1. C
uandoseacercaelfinaldelbachille-
ratoa la mayoría de nuestros hijos
le asaltan dudas sobre lo que estu-
diar. Muchos de ellos no sienten
vocación por una profesión concreta y, los
quelatienen,temenquelacarreradeseada
no tenga demasiadas salidas en el mercado
laboral. Ante esta situación, los padres nos
vemosantelatesituradesiguiarleshacialas
carrerasqueparecentenermásfuturooque
apuesten por sus habilidades y pasiones.
Mejorloquelesgusta
El primer criterio que debe seguirse para
elegir una carrera es la vocación, explica
el profesor Jerónimo García Ugarte. Eso
sí, siempre que se tenga muy claro que se
trata de una verdadera vocación y no de
un capricho por alguna circunstancia ex-
terna (después de la serie de televisión CSI
aumentaron las solicitudes para estudiar
Criminología, por ejemplo). La vocación
lesaportaunplusdecalidad,fundamentala
lahoradeconseguirsusobjetivospersonales
y profesionales, de ahí su importancia al
escoger unos estudios u otros.
Es cierto que en determinadas carreras
existe una mayor dificultad a la hora de
encontrar una salida profesional y por eso,
además de la vocación, es necesario añadir
un esfuerzo extra para conseguir unos re-
sultados académicos óptimos y otra serie
de competencias que permitan a nuestros
hijos conseguir sus objetivos.
Es mejor apostar por aquello que realmen-
te les gusta y que den el cien por cien para
conseguirlo, a que elijan una opción sin
ninguna motivación, simplemente por el
hecho de que ’supuestamente’ tiene más
salidas profesionales. Actuando así tu hijo
puede pasarse una parte de su vida pensan-
do si no hubiese sido más feliz eligiendo lo
que realmente le gustaba. Por otro lado,
siempre está la pregunta sobre cómo será
el mercado laboral dentro de 5 años, cuan-
do termine sus estudios. Quizás alguna de
las carreras que hoy vemos con poca pro-
yecciónsealaquemásoportunidadesofrez-
ca en un futuro a corto plazo.
Sinosabequéhacer
Cuando nuestros hijos no tienen una voca-
ción muy definida necesitan de nuestra
orientación y debemos guiarles hacia un
áreaprofesionalquerespondaasusmejores
capacidades y que englobe un campo más
amplio de posibilidades profesionales.
Hay que tratar de descubrir cuál es su cam-
po de interés y, si como padres no somos
capaces de verlo, acudir a algún orientador
profesional que pueda ayudarnos.
Aunque nuestro hijo no tenga en este mo-
mento una vocación muy definida, algún
día la descubrirá y estará relacionada con
sus potencialidades e intereses.
Duranteeldesarrollodesusestudiossiempre
podrámatizarladirecciónhacialaquequie-
re dirigirse profesionalmente. Es muy nor-
mal que durante la carrera se produzcan
crisis ‘vocacionales’ ante la desconexión
entre la teoría y la práctica, pero debemos
generar una visión de futuro y hacerle ver
que lo que está aprendiendo lo podrá apli-
car en un trabajo más práctico y acorde a
sus expectativas. n
ESTUDIAR
Nosabequé
Las dudas de nuestros hijos a la hora de
tomar un camino en su futuro profesional
les estresa a ellos y nos agobia a
nosotros. Si no tienen muy clara su
vocación, siempre debemos apostar por
estudios acordes con sus aptitudes.
por MACARENA ORTE
El experto
“ESTUDIAR
ES UNA
OBLIGACIÓN”
Creo que, en este siglo,
estudiar es, más que una
opción, una obligación de
futuro. No se trata tanto
de estudiar una carrera o
de optar por estudios de
formación profesional
sino del hecho de
estudiar como proceso
de formación de la
persona y de capacita-
ción para integrarse en el
mundo profesional.
Acceder al mercado
laboral sin una formación
previa puede ser una
opción para resolver un
problema motivacional
de presente pero con
muy poco recorrido
futuro.
Jerónimo García
MIEMBRO DEL
CONSEJO
ASESOR DE
AULA PLANETA.
REINVENTARSE
Vivimos tiempos
de cambios
continuos, lo que
exigirá a nuestros hijos
procesos constantes
de reciclaje y de
adaptación.
Padres