La industria del software demuestra ser un pujante sector mano de obra intensivo y de valor agregado creciente. El tipo de licenciamiento de estos sistemas plantea un debate profundo acerca de nuestra soberanía, la inclusión social, la difusión del conocimiento y finalmente la apropiación del valor agregado. ¿Continuamos bajo un sistema productivo colonialista de pago de patentes -royalties- o promovemos un sistema de inclusión social con tecnologías abiertas?
1. Software libre para la economía popular: ¿22.000 millones para Bill Gates
o 2.800 millones para los trabajadores argentinos?
La industria del software demuestra ser un pujante sector intensivo en mano de
obra y de valor agregado creciente. El tipo de licencia de estos sistemas plantea un
debate profundo acerca de nuestra soberanía, la inclusión social, la difusión del
conocimiento y, finalmente, la apropiación del valor agregado. ¿Continuamos bajo
un sistema productivo colonialista de pago de patentes –royalties– o promovemos
un sistema de inclusión social con tecnologías abiertas?
Por Sebastián Nader. nadersebastian@gmail.com
La importancia de los sistemas
En Argentina, la tecnología ocupa un lugar importante, especialmente en lo referente a las
tecnologías de la información. Nuestro país tiene el mayor porcentaje de habitantes de la región
conectados a Internet, con 28 millones de usuarios; dicho de otra forma, cerca del 70% de los
argentinos usa Internet1. Esta proporción es del 39% para los brasileños, por citar un ejemplo.
Los esfuerzos del Estado Nacional en la materia también son importantes: el programa Conectar
Igualdad ya entregó más de 2,5 millones de computadoras portátiles a docentes y estudiantes; el
plan Argentina Conectada prevé el 100% de conectividad en las escuelas públicas para el año 2015;
la Oficina Nacional de Tecnologías de la Información impulsa un desafiante Plan de Gobierno
Electrónico, etc.
Es posible continuar nombrando ejemplos acerca de la importancia y el peso del sector; sin
embargo, alcanza con los ejemplos anteriores para demostrar que el país acompaña la creciente
tendencia mundial en el uso de computadoras, sean de escritorio o móviles (computadoras
portátiles, tabletas y teléfonos inteligentes).
Cada vez que adquirimos y encendemos uno de estos dispositivos, estamos consumiendo software:
un sistema operativo y diferentes aplicaciones (procesadores de texto, navegadores, reproductores
de música, etc.). Sin estos sistemas, los dispositivos carecen de utilidad y por este motivo, los
mercados de software y hardware guardan una relación proporcional directa en el tiempo2.
Fuente: Observatorio Permanente de la Industria del Software y Servicios Informáticos.
1
http://www.argentinaconectada.gob.ar/notas/2815-siete-cada-diez-argentinos-usa-internet
2
Observatorio Permanente de la Industria del Software y Servicios Informáticos.
http://www.cessi.org.ar/descarga-institucionales-1263/documento2-3ba42c6a34f1f4486a9ba254f2788cf3
2. Cada vez que consumimos software, le generamos ingresos a una industria intensiva en mano de
obra, transversal y de valor agregado creciente. En otros términos, estamos generando puestos de
trabajo, incentivando a un sector que presta servicios a los restantes sectores de la economía y
además, fomentando la inversión en una industria que, a diferencia de las industrias atadas a los
recursos naturales, genera un valor agregado creciente, y en donde los rendimientos decrecientes a
escala todavía no están a la vista.
En Argentina, 70.000 trabajadores informáticos producen 13.000 millones de pesos, esto es
$185.000 por trabajador por año. En comparación, en el sector automotriz3, 90.000 trabajadores
producen 88.000 millones de pesos4: casi $1.000.000 por trabajador. Dicho de otra manera, el sector
automotriz solo requiere un trabajador para generar $1.000.000 en ventas, mientras que la industria
del software requiere 5 trabajadores para el mismo nivel de ventas.
Fuente: Observatorio Permanente de la Industria del Software y Servicios Informáticos.
En una economía mundial con tasas récord de desempleo que equivalen a más de 200 millones de
personas sin trabajo5, la importancia del software trasciende una simple moda para posicionarse
como un pujante sector industrial.
El software libre y el software privativo
Es importante clasificar el software según el tipo de licencia (derecho de uso) que posee. Para
simplificar, coexisten dos tipos de software fuertemente opuestos en su concepción filosófica: el
software libre6 (Linux, Android, Firefox, etc.) y el software de código cerrado, privado o privativo
(Windows, Windows Phone, Explorer, etc.).
El software libre es aquel que, a diferencia del privativo, respeta la libertad del usuario, su seguridad
informática y la solidaridad social de su comunidad. Existen cuatro libertades que permiten
definirlo:
● La libertad de usar el programa, con cualquier propósito.
● La libertad de estudiar cómo funciona el programa y modificarlo, adaptándolo a las propias
3
http://www.mrecic.gov.ar/userfiles/automotriz.pdf
4
http://www.afip.gob.ar/genericos/informeSectorial/documentos/AUTOMOTORES2010.pdf
5
http://www.cnbc.com/id/100394338
6
http://es.wikipedia.org/wiki/Anexo:Comparaci%C3%B3n_de_licencias_de_software_libre
3. necesidades.
● La libertad de distribuir copias del programa, con lo cual se puede ayudar al prójimo.
● La libertad de mejorar el programa y hacer públicas esas mejoras a los demás, de modo que
toda la comunidad se beneficie.
El fundador del movimiento del software libre, Richard Stallman, lo define de la siguiente manera:
“Con el software hay dos posibilidades: o los usuarios tienen el control del programa o el programa
tiene el control de los usuarios. El primer caso se llama software libre. [En el segundo caso] el
dueño tiene el control del programa, y a través de él, somete a los usuarios. Entonces un programa
no libre es un yugo, es injusto y no debería existir”7. Recomendamos escuchar la entrevista brindada
el 9 de septiembre de 2011 en el marco de la Conferencia Internacional del Software Libre8.
Desde el otro lado, la filosofía del software privativo se asemeja al patentamiento del ADN de las
variedades genéticas de las semillas, captando el valor de la producción por medio de patentes y
generando un mercado cautivo. Las patentes representan el mayor costo en este tipo de software: en
el caso de Windows Vista (tristemente recordado por la desesperación de los usuarios en regresar al
antiguo Windows XP), su desarrollo le insumió a Microsoft el fruto de 10.000 trabajadores por un
total de 10.000 millones de dólares9, y obtuvo una ganancia cercana a los 60.000 millones, que
incluye, además de Vista, otros productos de la línea Microsoft10. Está claro que los beneficios por
50.000 millones no se generaron solamente por el pago de patentes del Windows Vista; pero
también está claro que ese número no es marginal.
La generación de mercados cautivos puede comprobarse al ingresar a cualquier comercio
informático y observar cuál es el software presente en esas máquinas. No es casualidad el hecho de
que Microsoft llegó a cobrar impuestos a los productores que vendían computadoras sin su
software11, a tal punto que comprar una computadora sin Windows es –casi– ilegal12.
El sector público es otro de los mercados cautivos de Microsoft. Es extraño que en el contexto
actual, los medios periodísticos opositores no se pregunten por qué esta empresa se adjudica las
licencias de las computadoras del Estado: hasta las netbooks del plan Conectar Igualdad tienen a
Windows como sistema operativo predeterminado. Esto ocurre en Argentina y en casi todo el
mundo. ¿No es esto una conducta fraudulenta, o al menos monopólica?
El software libre y la economía popular
Ante este panorama, las tecnologías libres ofrecen una alternativa a la opresión monopólica de los
productores de software privativo con importantes beneficios para la economía local. En primer
lugar, con el software libre se elimina el pago de patentes, y en segundo lugar, se generan
oportunidades en el mercado de trabajo para diseñadores, programadores, comunicadores,
administradores, etc., que adaptan el software a las necesidades particulares de las personas y
7
http://alt1040.com/2012/11/entrevista-richard-stallman
8
http://cisl.org.ar/blog/2013/05/16/debaten-el-papel-del-software-libre-y-las-libertades-ciudadanas-
richard-stallman/
9
http://seattletimes.com/html/businesstechnology/2003460386_btview04.html
10
http://www.microsoft.com/en-us/news/press/2008/jul08/07-17fy08Q4earnings.aspx
11
http://socrates.berkeley.edu/~scotch/DigitalAntitrust/Microsoft%20DC%20Circuit%202001.pdf
12
http://www.theregister.co.uk/2000/11/28/ms_its_nearly_illegal/
4. empresas que los usan.
El software libre es producido por una comunidad mundial que cree en las cuatro libertades antes
mencionadas. En esta comunidad, opera un círculo virtuoso en donde las personas toman el
software desarrollado por otras, le realizan modificaciones o mejoras y las dejan disponibles para
que otros puedan seguir mejorándolas o modificándolas. El caso insignia es Linux, sobre cuya base
se desarrolló Android, el sistema operativo utilizado en el 70% de los teléfonos vendidos en la
actualidad13.
Fuente: Gartner
Pero el software libre no se limita a los grandes mercados masivos. Existe un sinfín de aplicaciones
que brindan soluciones particulares a empresas e individuos: sistemas de gestión de clientes,
navegadores, casillas de correo, sistema de manejo de stock, sistemas de facturas, sistemas de
seguimiento satelital, etc. La lista es interminable y crece constantemente.
Dado que las necesidades de los usuarios de software, sean individuos o empresas, son diferentes, el
software libre disponible brinda una solución genérica que no alcanza a satisfacer a todas ellas por
completo. Esto mismo pasa con el software privativo: Microsoft Word presta una solución genérica
para procesar texto, pero no permite, por ejemplo, editar de manera simultánea con otros
participantes, o realizar una videollamada mientras se escribe.
El software libre, al ser de código abierto, permite que pueda realizarse cualquier acción imaginable,
siempre y cuando se posean los recursos necesarios para efectuar esas modificaciones. Estos
recursos pueden ser conocimiento y tiempo, si los cambios corren por cuenta del interesado, o
dinero, si se necesita que alguien más los realice. En otras palabras, analizado desde el lado de la
demanda, el software libre permite pagarle a un trabajador informático para desarrollar la aplicación
que se requiere sin necesidad de pagar patentes, y por un costo mucho menor al del software
privativo. Por el lado de la oferta, les permite a los emprendedores realizar aplicaciones de prueba a
bajo costo y testear su viabilidad rápidamente en el mercado.
Veamos un ejemplo en números tomando precios de Mercado Libre. Al comienzo, expusimos que
en Argentina existen actualmente 28 millones de computadoras. Si todas usan Windows a un costo
de licencia promedio de $800 pesos, eso representa un mercado de $22.4000 millones de pesos. Si
en vez de usar Windows esas máquinas usaran Linux, el costo de la licencia sería $0, pero tendrían
un costo de instalación de $100 por máquina, representando un mercado de $2.800 millones de
pesos.
13
http://www.tech-thoughts.net/2012/12/smartphone-market-share-trends-by-
country.html#.Uce6AfY6V3Y
5. Este es el corazón del modelo de negocio del software libre: la ganancia no está en las licencias,
sino en las horas que los trabajadores dedican a desarrollar, instalar o adaptar aplicaciones que ya
existen y que son de libre uso, modificación y distribución. Es también el corazón de la filosofía
preguntarnos: ¿quién debería apropiarse del valor agregado? ¿Bill Gates por intermedio de sus
patentes o los trabajadores?
Está claro que la economía popular debe caminar por la senda del software libre. También está claro
que es necesario realizar acciones para promover el uso de estas tecnologías y que debe hacerse con
la fuerza necesaria para romper las cadenas que nos atan al colonialismo y que nos hacen
dependientes tecnológicos de los monopolios informáticos.
En este sentido, es importante adoptar las siguientes medidas:
1) Crear conciencia y difundir. La población debe conocer las implicancias del software sobre la
soberanía y la difusión del conocimiento tal como lo planteó el Presidente de Ecuador, Rafael
Correa en el año 201214. El software libre también debe ser promovido entre los trabajadores, la
industria y las familias en los medios y a través de eventos como la Conferencia Internacional de
Software Libre15.
2) Legislar. Impulsar leyes que promuevan el uso de estas tecnologías comenzando por el Estado. El
proyecto de ley de Estándares Abiertos para el Estado16 es un ejemplo en esta dirección.
3) Capacitar y brindar herramientas para los trabajadores. Es importante el desarrollo de programas
que permitan la formación de los trabajadores para utilizar estas tecnologías, proporcionándoles
acceso a un mercado laboral digno y sustentable. El programa Conectar Igualdad, así como el
Cluster, de Software Libre en la provincia de Entre Ríos, son buenos ejemplos a seguir.
Por ahora, contamos con la bondad de la Gates Foundation, cuya última donación en la Argentina
fue de un millón de dólares a la Biblioteca del Congreso Nacional en el 2001, y otro tanto en el
2003 a la fundación Ronald McDonald, casa del prolijo payaso de los arcos de oro.
Es evidente que los sistemas libres son nuestra mejor opción, como individuos y como argentinos.
El colonialismo digital ha sido muy fuerte, y se requiere mucho tiempo y esfuerzo para erradicarlo.
14
http://www.softwarelibreconcfk.com.ar/el-software-libre-es-un-asunto-de-soberan%C3%AD
15
http://cisl.org.ar/
16
http://goblab.org/2013/04/se-presento-el-proyecto-de-ley-de-estandares-abiertos/