María Ducós analizó los condicionamientos que tuvieron los periodistas frente a la investigación por la desaparición de la familia Pomar a fines de 2009.
1. CASO POMAR Y EL PERIODISMO
Por María Ducós.
Se culpó al periodismo de una mala praxis, pero ¿fue éste el único actor ineficaz
del asunto? Al poco tiempo de haberse desmantelado la verdad sobre lo ocurrido
con la familia Pomar, muchos salieron a criticar la ineptitud de los periodistas.
Hubo una investigación policial escandalosamente ineficiente y, es verdad, eso
no justifica la baja actuación periodística, pero sí la condiciona. El periodismo
no tiene ni el tiempo, ni los recursos ni la preparación que requiere una investig-
ación judicial porque no es su función. Pero tampoco, sabemos, que su función se
limita al mero transmitir de hechos. El periodismo debe investigar por sus pro-
pios medios siempre que le sea posible, pero, por lo general, es tal la cantidad de
casos de los que deben hacerse cargo que no siempre se puede hacer un estudio
particular de cada uno de los hechos noticiosos. Por eso se recurre a las agen-
cias de noticias que tienen la función de ahorrar este trabajo al medio. En el caso
Pomar, hubo muy poca información real, al punto que pareció que se escondía
información. El ejemplo más saliente, es que en ninguna nota apareció el mapa
de las rutas posibles ni nadie dijo cuál era la ruta acostumbrada que luego se supo
que un vecino había confirmado desde el inicio.
La gran autocrítica que sí se hizo es la sacar conclusiones apresuradas, dar in-
formación subjetiva y tergiversar los hechos. El hecho de que haya poca infor-
mación no autoriza a publicar datos que no fueron confirmados ni dar indicios de
posibles hipótesis.
También estuvo la hipótesis, nada difícil de creer, en la que Scioli y su gente
temían que el caso Pomar se convirtiera en ese tipo de tragedias de gran resonan-
cia que, de pronto, sintetizan un malestar social hondo y fuerte y producen una
crisis política, un Cromañón.
Pero el escenario social implica (sobre todo y todavía) a los grandes medios ma-
sivos y a los periodistas. Yo creo que el periodismo tuvo un rol pasivo y defici-
ente y por eso ayudó a construir aquella ficción política: el concepto “miles de
policías“ se plantó en el territorio de los medios, donde a los periodistas se los
reconoce una idoneidad y una función, y por eso una responsabilidad. Supuesta-
mente saben separar los hechos de la ficción. No vieron rastrillajes pero comuni-
caron que se realizaban. Vieron desorientación y la transmitieron sin filtro.