El poema expresa gratitud hacia Jesús por hacerse pequeño y humilde para entrar en el autor a través de la Eucaristía. El autor pide más fe y humildad para poder compartir el milagro más grande del amor infinito de Dios, que es Jesús sacrificando su gloria y majestad por la humanidad. El autor agradece a Jesús por la comunión a pesar de no ser digno y por visitar su alma.