Una princesa tenía el problema de que todo lo que tocaba se derretía. Dos príncipes trajeron objetos de titanio y diamante para ella, pero se derritieron. El tercer príncipe le pidió que tocara suavemente lo que había en su bolsillo, resultando ser un M&M que no se derritió. El tercer príncipe se casó con la princesa y vivieron felices para siempre.