Desde Aristófanes y Plauto, los maestros vienen configurando, bien a su pesar, una historia tragicómica donde, a menudo, su figura aparece ridiculizada con rasgos carnavalescos. Esta situación no ha variado mucho a lo largo de los siglos, y más bien parece una constante. Queremos ofrecer en esta contribución una pequeña historia de la comicidad, en clave carnavalesca, que aparece a lo largo de la historia de la literatura española en los retratos y recuerdos de los profesores de latín. Desde maestros locos que hablan en latín a los gallos (Vicente Espinel) hasta profesores que reciben motes de prostitutas, como “Enriqueta la colorada” (Rafael Alberti), el catálogo que recorreremos nos hará ver el lado sarcástico de una figura docente que ha configurado un imaginario propio y vivo hasta nuestros días.