El documento discute cómo el uso de Internet y las redes sociales no necesariamente causan aislamiento social, y de hecho pueden reducirlo en algunos grupos como los ancianos y las personas con discapacidades o trastornos. Varios estudios encuentran que el uso de estas tecnologías puede apoyar a personas con soledad o limitaciones de movilidad y ser una herramienta valiosa para la integración.