CAPITULO 4 ANODIZADO DE ALUMINIO ,OBTENCION Y PROCESO
Terminos edafologia
1. 1.1 IMPORTANCIA DE LA CARTOGRAFÍA DE LOS
RECURSOS NATURALES
Las actividades fundamentales del hombre están ínti-
mamente relacionadas con el lugar en el que vive y para
desarrollarlas de la mejor manera posible, necesita res-
ponder a una serie de interrogantes acerca del medio:
primero, qué tiene; después, cuánto tiene; por último,
dónde lo tiene. Si puede contestar a esas preguntas está
en capacidad de aprovechar adecuadamente los recur-
sos que le brinda el lugar donde vive. De aquí la
importancia de tener representaciones de este medio.
Mientras más precisas sean éstas y más aspectos con-
templen, mejor será la valoración que se haga de un
recurso. En este aspecto, la cartografía a través de ma-
pas es una herramienta insustituible.
El objeto de la cartografía consiste en reunir y anali-
zar datos y medidas de las diversas regiones de la tierra
y representar gráficamente a una escala reducida los
elementos y detalles que sean claramente legibles. Para
poner de manifiesto estos datos el instrumento princi-
pal de la cartografía es el mapa, que es una
representación convencional de la superficie terrestre,
vista desde arriba, a la que se le agregan rótulos para la
identificación de los detalles más importantes; en él
representamos lo que se conoce de la Tierra.
Como parte del conocimiento del ambiente en que se
desenvuelve una sociedad es necesario levantar infor-
mación sobre los recursos naturales para reconocerlos y
evaluarlos. Dichos conocimientos conducen a una mejor
satisfacción de las necesidades de la colectividad. Ade-
más, esta información constituye uno de los soportes en
la elaboración de planes de desarrollo. Dentro de los
recursos naturales debemos evaluar los recursos reno-
vables (agua, suelo, vegetación) y los no renovables
(minerales) así como sus relaciones con el paisaje (ubi-
cación geográfica y clima, por citar algunos).
Es necesario ubicar estos recursos cartográficamente
para conocer con detalle el espacio físico en el que se
desarrolla la comunidad. Actualmente el Instituto
Nacional de Estadística, Geografía e Informática, a través
de la Dirección General de Geografía (DGG), realiza el
inventario de recursos naturales de manera sistemática
y a nivel nacional. Los mapas que se elaboran abarcan
diversos temas con diferentes fines. En muchos de ellos
únicamente se representa un determinado aspecto o un
solo elemento del terreno; en el caso que aquí tratamos,
veremos la representación del mapa de suelos o carta
edafológica.
1.2 UBICACIÓN DE LA CARTA EDAFOLÓGICA
EN EL SISTEMA DE INFORMACIÓN GEOGRÁFICA
Para el desarrollo de la información geográfica la DGG
ha implementado un sistema cuyas funciones son la sa-
tisfacción de los requerimientos de la información acerca
de la forma y dimensiones del territorio nacional, la loca-
lización y determinación de la magnitud de los recursos
naturales, la clasificación y ubicación de las obras de in-
fraestructura –que son los principales indicadores de las
actividades humanas- y el análisis de los centros de po-
blación.
En la Dirección General de Geografía, se realizan ac-
tualmente dos tipos esenciales de inventarios: el de
información básica, que comprende la carta topográfica
y el de información temática, que comprende las cartas
sobre localización y magnitud de los recursos geológicos
e hidrológicos, el uso actual del suelo y los tipos de ve-
getación que hay en el territorio nacional, así como las
características morfológicas, físicas, químicas y bioló-
gicas de los suelos. Esta última se denomina carta
edafológica, motivo del presente trabajo, en sus esca-
las de representación 1:1,000,000, 1:250,000 y 1:50,000.
1.3 DEFINICIÓN, CONCEPTOS Y CONSIDERACIONES
GENERALES
La palabra edafología proviene de las raíces edafos, suelo
y logos, estudio, por lo tanto, es el estudio de los suelos.
Podemos definir suelo como la capa más superficial de
la corteza terrestre, en la cual encuentra soporte la
cubierta vegetal natural y gran parte de las actividades
humanas. Es necesario conocer las características de los
suelos para el buen manejo agrícola, pecuario, forestal,
artesanal o de ingeniería civil. El suelo es el resultado
de la interacción de varios factores del ambiente y
fundamentalmente de los siguientes: clima, material
parental o tipo de roca a partir de la cual se originan los
suelos,vegetaciónyusodelsuelo,relieveytiempo.Elsuelo
está formado por horizontes y/o capas, las cuales se
pueden apreciar en los cortes de las carreteras, pozos y
zanjas.
1
I. Introducción
2. H
A
B
C
R
Las capas de suelos para efectos de identificación se
designan con letras mayúsculas, las cuales nos indican
diferentes propiedades y características.
Hay que tener presente que el suelo es un elemento
dinámico, abierto al medio que lo rodea y que está en
constante evolución, de aquí la dificultad de
categorizarlo en casilleros determinados, que es lo que
pretende hacer un sistema de clasificación. La clasifi-
cación usada por la DGG –que más adelante se describe
con mayor detalle-, es una clasificación mundial natu-
ral, que reúne las características morfológicas, físicas,
químicas y biológicas de un suelo determinado y las cla-
sifica de acuerdo con el grado de desarrollo del mismo.
Al variar los factores formadores –clima, vegetación, tipo
de roca, etcétera- se obtienen suelos con distribución y
características muy diversas; por ejemplo, en una zona
plana rodeada de montañas que se inunda en alguna
época del año, se formará un suelo que acumulará sales
y piedras que serán desfavorables para fines agrícolas,
pero que podrá sostener algunos pastos resistentes y
permitir el aprovechamiento pecuario. Lo primero que
se debe hacer es identificar los horizontes o capas de
suelo analizando sus características, pues ello determi-
na su colocación dentro de la clasificación (Fig. 1).
Cada unidad de suelos tiene diferentes propiedades
y usos. Cada una de las capas (horizontes) pueden
presentar diferencias específicas que se reportan como
subhorizontes. Los suelos no presentan la totalidad de
los horizontes (H,A, E, B, C y R), en algunos sólo aparecen
los horizontes A y C, en algunos únicamente el C y en
otros los horizontes A y R.
El grado en que cada una de las características resul-
tantes de la acción de los factores formadores del suelo
se manifiestan en los horizontes y/o capas, es precisa-
mente lo que sirve de base para la clasificación de los
suelos. Su análisis, tanto de los aspectos morfológicos,
físicos, químicos y biológicos, nos permite conocer as-
pectos como drenaje, manejo agrícola, penetración de
raíces, nutrientes y cantidad de arena o arcilla. Todas
van íntimamente ligadas al uso y manejo del recurso
suelo.
La carta edafológica elaborada por la DGG presenta
la distribución geográfica de los suelos en el país,
ordenados de acuerdo con la Leyenda de Clasificación
de Suelos FAO/UNESCO 1968, modificado por DETENAL
(Dirección de Estudios del Territorio Nacional) en 1970.
La FAO (Organización Mundial para la Alimentación y la
Agricultura) y la UNESCO (Organización de las Naciones
Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura), son
organismos dependientes de las Naciones Unidas y como
parte de sus funciones se encuentran la elaboración de
mapas sobre recursos mundiales.
Horizonte superficial orgánico, donde se acumulan
los materiales orgánicos que caen en el suelo, los
cuales pueden ser frescos o descompuestos.
Horizonte superficial mineral, donde la materia
orgánica descompuesta está asociada con la parte
mineral y que generalmente es de color oscuro o
pálido.
Horizonte subsuperficial mineral, donde pueden
existir aún vestigios de la roca madre que dio origen
al suelo. Además, se distingue por la remoción o
acumulación de materia orgánica y mineral, que le
dan colores más intensos que los horizontes inferiores
o superiores.
Capa profunda que muestra marcadamente las
características de la roca madre del que se deriva.
Aún no manifiesta evidencias notables de desarrollo
edáfico.
Capa más profunda, continua, coherente y muy dura
de roca, que está por debajo del suelo y que ha dado
origen a éste en muchos casos; en otros, la roca fue
sepultada por otro material que dio origen al suelo
actual.
Fig. 1. Perfil y horizontes de suelo.
2
3. Se eligió esta clasificación porque su uso es generali-
zado entre los especialistas de suelos de México y porque
su fundamento práctico y técnico permite al usuario una
interpretación más sencilla de los elementos del medio
físico para la elaboración de programas de acción. La
terminología utilizada en la carta edafológica, si bien
es complicada y ajena al lenguaje común, debe utilizar-
se solamente como una referencia de entrada a un
conjunto de características más comprensibles e
interpretables; el uso de la información en ella conteni-
da, los datos complementarios que se encuentran en los
informes de campo y los resultados analíticos de labora-
torio, se explican con más detalle en las secciones
referentes a la interpretación de la carta.
1.4 ESCALAS DE REPRESENTACIÓN. IMPORTANCIA Y
OBJETIVOS
Hemos definido al mapa como una representación con-
vencional de la configuración de la superficie terrestre.
Toda representación, como cualquier imagen, tiene una
cierta relación de tamaño, proporción, con el objeto
representado. Esta proporción es la que se llama esca-
la. Un mapa puede ser millones de veces más pequeño
que la superficie terrestre y cuando se elabora uno de
ellos con cualquier fin, es preciso establecer una esca-
la, porque a simple vista no se aprecia la proporción a la
que está dibujado. Las escalas se representan de dos
formas:
a) Escala numérica. Es la que da la relación entre la lon-
gitud de una línea en el mapa y la correspondiente en
el terreno; ejemplo: 1/250,000 ó 1:250,000.
b) Escala gráfica. Representa las distancias en el terreno
sobre una línea recta graduada. Ejemplo para la escala
1:50,000.
Entonces la escala es igual a la relación entre la dis-
tancia sobre el mapa y la distancia sobre el terreno. Por
ejemplo, si se tiene la escala 1:50,000, en ella 1 centí-
metro del plano es igual a 500 metros en el terreno; en
la de 1:250,000, representa 2.5 kilómetros, y en la de
1:1,000,000, la misma distancia es equivalente a 10 ki-
lómetros. La carta edafológica se ha elaborado en las
tres escalas anteriores.
Debido a la necesidad de contar con información
cartográfica de todo el país a corto plazo se requirió
enfocar temporalmente la producción cartográfica ha-
cia las cartas 1:1,000,000. La República Mexicana quedó
cubierta con 8 cartas a esta escala, las cuales represen-
tan un levantamiento cartográfico de grandes áreas. En
esta escala un milímetro cuadrado es equivalente a cien
hectáreas, por tanto, hay unidades que no pueden per-
manecer en el mapa por separado debido a lo reducido
Escala 0 2500 metros
Fig. 2. Punta la Playa, Michoacán. Escala 1:1000,000.
Fig. 3. Punta la Playa, Michoacán. Escala 1:250,000.
Fig. 4. Punta la Playa, Michoacán. Escala 1:50,000.
3
de su tamaño (Fig. 2). La escala 1:250,000 cubre al país
con 122 cartas. Esta escala es de nivel regional y pro-
porciona más precisión que la escala anterior (Fig. 3).
Por último, la escala 1:50,000 cubre al país con 2404
cartas. Esta escala es de nivel semidetallado y en ella se
aprecian problemas y oportunidades de áreas específi-
cas, con aplicación en estudios de carácter municipal
(Fig. 4).
4. 2.1 METODOLOGÍAS DE ELABORACIÓN
Para elaborar la carta edafológica se efectúan los pro-
cedimientos siguientes:
a) Inspección preliminar
En esta actividad se toma conocimiento general de una
zona de trabajo, visitando todas las condiciones
ecológicas, con el fin de establecer los criterios de
trabajo de las actividades a realizar durante la
verificación de campo. Este procedimiento consta de
las siguientes operaciones:
-Análisis de la información cartográfica.Aquí se recopila
toda la información existente sobre relieve, geología,
uso del suelo y vegetación, clima y vías de comunicación,
así como trabajos de diferentes entidades de gobierno
que hayan realizado levantamientos de suelo en la zona
de trabajo.
-Itinerario. Operación en la que se establece la ruta
de campo que habrá de seguirse por carretera, brecha
o terracería, fijando sitios de interés para estudio del
suelo, así como lugares para abastecimiento de com-
bustible, pernocta o acampado.
-Trabajo de campo. Operación en la que se describen y
clasifican los suelos, se analizan sus relaciones con los
Fig. 5. Trabajo de campo. Fig. 6. Delimitación de unidades edafológicas.
elementos del paisaje, con la geología y la vegetación
de la zona y con las imágenes fotográficas (Fig. 5).
-Discusión de criterios. Aquí se define la forma en la
que se trabajará la zona, se unifican los criterios para
descripción, clasificación y cartografía de los suelos,
estableciendo relaciones suelo-paisaje y suelo-foto
aérea e imágenes de satélite. Se analizan las áreas con
mayores problemas para elaborar la carta a fin de pres-
tar más atención a esas zonas cuando se proceda a
trabajar en ellas.
b) Fotointerpretación
Actividad en la que se elabora un mapa de suelos a
nivel de hipótesis de trabajo, con base en los criterios
previamente establecidos y donde se trazan sobre las
fotografías aéreas o imágenes de satélite las separa-
ciones correspondientes a condiciones de suelo dife-
rentes. Consta de tres etapas:
-Identificación. Operación en la que separan o agru-
pan las unidades edafológicas en las fotografías por
sus diferencias o semejanzas, respectivamente; éstas
diferencias o semejanzas se juzgan atendiendo al tono
y textura fotográfico (Fig. 6).
-Interpretación. Se da una denominación a cada unidad
de acuerdo con las relaciones suelo-paisaje-imagen
5
2. Interpretación de la carta
5. Fig. 7. Descripción del perfil de suelo. Fig. 8. Toma de muestras. Fig. 9. Análisis de las muestras.
fotográfica y también acorde con los conocimientos que
el fotointérprete tenga de la génesis de suelos.
-Revisión. Se juzga si la interpretación está conforme
a las especificaciones en tamaño de unidad, con los
criterios previamente establecidos y se indican los cam-
bios o modificaciones que deben realizarse.
c) Verificación de campo
Actividad en la cual se acude a la zona en estudio a
comprobar el mapa provisional y mediante la cual se
obtiene información para realizar modificaciones y
adiciones al mismo. Consta de las siguientes operacio-
nes:
-Localización de puntos de verificación. Ubicación en
las fotografías aéreas o imágenes de satélite de los
puntos necesarios para cubrir el área de estudio en
todas sus condiciones diferentes.
-Apertura de pozo. Se abre un pozo a cielo abierto de
0.75 metros de ancho por 1.5 metros de largo y 1.25
cm de profundidad, siempre y cuando no existan
limitantes que impidan seguir cavando.
-Descripción del punto de verificación. Del pozo se esculpe
una de las caras principales para detectar (por diferencias
de color, textura, dureza, etc) las diferentes capas u
horizontes que constituyen el perfil de suelo, del cual se
registran en un informe impreso todas las características
morfológicas, físicas, químicas y biológicas del perfil (Fig.
7). En esta etapa se obtiene una primera hipótesis del
tipo de suelo llamada «clasificación de campo».
-Toma de muestras. Se colectan 1.5 kg de tierra fina
por cada horizonte. Estas muestras se envían al labo-
ratorio para su análisis cuantitativo (Fig. 8).
-Denominación de la unidad cartográfica. Se realiza
con base en los puntos de verificación, factores
formadores de suelo e información proporcionada por
los propietarios del terreno.
-Verificación de contactos. Se verifica si los límites
entre unidades cartográficas de suelos señalados de
acuerdo con los criterios de fotointerpretación, corres-
ponden a la realidad del terreno.
d) Análisis de muestras
Actividad de laboratorio en la que se obtienen datos sobre
las propiedades físicas y químicas de los horizontes o capas
de suelo que fueron muestreados en la verificación de
campo (Fig. 9).
e) Elaboración del mapa final
Interpretación y correlación de datos de campo y labo-
ratorio para la clasificación definitiva de los perfiles
de suelo, con los cuales se denominan las unidades
edafológicas definitivas, que generalmente represen-
tan suelos en asociación hasta de tres tipos, donde el
primero representa el suelo más dominante.
Para ser representativos deben cubrir un área míni-
ma del 20% del total de la superficie en la unidad. La
apreciación de la dominancia en los suelos es cualita-
tiva. También se indican las limitantes más severas al
uso y manejo del suelo como salinidad, pedregosidad,
cementación, roca y agua estancada a escasa profun-
didad.
f) Revisión final
Operación en la que se valida la clasificación definiti-
va de los perfiles de suelo, unidades edafológicas y
mapa final, a través de una correlación con toda la
cartografía temática.
6
6. Fig. 10. Fase pedregosa. Mezquital, Durango.
g) Información de la parte posterior
Este procedimiento consiste en revisar los cuestiona-
rios de campo y datos de laboratorio para escoger los
puntos más representativos que deberán aparecer en
los resúmenes de la parte posterior de la carta. Dentro
de los puntos citados anteriormente hay una serie de
especificaciones que deben ser cumplidas para una
mayor calidad y homogeneidad de la carta edafológica.
Estos son los siguientes:
-Tamaño mínimo de la unidad edafológica. Es 0.5 cm2
para elementos que puedan ser identificados directamente
en las fotografías aéreas. De 1 cm2
para unidades que
puedan ser interpretadas con base en el relieve o la roca
y de 4 cm2
para cualquier rasgo del ambiente.
-Clase textural dominante. Se refiere al porcentaje de
partículas de arena, limo y arcilla presentes en los 30 cm
superiores del suelo dominante.
-Profundidad de la fase salina. La presencia de sales
solubles debe ser en alguna parte o en todo el espesor
hasta los 125 cm del suelo dominante.
-Muestreo de pozos. Deberá existir cuando menos un
pozo a cielo abierto o perfil completo de cada uno de
los tipos de suelo que aparezcan en la carta. El número
de puntos de verificación de una hoja varía en relación
con la complejidad ecológica e importancia económi-
ca de los suelos y con la facilidad de acceso que se
tenga a la zona en cuestión.
-Sitios de muestreo. Todos los perfiles o pozos deberán
hacerse en zonas no alteradas y con una profundidad mí-
nima de 125 cm, excepto cuando se encuentre algún im-
pedimento como la roca, tepetate o agua.
2.2 REPRESENTACIÓN GRÁFICA DE LA CARTA: SÍMBOLOS
Y COLORES
La carta edafológica indica la distribución geográfica
de los suelos del país, clasificados de acuerdo con las
descripciones de unidades FAO/UNESCO 1968,
modificada por DETENAL en 1970. Estas modificaciones
consisten básicamente, en agregar nuevas subunidades
que se han encontrado en el país y que no se consideran
en la clave original de la FAO, en la castellanización de
algunos nombres y en la consideración del sistema
climático modificado por Enriqueta García. También
aparece en ella la simbología de la carta topográfica y
sobre la cual existe un folleto explicativo similar.
2.2.1 Fases físicas
Señalan la presencia de fragmentos de roca y materiales
cementados, que impiden o limitan el uso agrícola del sue-
lo y el empleo de maquinaria agrícola entre otros aspec-
tos. Se dividen en fases superficiales y de profundidad.
a) Superficiales
Aplican para la tres escalas de representación (1:50,000;
1:250,000, y 1:1000,000), y se dividen a su vez en:
-Fase pedregosa. Presencia de piedras con 7.5 cm o
más de diámetro en la superficie del terreno o dentro
de los 30 cm de profundidad.
-Fase gravosa. Presencia de gravas menores a 7.5 cm
de diámetro en la superficie del terreno o dentro de
los 30 cm de profundidad (Fig. 10).
b) De profundidad
Se refiere a capas duras que se encuentran a cierta
profundidad y limitan la capacidad del suelo para las
actividades humanas.
Se llaman someras cuando se encuentran a menos de 50
cm, y profundas, cuando están entre 50 cm y 100 cm.
Aplican en la escala 1:50,000 y 1:250,000. En la escala
1:1000,000 aplica solamente la somera y se le conside-
ra de 0 a 100 cm de profundidad. Se dividen en:
-Fase lítica y lítica profunda. Capa de roca dura y conti-
nua o un conjunto de trozos de roca muy abundantes que
impiden la penetración de las raíces (Fig. 11).
7
7. Fig. 11. Fase lítica. Totatiche, Zacatecas.
Fig. 12. Fase petrocálcica. El Tormento, Campeche.
Fig. 13. Fase fuertemente salina. Guerrero Negro, BCS.
-Fase petrocálcica y petrocálcica profunda. Se refiere a
la presencia de una capa de caliche duro. Es una capa
cementada y endurecida con carbonatos (Fig. 12).
-Fase petrogypsica y petrogypsica profunda. Es una
capa endurecida rica en yeso.
-Fase dúrica y dúrica profunda. Capa cementada y en-
durecida con sílice. Se llama conmúnmente tepetate y
no se rompe con facilidad.
Todas las fases físicas aparecen en la carta
edafológica por una serie de símbolos (puntos, cruces,
círculos) impresas sobre el color de la unidad de suelo.
Las fases físicas indican la presencia de fragmentos de
roca o materiales cementados que limitan el uso de la
maquinaria agrícola y la penetración de las raíces del sue-
lo. La presencia de fragmentos gruesos (piedras, gravas)
pueden remediarse cuando se pretende desarrollar agri-
cultura mecanizada; sin embargo, los materiales
cementados, duros y coherentes,son practicamente impo-
sibles de remover y debe considerarse la posibilidad de
establecer un tipo de vegetación que no se vea afectado
por esta limitante.
Si tenemos un suelo con una fase lítica, entendida esta
como la presencia de roca a menos de 50 cm de la superfi-
cie, no es recomendable el uso de agricultura intensiva
por los rendimientos bajos esperados y la alta susceptibili-
dad a la erosión, sin embargo un buen manejo de pastos
para ganadería protege el suelo y lo hace más productivo.
2.2.2 Fases químicas
Presencia de sales solubles en el suelo, que limitan o
impiden el desarrollo de los cultivos. Comprenden las
fases salina y sódica.
a) Fase salina
Es la presencia de salitre (sales solubles) en el suelo. Se
distinguen tres condiciones distintas:
-Ligeramente salina, que aparece en la carta con el sím-
bolo ls y se caracteriza porque en los suelos el conteni-
do de sales no es muy alto (conductividad eléctrica de 4
a 8 mmhos) y sólo limita el desarrollo de algunos culti-
vos poco resistentes.
-Moderadamente salina, representada con el símbolo ms.
Su contenido de sales en el subsuelo es alto (conductividad
eléctrica de 8 a 16 mmhos), de tal forma que la mayoría
de los cultivos no se desarrollan o se ven disminuidos sus
rendimientos.
-Fuertemente salina, aparece con el símbolo fs, y ocu-
rre cuando el suelo tiene el mayor nivel de salinidad
(conductividad eléctrica mayor a 16 mmhos). En estas
condiciones se impide o limita fuertemente el desarro-
llo de todos los cultivos (figura 13).
En la escala 1:50,000 se reportan los tres niveles de
salinidad. En la escala 1:250,000 se reportan dos: fase
salina (s, de conductividad eléctrica 4 a 16 mmhos) y
fuertemente salina (S, de conductividad eléctrica ma-
yor a 16 mmhos). En la escala 1:1,000,000 solo se repor-
ta si existe fase salina (conductividad eléctrica mayor
de 4 mmhos).
b) Fase sódica
Se refiere a altos contenidos de álcali en el suelo, esto
es, gran concentración de sodio que impide o limita muy
fuertemente el desarrollo de los cultivos. Se reportan
dos intervalos: sódico (n, con saturación de sodio inter-
cambiable de 15 a 40%) y fuertemente sódico (N, con
8
8. Fig. 14. Sección de una carta 1:50,000 y su simbología.
saturación de sodio intercambiable mayor a 40%), ambas
aplican para la escala 1:250,000, y sódico (n, con satura-
ción de sodio intercambiable mayor a 15%) para las esca-
las 1:50,000 y 1:1000,000.
2.2.3 Clase textural
Indica el tamaño general de las partículas que forman el
suelo y que en la carta aparecen con números. El núme-
ro 1 representa los suelos arenosos de textura gruesa
(con más de 65% de arena), con menor capacidad de
retención de agua y nutrientes para las plantas. El nú-
mero 2 se refiere a suelos de textura media, común-
mente llamados francos, equilibrados generalmente en
el contenido de arena, arcilla y limo. El número 3 repre-
senta suelos arcillosos de textura fina (con más de 35%
de arcilla) que tienen mal drenaje, escasa porosidad,
son por lo general duros al secarse, se inundan fácil-
mente y son menos favorables al laboreo.
2.3 INTERPRETACIÓN DE LA CARTA EDAFOLÓGICA
Sobre las cartas en sus tres versiones de escala (1:50,000;
1:250,000 y 1:1000,000) se delimitan con líneas conti-
nuas las unidades edafológicas y con colores el tipo de
suelo predominante de varias unidades de suelo o de una
sola. Las unidades se denominan en función de la clasifi-
cación de los perfiles y factores ambientales (clima, geo-
logía, vegetación, uso del suelo, topografía y
geomorfología), por medio de una clave jerarquizada
constituída por uno, dos o hasta tres tipos de suelo, sien-
do la predominante la primera.
Ejemplo: Vp+Lc-ls-n/3 (Fig. 14).
«V» se refiere al primer tipo de la unidad y es predomi-
nante sobre el segundo, conocido técnicamente como
Vertisol que se caracteriza por su alto contenido de arci-
lla, la cual se expande con la humedad formando sobre la
superficie pequeños montículos conocidos como
microrelieve gilgai; en el subsuelo por desplazamiento de
bloques se forman superficies pulidas conocidas como
facetas. «p» corresponde al subtipo de suelo conocido
como pélico y significa negro. «L» es el segundo tipo de
suelo, conocido como Luvisol que se caracteriza por la
acumulación de arcilla en el subsuelo. «c» corresponde
al subtipo de suelo conocido como crómico y significa
rojizo. «ls» se refiere a la fase química, ligeramente sali-
na (4 a 8 mmhos). «n» es también una fase química
conocida como fase sódica (mayor de 15% de sodio
intercambiable). «3»representa la clase textural fina (ma-
yor a 35% de arcilla), dentro de los 30 cm superficiales.
Cabe aclarar que las fases físicas y/o químicas siempre
corresponden al suelo predominante de la unidad
edafológica, que en el ejemplo especificado es el Vp.
Con base en las características morfológicas, físicas y
químicas se puede señalar en primera instancia cuál es la
vocación del suelo y cuáles son las medidas que hay que
9
´
9. 10
tomar en cuenta con el fin de conservar su uso óptimo.
Con respecto a la vocación de los suelos para diferentes
usos agrícola, pecuario o forestal, se recalca una vez más
que ésta no depende exclusivamente del tipo de suelo,
sino del medio ecológico en su conjunto y los avances tec-
nológicos que pueden superar o aprovechar las limitantes
naturales. Cuando se señala que un suelo es bueno para
usos agrícola, se refiere a que pueden destinarse a este
fin sin que la inversión inicial sea muy alta, no obstante,
si se quiere mantener una buena productividad, hay que
lograr esto por medio de la fertilización y el manejo ade-
cuado al tipo de suelo y cultivos que en él se desarrollan.
En el caso de suelos que no son marcadamente agríco-
las, hay que considerar más detalladamente la relación
costo-beneficio pues la inversión puede resultar más
alta en drenaje o control de erosión, por lo cual en
muchas ocasiones conviene designarlos a actividades
pecuarias o forestales en la que se tiene mayor seguri-
dad de conservar el recurso.
2.4 DESCRIPCIÓN DE TÉRMINOS TÉCNICOS
Los nombres asignados a los suelos en la carta
edafológica, son los que propone la leyenda mundial FAO/
UNESCO 1968, modificada por DETENAL en 1970, y es-
tán tomados de las descripciones que en diferentes países
se hacen de suelos típicos; por ello los nombres provie-
nen de muy diversas raíces: griegas, latinas, rusas y
japonesas. Para clasificar los suelos y encontrar a qué
grupo pertenecen, se usa una clave de identificación;
gracias a ella, éstos pueden ordenarse de acuerdo con
sus propiedades físicas y químicas, así como con el gra-
do de desarrollo de los horizontes. De esta manera, al
abrir un pozo o perfil en el campo, se describen las ca-
racterísticas del suelo y con base en esto se clasifica en
la clave. Si no coincide con la primera unidad, se pasa a
la segunda y así sucesivamente hasta encontrar la uni-
dad en que se representen todas sus características. Una
vez determinada la unidad, se emplea el mismo método
para determinar la subunidad. Las unidades de suelos se
refieren a los grupos principales que consideran carac-
terísticas importantes como el clima o el tipo de roca a
partir del cual se formó el suelo. Estas unidades se divi-
den a su vez en subunidades, que consideran otras
características como el color del suelo, presencia de
algún elemento químico o nivel de saturación con agua.
Con los datos de campo, laboratorio y con la ayuda de
las imágenes fotográficas, se pueden definir la superfi-
cie y los límites que tendrán en el terreno las diferentes
unidades y subunidades, así como los grupos de suelo
que pertenecen al área de estudio. Los lugares a donde
se hace un pozo a cielo abierto, se marcan sobre la car-
ta con el símbolo si no se obtuvieron muestras y con
el símbolo , cuando el especialista de suelos haya
recopilado muestras para su análisis. En el reverso de la
carta aparecen los datos de campo y los análisis de las
muestras según el número de referencia de cada punto.
Dentro de la simbología de la carta, a cada unidad y
subunidad se le asigna una letra, mayúscula para la pri-
mera y minúscula para la segunda, respectivamente.