Tres motivos estratégicos por los que las empresas pueden convertirse en multinacionales son: 1) Acceso a nuevos mercados, 2) Aprovechamiento de economías de escala, y 3) Acceso a recursos. El paradigma OLI propone que las empresas invierten en el extranjero cuando tienen ventajas de propiedad, ubicación y/o internalización. La decisión de inversión extranjera está influenciada por factores conductuales como las percepciones y preferencias de los gerentes.