Tradicionalmente los medios de comunicación han sido, en el escenario democrático, un último recurso de los ciudadanos contra los abusos de poder; de este modo se los llegó a calificar como “el cuarto poder”, que prevenía y denunciaba los abusos de los tres poderes tradicionales, el ejecutivo, el legislativo y el judicial (Ramonet, 2003). Tan importante fue y es el trabajo de los medios en señalar las fallas del sistema democrático que la libertad de prensa alcanzó una condición “quasi-sagrada” e incuestionable que acabó consolidando el mito de que “la libertad de los medios de comunicación es siempre garantía de la libertad colectiva de expresión, base de la democracia”.
Con los fenómenos de la globalización y mundialización, asistimos a la concentración de los medios de comunicación tradicionales en grandes “grupos mediáticos” que integran tareas, un tiempo autónomas, como son las de la cultura de masas, la comunicación y la información (Ramonet, 2003). Estos grandes grupos tienden a confundir su propia libertad de expresión con el derecho de los ciudadanos a recibir una información rigurosa y veraz, en la que la difusión consciente de informaciones falsas o difamaciones, sea severamente sancionada. Pareciera como si los medios ya no se conformaran con ser un “cuarto poder”, sino que cada vez más buscan ser un “poder efectivo” que incida en el desarrollo de los acontecimientos políticos en escala nacional e internacional. En América Latina se observan numerosos ejemplos de esta nueva realidad, especialmente cuando los procesos de cambio politico que se viven en la Región, derivan en Golpes de Estado como el ocurrido en Venezuela en el 2002 o el más reciente de Honduras. En las dos situaciones los procesos de cambio constitucional (concluido, o sometido a consulta previa), estuvieron en el centro de la crisis y mostraron de manera “descarnada” el abandono del papel “imparcial” de los medios informativos en apoyo a la justificación del golpismo. Si bien se considera el ejemplo de Venezuela, centraré mi análisis en el caso Hondureño, pues precisamente éste abre la posibilidad de legitimar la ruptura del orden constitucional con argumentos “pseudo-legales”, generando un peligroso precedente que pudiera hacer retroceder los logros alcanzado con la Tercera Ola Democrática en América Latina.
Proceso historico de la democracia en venezuela hasta 1978 080809
El papel de los medios de comunicación en la ruptura del orden constitucional en america latina
1. EL PAPEL DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN EN LA RUPTURA
DEL ORDEN CONSTITUCIONAL EN AMERICA LATINA.
INTRODUCCION
Tradicionalmente los medios de comunicación han sido, en el escenario
democrático, un último recurso de los ciudadanos contra los abusos de poder;
de este modo se los llegó a calificar como “el cuarto poder”, que prevenía y
denunciaba los abusos de los tres poderes tradicionales, el ejecutivo, el
legislativo y el judicial (Ramonet, 2003). Tan importante fue y es el trabajo de
los medios en señalar las fallas del sistema democrático que la libertad de
prensa alcanzó una condición “quasi-sagrada” e incuestionable que acabó
consolidando el mito de que “la libertad de los medios de comunicación es
siempre garantía de la libertad colectiva de expresión, base de la democracia”.
Con los fenómenos de la globalización y mundialización, asistimos a la
concentración de los medios de comunicación tradicionales en grandes “grupos
mediáticos” que integran tareas, un tiempo autónomas, como son las de la
cultura de masas, la comunicación y la información (Ramonet, 2003). Estos
grandes grupos tienden a confundir su propia libertad de expresión con el
derecho de los ciudadanos a recibir una información rigurosa y veraz, en la que
la difusión consciente de informaciones falsas o difamaciones, sea severamente
sancionada. Pareciera como si los medios ya no se conformaran con ser un
“cuarto poder”, sino que cada vez más buscan ser un “poder efectivo” que
incida en el desarrollo de los acontecimientos políticos en escala nacional e
internacional. En América Latina se observan numerosos ejemplos de esta
nueva realidad, especialmente cuando los procesos de cambio politico que se
viven en la Región, derivan en Golpes de Estado como el ocurrido en Venezuela
en el 2002 o el más reciente de Honduras. En las dos situaciones los procesos
de cambio constitucional (concluido, o sometido a consulta previa), estuvieron
en el centro de la crisis y mostraron de manera “descarnada” el abandono del
papel “imparcial” de los medios informativos en apoyo a la justificación del
golpismo. Si bien se considera el ejemplo de Venezuela, centraré mi análisis en
el caso Hondureño, pues precisamente éste abre la posibilidad de legitimar la
2. ruptura del orden constitucional con argumentos “pseudo-legales”, generando
un peligroso precedente que pudiera hacer retroceder los logros alcanzado con
la Tercera Ola Democrática en América Latina.
EL GOLPE DE ESTADO EN HONDURAS Y SUS IMPLICACIONES EN
TÉRMINOS DEMOCRÁTICOS.
Si tomamos en cuenta los logros en terminos de estabilidad democrática,
alcanzados por la Región, gracias a lo que se dado en llamar la “Tercera Ola
Democratizadora”, ¿cómo explicar entonces la regresion que supone, para la
Democracia Latinoamericana, el Golpe de Estado en Honduras? El problema de
fondo habría que situarlo entorno a lo planteado por Gomez Buendía, (2008:
7) cuando afirma que, históricamente, "la estabilidad, calidad y amplitud del
régimen democrático dependío sobre todo del manejo de la “cuestión social”. A
la luz de la tesis anterior no cabe duda que la brecha social existente tanto en
América Latina como en Honduras, tercer país más pobre de la Región, es
enorme y constituye un buen punto de partida para entender las tensiones
sociales que han derivado en el Golpe de Estado.
El modelo de Estado clientelista que ha operado en Honduras desde la
restauración democrática de los años 80s, lejos de lograr cierta redistribución
de la riqueza entre las clases populares, ha sido la causa de la extraordinaria
perversión y distorsión del espacio democratico Hondureño. Los deseos de
cambio de la sociedad hondureña no han sido satisfechos y por lo tanto están
en la raíz del problema 1 que derivó en una nueva version del clásico tipo
histórico de "ruptura en la continuidad democrática: Un golpe militar de
derecha que a base de represión extirpaba la “amenaza comunista” (Gomez
Buendía, 2008: 8); sólo que esta vez sustituyendo dicha amenaza por el
peligro "chavista"2.
La ruptura del orden constitucional en Honduras, tiene implicaciones evidentes
para la democracia pues afecta de manera directa o indirecta los cinco rasgos
básicos del concepto de democracia propuesto en este curso. Destaca de
3. manera evidente la violación al rasgo del “Pluralismo” entendido como la
concurrencia de "Distintas ideologías políticas (o sea proyectos o modelos de
sociedad susceptibles de ser construidos mediante el uso del poder
público)" (Gómez Buendía, Hernando; et al, 2008: 5). Con el Golpe de Estado,
se propone frenar el intento de construir un nuevo modelo de sociedad
mediante el uso del poder público, escudándose en argumentos pseudolegales, y evitando de este modo que ni siquiera la posibilidad discutir dicho
modelo pudiera ser planteada vía consulta popular. También afecta
especialmente el rasgo de la “Mayoría” al derrocar a un presidente electo por la
mayoría de los Hondureños. Sin duda se ve afectado también el rasgo
“Constitucionalista”, con especial referencia a dos de sus tres elementos
básicos: "El respeto de los derechos civiles y políticos necesarios para la libre
expresión del pluralismo, la competencia y las elecciones" (Gómez Buendía,
Hernando; et al, 2008: 5); por cuanto con el Golpe se producen claras
violaciones a los derechos civiles y políticos de los Hondureños. Por ultimo
también se afecta "la vigencia del principio de inclusividad (ninguna persona
está por encima de la ley) y el principio de legalidad (toda interacción entre
Estado y ciudadano deber estar reglamentada por una norma jurídica - o sea
una norma producida según el mecanismo estipulado en una norma superior y
previa)", (Gómez Buendía, Hernando; et al, 2008: 5) puesto que, aunque el
Golpe se intenta justificar por la supuesta violación de Presidente Zelaya a la
Constitución Hondureña, el procedimiento seguido para depurar sus
"responsabilidades legales" no se ajustó a ningún mecanismo estipulado en
una norma superior y previa. El Presidente fue deportado del país, como es
bien conocido, a “punta de pistola” y en ropa de dormir, aspectos éstos que “no
parecen” estar recogidos en ninguna Ley Hondureña.
Pero además y por encima de todo, la actuación de los golpista quiebra la
filosofía básica de la democracia, en la que las diferencias se resuelven
mediante el diálogo y mecanismos previamente pactados y no recurriendo al
uso ilegítimo de la fuerza, que es en esencia lo contrario del diálogo.
4. EN HONDURAS, LA PRENSA ENSAYA NUEVOS “CONCEPTOS
DEMOCRÁTICOS” ENTORNO A LA IDEA DEL "GOLPE CONSTITUCIONAL"
El tratamiento dado al Golpe de Estado en Honduras por buena parte de los
medios de comunicación nacionales e internacionales, deja en evidencia la
ínfima cultura democrática de los dueños de los medios. Esta situación se
traduce, en la práctica, en una nueva doctrina periodística que busca justificar
manifiestas rupturas del orden democrático entorno al concepto del "Golpe
Constitucional". Se trata, según se dice, de una nueva modalidad de golpe en
el que la acción se justifica sobre la base de una supuesta “pseudo-legalidad”
que debe ser defendida a toda costa. Sin duda estamos ante la consolidación,
vía noticiosa, de la justificación y defensa del golpismo, acción que, como la
"apología del terrorismo", debería ser perseguida y castigada judicialmente.
En el caso Hondureño, el “modus-operandi” de los medios de comunicación en
favor del golpismo, se traduce en cuatro tipos de actuación bien diferenciados:
1- Eufemismos conceptuales en las líneas editoriales de los grandes medios,
especialmente CNN3 , tales como: “Presidente” o “Presidente Interino”, para
referirse a Micheletti, "Ex Presidente" o “Presidente "Destituido para hacer
mención al Presidente Zelaya. También el uso de los términos "Sucesión
Forzada", "Sucesión Constitucional" o "Crisis en Honduras" en lugar de "Golpe
de Estado", incluso la utilización del concepto "Gobierno de Honduras", o
"Gobierno Interino", en lugar de "Gobierno de Facto"4.
2- El desigual espacio otorgado, en algunos medios, a una y otra parte en el
conflicto, dándole por ejemplo mayor protagonismo a quienes cometieron el
Golpe que a las autoridades légitimamente elegidas; o atribuyéndoles la misma
importancia, en términos de tiempo en pantalla, a las manifestaciones a "favor
de la paz" (que en muchos medios se interpretaron como a favor del Gobierno
de Facto) que a las que contrarias al Golpe (que en muchos medios se
presentaron como de “seguidores” de Zelaya), siendo las segundas mucho más
numerosas y sobretodo mucho más constantes que las primeras.
5. 3- Invisibilizando momentos de máxima tensión, como por ejemplo el intento
de aterrizaje del presidente Zelaya en Tegucilgalpa, en el que la mayoría de los
medios nacionales se dedicó a transmitir otras informaciones, por ejemplo
deportivas; así como el posterior uso indiscriminado de las “cadenas
nacionales” para impedir que los pocos medios independientes que sí
transmitían los hechos, pudieran seguir haciéndolo.
4- El espacio cedido por los medios nacionales e internacionales a analistas
que, claramente, hacían “apología del golpismo” presentando argumentos que
en muchos casos no estaban suficientemente contrastados y justificados.
Buenos ejemplos de lo anterior lo constituyen buena parte de los analistas de
CNN en Español. También podemos encontrar un ejemplo paradigmático en el
artículo de la “Safe Democracy Foundation” titulado “Honduras: ¿Por la senda
constitucional?”
5
donde se sostiene la tesis de que “El “Golpe” no es un golpe
de Estado como se ha dicho, técnicamente hablando, ya que no tenía la
intención de aupar al poder a los militares y que, además, estaba dotado de
una cierta legitimidad democrática...”6. En este ártículo, como en muchas otras
reflexiones que se publicaron en los medios de prensa escrita, se intentó
justificar el Golpe en base a los antecedentes previos, argumentando que el
Presidente Zelaya estaba actuando al margen de la Ley, pero sin presentar qué
artículos de la Constitución violaba, ni explicar las razones por las que “no hay
duda”7 de que Zelaya buscaba perpetuarse en el poder.
EL MODELO MEDIATICO DEL “GOLPE CONSTITUCIONAL” YA SE
ENSAYO EN VENEZUELA.
Un tratamiento similar al sucedido en Honduras, fue el que los medios
nacionales e internacionales le dieron al Golpe de Estado en Venezuela del año
20028, calificándolo de “Vacio de Poder”. Especialmente grave fue el “apagón
informativo” dado a lo sucesos del 13 de Abril, en el que mientras el Presidente
Chávez recuperaba el poder y los manifestantes ocupaban las calles, los
medios, en lugar de presentar lo que estaba ocurriendo, transmitían dibujos
6. animados y largometrajes9. Al igual que en Honduras, CNN en Español le
concedió una entrevista al “Presidente” del Gobierno de Facto y editoriales de
prestigiosos diarios internacionales como el Washingon Post y El País, le dieron
su apoyo al Golpe.
ANALISIS Y CONCLUSIONES.
La actual situación de Honduras abre un peligroso precedente ante el que
parece lógico plantearse si no estaremos entrando en una nueva contracción
democrática que ponga fin a los logros alcanzado en América Latina con la
"tercera ola de la democratización, o dicho de otra manera, si ante sucesos
como los de Honduras y Venezuela, ¿Podemos decir entonces que la
democracia está consolidada en América Latina?... (Mariani. 2008: 11). Desde
luego pareciera que todos los intentos por revertir el orden constitucional
presentados en este estudio parecieran ajustarse bien a la tesis de que "la
democracia ha durado en la región como un régimen político que es inofensivo
para los intereses dominantes, que no amenaza los privilegios de clase, ni
contradice la economía de mercado"(Mariani. 2008: 11)... de modo que en el
momento en que los intereses dominantes se sienten en peligro, la democracia
se ve amenazada. Honduras se ajusta muy bien a esta tesis, pues en realidad
la clase dominante ve en el proceso abierto por el Gobierno de Mel Zelaya una
amenaza al status quo que les beneficia. No cabe duda de que la situación que
se ha presentado en estos países también tiene que ver con las otras tesis
propuestas por Mariani en el sentido de que se "mantienen latente la dinámica
de expansión y contracción que ha caracterizado a todas las democracias de la
región a lo largo de su historia" especialmente "la tensión entre los avances en
la igualdad política y la persistencia de la desigualdad social"(Mariani. 2008:
11), además de que "la tercera ola de democratización es un proceso
parcialmente consolidado que ha dejado como resultado la convivencia de
regimenes con diverso grado de democraticidad" (Mariani. 2008: 11) que
deben interpretarse a la luz de las realidades nacionales que los alientan.
7. Los intentos del gobierno de Manuel Zelaya por realizar una consulta popular
tiene su fundamento último en "el mito de que la democracia representativa
puede ser reemplazada por la democracia participativa". "En este contexto,
muchos de los defensores de proyectos de izquierda y líderes de movimientos
sociales siguen viendo la democracia representativa como una forma
imperfecta, reducida y engañosa, en tanto se le acusa de ser una democracia
mínima, procedimental y formal que no garantiza la igualdad social" (Gómez
Buendía, Hernando; et al, 2008: 5). Sin embargo la reacción desproporcionada
de los sectores más conservadores del espectro político y social hondureño nos
sitúan ante una lectura negativa del mito pues para dichos sectores pareciera
imponerse la idea de que los mecanismos de consulta popular propios de la
democracia participativa son incompatibles, al menos en lo relativo a sus
intereses colectivos, con la democracia representativa. La genesis del problema
hondureño nos acerca también al "mito de que las constituciones son un
obstáculo para la democracia" (Gómez Buendía, Hernando; et al, 2008: 6), en
el sentido de "diversos movimientos populares y ciudadanos ven la constitución
como un dispositivo contramayoritario, como una camisa de fuerza que impide
el gobierno de la mayoría. Restringe el derecho ilimitado e ilimitable que tiene
cada generación de remover las instituciones bajo las cuales vive. Perciben a
las constituciones como mecanismos que preservan el statu quo y defienden
los intereses de las minorías en el poder" (Gómez Buendía, Hernando; et al,
2008: 7) y sin duda algo de razón hay en este argumento cuando se aplica a
Honduras, puesto que una Constitución que guarda en su seno "artículos
pétreos" es decir irreformables, oculta alguna suerte de "trampa"
constitucional a gusto de una minoría en el poder. Sin embargo, en mi opinión,
se ha puesto demasiada esperanza en los procesos constituyentes en América
Latina, esperanza que no siempre se corresponde con los resultados en
términos de mejora de la vida democrática en aquellos países que disponen de
nuevas constituciones. En todo caso, la situación actual de Honduras, con una
fuerte polarización social, hacen pensar, ahora sí con mayor fundamento, en la
necesidad de refundar la nación Hondureña sobre la base de un nuevo pacto
constitucional.
8. Sin duda lo que sucede en Honduras nos sitúa, también, no ante un problema
de falta de instituciones y mecanismos democráticos, sino ante la falta de
cultura democrática, especialmente en el nivel de liderazgo que nos conecta
con "El mito de que es posible la Democracia sin ciudadanía y el mito de que
brincándose las reglas se puede gobernar" (Gómez Buendía, Hernando; et al,
2008: 7). El primero de los mitos habría que atribuírselo a las élites golpistas ,
que se han acostumbrado a gobernar sin contar con la ciudadanía y
precisamente por ello se “asustan” cuando se propone la consulta popular. El
segundo se lo podríamos atribuir a Zelaya, pero en mayor medida a las élites
que han convertido todo el sistema democrático Hondureño en papel mojado,
no sólo a raíz el Golpe, sino mucho antes del mismo, con las manifiestas
violaciones a la Constitución y a las leyes siempre y cuando las mismas
avalaran algún interés personal de los poderosos o de los grupos económicos
en que se estos se han organizado.
Sin duda estos constituyen ejemplos
claros de la informalidad manifiesta con que opera todo el sistema en
Honduras, en el que, en palabras populares, "la justicia, es como la serpiente,
sólo pica a los que andan descalzos".
En este sentido quizá la actitud del gobierno del Presidente Zelaya respondió
bien a la metáfora de las “fugas” propuesta por Cavarozzi y Casullo (2002), en
el que el “patrón predominante” para resolver los “dilemas y cuellos de botella
a los que se enfrentan las sociedades estado-centricas” opera “a través del
abandono de la formula vigente y su reemplazo por una radicalmente
diferente” al agotarse todos los intentos por introducir reformas en el actual
estado de cosas en Honduras. Sin duda, estas “fugas”, en un país pobre como
Honduras encuentran su razón de ser en la “superación del umbral de
desigualdad social que es capaz de tolerar un sistema” y que están en la base
de “las decepciones colectivas” que acaban destruyendo la “legitimidad del
sistema” (En Cheresky, Pousadela, 2001: 53), muy especialmente cuando los
intereses de los poderosos toman una reacción desproporcionada como en este
Golpe de estado.
9. Desde luego falta, desde los medios de comunicación, un análisis más serio,
profundo y autocrítico sobre el papel que éstos juegan como “exacervantes” de
las tensiones sociales que son la base de las crisis democráticas que se dan en
los países latinoamericanos. Lo anterior nos lleva a pensar en la grave actitud
de muchos medios al legitimar y alentar la ruptura del orden constitucional,
quizá movidos por la misma percepción que lleva a buena parte de los
ciudadanos Latinoamericanos a preferir un Gobierno no democrático, si éste
pudiera resolver sus problemas económicos10 ; tésis que, por cierto, nos
demuestra la vigencia del “mito en torno a la prioridad de las “urgencias”
económicas de la población sobre las otras libertades” (Gómez Buendía,
Hernando; et al, 2008: 2)
Precisamente esta inaceptable actuación de los medios en la apología y
justificación, abierta o “solapada”, del golpismo, es la que abona el terreno
para que diversos países de la región se planteen la necesidad de regular de
manera más estricta la libertad de prensa. Se trata de polémicas propuestas
como las que están en curso en Argentina, Venezuela y en menor medida en
Ecuador. El peligro indudable que se corre con estos intentos regulatorios es
que un “mal acabe siendo reemplazado por otro mucho mayor”, como podría
ser la aplicación de una “censura” abierta o encubierta por parte de los
Gobiernos que promueven los nuevos marcos legales. En este sentido se hace
necesario mejorar la auditoría social de los medios con iniciativas como los
Observatorios Nacionales o Internacionales de Medios, que le brinde un arma
efectiva e independiente a los ciudadanos para oponerse al creciente poder de
los medios de comunicaciones nacionales e internacionales.
10. BIBLIOGRAFIA CONSULTADA.
• Cavarozzi, M; Casullo, E. (2002) . Los Partidos Políticos en América Latina
Hoy: ¿Consolidación o Crisis?. HomoSapiens Ediciones
• Cheresky, I, Pousadela, Inés. 2001. Política, instituciones y Ciudadanía en
América Latina. Paidos.
• GÓMEZ BUENDÍA, Hernando; ARCINIEGAS, Elizabeth, HERNANDEZ, Andrés.
(2008). Definición Inicial de Democracia. Escuela Virtual, PNUD
• GÓMEZ BUENDÍA, Hernando; ARCINIEGAS, Elizabeth, HERNANDEZ, Andrés.
(2008). Mitos o Errores Comunes de la Democracia en América Latina.
Escuela Virtual, PNUD
• GÓMEZ BUENDÍA, Hernando. (2008). Historia de la Democracia en América
Latina Escuela Virtual, PNUD
• Mariani, R. (2008) De las transiciones a los desafíos actuales de la
democracia. Colombia: Escuela Virtual PNUD.
• Ramonet, Ignacio. (2003). Observatorio Internacional de Medios de
Comunicación: El Quinto Poder. Chile. Le Monde Diplomatique, Edición
Chilena.
HYPERLINK "http://www.lemondediplomatique.cl/El-quintopoder.html" http://www.lemondediplomatique.cl/El-quinto-poder.html
_______________________________________________________________
1
Como afirma el periodista Manuel Torres Calderón en su artículo “¿Dolores de agonía o dolores
de parto?”, “Ningún golpe de Estado es rutinario, menos el perpetrado el 28 de junio y que va
más allá de de la defenestración del Presidente Manuel Zelaya porque en su esencia está el
intento de los sectores más conservadores y privilegiados de desconocer la necesidad del
cambio en esta sociedad desigual y autoritaria”. Consultar el artículo completo en el Períodico
“El Inventario”. http:// inventariandoopiniones.blogspot.com/
2
Amenaza, por cierto, muy pregonada y denunciada por los medios de comunicación que
simpatizan con el Golpe, pero no demostrada fehacientemente en la práctica más allá de las
puras conjeturas surgidas a raíz de la entrada de Honduras en la “Alianza Bolivariana para los
Pueblos de Nuestra América”.
3
Para ver dos buenos ejemplos de los eufemismos empleados por CNN en el tratamiento del
Golpe de Estado en Honduras, revisar videos de Youtube en: http://
diegograglia.wordpress.com/2009/06/29/el-golpe-en-honduras-y-el-papelon-de-cnn-en-espanol/
Para una “ácida” crítica de este “nuevo lenguaje de los medios” ver: http://
www.informedelaminoria.net/?p=796
4
Aunque la Safe Democraty Foundation, no es un medio de prensa, los argumentos empleados
en este artículo son los mismos que se emplearon en buena parte de los medios nacionales e
internacionales. Para leer la versión integra del artículo ver: http://spanish.safe-democracy.org/
2009/07/16/honduras-¿por-la-senda-constitucional/
5
11. 6
Si bien el el Golpe no eleva a los militares al poder, estos siempre estuvieron detrás de toda la
acción. El régimen de facto no se hubiera iniciado sin la acción militar ni se sostendría si no
fuera por el apoyo y trabajo directo de los militares. Además se presentaron todos los
“indicadores objetivos” de un Golpe de Estado, tales como: 1- El presidente fue sacado de su
casa por la fuerza de las armas y llevado a un país extranjero en clara violación al artículo 102
de la Constitución Hondureña que establece que: “Ningún hondureño podrá ser expatriado ni
entregado por las autoridades a un país extranjero”, 2- El ejercito está en la calle y todavía se
mantiene el toque de queda y la suspensión de las garantías constitucionales, 3- Se han limitado
las libertades, hay ordenes de captura y detenciones arbitrarias, hay una fuerte censura a los
medios de prensa que critican el golpe (algunos de estos medios fueron cerrados en los primeros
momentos del Golpe y siguen bajo una fuerte limitación para realizar su trabajo, como por
ejemplo, Radio Globo Canal 36 o Radio Progreso, 4- No hubo impedimento para dispararle a los
manifestantes (en los sucesos del Aeropuerto Toncontín, 5- Se persigue a líderes de los
movimientos sociales... en definitiva, no hay duda de que tanto desde una perspectiva “técnica”
como “práctica” estamos ante un claro Golpe de Estado como toda la comunidad internacional
no tuvo dudas en calificar.
7
No puede justificar un Golpe de Estado en base a presunciones y esto también lo dejan bien
claros los hechos. En Honduras, la consulta que se realizaba estaba en el marco de la Ley de
Participación Ciudadana y no tenía carácter vinculante. Lo que se preguntaba era si se estaba o
no de acuerdo en convocar una Asamblea Nacional Constituyente para aprobar una nueva
Constitución y no si se estaba o no de acuerdo en que Zelaya se reeligiese. Dado que la consulta
no era vinculante la decisión final sobre iniciar ese proceso Constituyente recaía en el Congreso
Nacional, claramente en contra de la consulta, y en el muy remoto caso de haberse dado la
Constituyente no se sabía si finalmente ese artículo iba a quedar redactado consagrando la
posibilidad de re-elegibilidad del presidente.
8
Para conocer los datos básicos sobre el “Golpe de Estado en Venezuela 2002, consultar
“Wikipedia” la Enciclopedia Libre en http://es.wikipedia.org/wiki/
Golpe_de_Estado_en_Venezuela_de_2002#cite_note-30
9
Para un análisis más detallado de la actuación de los medios en el Golpe de Estado en
Venezuela, ver el artículo “La Prensa Venezolana a la Defensiva” publicado en el International
Center For Journalist: http://www.libertad-prensa.org/Director.aspx?P=Articulo&A=164
De 18 países encuestados, en 10 estuvieron “muy de acuerdo” con la preferencia por un Gobierno
Autoritario sobre uno Democrático si este soluciona los problemas económicos (Latinobarómetro 2008).
10