El documento describe cómo Vicente de Paúl y Luisa de Marillac vivieron un acercamiento integral a la evangelización y comprendieron profundamente la dignidad de cada ser humano, incluso en los márgenes de la sociedad. Aunque no usaron expresiones como "evangelización integral", su ministerio pastoral encarnaba este concepto. El documento también señala que aunque vivieron en el siglo XVII, prefiguraron las enseñanzas de los Papas recientes sobre la solidaridad y el encuentro con los demás.