El documento describe estrategias para modificar la conducta disruptiva de un niño de 3 años llamado Juan que llora, grita y patalea cuando sus padres lo dejan en el colegio debido a una excesiva ansiedad por separación. Se recomienda investigar la causa del comportamiento, hacer un registro de observaciones objetivas, enseñarle a canalizar sus emociones, prestar atención a su conducta positiva y retirar atención a la conducta negativa.
1. Práctica 3: ¿Se puede modificar una conducta?
CONTEXTO:
Juan es una niño de 3 años que cuando llega al colegio llora, grita y patalea
sistemáticamente por una excesiva "ansiedad por separación" de sus padres. ¿Se puede
modificar este comportamiento? ¿Cómo? Describe pautas concretas de actuación para la
modificación paulatina de esta conducta disruptiva.
Para modificar la conducta de Juan lo primero que tenemos que hacer es ver el porqué de esa
conducta (porque se comporta de esa manera, sus reacciones, que es lo que causa ese
comportamiento…). Debemos de evitar las etiquetas para que así no encasillemos al niño en
un papel determinado. Una vez que hemos hecho esto, es aconsejable que hagamos una tabla
dónde expongamos nuestras observacionesy descripciones para que así sean más rigurosas y
objetivas, es decir, hacer registros escritos de la conducta que observemos y de la situación en
la que tiene lugar este tipo de conducta.En estos registros debemos de anotar: lo que el niño
hace, dice, piensa o siente; anotando cuántas veces lo hace ( al día, a la semana…), cuánto
tiempo pasa con ese comportamiento ( por ejemplo tirado en el suelo), con qué intensidad
realiza las cosas, el lugar donde ocurren esas conductas, cuándo ocurren y que ocurre
inmediatamente después de esa conducta disruptiva.
En el caso de Juan que tiene una excesiva “ ansiedad por separación” debemos de investigar el
porqué de esta conducta. La primera hipótesis que se me ocurre es la relación de apego que
tiene con sus padres. Lo que deben hacer estos es explicarle que el ir al colegio no es nada
malo, al revés y que no se verá perjudicada esa relación de apego que tienen establecida. Para
que Juan modifique su conducta tenemos que ayudarle tanto en el colegio como en casa, por
eso es necesario que hagamos un registro para ver como se comporta en casa con sus padres
de esta manera sabremos como resolver la conducta disruptiva que tiene.
“El niño cuando sale de casa no para de incordiar a los padres, y les dice que no quiere ir al
colegio. Al llegar al colegio y ver que sus padres se marchan se enfada aún más y llora,
patalea y grita, aunque siempre se le pasa un poco el disgusto cuando ve a los otros niños
disfrutar en clase. Al parecer él mismo se da cuenta de que no pasará nada por quedarse allí,
puesto que otros niños están en la misma situación que él, y que sus padres vendrán a por él”
Lo que haríamos para que su conducta mejorara sería enseñarle a canalizar sus emociones,
hacerle entender que sus padres no lo dejan ahí y se olvidarán de él, sino que lo volverán a
buscar en cuanto se acabe el horario lectivo, que pataleando y llorando no conseguirá que sus
padres se queden más tiempo, por que ellos tienen que trabajar y cumplir con sus obligaciones
de “mayores”. Aunque sea pequeño eso lo entenderá. Le diremos que si se porta bien y no
llora, ni patalea, ni grita después en la hora que tengan para el juego libre podrá hacer lo que
él quiera. Haremos que el niño se sienta cómodo en el aula, de esta manera se le
proporcionará una seguridad que le servirá de mucho, puesto que se pensaba que en el
colegio lo iba a pasar mal de ahí que llorara tanto al separarse de los padres.
Para intervenir de manera eficaz en los problemas cotidianos de conductas inadecuadas o
problemáticas, se debe adoptar una actitud serena, y seguir unos pasos:
2. Retirar la atención Le haremos ver al niño que comportándose de la manera
en que se comporta no obtendrá la recompensa de la atención e los padres
Éste es un procedimiento muy eficaz para reducir o eliminar una conducta
disruptiva. Cuando se comporta de manera inadecuada, se elimina la
consecuencia que hasta ahora su conducta había tenido. Este procedimiento
requiere tener mucha paciencia y autocontrol por parte del adulto. De todos
modos el niño intentará por todos los medios llamar la atención, de la manera
que sea; pero si los adultos se muestran impasibles a esa conducta entenderá
que para la próxima vez eso no le servirá para conseguir lo que quiere.
Prestar atención a conductas positivas y contrarias a las no deseadas Se
debe prestar atención a las conductas positivas para reforzarlas. Sería
recomendable hacer una lista con todas ellas para poder saber cuál son y
reforzarlas y, dejar de atender a las conductas inadecuadas.
Retirar otras recompensas A veces es conveniente suprimir ciertos
acontecimientos agradables la si el niño manifiesta conductas inadecuadas. Se
debe hacer de un modo tranquilo, sereno y sin muchas palabras.
Tiempo fuera o aislamientoHay muchas situaciones en las que es difícil
ignorar la conducta del niño, bien porque el prestar o no prestar atención no
depende de nosotros o porque existe la necesidad de su interrupción
inmediata como por ejemplo en el caso de haber una agresión a otro niño o
que interrumpa el cima normal de la clase. En estos casos puede ser muy útil
el sacar al niño del lugar donde muestra su conducta inadecuada y trasladarle
donde no exista la posibilidad de obtener reforzamiento.El lugar al que se
traslade el niño no debe ser amenazante para él, pero si aislado y aburrido.El
traslado debe hacerse inmediatamente después de que ocurra la conducta
inadecuada. El niño al principio protestará, se enfadará e incluso puede llorar,
cuando esto ocurre no debemos sacarle de la habitación. Yse debe realizar
tres minutos por año que tenga el niño, en el caso de Juan al tener 3 años,
debería de quedarse aislado 9 minutos.
El castigo No se deben utilizar palabras ofensivas. Castigaremos al niño si
no posee la conducta positiva, adecuada y apropiada, o si no sabe
comportarse bien de la manera que la situación requiere.
El castigo debe ser inmediato, justo y sin carga emocional por parte del
adulto. Es muy eficaz aplicar la consecuencia negativa más natural.
En mi opinión, a Juan se le debería de prestar menos atención cuando llora o patalea y más
atención cuando deja de hacerlo, esto traería muchos beneficios para todos: tanto para los
padres que se pueden ir tranquilos a trabajar, sin sentirse culpables por la conducta de su hijo;
como para la maestra/o que podrá seguir con su clase tranquilamente y disfrutando de esa
tranquilidad y buen ambiente y por último muy beneficioso para el niño puesto que al darse
cuenta de que con esa conducta no llega a ningún lado se preocupará por ser de otra manera y
no incordiar tanto a sus padres.