido desde diversos ámbitos como un peligro para la competitividad de las
empresas, pero las fuertes inversiones adicionales que eran a menudo necesarias
hasta poder alcanzar el estadio comercial, hacían que las empresas individuales
estuviesen poco estimuladas a acometerlas por sí mismas. Por otro lado, cada
vez resultaba más frecuente que determinadas soluciones tecnológicas, con fuer-
te influencia en la competitividad de muchos productos, estuviesen basadas en
un tipo de conocimiento distinto del know–how tradicional de las empresas que
los fabricaban, lo que planteaba el problema adicional de la percepción tardía de
sus oportunidades de utilización.
La solución a ambos problemas pasaba por la ejecución de tareas tanto de di-
vulgación tecnológica como de I+D, en áreas precompetitivas (ver cuadro 4 al
final del capítulo), y por tanto con un valor económico indirecto y sin mercado
definido, lo que justificó su estímulo desde la Administración mediante diversos
programas de ayuda. En muchos casos estos programas se canalizaron a través
de las infraestructuras ya creadas por las empresas, aprovechando su proxi-
midad a las mismas,3
en otros casos se crearon organismos nuevos desde la
Administración.
La eficacia de estas infraestructuras no depende tanto de economías de escala
cuanto de su cobertura: la masa crítica es el espectro de tecnologías, de modo que,
3
Por ejemplo, en 1954 el Ministerio de Economía alemán promueve la creación de una asociación
que integrase a las diversas asociaciones de investigación industriales (AiF, www.aif.de), quien desde
entonces gestiona diversos programas federales y estatales de estímulo a la innovación tecnológica.
23. 25
para ser efectivas, deben cubrir diversas áreas tecnológicas a la vez. La forma más
habitual de abordar este problema en los países industrializados ha sido propiciar
la puesta a disposición de las empresas de las instalaciones de diversos centros
de investigación, tanto privados como públicos, y crear tupidas redes de pequeñas
oficinas consultoras especializadas en sectores industriales o en tecnologías especí-
ficas, cuya función es fundamentalmente de intermediación. Esta división de tareas
lleva por tanto a distinguir entre infraestructuras «duras», que son las entidades
que disponen de personal técnico y medios adecuados para realizar por sí mismas
tareas de I+D, asesoramiento técnico especializado o ensayos de laboratorio, y las
denominadas infraestructuras «blandas», o entidades intermedias, que no disponen
de estos recursos por sí mismas, pero que hacen de interfaz entre las empresas y
los centros anteriores o, en general, con el resto de los agentes del sistema.
El tipo de infraestructura «dura» más característico es el centro tecnológico (CT).
Suele tratarse de centros privados, soportados por la asociación de empresas
que hace uso de sus servicios; también puede tratarse de centros creados por la
Administración para estimular el uso de una determinada tecnología. No obstan-
te, para atender a este fin se tiende cada vez más a hacer uso de los recursos
disponibles en el sistema público de I+D, especialmente en las universidades, que
en los países de nuestro entorno constituyen, con diferencia, la principal concen-
tración de activos para la I+D, tanto en cantidad como en calidad.4
En España la Administración reconoce estos dos tipos de centros, tanto en la fi-
gura de Centro de Innovación y Tecnología, definido en el Real Decreto 2609/1996
(cuadro 2), como en la de Instituto Universitario, cuyas funciones se definieron en
Cuadro 2. Fines de los centros de innovación y tecnología (RD 2609/1996)
a) Atención a las necesidades tecnológicas de las entidades y empresas que lo re-
quieran.
b) Desarrollo de proyectos de investigación y desarrollo tecnológico.
c) Prestación de asistencia y servicios tecnológicos, tales como calidad, organización
de la producción, formación, información, documentación, difusión, legislación, di-
seño o medio ambiente.
d) Colaboración en la transferencia de resultados de investigación entre los centros
públicos de investigación y las empresas.
e) Fomento y desarrollo de investigación cooperativa entre empresas.
f) Cualquier otra actividad cuyo resultado sea mejorar el nivel tecnológico de las em-
presas radicadas en España y lograr una posición más favorable de las mismas en
los mercados.
4
En esta línea, ya en 1980 la Stevenson-Wydler Act de innovación tecnológica impone a los laboratorios
federales norteamericanos la obligación de invertir un determinado porcentaje de su presupuesto de I+D
en actividades de transferencia de tecnología.
24. 26
la LRU (cuadro 3), y se han mantenido con pocas variaciones en la actual Ley
Orgánica de Universidades.
En cuanto a las entidades de intermediación, su principal actividad es, por un
lado, difundir las ventajas que ofrecen las nuevas posibilidades tecnológicas, que al
principio no son claramente percibidas por el mundo empresarial y, por otro lado,
enfocar y canalizar las necesidades empresariales de I+D, a menudo poco defini-
das, especialmente en el caso de las pymes. Otro gran segmento de actividad es
el asesoramiento para la financiación de la innovación, bien a través de entidades
financieras o bien accediendo a programas de fomento a la I+D patrocinados por
las diversas administraciones. Por último, pero no menos importante, el asesora-
miento sobre aspectos de normativa, calidad o patentes que puedan afectar a los
productos fabricados por la empresa. Estas infraestructuras se pueden por tanto
visualizar como agentes que hacen de interfaz entre las empresas y los otros agen-
tes del sistema de innovación, reforzando los flujos entre los mismos.
También en este caso, tanto centros tecnológicos como universidades y organismos
públicos de investigación realizan, además de los servicios tecnológicos propios de
una infraestructura «dura», actividades de interfaz para catalizar y facilitar las relacio-
nes de sus elementos con los del sistema de innovación, a través de sus propias uni-
dades especializadas: OTRI (Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación),
FUE (Fundación Universidad Empresa), etc.
Por último, los parques tecnológicos son iniciativas urbanísticas de ámbito local o re-
gional destinadas a estimular la inversión en actividades de alta tecnología, fomentar
Cuadro 3. Artículo 10 de la LOU
1. Los Institutos Universitarios de Investigación son centros dedicados a la investi-
gación científica y técnica o a la creación artística. Podrán organizar y desarrollar
programas y enseñanzas de doctorado y de postgrado según los procedimientos
previstos en los Estatutos. Los Institutos Universitarios de Investigación se regirán
por la presente Ley, por los Estatutos, por el convenio de creación o de adscrip-
ción, en su caso, y por sus propias normas.
2. Los Institutos Universitarios de Investigación podrán ser constituidos por una o más
Universidades, o conjuntamente con otras entidades públicas o privadas mediante
convenios u otras formas de cooperación, de conformidad con los Estatutos.
3. Para la creación y supresión de los Institutos Universitarios de Investigación se
estará a lo dispuesto en el apartado 2 del artículo 8.
4. Mediante convenio, podrán adscribirse a Universidades públicas, como Institutos
Universitarios de Investigación, instituciones o centros de investigación de carácter
público o privado. La aprobación de la adscripción o, en su caso, desadscripción
se hará por la Comunidad Autónoma, bien a propuesta del Consejo Social o bien
por propia iniciativa de ésta con el acuerdo del referido Consejo y, en todo caso,
previo informe del Consejo de Gobierno de la Universidad.
25. 27
la comunicación entre los sectores investigador e industrial y crear empleo mediante
la concentración física de empresas con base tecnológica.
Los parques pretenden crear un medio en el que se produzca un fenómeno de di-
fusión de innovaciones y transferencia de tecnología, que debería culminar con el
nacimiento, en el parque y sus inmediaciones, de un tejido de pymes innovadoras.
La consecución de este fin supone la presencia en el parque, o en su entorno,
de universidades o centros de investigación que generen un flujo de conocimiento
útil para las empresas y de entidades dispuestas a financiar la creación de pymes
innovadoras asumiendo este riesgo. Actualmente, existe una clara tendencia a la
creación de parques de dimensiones mucho menores y con una conexión muy
fuerte con universidades, que son denominados parques científicos.
1.1.4. El entorno
Además de los agentes anteriormente descritos, una serie de factores en el en-
torno de las empresas influyen en sus procesos de innovación. La estrecha re-
lación entre tres de estos factores, como son la demanda de bienes y servicios,
los mecanismos de financiación de las empresas y las características del capital
humano, y la actitud innovadora de las empresas, ha sido puesta de manifiesto
por numerosos expertos.
En los mercados interiores de bienes y servicios la demanda ejerce un efecto
dinamizador en el sistema de innovación. Las características de la demanda pri-
vada derivadas de la cultura tecnológica (conocimiento tecnológico y grado de
exigencia) y el compromiso con el desarrollo tecnológico de la demanda pública
explican muchos aspectos del comportamiento innovador de las empresas de las
sociedades desarrolladas. Otros aspectos de los mercados de bienes y servicios,
como son su grado de apertura y la consiguiente presencia de competidores in-
ternacionales, influyen en la actitud innovadora de las empresas.
La importancia del sistema financiero para la innovación ha sido puesta de ma-
nifiesto por la Comisión Europea en los siguientes términos: «La capacidad de
innovación de la Comunidad Europea depende en gran medida de la financiación
de la innovación (...). La financiación es el obstáculo a la innovación más citado
por las empresas, independientemente de su dimensión, en todos los países de
la UE y prácticamente en todos los sectores».
La innovación depende en buena medida de formas de conocimiento tácito, in-
corporado a las personas y difícilmente codificable. Por ello, para el éxito del
proceso innovador es crítica la existencia de capital humano adecuado y su incor-
poración al mundo laboral.
26. 28
Cuadro 4. Ciencia, tecnología y técnica
El circuito de conversión de conocimiento en riqueza puede visualizarse como un flujo
de conocimiento desde el ámbito científico hasta el técnico. Así, mientras que la inves-
tigación científica es la búsqueda de los principios y causas de los fenómenos naturales
y su resultado es el conocimiento científico, una técnica es un conjunto de procedi-
mientos y recursos que sirven a un fin práctico, que en el aspecto que nos ocupa es
la consecución de productos o servicios nuevos o mejorados.
Una tecnología es el resultado de la aplicación de diversos conocimientos científicos
para entender, mejorar o crear técnicas. La investigación tecnológica tiene como fin
la creación de tecnología y requiere la utilización de conocimientos pertenecientes a
diversos campos científicos. Para que sean útiles a las empresas, las tecnologías se in-
tegran en un paquete tecnológico, que puede a su vez mejorarse utilizando resultados
de la investigación científica.
El conjunto de actividades encaminadas a lograr nuevos conocimientos en cada uno
de estos niveles es lo que se conoce genéricamente como I+D. La OCDE, en su Ma-
nual de Frascati, define estas actividades como: «el trabajo creativo realizado de forma
sistemática para acrecentar el acervo de conocimientos, incluidos los humanísticos,
culturales y sociales, y el uso de este acervo de conocimientos para concebir nuevas
aplicaciones».
La OCDE distingue también tres grandes grupos de actividad en la I+D:
■ Investigación básica: trabajo teórico o experimental emprendido fundamentalmente
para adquirir nuevo conocimiento sobre las bases que subyacen bajo los fenóme-
nos y hechos observables, sin tener a la vista ninguna aplicación o uso concre-
tos.
■ Investigación aplicada es también la investigación original emprendida con la fi-
nalidad de adquirir nuevos conocimientos, pero dirigida fundamentalmente a un
objetivo o fin práctico.
■ Desarrollo experimental es el trabajo sistemático, basado en el conocimiento exis-
tente adquirido en la investigación y/o la experiencia práctica, enfocado a la pro-
ducción de nuevos materiales, productos o dispositivos, a la instalación de nuevos
procesos, sistemas y servicios o a la mejora significativa de los ya existentes.
Es muy poco probable que una empresa pueda obtener beneficios económicos direc-
tamente y a corto plazo de los resultados de los trabajos de investigación básica, por
lo que la inversión empresarial en este tipo de actividades no suele estar justificada. En
cambio, el desarrollo experimental suele proporcionar resultados que se traducen direc-
tamente en productos o servicios más competitivos, y por este motivo la empresa no
sólo está interesada en invertir en este campo, sino que también ocultará celosamente
los resultados para que lleguen lo más tarde posible a sus competidores. Este tipo de
trabajo de I+D es el que se denomina desarrollo competitivo, y, por los motivos expues-
tos, no es habitual que empresas competidoras accedan a cooperar en este campo.
Donde hay campo para la cooperación entre empresas para la I+D es en el denomi-
nado desarrollo precompetitivo. Se trata de una zona entre la investigación básica y el
desarrollo competitivo donde las compañías competidoras pueden unir esfuerzos para
27. 29
explorar la aplicación práctica de determinadas posibilidades tecnológicas o la madu-
ración de determinadas tecnologías para hacerlas utilizables en sus procesos produc-
tivos, finalizando la colaboración en el punto en que los conocimientos obtenidos les
permiten desarrollar sus productos o servicios individualmente. Los resultados obteni-
dos no son propiedad exclusiva de una empresa en particular, lo que justifica el uso de
dinero público para apoyar este tipo de actividades.
El margen para la colaboración entre competidores en el desarrollo precompetitivo es
más o menos amplio y se sitúa en zonas más o menos cercanas a la investigación bá-
sica o a la aplicada en función del contenido tecnológico de los productos que se vayan
finalmente a desarrollar. Como regla, las empresas de sectores tradicionales o poco con-
centrados tienen mucho más margen para cooperar, como indica el cuadro siguiente,
resultado de un estudio sobre investigación cooperativa realizado en Alemania.
Importancia de la investigación cooperativa en Alemania
Sector
Gasto en
I+D como
porcentaje
de ingresos
Porcentaje
de I+D en
proyectos
cooperativos
Concentración
(ingresos de las 10
mayores empresas
respecto al sector)
Aeroespacial 30,9 0,0 95
Ingeniería eléctrica 9,3 0,1 30
Industria química 6,3 0,1 30
Automoción 4,1 0,0 74
Mecánica 3,6 1,4 12
Materiales de construcción 2,0 5,0 52
Madera y papel 1,2 8,3 33
Textil 1,0 42,2 12
Alimentaria 0,7 7,0 11
Siderurgia 0,6 22,0 75
29. 33
En este capítulo se presentan datos generales sobre la actividad económica y de
investigación y desarrollo de Castilla-La Mancha (CLM), que se comparan con las
de las regiones de su entorno, tanto español como europeo.5
2.1. Datos socioeconómicos
Castilla-La Mancha ocupaba en julio de 2006 la posición número nueve entre las
CCAA por número de habitantes, con una población de 1.909.040 personas, lo
que representa el 4,3% del total nacional. Su contribución al PIB total nacional en
2006 fue de 33.713 millones de euros, que equivale al 3,4%del total nacional 6
y
la sitúa de nuevo en la posición número nueve. En términos de PIB por habitante
ocupa la posición número quince, con 17.672 EUR frente a 22.260 de media espa-
ñola (figura 2.1, tabla 2.1), dejando atrás solamente a Extremadura y a Andalucía.
El PIB de Castilla-La Mancha ha experimentado un continuo crecimiento entre los
años 2001 y 2006, a un promedio anual del 3,5%, una décima por encima del
3,4% de crecimiento medio del conjunto de España, y claramente superior al 2%
de crecimiento medio de la UE-25 y al 1,8% de la UE-15 (figura 2.2, tabla 2.2).
5
Los datos utilizados para comparar regiones españolas entre sí son los suministrados por el
Instituto Nacional de Estadística (INE, http://www.ine.es) desglosados por comunidades autónomas,
mientras que para comparar los de las regiones europeas (incluyendo las españolas) se han usado
los suministrados por Eurostat (http://europa.eu.int/comm/eurostat). Como la misma agencia Eurostat
advierte, pueden existir ligeras diferencias entre sus datos y los suministrados por las autoridades
estadísticas de cada país.
6
Avance del INE, euros corrientes de 2006. Este porcentaje indica el peso aproximado de Castilla-La
Mancha en la economía nacional y se usará en adelante como referencia para facilitar la comparación
de diversos indicadores.
Figura 2.1.
PIB y población
de las CCAA
Fuente: INE, Contabilidad Regional, octubre de 2007.
La línea de tendencia indica la media española de PIB por habitante.
Andalucía
Aragón
Asturias
Baleares
Canarias
Cantabria
Castilla y León
Castilla-La Mancha
Cataluña
Com. Valenciana
Extremadura
Galicia
Madrid
MurciaNavarra
País Vasco
Rioja
0
20.000
40.000
60.000
80.000
100.000
120.000
140.000
160.000
180.000
200.000
0 1.000 2.000 3.000 4.000 5.000 6.000 7.000 8.000 9.000
Población: 1 de julio de 2006, en miles
PIB 2006, MEUR
30. 34
En el contexto de las regiones europeas, Castilla-La Mancha se situaba en 2003
en la posición número 189 de las 255 regiones europeas NUTS2 de la UE-25 en
términos de PIB por habitante, con 16.537 euros PPS,7
lo que equivale al 79,1%
de los 20.897 PPS de media de las regiones NUTS2 (figura 2.3, tabla 2.3).8
34
Figura 2.2.
Crecimiento del PIB
2001-2006,
Castilla-La Mancha,
España y UE
Fuente: INE, Eurostat.
0%
1%
2%
3%
4%
2001/2000 2002/2001 2003/2002 2004/2003 2005/2004 2006/2005
Castilla-La Mancha España UE-25 UE-15
Figura 2.3.
PIB per cápita
(PPS/hab) en 2003,
y crecimiento medio
anual del PIB
2000-2003 de las
regiones europeas
NUTS2
Fuente: Eurostat, base de datos REGIO.
-2
0
2
4
6
8
10
10.000 20.000 30.000 40.000 50.000 60.000 70.000
PPS/hab
Crecimiento medio, en %
Castilla-La Mancha
7
Purchasing Power Standard. Compensa las diferencias regionales en salarios y precios, para poder
comparar en términos del volumen de bienes disponible.
8
Fuente: Eurostat, base de datos REGIO. NUTS2 (Nomenclature of Territorial Units for Statistics) de
nivel 2 es la división territorial para la que Eurostat proporciona datos homogéneos en los que aparece
desglosada Castilla-La Mancha.
31. 35
En términos de crecimiento del PIB, se situaba en el puesto número 41, con un
3,40% de crecimiento medio anual en el periodo 2000-2003, más de un punto
porcentual por encima del 2,33% de crecimiento medio de las regiones NUTS2.
Aunque sin duda este diferencial de crecimiento es un dato positivo, un cálculo
sencillo permite estimar que, de mantenerse las mismas tasas de crecimiento
relativo y resto de condiciones (población relativa y niveles de salarios y precios),
Castilla-La Mancha alcanzaría la media europea de PIB en PPS per cápita en
torno a 2026.
35
32. 2.2. Estructura productiva
La contribución de los distintos sectores productivos al VAB de Castilla-La Man-
cha en 2006 fue el 55,3% del sector Servicios (37,5% de Servicios de mercado
y 17,8% de Servicios de no mercado), el 15,2% de Industria, el 14,8% de Cons-
trucción, el 8,7% del sector de Agricultura y Ganadería y el 6% del sector de
Energía. Respecto a la media española, la estructura productiva de Castilla-La
Mancha diverge por el mayor peso que tienen en la región la agricultura, la cons-
trucción y los servicios de no mercado, y la menor presencia de los servicios de
mercado (figura 2.4, tabla 2.4).
La concentración relativa del VAB regional en las distintas actividades económicas es
más visible mediante los índices de especialización, que comparan el peso relativo
de cada sector en una CA con el peso relativo que tiene ese mismo sector en el
conjunto de la economía nacional (figura 2.5). Puede verse que Castilla-La Mancha
es, tras Extremadura, la Comunidad Autónoma donde la actividad agraria tiene mayor
peso relativo, el triple de la media nacional. También se sitúa en segundo lugar, sólo
precedida por Extremadura, por el peso relativo de Construcción, y la tercera por el
36
Figura 2.4.
VAB por rama de
actividad de las CCAA,
2006
Fuente: INE, Contabilidad Regional 2006.
0% 20% 40% 60% 80% 100%
España
Rioja
País Vasco
Navarra
Murcia
Madrid
Galicia
Extremadura
Com. Valenciana
Cataluña
Castilla y León
Castilla-La Mancha
Cantabria
Canarias
Baleares
Asturias
Aragón
Andalucía
Agricultura, ganadería y pesca Energía
Industria Construcción
Servicios de mercado Servicios de no mercado
33. 37
de Servicios de no mercado, en ambos casos con un índice de especialización próxi-
mo al 120%. Los recientes cambios y actualizaciones estadísticas del VAB del sector
Energía han elevado al 6% el peso de este sector en la economía de Castilla-La Man-
cha, casi el doble de la media nacional, lo que sitúa a la región en primer lugar entre
las CCAA, mientras que el peso relativo de Industria es muy aproximadamente igual al
peso promedio de este sector en el conjunto de la economía nacional. En contraparti-
da, los Servicios de mercado tienen una presencia netamente inferior, ya que su peso
en la economía de la región es poco más del 70% de la media nacional. Estas pautas
de especialización están acompañadas sin embargo de movimientos a favor de una
menor diferenciación de sus perfiles productivos, convergiendo paulatinamente hacia
modelos próximos al conjunto de España (figura 2.5, tabla 2.4).
Agricultura, ganadería y pesca, 2006
0 50 100 150 200 250 300 350
Madrid
Baleares
País Vasco
Canarias
Cataluña
Com. Valenciana
Asturias
Navarra
Cantabria
Aragón
Andalucía
Galicia
Murcia
Castilla y León
Rioja
Castilla-La Mancha
Extremadura
Energía, 2006
25 50 75 100 125 150 175 200 225
Rioja
Baleares
Navarra
Com. Valenciana
Cantabria
Madrid
Cataluña
Aragón
Canarias
Extremadura
Andalucía
Castilla y León
País Vasco
Asturias
Murcia
Galicia
Castilla-La Mancha
Industria, 2006
0 50 100 150 200
Canarias
Baleares
Extremadura
Andalucía
Madrid
Murcia
Galicia
Castilla-La Mancha
Castilla y León
Com. Valenciana
Asturias
Cantabria
Cataluña
Aragón
Rioja
País Vasco
Navarra
Construcción, 2006
80 90 100 110 120 130 140
País Vasco
Cataluña
Madrid
Baleares
Navarra
Rioja
Aragón
Canarias
Murcia
Castilla y León
Com. Valenciana
Galicia
Cantabria
Asturias
Andalucía
Castilla-La Mancha
Extremadura
Servicios de mercado, 2006
80 90 100 110 120 130
Castilla-La Mancha
Extremadura
Rioja
Navarra
Castilla y León
Aragón
Galicia
País Vasco
Asturias
Murcia
Cantabria
Andalucía
Com. Valenciana
Cataluña
Madrid
Canarias
Baleares
Servicios de no mercado, 2006
60 80 100 120 140 160 180
Cataluña
Com. Valenciana
Baleares
País Vasco
Rioja
Cantabria
Madrid
Navarra
Asturias
Aragón
Murcia
Galicia
Canarias
Castilla y León
Castilla-La Mancha
Andalucía
Extremadura
Figura 2.5.
Especialización
productiva de las
CCAA, 2006
Fuente: INE, Contabilidad Regional 2006.
34. 38
Estos datos regionales agregados comprenden unas estructuras productivas pro-
vinciales muy dispares: un fuerte peso de la Agricultura en Ciudad Real y Cuenca
y un peso simbólico en Guadalajara; una alta significación de la Energía en Ciudad
Real y en menor grado en Guadalajara; una fuerte especialización de Guadalajara
en la Construcción, donde este sector supera el 25% del PIB provincial; una mo-
derada especialización en el sector Industrial de Toledo y un elevado peso de los
Servicios de mercado en Cuenca y en Albacete, provincias donde contribuye en
más del 50% a su PIB, y de los Servicios de no mercado en Albacete.
Por su naturaleza pública, el Sector de servicios de no mercado recibe menor
atención en este documento en cuanto a sus características productivas. No obs-
tante, dado su peso en la región, conviene recordar que este sector suponía en
2005 el 18% del VAB de Castilla-La Mancha y daba empleo al 21,6% de los tra-
bajadores en 2004. Ese año, la productividad en términos de VAB por empleado
ascendió a unos 27.500 euros, un 4% superior a la media nacional.
35. 39
2.3. Actividades de I+D
Entre las actividades que contribuyen a la innovación tecnológica, la actividad
de I+D es la que ofrece más beneficios potenciales a las empresas que la rea-
licen con éxito, y es imprescindible para competir en los sectores de mayor in-
tensidad tecnológica. Por tanto, como primera aproximación a la situación del
sistema de innovación en Castilla-La Mancha resulta útil analizar los esfuerzos
aplicados y los resultados obtenidos en este campo.
2.3.1. Recursos utilizados en I+D
En el año 2006, según los datos de la tabla 2.5, Castilla-La Mancha contaba
con el equivalente a 1.309 investigadores a dedicación completa, que
representaban el 1,13% de los investigadores españoles, y su gasto en I+D
fue de 155,7 millones de euros, que suponía el 1,32% del gasto total nacional.
Ambos porcentajes, por debajo de la referencia del 3,4%, que es el peso de
la región en la economía española, reflejan una escasa dotación de la región
en cuanto a número de investigadores y recursos puestos a su disposición .En
este último aspecto, los medios de que dispone un investigador en Castilla-
La Mancha para desarrollar su trabajo son casi un 17% superiores a los que
dispone el investigador medio en el conjunto de España.
Durante el periodo 2001-2006, el crecimiento acumulado del gasto total en
I+D de Castilla-La Mancha (en euros corrientes) fue el 116%, muy por encima
del 89% del crecimiento acumulado del conjunto de España. El resultado es
un aumento del peso de la I+D de la región desde el 1,16% del total nacional
que tenía en 2001 hasta el citado 1,32% en 2006, una evolución positiva, pero
aún insuficiente para elevar el gasto de I+D regional a niveles homologables
con el conjunto del país. Otro indicador que permite apreciar el déficit de la
región en I+D es su esfuerzo en términos de PIB, que en Castilla-La Mancha
era en 2006 el 0,47%, muy inferior al esfuerzo del conjunto de España, que
ese año alcanzó el 1,20%, y sólo por encima del esfuerzo de Baleares (tabla
2.6, figura 2.7).
La diferencia de esfuerzo en I+D respecto al conjunto de España es más acu-
sada en el sector empresarial. Pese al fuerte crecimiento en este sector (el
179% entre 2001 y 2006, frente al 99% del sector privado en toda España),
su peso en el total del gasto en I+D empresarial español alcanzaba en 2006
sólo el 1,15%, poco más de la tercera parte de lo que correspondería al peso
económico de la región en el conjunto de España.9
9
En el capítulo 3 se hará un análisis más amplio de la evolución del gasto empresarial en I+D en
Castilla-La Mancha.
36. 40
El gasto público en I+D, ha mantenido crecimientos positivos todos los años,
aunque con grandes fluctuaciones, apreciables en la figura 2.6, y con un cre-
cimiento total en el periodo 2001-2006 (76,9%) ligeramente inferior a la media
española, que creció el 79,2%. En 2006, el gasto público en I+D en Castilla-La
Mancha era el 1,53% del total del gasto público nacional en I+D, menos de la
mitad del que correspondería al peso económico de la región.
Crec. CLM Crec. España Gasto Castilla-La Mancha Gasto España *
Gasto total
8,6%8,9%
15,7%
23,0%
45,8%
5,1%5,3%
15,5%
14,0%14,2%
0
50
100
150
200
250
300
350
400
450
2001 2002 2003 2004 2005 2006
Gasto, MEUR
0%
10%
20%
30%
40%
50%
60%
Crecimiento
Sector privado
12,8%
6,9%
36,8%
10,4%10,3%
56,6%
9,4%
19,6%
13,1%
19,0%
0
50
100
150
200
250
2001 2002 2003 2004 2005 2006
Gasto, MEUR
0%
10%
20%
30%
40%
50%
60%
Crecimiento
Sector público
9,7%8,4%
15,5%
11,2%12,2%
1,4%1,9%
39,0%
15,5%
11,5%
0
50
100
150
200
250
2001 2002 2003 2004 2005 2006
Gasto, MEUR
0%
10%
20%
30%
40%
50%
60%
Crecimiento
Figura 2.6.
Evolución del gasto en
I+D de CLM y España,
2001-2006
Fuente: INE, Encuesta anual de I+D, varios años.
* Los valores de España representados son el 3,4% de los reales (peso de Castilla-La Mancha en el
PIB nacional) para facilitar la comparación.
37. 41
El menor esfuerzo en I+D de las empresas de Castilla-La Mancha se refleja tam-
bién en el número de sus investigadores, que se ha mantenido, con algunas fluc-
tuaciones, alrededor del 1% del total de investigadores empresariales en España
(tabla 2.5).10
En cuanto a los investigadores públicos, el descenso de su número
en 2006 hace que vuelvan a tener un peso en el total nacional próximo al de 2001,
el 1,2%, pese al mayor crecimiento relativo que experimentaron hasta 2005.
Una característica común a Castilla-La Mancha y al conjunto de España es la no-
table diferencia en el gasto por investigador según el sector de que se trate. Así,
mientras el gasto medio por investigador del sector empresarial en toda España
está en la zona de los 160.000 euros, el de los sectores Administración y Ense-
ñanza Superior se sitúa en torno a los 90.000 y 50.000 euros, respectivamente.
En este aspecto, Castilla-La Mancha se sitúa en posiciones superiores a las me-
dias en términos de gasto por investigador en todas las instituciones, de modo
que el gasto por investigador del sector privado estaba en 2006 en 205.000 euros
(163.000 de media en España), en los centros de I+D de la Administración en
110.000 (97.000 de media española), y en la Universidad en 78.000 (59.000 de
media española). Estos gastos unitarios, superiores a la media en España, indican
una mayor abundancia de medios para la actividad investigadora realizada en
Castilla-La Mancha.
Figura 2.7.
Gasto en I+D de las
CCAA respecto al PIB,
2006
Fuente: INE, Encuesta de I+D 2006.
0,0 0,2 0,4 0,6 0,8 1,0 1,2 1,4 1,6 1,8 2,0
Madrid
Navarra
País Vasco
Cataluña
España
La Rioja
Castilla y León
Com. Valenciana
Andalucía
Asturias
Galicia
Aragón
Cantabria
Murcia
Extremadura
Canarias
Castilla-La Mancha
Baleares
%
10
La encuesta de I+D de 2002 no publicó datos sobre el número de investigadores.
38. 42
2.3.2. Resultados de la actividad de I+D
Los indicadores más utilizados como medida de los resultados de la actividad de I+D
son las publicaciones científicas y las patentes publicadas originadas en la región de
que se trate. En lo que sigue se comparan estos indicadores de output en Castilla-
La Mancha con los del resto de las regiones españolas, tomando como referencia el
gasto (input) respectivo en actividades de I+D.
La tabla 2.7 reúne, para Castilla-La Mancha y el conjunto de España, el número
de publicaciones científicas internacionales recogidas en la Web of Science (WoS)
y las publicaciones en español recogidas en el Índice de Ciencia y Tecnología
(ICYT), el Índice Médico Español (IME) y el Índice de Ciencias Sociales y Hu-
manidades (ISOC), junto con las patentes publicadas por la Oficina Española de
Patentes y Marcas (OEPM) y la Oficina de patentes Europea (EPO) entre 2001 y
2005.11
Si se comparan estos indicadores de output con las cifras de gasto en
I+D y número de investigadores (figura 2.9) puede verse que, en promedio, la
proporción de publicaciones y de solicitudes de patente generadas en Castilla-La
Mancha son superiores al peso de su gasto de I+D y del número de sus investi-
0 50 100 150 200 250 300
Total España
Andalucía
Aragón
Asturias
Baleares
Canarias
Cantabria
Castilla y León
Castilla-La Mancha
Cataluña
Com. Valenciana
Extremadura
Galicia
Madrid
Murcia
Navarra
País Vasco
La Rioja
KEUR/investigador
Ens. Sup.
AAPP
Empresas
Figura 2.8.
Gastos de I+D
por investigador
de las CCAA, 2006
Fuente: INE, Encuesta de I+D 2006
11
Último año con datos comparables disponibles.
39. 43
gadores en el conjunto español, llegando casi a duplicarlo algunos indicadores en
algunos años, lo que indica una productividad del sistema de I+D de Castilla-La
Mancha mayor que el promedio de España.
0,0%
0,5%
1,0%
1,5%
2,0%
2,5%
2001 2002 2003 2004 2005
% Gasto I+D
% Investigadores
% Publ. internac.
% Publ. nacion.
% Patentes OEPM
% Patentes EPO
(Porcentajes respecto al total de España).
Fuente: INE, Encuestas de I+D, CINDOC-CSIC, PIPCYT marzo 2007.
Figura 2.9.
Publicaciones y
patentes
40. 44
2.4. Tablas del capítulo 2
PIB 2000
PIB 2006
(Avance)
Población
1/7/06
PIB/
población
2006
KEUR % KEUR % Miles EUR/hab.
España 630.263.000 100,00% 980.954.000 100,00% 44.068,24 22.260
Andalucía 83.843.639 13,30% 136.472.398 13,9% 7.848,51 17.401
Aragón 19.575.966 3,11% 29.989.296 3,1% 1.265,91 23.707
Asturias 13.895.893 2,20% 20.952.890 2,1% 1.057,90 19.820
Baleares 16.110.000 2,56% 24.200.502 2,5% 998,05 24.265
Canarias 25.312.755 4,02% 39.547.391 4,0% 1.972,69 20.062
Cantabria 7.779.328 1,23% 12.282.530 1,3% 560,19 21.941
Castilla y León 34.834.665 5,53% 52.437.684 5,3% 2.479,99 21.160
Castilla-La Mancha 21.330.235 3,38% 33.712.624 3,4% 1.909,04 17.672
Cataluña 119.123.595 18,90% 183.821.106 18,7% 6.999,90 26.279
Com. Valenciana 60.985.297 9,68% 95.588.515 9,7% 4.693,38 20.381
Extremadura 10.540.172 1,67% 16.109.167 1,6% 1.072,52 15.031
Galicia 32.703.138 5,19% 50.410.020 5,1% 2.720,37 18.544
Madrid 111.204.522 17,64% 171.988.118 17,5% 5.987,17 28.747
Murcia 15.202.081 2,41% 25.498.883 2,6% 1.350,94 18.888
Navarra 10.932.606 1,73% 16.475.124 1,7% 591,86 27.856
País Vasco 39.737.889 6,30% 60.808.600 6,2% 2.117,99 28.731
Rioja 4.800.138 0,76% 7.143.395 0,7% 303,28 23.571
PIB a precios de mercado 2000-2006 en precios corrientes
(Fuente: INE, Contabilidad Regional, serie contable 2000-2006 actualizada a enero de 2008).
Población a 1 de julio de 2006 (Fuente: INE, Contabilidad Regional base 2000, actualizada a enero
de 2008).
2001-
2000
2002-
2001
2003-
2002
2004-
2003
2005 (p)-
2004
2006 (a)-
2005 (p) Promedio
Castilla-La Mancha 3,2 3,6 3,5 3,7 3,1 3,9 3,5
España 3,6 2,7 3,1 3,3 3,6 3,9 3,4
UE-25 2,0 1,2 1,3 2,4 1,8 3,0 2,0
UE-15 1,9 1,1 1,1 2,3 1,6 2,8 1,8
Fuente: INE, Eurostat.
Tabla 2.1.
PIB y población
de las CCAA
Tabla 2.2.
Crecimiento anual
del PIB 2001-2006 (%)
52. 57
El capítulo anterior ha descrito a grandes rasgos la estructura y especialización
productiva de la región. En éste se examinan con más detalle la composición y
evolución del tejido productivo de Castilla-La Mancha y sus pautas de innovación
tecnológica.
3.1. El tejido productivo
de Castilla-La Mancha
La figura 3.1 (tabla 3.1) muestra el peso relativo del valor añadido bruto, empleos
y excedente de explotación de las ramas básicas de actividad en Castilla-La
Mancha para los últimos años con datos disponibles.
Las cifras confirman el mayor peso relativo de los Servicios de mercado en la
composición del VAB regional, ya comentado en el capítulo anterior, seguido de
los Servicios de no mercado. Comparando en las gráficas los porcentajes de
valor añadido y empleo, puede hacerse una primera estimación aproximada de
la productividad por empleado en cada rama, en la que destacan Energía y Ser-
vicios de mercado. Estas relaciones dependen sobre todo de los diversos reque-
rimientos de los factores de producción en cada rama de actividad, por lo que
resulta más significativa la comparación con sus equivalentes en el conjunto de
España (tabla 3.1, parte inferior), cuya evolución entre 2000 y 2006 se presenta
en la figura 3.2.
Figura 3.1.
Pesos de las ramas
de actividad en
Castilla-La Mancha,
2006 (% del total)
0%
10%
20%
30%
40%
50%
Agricultura,
ganadería
y pesca
Energía Industria Construcción Servicios de
mercado
Servicios
de no
mercado
VAB
Empleo
Excedente de explotación*
Fuente: INE, Contabilidad Regional, serie contable 2000-2006 y elaboración propia.
* Pesos relativos del excedente de explotación de 2005, último año con datos.
53. 58
Fuente: INE, Contabilidad Regional, serie contable 2000-2006 y elaboración propia.
Productividad media en España = 100.
Además del sector de Energía, que, como se aprecia en la figura, ha mantenido
una productividad relativa por empleado considerablemente superior a la media
nacional, también se sitúan por encima los sectores de Agricultura y de Servicios
de no mercado, con cifras entre el 100 y el 110% de la citada media, y una ten-
dencia ligeramente positiva, sobre todo en este último sector. La evolución de la
productividad del sector de Construcción en Castilla-La Mancha también ha sido
positiva, aunque sin alcanzar la media nacional. Por último, las productividades de
Industria y de Servicios de mercado, sectores que aportan más de la mitad del
PIB regional, están prácticamente estancadas en niveles inferiores al 90% de la
media y muy próximos al 80% en el caso de Industria. Como se verá más adelan-
te, la menor productividad relativa en estos sectores es consecuencia de la menor
presencia de sectores con mayor valor añadido en la región.
3.1.1. Tamaño de las empresas
El tejido empresarial de Castilla-La Mancha está formado principalmente por autó-
nomos y empresas pequeñas, siguiendo una distribución parecida a la del conjun-
to de España. En total, en Castilla-La Mancha estaba radicado en 2007 el 3,98%
de las empresas españolas, un porcentaje algo inferior al 4,3%, que representa la
población de Castilla-La Mancha en el total nacional, superior con todo al 3,4%
de su peso en el PIB español.
En la gráfica inferior de la figura 3.3 (datos en tabla 3.2) puede apreciarse una
mayor presencia en Castilla-La Mancha de empresas en el segmento de 1 a 9 em-
58
Figura 3.2.
Valor añadido
por empleado en
Castilla-La Mancha,
2000-2006
70
80
90
100
110
120
130
140
150
160
170
2000 2001 2002 2003 2004 2005 p 2006 a
Energía
Servicios de mercado
Industria
Servicios de no mercado
Agricultura
Construcción
54. pleados, que, salvo en el caso de la rama de Servicios, concentra casi el 6% del
total nacional. También es significativa la presencia de empresas del segmento de
10 a 199 empleados, próxima al 5% del total nacional en Industria y Construcción.
En cambio, sólo el 0,08% aproximadamente de las empresas de Castilla-La Man-
cha tiene más de 200 empleados, frente al 0,18% del conjunto de España. Esta
menor presencia es en parte atribuible a la preferencia de las empresas con mayor
número de empleados por establecer su sede en la Comunidad de Madrid.
Fuente: INE, DIRCE 2006.
59
Figura 3.3.
Tamaño de
las empresas de
Castilla-La Mancha
(2007)
0
10
20
30
40
50
60
70
0 1 a 9 10 a 199 200 Empleados
% Sector Castilla-La Mancha
Energía
Industria
Construcción
Servicios
0
2
4
6
8
10
0 1 a 9 10 a 199 200 Empleados
% Castilla-La Mancha/España
55. 60
3.2. Evolución de las distintas ramas
de actividad
3.2.1. Agricultura
La rama de Agricultura y Ganadería generó en Castilla-La Mancha en 2006 un
VAB de 2.608 millones de euros a precios corrientes, que representa el 8,7% del
VAB total regional. Ese año esta rama daba empleo a unos 100.600 trabajadores,
el 12,5% del total de la región. Es evidente la fuerte especialización agrícola de
Figura 3.4.
Evolución de la rama
de Agricultura en
Castilla-La Mancha
(CLM), 2000-2006
VAB y empleo (% España)
10,0%
10,5%
11,0%
11,5%
12,0%
2000 2001 2002 2003 2004 2005 p 2006 a
VAB y empleo (% Castilla-La Mancha)
6%
8%
10%
12%
14%
16%
18%
20%
2000 2001 2002 2003 2004 2005 p 2006 a
VAB Empleo
Evolución del VAB, excedente de explotación y empleo
0
500
1.000
1.500
2.000
2.500
3.000
3.500
2000 2001 2002 2003 2004 2005 p 2006 a
VAB y exced.
explot. (MEUR)
0
20
40
60
80
100
120
140
Empleo (miles)VAB Exc. expl. Empleo
Fuente: INE, Contabilidad Regional, serie 2000-2006; p = provisional, a = avance.
No hay datos de excedente de explotación para 2006.
56. 61
la región si se comparan estos porcentajes con sus respectivos promedios en el
conjunto nacional (2,9% del VAB y 4,7% del empleo). La evolución en el periodo
2000-2006 de los indicadores más significativos de la rama de Agricultura en
Castilla-La Mancha comparados con los totales de la región y con los totales de
Agricultura en toda España se muestra en la figura 3.4.
El VAB (a precios corrientes) generado por esta rama ha evolucionado de forma
parecida a la media española, creciendo entre 2000 y 2003 casi el 11% para caer
en 2006 a algo más del 90% del VAB de 2000. Este menor crecimiento, junto con
el mayor crecimiento de otras ramas de actividad, han hecho caer cinco puntos
porcentuales el peso del VAB agrícola en el VAB total de Castilla-La Mancha, que
en 2000 era el 14,7%.
El empleo agrícola en 2006 era el 80,6% del de 2000, lo que ha reducido en casi
seis puntos el porcentaje de empleo agrícola en el total de la Castilla-La Mancha,
desde el 18,4% en 2000 hasta el 12,5% de 2006.
Si se comparan las relaciones entre VAB y empleo con las medias de esta rama
de actividad para toda España (tabla 3.1, figura 3.2), puede apreciarse que la pro-
ductividad por empleado de la agricultura de Castilla-La Mancha es muy similar a
la media nacional.
3.2.2. Energía
La rama de Energía12
generó en Castilla-La Mancha en 2006 un VAB de 1.791 millones
de euros (el 6,0% del total regional). El número de empresas es reducido, como es
propio del sector, 237 empresas con asalariados en 2007, que representan en torno
al 0,35 % del total de empresas con asalariados de la región. La rama daba empleo
en el año 2006 a unos 6.200 trabajadores (0,8% del total de Castilla-La Mancha).
El VAB de la rama de Energía ha experimentando un notable crecimiento en los
últimos años, en buena parte seguramente como consecuencia de la evolución
de los precios de las materias primas. Su crecimiento desde 2000 ha superado el
96%, muy por encima del 69% de crecimiento en el conjunto de España, hasta
alcanzar ese año el 6,7% del VAB nacional de su rama, un peso muy superior a
la contribución total de la región al VAB total nacional. Respecto al conjunto de
la región, su aportación porcentual ha aumentado ligeramente, desde el 4,7% de
2000 al 6,0% de 2006 en precios corrientes.
El empleo en esta rama ha crecido el 26,5% entre 2000 y 2006, más de cuatro
puntos por encima del 22,3% del conjunto de España. Las distintas tasas de cre-
cimiento de VAB y empleo han aumentado la productividad en términos de VAB
por empleado en la región, que ha pasado de casi el 150% de la media nacional
en 2000 a casi el 170% en 2006 (figura 3.5).
12
Esta rama de actividad incluye, además del sector de Energía, los de Gas y Agua y el de Extracción
de productos energéticos.
57. 62
3.2.3. Industria
La rama de Industria generó en Castilla-La Mancha en 2006 un VAB de 4.566
millones de euros (15,2% del total de la región), y daba empleo ese año a unos
133.400 trabajadores (16,6% del total). El sector industrial de Castilla-La Mancha
ha experimentado un crecimiento sostenido entre 2000 y 2006 tanto en términos
de VAB (el 40,5% de crecimiento en el periodo) como de empleo (13,6%). El cre-
cimiento del VAB industrial regional ha sido notoriamente más elevado que el de la
Figura 3.5.
Evolución de la rama
de Energía en CLM,
2000-2006
Evolución del VAB, excedente de explotación y empleo
0
200
400
600
800
1.000
1.200
1.400
1.600
1.800
2.000
2000 2001 2002 2003 2004 2005 p 2006 a
VAB y exced.
explot. (MEUR)
0
1
2
3
4
5
6
7
Empleo (miles)VAB Exc. expl. Empleo
VAB y empleo (% España)
3,0%
3,5%
4,0%
4,5%
5,0%
5,5%
6,0%
6,5%
7,0%
2000 2001 2002 2003 2004 2005 p 2006 a
VAB y empleo (% Castilla-La Mancha)
0%
1%
2%
3%
4%
5%
6%
7%
2000 2001 2002 2003 2004 2005 p 2006 a
VAB Empleo
Fuente: INE, Contabilidad Regional, serie 2000-2006; p = provisional; a = avance.
No hay datos de excedente de explotación para 2006.
58. 63
media nacional industrial (28,0%), lo mismo ocurre con el crecimiento del empleo
(4,4% de crecimiento en toda España). En 2006, la industria de Castilla-La Man-
cha aportaba el 3,4% al VAB total nacional de esta rama de actividad, porcentaje
que coincide con el peso del PIB total de la región en el PIB nacional, y ocupaba
al 4,3% de los empleados en el sector, porcentajes que se han ido incrementando
en el periodo analizado tanto en lo que respecta al VAB como en lo referente al
empleo (3,1% del VAB y 3,9% del empleo industrial nacional en 2000). Respecto
al conjunto de Castilla-La Mancha, la rama Industria ha perdido peso tanto en
términos de VAB como en empleo (tabla 3.1, figura 3.6).
Figura 3.6.
Evolución de la rama
de Industria en CLM,
2000-2006
Evolución del VAB, excedente de explotación y empleo
0
1.000
2.000
3.000
4.000
5.000
2000 2001 2002 2003 2004 2005 p 2006 a
VAB y exced.
explot. (MEUR)
0
20
40
60
80
100
120
140
Empleo (miles)VAB Exc. expl. Empleo
VAB y empleo (% España)
3,0%
3,5%
4,0%
4,5%
5,0%
2000 2001 2002 2003 2004 2005 p 2006 a
VAB y empleo (% Castilla-La Mancha)
15,0%
15,5%
16,0%
16,5%
17,0%
17,5%
18,0%
2000 2001 2002 2003 2004 2005 p 2006 a
VAB Empleo
Fuente: INE, Contabilidad Regional, serie 2000-2006; p = provisional, a = avance.
No hay datos de excedente de explotación para 2006.
59. 64
La productividad en términos de VAB por empleado se ha mantenido en el periodo
en valores próximos al 80% de la media nacional (figura 3.2), lo que es en buena
medida consecuencia de la especialización en industrias de menor contenido tec-
nológico, lo que suele redundar en menor valor añadido por empleado.
3.2.4. Construcción
La Construcción generó en Castilla-La Mancha en 2006 un VAB de 4.447 millones de
euros (14,8% de la región), y daba empleo a 109.800 trabajadores (13,7% del total).
Figura 3.7.
Evolución de la rama
de Construcción en
CLM, 2000-2006
VAB y empleo (% España)
3,0%
3,5%
4,0%
4,5%
5,0%
2000 2001 2002 2003 2004 2005 p 2006 a
VAB y empleo (% Castilla-La Mancha)
9%
10%
11%
12%
13%
14%
15%
2000 2001 2002 2003 2004 2005 p 2006 a
VAB Empleo
Evolución del VAB, excedente de explotación y empleo
0
1.000
2.000
3.000
4.000
5.000
2000 2001 2002 2003 2004 2005 p 2006 a
VAB y exced.
explot. (MEUR)
0
20
40
60
80
100
120
Empleo (miles)VAB Exc. expl. Empleo
Fuente: INE, Contabilidad Regional, serie 2000-2006; p = provisional; a = avance.
No hay datos de excedente de explotación para 2006.
60. 65
La Construcción ha sido la rama de actividad cuyo VAB ha experimentado el
mayor crecimiento en el periodo, el 137,4% a precios corrientes, mientras que
el empleo creció el 38,6%, crecimiento sólo ligeramente inferior al del empleo del
sector de Servicios de mercado. En comparación con la media nacional, el cre-
cimiento de VAB y el de empleo han sido mayores, (123,5% y 36,5% de media
en España, respectivamente), de modo que al final del periodo la Construcción
de Castilla-La Mancha había ganado algunas décimas porcentuales de peso en
el conjunto de España (3,9% del VAB nacional en 2000 y 4,2% en 2006), y su
productividad por empleado se elevaba del 93,4% al 97,6% de la media nacio-
nal. Respecto al conjunto de Castilla-La Mancha, su aportación ha aumentado
paulatinamente su peso, pasando del 9,7% del VAB pm en 2000 al 14,8% en
2006 (figura 3.7).
3.2.5. Servicios de mercado
Los Servicios de mercado generaron en Castilla-La Mancha en 2006 un VAB de
11.255 millones de euros (el 37,5% del total de la región), y daban empleo a
281.200 trabajadores, lo que representa el 35,0% del empleo total de la Comu-
nidad.
El VAB de la rama de Servicios de mercado creció en Castilla-La Mancha entre
2000 y 2006 el 58,2% en precios corrientes, y el empleo el 38,9%. Ambas ci-
fras se sitúan por encima de la media nacional, que creció el 54,4% en VAB y
el 32,5% en empleo. La aportación de Castilla-La Mancha al VAB nacional en la
rama Servicios de mercado se ha mantenido en la zona del 2,4%, ganando algu-
nas centésimas de punto en el periodo, y su cuota de empleo se movió del 2,8%
al 2,9% entre 2000 y 2006. Respecto al conjunto de Castilla-La Mancha, el VAB
de esta rama de actividad ha elevado su peso en el periodo desde el 36,8% al
37,5% y ha aumentado también su cuota de empleo desde el 29,9% de 2000 al
35,0% de 2006. La productividad en términos de VAB por empleado en Castilla-
La Mancha es menor del 90% de la media nacional y ha ido disminuyendo paula-
tinamente en el periodo, desde el 87,6% de 2000 al 85,6% de 2006 (figura 3.8).
Como en el caso industrial, esta menor productividad por empleado está causada
en parte por la menor concentración en la región de actividades de servicios con
mayor valor añadido.
61. 66
Fuente: INE, Contabilidad Regional, serie 2000-2006; p = provisional, a = avance.
No hay datos de excedente de explotación para 2006.
Figura 3.8.
Evolución de la
rama de Servicios
de mercado en CLM,
2000-2006
Evolución del VAB, excedente de explotación y empleo
0
2.000
4.000
6.000
8.000
10.000
12.000
2000 2001 2002 2003 2004 2005 p 2006 a
VAB y exced.
explot. (MEUR)
0
50
100
150
200
250
300
Empleo (miles)VAB Exc. expl. Empleo
VAB y empleo (% España)
2,0%
2,5%
3,0%
2000 2001 2002 2003 2004 2005 p 2006 a
VAB y empleo (% Castilla-La Mancha)
25%
30%
35%
40%
2000 2001 2002 2003 2004 2005 p 2006 a
VAB Empleo
62. 67
3.3. Estructura sectorial
El examen de la evolución de las grandes ramas de actividad proporciona una vista
de conjunto de la economía de Castilla-La Mancha. En lo que sigue se examinan
con más detalle diversas ramas de Industria y Servicios, especialmente de mercado,
que agrupan sectores de diversas características, pesos y crecimientos relativos y
con necesidades y comportamientos específicos en su actividad innovadora.
La comparación de la composición sectorial de Castilla-La Mancha con la del
conjunto de España mediante un índice de especialización relativa13
(figura 3.9)
pone de manifiesto el alto grado de especialización de esta región en el sector
agrario y en madera y corcho, cuyas contribuciones porcentuales al VAB regional
se sitúan en niveles próximos al 300% y al 250%, respectivamente, de la contribu-
ción media de estos sectores al VAB nacional. Sigue el sector Energía, con casi el
doble de peso que la media nacional, y los de Productos minerales no metálicos
y Alimentación, bebidas y tabaco, que contribuyen al conjunto de la economía
regional por encima del 150% de la media nacional. En cambio, la mayor parte
de los sectores industriales de mayor contenido tecnológico contribuyen menos al
VAB regional, como Maquinaria o Material de transporte, cuyos índices de espe-
cialización son inferiores al 50%.
Figura 3.9.
Especialización
sectorial de
Castilla-La Mancha,
2005
0 50 100 150 200 250 300
Fabricación de material de transporte
Papel; edición y artes gráficas
Maquinaria y equipo mecánico
Caucho y materias plásticas
Inmobiliarias y servicios empresariales
Transporte y comunicaciones
Hostelería
Química
Equipo eléctrico, electrónico y óptico
Metalurgia y fabricación de productos metálicos
Comercio y reparación
Hogares que emplean personal doméstico
Intermediación financiera
Otros servicios y activ. sociales; serv. personales
Actividades sanitarias y veterinarias; serv. sociales
Administración Pública
Construcción
Educación
Industrias manufactureras diversas
Textil, confección, cuero y calzado
Alimentación, bebidas y tabaco
Otros productos minerales no metálicos
Energía
Madera y corcho
Agricultura, ganadería y pesca
Fuente: INE, Contabilidad Regional, serie 2000-2006.
13
Definido como 100 x (VAB del sector CLM / VAB total CLM) / (VAB del sector España / VAB total
España).