Fernández Arenas describe varias características clave de las obras de arte. Estas incluyen que deben ser artificiales, comunicables, únicas y auténticas. También deben ser originales y ser el resultado de la actividad intelectual y creativa del hombre con el propósito de transmitir sensaciones, conocimientos y valores.
Ese carácter, consustancial, ha propiciado la función social e ideológica de las imágenes y la finalidad persuasiva y transmisiva de las mismas.
Es fácil que encontremos copias, pero quedan reseñadas como tales y nunca se confunden con los originales. Su validez, artística y económica, desciende sustancialmente, pudiendo pasar desapercibidas. Aquí cabe una puntualización para las obras seriadas, por ejemplo el grabado y la escultura. Con respecto a las estampas, se precisa en cada una si es PA (prueba de artista). En este caso se entiende como un original ya que sólo existe ese, y aparte estará la serie que se haga. Estos ejemplares contemplan un número quebrado que nos indica el número de la serie (numerador) y en el denominador la cantidad emitida. Así por ejemplo, al ver 20/50 nos indica que estamos frente al ejemplo número 20 de una serie de 50. A medida que este dígito aumente, disminuye el valor económico de la obra, aunque el artístico sigue siendo el mismo. La escultura tiene un tratamiento diferencial, pues hasta 7 ejemplares se consideran originales. Si el número se amplía, siguen las mismas normas citadas.
Quedan descalificadas y fuera de esta categoría los plagios y copias. Aquí hay que tener una posición y flexibilidad con las obras que permiten las repeticiones, tales como las citadas, a las que cabe sumar el cine, la fotografía, los dibujos y diseños originales que después se reproducen mecánica y masivamente. ¿Qué hacer ante las nuevas tecnologías? Éstas pueden acelerar la actualización y debate sobre la conceptualización y naturaleza de lo artístico a la que aludíamos y que se hace necesaria ante la vertiginosidad con la que se suceden las propuestas artísticas y los avances tecnológicos.