TIPOLOGÍA TEXTUAL- EXPOSICIÓN Y ARGUMENTACIÓN.pptx
20 fe junio día de la bandera
1. 20 fe junio Día de la Bandera
Belgrano militar: batallas, armas, vestimentas
Como sabemos, Manuel Belgrano era abogado de profesión. Graduado con honores en
la Universidad de Salamanca, trabajó durante los primeros años de su carrera profesional en el
Consulado de Comercio de Buenos Aires.
Cuando las tropas inglesas intentan tomar Buenos Aires, Belgrano tiene sus primeros
acercamientos a las milicias. Disconforme con el acuerdo que algunos miembros del Consulado
querían firmar con el capitán Beresford , se niega a hacerlo y huye a la Banda Oriental.
Los acontecimientos de mayo de 1810 lo encuentran como uno de los principales y más activos
protagonistas. Tiempo después, ante la necesidad impuesta por la situación, la Junta lo nombra
General, y Belgrano, de muy poca formación militar, se pone al frente del ejército que combate en
el Paraguay y en Misiones. Funda las ciudades de Curuzú Cuatiá y Mandisovy (actual Federación)
pero es derrotado en las batallas de Paraguarí y Tacuarí.
Reconstruyendo el escenario
Algunos ejes para el análisis pueden ser:
Averiguar cuántos soldados tenía Belgrano en su ejército, y a cuántos soldados enemigos
enfrentó.
¿Quién era el jefe de los realistas?
Averiguar cuál era la edad de sus soldados. ¿En qué estado estaban cuando Belgrano llegó
como jefe? ¿Estaban sanos?
Investigar acerca del tipo de armas que utilizaban.
¿Cuánto duraban las batallas? ¿Qué hacían con los heridos?
Indagar cuándo y cómo se daba por terminada una batalla. Profundizar sobre el concepto
de “armisticio”.
Conocer el uniforme que distinguía a ambos bandos.
Investigar las características geográficas de la zona en la que se combatió.
Espacio de discusión
Debate centrado en los siguientes puntos:
¿Cuáles son las principales diferencias y semejanzas entre los combates librados por
Belgrano en la Mesopotamia y las guerras que se libran en la actualidad?
¿Por qué creen que un abogado, formado en España, decide tomar las armas y ponerse al
frente de un ejército pese a no contar con formación militar? ¿Cuáles pueden ser los
ideales que lo impulsan?
2. Nicolás Shumway, un destacado investigador norteamericano, señala en su libro La
invención de la Argentina que las naciones se organizan en función de lo que denomina
ficciones orientadoras, creaciones tan artificiales como ficciones literarias pero que son
necesarias para darles a los individuos un sentimiento de nación, comunidad, identidad
colectiva y un destino común nacional. En este sentido, indica también que “La retórica de
Mitre (…) presenta dos tipos de celebridades. Los primeros se asemejan a los héroes
clásicos, los segundos a Satanás”.
1) Lean los fragmentos extraídos de “Historia de Belgrano” de Bartolomé Mitre, “La
revolución es un sueño eterno” de Andrés Rivera y el epistolario de Manuel Belgrano.
Belgrano por Mitre
"Belgrano tenía la paciencia del organizador, que prepara los elementos del triunfo; la intrepidez
en el ataque; la firmeza en el combate y la constancia en la derrota; pero carecía de la ardiente
inspiración del campo de batalla.
Este contraste, más severo que el de Vilcapugio, fue debido en gran parte a la ciega confianza de
Belgrano antes de la batalla, y a sus errores en el curso de ella; aunque entró por mucho la
superioridad de las aguerridas tropas españolas, con mejores jefes y oficiales que los del ejército
argentino, y sobre todo, la superioridad inmensa de su artillería. El cargo más serio que puede
hacerse a Belgrano es no haberse sabido aprovechar de las faltas de su contrario, atacándolo en la
bajada de la cuesta; y después no haber tomado ninguna disposición acertada para neutralizar las
maniobras que dieron por resultado la derrota. Así, razón tenía hasta cierto punto Pezuela, al
colocar los soldados argentinos más arriba de su general cuando decía: 'Las tropas de Buenos Aires
presentadas en Vilcapugio y Ayohuma, es menester confesar que tienen una disciplina, una
instrucción y un aire y despejo natural como si fueran francesas; pero si alguna vez volvieran a
formar ejército con ellas, como sean mandadas por Belgrano y Díaz Vélez, serán sacrificadas por
pocas. Estos dos caudillos no supieron hacer el menor movimiento, cuando obligándolos yo a
variar su primera posición, marchando con el ejército sobre su flanco derecho, ellos que me
esperaban por su frente no dieron disposición de tomar las alturas, por donde era conocida mi
dirección, no hicieron otra cosa que darme su frente y hacer subir una nube de indios a una
montaña de su espalda, que yo no necesitaba tomar'.
El general Paz, no menos severo que Pezuela, señala estas mismas faltas; pero al mismo tiempo las
explica diciendo: 'Es preciso considerar que estábamos en el aprendizaje de la guerra, y que así
como era, el general Belgrano era el mejor general que tenía entonces la República. Estaba
también falto de jefes, pues los mejores por varios motivos estaban ausentes: no tenía un solo
hombre a quien pudiera deber un consejo, ni una advertencia: estaba solo, y solo llevaba todo el
peso del ejército'.
Pero si en la batalla pudo padecer la fama del general, mostrándose inferior al vencedor de Salta:
en la retirada vuelve a aparecer el héroe de alma grande, el patriota de fe incontrastable, que no
se rinde bajo los golpes del infortunio, y que continúa imponiendo al enemigo y y domina a los
suyos, por su tenaz resistencia y fortaleza de espíritu. Situado con la bandera en la mano en las
3. asperezas de la montaña, rodeado de las miserables reliquias de su ejército, continuaba contando
reunión a los dispersos, en señal de que su general no los abandonaba.”
En: Bartolomé Mitre, Historia de Belgrano y de la independencia argentina. Buenos Aires, Eudeba,
1964.
Belgrano por Rivera
"Belgrano alzó su vaso de aguardiente, la pierna derecha cruzada sobre el muslo izquierdo,
hidrópico, la cara de un hombre que galopó no sé cuántas leguas para sentarse allí frente a mí, y
dijo salud. Dijo salud, y se rió, como si gozara de la posesión de un secreto, y dijo, cuando terminó
de reír, cuando olvidó que era dueño exclusivo de un secreto: Tengo a los oficialitos de mi Estado
Mayor, yo, un abogado, a caballo, buena parte del día. Les saco callos en el traste. Y los escucho
rezongar: chico majadero, me llaman. ¿Qué hago yo, primo, un abogado, arrestándolos,
formándoles consejo de guerra por ladrones, por insubordinación, por amotinamiento, a ellos, que
se guían por los reglamentos españoles del siglo de Maricastaña, para que no me hagan,
amotinados, lo que le hicieron a usted y a Balcarce, sabiendo que aun a los más miserables les
sobran padrinos aquí en Buenos Aires?
Dijo: Arresto a los miserables, que andan todo el santo día, con el rosario en las manos; castigo a
los cobardes; reparto charqui y maíz en las poblaciones que no nos dan bola, que nos miran con
recelo, que ven que no hay mano que ponga freno a la inquietud de los españoles y criollos, que
ven que se me ordena guardar cualquier bandera que no sea la del rey, y que yo, que soy un
hombre bueno, como usted me escribió, primo, obedezco. Entonces, para darme ánimo, grito a
mis soldaditos, fumemos muchachos, que nos sobra tabaco, y recuerdo la luz de Buenos Aires, la
de su cielo, porque quemé mis papeles, y da lo mismo, cuando uno quemó sus papeles, no haber
nacido que morir a los cuarenta o a los sesenta.”
Andrés Rivera, en La Revolución es un sueño eterno.
Belgrano por Belgrano
Carta a Saavedra
"Buenos Aires,
Cuartel general de Santa Rosa
31 de enero de 1811
Sr. Dn. Cornelio Saavedra
Mi querido amigo: […] Mis oficios a la Junta no dicen todo lo que yo quisiera decir, ni puedo hablar
con franqueza a distancia de cuatrocientas leguas, porque temo que mis cartas caigan en manos
del enemigo; la acción gloriosa del 19 me la arrancaron de las manos y las consecuencias me
tienen con los mayores cuidados; sólo me ha consolado el aviso que me da Rodríguez de hallarse
en la Bajada y que esperaba que pasasen los pardos para ir a atacar a los del Arroyo de la China:
quiera Dios que sea feliz, para que pueda venirse con todos y entrar a la conquista de los salvajes
paraguayos, que sólo se pueden convencer a fuerza de balas.
Si no se consigue el buen éxito de la expedición, me será forzoso repasar el Paraná; para entonces
es de temer que aquéllos, unidos con éstos y apoderados del río, puedan acorralarme y privarme
4. no sólo de la comunicación con la capital sino también de los alimentos, que hoy los tengo, de los
ganados que he tomado a los insurgentes del Paraguay, de las posiciones que tienen en esta
provincia. […]
Cuanto menos, necesito 1.500 infantes y 500 de caballería para la empresa de la conquista al
Paraguay. […] Me hallo escaso de dinero; porque de Santa Fe sólo me mandaron 400 onzas, con
que estoy socorriendo a la gente, y aunque vengan las restantes no bastan a pagar los sueldos y
gastos que se causan, y lo primero es muy preciso, como Ud. conoce, para mantener la disciplina
con el rigor que es debido.
[…] Luego que consiga tener la noticia del estado de las municiones despacharé ésta al cuidado de
persona que ande mucho y sea viva para que no la pillen; suspendo, pues, de escribir hasta ese
momento por si se me ocurriese alguna otra cosa, pero encargando a Ud. que se trabaje con la
mayor actividad en todo cuanto he expuesto para lograr nuestros objetos.
Adiós mi amigo; no olvide usted a su Manuel Belgrano”
Reproducido en F. Luna, (director) Manuel Belgrano. Buenos Aires, Planeta, 2000.)
1) Debate acerca de los distintos perfiles de Belgrano que se derivan de los tres textos. Tener
en cuenta sus condiciones de producción y la finalidad de cada uno.
2) Investigar a partir de qué textos se conformó la historiografía oficial y cuál fue el rol que
tuvo Bartolomé Mitre en relación con ello.
3) En relación con los dichos de Shumway. ¿Qué lugar ocupa el creador de la bandera? ¿Por
qué? ¿Existen otros personajes históricos que deberían acompañarlo en el panteón de
próceres y han sido excluidos? ¿Por qué?
Tomado de www.encuentro.gov.ar