El documento apoya una campaña para permitir que los niños elijan sus propios juguetes sin distinción de género. Argumenta que los niños deben tener el derecho de jugar libremente sin ser oprimidos por estereotipos de género impuestos por el sistema capitalista y los intereses comerciales. Concluye instando a pensar en el futuro de la igualdad y la niñez.