1. BENEMÉRITA UNIVERSIDAD
AUTÓNOMA DE PUEBLA
FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS SOCIALES
“PROGRAMAS DE PREVENCIÓN DEL DELITO”
NALLELY MIRIAM GONZÁLEZ HERNÁNDEZ
ASESOR: YAZMÍN RIVERA ÁLVAREZ
PUEBLA, PUE. 31 OCTUBRE 2012
2. PROGRAMAS DE PREVENCIÓN DEL DELITO
ÍNDICE
RESUMEN 3
INTRODUCCIÓN 4
PREVENCIÓN DEL DELITO 5
ESTRATEGIAS DE PREVENCIÓN DEL DELITO 7
CONCLUSIÓN 10
REFERENCIAS 11
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3. PROGRAMAS DE PREVENCIÓN DEL DELITO
RESUMEN
La educación juega un papel muy importante en la política criminal, ya que sienta
las bases para la prevención de los delitos; además, la educación ayuda a que el
adolescente no distorsione el lenguaje, ni cambie las formas de expresión, aunque
esto no nos garantiza que el adolescente no lo vaya a hacer, ya que muchas
veces se tiene la educación y aún así sucede que se deforme el lenguaje correcto.
Por estas circunstancias y otras la delincuencia se ha ido transformando con el
paso de los años, ya que ahora existen nuevas modalidades de secuestros,
asesinatos, envenenamientos, asaltos, sobornos, etc.; por esa razón, los
servidores públicos, policías, judiciales, personal de reclusorios, que deben tener
una constante educación o capacitación para enfrentar exitosamente las nuevas
tendencias delictivas.
Es entonces necesario entender que educar lleva implícita el enseñar, informar,
instruir y lograr que el interno vaya aprendiendo por sí mismo a usar los
conocimientos que se le impartan tanto dentro de la escuela como de su hogar, a
fin de que los vaya enfocando de una forma positiva que le brinde un mejor
panorama; aunque a veces esto no es suficiente, ya que también se debe hacer
un estudio minucioso de la psicología y el área biológica del interno, del ambiente
que se vive en su hogar, en la sociedad. Para lo cual se le debe impartir cursos al
personal de los CERESOS, para que puedan comprender un poco más al
delincuente.
Para ello se debe tener un análisis de las manifestaciones que tiene un pueblo en
su arte, costumbres, creencias, el lenguaje que utiliza y con el cual se comunica
usualmente, ver sus expresiones, los refranes, los albures, los modismos que
utiliza comúnmente el delincuente.
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4. PROGRAMAS DE PREVENCIÓN DEL DELITO
INTRODUCCIÓN
Tiene como fin analizar algunas de las causas que han dado origen al delito, esto
con el fin de determinar una posible solución y así disminuir las estadísticas que
reflejan un alto índice de inseguridad que viven los habitantes.
Contiene un análisis acerca de la desintegración familiar, crisis de valores, papel
que juega la sociedad ante la delincuencia e influencia de los medios de
comunicación que incitan la violencia; estos puntos determinan la deformación del
individuo cuando crece en un ambiente desequilibrado, cuando las personas que
forman su familia no cuentan con una estabilidad emocional para trasmitirle
valores que lo preparen a enfrentar las situaciones difíciles de la vida diaria, no
obstante el individuo al no contar con ciertas bases, refleja una hostilidad ante la
sociedad y le parecen atractivas las conductas ilícitas que observa a través de los
medios de comunicación, actuando como receptor y convirtiéndolo en un
delincuente en potencia.
Tiene como fin crear conciencia tanto en la familia, la sociedad y los Estado para
participar en la prevención de la delincuencia a través de campañas, crear
alternativas a la prisión ya que no siempre se obtienen los resultados deseados en
virtud de que este medio coercitivo creado por el Estado no refleja la disminución
de la delincuencia ya que solo crea la sobrepoblación dentro de los Centros
Penitenciarios.
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5. PROGRAMAS DE PREVENCIÓN DEL DELITO
PREVENCIÓN DEL DELITO
Busca dar respuestas efectivas al incremento del temor y la violencia, para lo cual
contribuye a fortalecer las capacidades de quienes diseñan y ejecutan programas
de seguridad ciudadana en diversos países de América Latina. Asimismo, se
propone realizar investigación que aumente el conocimiento respecto de los
barrios más problemáticos en los que se focalizan los programas preventivos a fin
de diseñarlos de manera apropiada.
La criminalidad actual merece ser atendida desde diversas perspectivas, nuevas,
actualizadas y en base a una política dura fortificada en conocimientos científicos.
Las estrategias represivas no están previniendo los grupos vulnerables propensos
a convertirse en criminales, por ello requieren nuevas estrategias.
Los medios que conducen a reducir el fenómeno antisocial son necesariamente
aquéllos que puedan oponerse a los factores criminógenos que la ocasionan o
favorecen. Siendo la criminalidad, en parte, un producto de la miseria, de la
ignorancia y de la enfermedad mental y social, los medios hábiles para limitar en lo
humanamente posible, son aquéllos que combaten esos factores, el Estado, por
medio de sus instituciones y servidores públicos, debe dar ayuda a reducir los
factores criminógenos. Se ha de entender lo anterior como prevención social del
delito, para lo cual, Naciones Unidas define prevención del delito como la que:
“Engloba las estrategias y medidas encaminadas a reducir el riesgo de que se
produzcan delitos y sus posibles efectos perjudiciales para las personas y la
sociedad, incluido el temor a la delincuencia, y a intervenir para influir en sus
1
múltiples causas.”
____________________________
1
Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, Recopilación de reglas y normas de
las Naciones Unidas en la esfera de la prevención del delito y la justicia penal, Viena-Nueva York,
2007, p. 303.
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6. PROGRAMAS DE PREVENCIÓN DEL DELITO
Por otro lado, MARTÍNEZ BASTIDA apunta muy adecuadamente el concepto de
prevención social del delito de la siguiente manera:
“Se basa en intervenciones no penales sobre delincuentes potenciales orientadas
a atenuar su propensión criminal, sustentándose en las teorías clásicas de la
etiología del delito, según las cuales la acción criminal se explica por la existencia
de diversos factores (familia, escuela, amigos, pareja, empleo, drogas, alcohol,
etc.). Es decir se pretende actuar sobre las causas más significativas de la
criminalidad y la creación de lazos de solidaridad social que, favoreciendo la
prevención de conductas ilícitas, incrementen la calidad de vida de los ciudadanos
y sus resultados sólo podrían darse en el mediano y largo plazo.” 2
La política preventiva es parte sustancial del combate contra el crimen. Por esto es
necesario dar impulso a programas y acciones integrales a nivel nacional,
regional, estatal, municipal y delegacional, a fin de evitar que haya más mexicanos
que se conviertan en delincuentes, que sufran violación a su integridad y su
patrimonio o que queden atrapados por el consumo de drogas.
La función de la prevención social consiste en eliminar los problemas que puedan
llevar a un joven a delinquir. En la medida en que se vayan abriendo mejores y
más eficaces oportunidades para la educación, la capacitación y el empleo, y se
extiendan entre la población los valores de respeto a la legalidad y el derecho,
habrá de ser menos frecuente la tentación de buscar beneficios económicos fuera
de la ley, o de procurar la justicia por propia mano.
El objetivo es fomentar un mayor nivel de desarrollo y mejores condiciones de vida
que prevengan conductas delictivas en las comunidades y espacios urbanos, y
que garanticen a toda la población el goce de sus derechos y libertades.
____________________________
2
MARTÍNEZ BASTIDA, Eduardo, Política Criminológica, Porrúa, México, 2007, p. 91.
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7. PROGRAMAS DE PREVENCIÓN DEL DELITO
ESTRATEGIAS DE PREVENCIÓN DEL DELITO
El riesgo de integrarse a una pandilla o de caer en la delincuencia es agravado por
un entorno de violencia, desintegración familiar, criminalidad y falta de
oportunidades de desarrollo. La vinculación entre la política social y las estrategias
en materia de seguridad es una herramienta fundamental en la prevención del
delito. Los programas que implementan la Secretaría de Educación Pública, la
Secretaría de Desarrollo Social y la Secretaría de Salud tienen un gran impacto en
la seguridad pública, pues contribuyen a reconstruir el tejido social, a elevar la
calidad de vida de las comunidades y a ofrecer alternativas de esparcimiento y
desarrollo para los niños y jóvenes. Las siguientes estrategias requieren de la
concurrencia de esfuerzos a nivel federal y local de las diferentes dependencias
para tener un mayor impacto en la prevención del delito.
Fortalecer la cultura de legalidad y el combate al narcotráfico y al
narcomenudeo a través del fortalecimiento del tejido social.
Es necesaria la participación de la sociedad en su conjunto, para defender la
integridad familiar amenazada por el crimen y las adicciones. En materia de
adicciones, se intensificarán las acciones en el sistema educativo para generar
conciencia mediante el conocimiento de los efectos perniciosos de las drogas en
la salud física y mental de quienes las consumen. Se emprenderán también
campañas de difusión para la población en general en el mismo sentido. Se
mejorarán las oportunidades de rehabilitación para quienes deciden alejarse de las
adicciones, y se brindará información oportuna a las familias y comunidades para
que sepan cómo ayudar a un adicto a superar su condición.
Establecer mecanismos de coordinación con la sociedad civil para rescatar
los espacios públicos y garantizar que sean espacios para los ciudadanos.
Se redoblarán esfuerzos para la detección anticipada de grupos proclives al delito
y se llevarán a cabo programas educativos y medidas de prevención entre la
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8. PROGRAMAS DE PREVENCIÓN DEL DELITO
población. Todo ello se hará para inhibir la formación de pandillas que se dediquen
a delinquir y a invadir los espacios públicos.
Los espacios públicos deben ser para los ciudadanos y no para los delincuentes.
Los criminales deben ser aprehendidos y consignados para que haya tranquilidad
en los hogares, las calles, las plazas, en las escuelas, en los centros de trabajo y
en donde viven las familias. De esta manera, se fomenta también la convivencia
comunitaria, que ayuda a crear redes y generar capital social.
Reforzar la seguridad y la cultura de prevención en las escuelas, con la
participación de maestros, padres de familia y la comunidad, a fin de lograr
escuelas seguras sin la amenaza de las drogas, priorizando las escuelas ubicadas
en las zonas de mayor índice delictivo.
Esta estrategia tendrá la operación de los Consejos Escolares de Participación
Social como el órgano estratégico articulador de la acción de profesores, alumnos
y padres de familia. A través de talleres sobre prevención del delito, se capacitará
a las maestras y a los maestros, así como a los padres de familia para que tengan
los conocimientos y habilidades necesarios para enfrentar el problema de las
adicciones. Se empezará por las escuelas ubicadas en las zonas de mayor índice
delictivo.
Adicionalmente, se van a distribuir materiales de capacitación y de información,
para que la sociedad en su conjunto participe en la construcción de un entorno
seguro en la escuela. Las acciones se vincularán a la difusión educativa sobre la
centralidad de los valores humanos, la ética, el diálogo, la tolerancia y la
honestidad; con todo ello se fomentará la cultura de la legalidad, de la denuncia y
de la participación social.
Fortalecer las capacidades de las dependencias responsables de la
aplicación de la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos.
El tráfico ilegal de armas es una actividad delictiva que se ha incrementado. La
vinculación que tiene con el narcotráfico, las actividades con recursos de
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9. PROGRAMAS DE PREVENCIÓN DEL DELITO
procedencia ilícita y la corrupción, entre otros delitos, demanda la aplicación de
medidas conjuntas, coherentes, objetivas e integrales para hacerle frente, y
garantizar a la sociedad un entorno que les dé tranquilidad.
Para ello, se modernizarán y mejorarán los procedimientos en la aplicación de la
Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos, que permitan a las dependencias
responsables de su aplicación tener mayor control y regulación de armas de
fuego, municiones, explosivos, sustancias químicas peligrosas y artificios
pirotécnicos dentro del país.
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10. PROGRAMAS DE PREVENCIÓN DEL DELITO
CONCLUSIÓN
A mi punto de vista, interesaría incorporar a nuestros sistemas legales nuevas
formulas de enjuiciamiento, más flexibles y participativas, orientadas
prioritariamente a la reparación del daño ocasionado a la víctima y a la comunidad;
a la conciliación sincera de los protagonistas del hecho delictivo; al abordaje y
solución constructiva de este doloroso problemas social y comunitario; y a la
pacificación del clima social, restaurando las heridas ocasionadas por el delito.
Obviamente, el castigo, por sí solo no solucionada nada por necesario que
parezca. Interesaría que los protagonistas del suceso criminal se involucren activa
y responsablemente en la búsqueda de soluciones constructivas. Que se implique,
también, la comunidad. Que el infractor a suma la realidad del daño ocasionado y
su propia responsabilidad.
Por otra parte, refiere acerca de la intervención del Estado para prevenir el delito a
través de la instauración de centros de recreación y entretenimiento, la
oportunidad de recibir una buena educación y la creación de bolsa de trabajo ante
los desempleos constantes; pues resulta evidente la vida acelerada que vive el ser
humano concentrándose en la vida laboral, educativa o domestica, por lo que es
necesario contar con centros de entretenimiento para expulsar todas aquellas
tensiones que provocan un nerviosismo en el individuo; de igual forma resulta
importante tener la oportunidad de recibir una buena educación para así poder
desempeñar una buena actividad laboral, contar con la capacitación necesaria
para reflejar resultados dentro de este; pues resulta claro la gran demanda de
empleos toda vez que muchas veces no se cuenta con un trabajo por no cubrir el
prototipo que solicitan determinadas instituciones, asociaciones, organizaciones
etc., o contando con él, simplemente no hay espacio para ocupar un puesto o
desempeñar trabajo alguno.
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11. PROGRAMAS DE PREVENCIÓN DEL DELITO
REFERENCIAS
Cuestionario sobre prevención del delito y lucha contra la delincuencia - s.l.:
Naciones Unidas, 1976, p. 17
García De Gaona, A. Prevención integral del delito. Puebla, Puebla., 2006, p. 136.
Herrera González, J. La prevención del delito y las conductas antisociales, desde
el punto de vista Criminológico. México, 2006, p.83.
Martínez Bastida, E. Política Criminológica. Porrúa, México, 2007
NACIONES UNIDAS (2005). Informe del 11vo. Congreso de las Naciones Unidas
sobre Prevención del Delito y Justicia Penal. Bangkok, 18 al 25 de Abril de 2005.
Perdomo Cueto, G. Prevención del delito y el Ministerio Público. México, p. 137.
Pacheco Aguilar, E. Estudio del origen del delito en el Municipio de Puebla.
Puebla, Puebla., 2003, p. 46.
Romero Muñoz, R., “La Política Criminal desde una perspectiva Victimológica”,
Archivos de Criminología, Criminalística y Seguridad Privada, Vol. IV, Sociedad
Mexicana de Criminología Capítulo Nuevo León A.C.
FUENTES DE INFORMACIÓN
http://biblio.juridicas.unam.mx/libros/1/136/11.pdf
http://daccess-dds-
ny.un.org/doc/UNDOC/GEN/V05/844/12/PDF/V0584412.pdf?OpenElement
http://www.ovprisiones.org/cms/index.php?option=com_content&view=article&id=1
20&Itemid=62
http://www.somecrimnl.es.tl
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