1. Los que han sido criados en el seno del catolicismo romano
piensan que es el día de la Virgen Maria, pero desde la
antigüedad, el 8 de diciembre es un día sagrado de la diosa
griega Astraea, diosa de justicia en la mitología griega. Y esto
nos conduce a la pregunta para nuestros queridos lectores:
Amigo,
¿Realmente Conoces a
María?
Se le dice, en el Rosario:
"SANTA MARIA, RUEGA POR
NOSOTROS..."
2. Sí, a María, la del Santo Rosario, mejor dicho, la madre de
Jesucristo. ¿La conoces? ¿Realmente sabes quién es? Probablemente
piensas que sí, porque te han hablado de ella desde siempre, pero
vamos a ver, porque vamos a examinar el asunto a la luz de la
Sagrada Biblia, la única Palabra de Dios. El Señor Jesucristo dijo
que Juan el bautista era el más grande de los profetas. Sin embargo,
cuando a Juan le preguntaron: "¿Tú quien eres?", él se negó a tomar
títulos y honores, y dijo así: "Yo no soy el Cristo... no soy...no" (S.
Juan 1:20-21). ¡Se hizo cada vez más pequeño, el profeta menguante!
Y cuando insistieron con: "¿Qué dices de ti mismo?" él dijo: "Yo soy
la voz de uno que clama en el desierto..." (S. Juan 1:23).
3. Algo así ocurre con María. Cierto es que ella fue sumamente
bendecida por Dios para concebir a Jesús, y el ángel le llamó: "muy
favorecida" (S. Lucas 1:28). Ningún verdadero creyente en el Señor
Jesucristo niega esto, puesto que es lo que la Biblia, la única Palabra
de Dios, dice. Pero amigo, de ahí, de lo escrito en la Biblia a los títulos
que sus seguidores celosos le ponen en la letanía de la Iglesia Católica
Romana, hay una gran distancia. Y como en el caso de Juan el
bautista, si a María le dejamos hablar, ella nos dirá quién es. Ella
dice: "He aquí la sierva del Señor" (S. Lucas 1:38). María es una
mujer santa; no es embustera. Ella sabía quien era, y nosotros lo
sabemos de su propia boca.
Juan el bautista, el mayor de los profetas, afirmó lo siguiente acerca
de Jesucristo: "es necesario que él crezca, pero que yo mengüe" (S.
Juan 3:30). Así también fue con María. En S. Juan 2:5 ella se retira,
diciendo a los siervos, y a todos los que quieran escucharle, lo
siguiente acerca de su Hijo: "Haced todo lo que os dijere".Si los
supuestos devotos de María le hicieran caso, de aquí en adelante
serían devotos de su bendito Hijo, el Señor Jesucristo, y no de ella.
La clave para la vida eterna y la gracia de Dios está en el Señor
Jesucristo, no en María. Porque, ¿qué dice el Hijo? Dice: "para que
todos honren al Hijo como honran al Padre". No incluye a María en lo
divino o celestial. Y cuando el Señor Jesucristo habla del cielo, Él
dice: "Yo soy el camino, y la verdad y la vida, nadie viene al Padre sino
por mí". No dijo: "A Jesús por María" sino "A Dios Padre por
Jesús". Él, no ella, es el camino. No te desvíes. ¿Quién es María? El
ángel dice: "Muy favorecida". Ella dice: "la sierva del Señor". El
Señor Jesucristo dice: "Mujer" (S. Juan 2:4). Los apóstoles le
conocían como "María la madre de Jesús" (Hechos 1:14).
Para los verdaderos creyentes y seguidores del Señor Jesucristo, allí
hay cuatro testimonios bíblicos: el de un ángel, el de ella misma, el
del Señor Jesucristo y el de los apóstoles. Sin embargo, hay los que
insisten en exaltar a una mujer piadosa y humilde y hacer de ella lo
que ni un ángel, ni ella misma, ni el Señor, ni los apóstoles hicieron:
una diosa. Reconozco que a los devotos de María les puede doler esto,
y no lo digo con ánimo de ofender a nadie. Pero, con todo amor y
firmeza en Cristo, y prefiriendo a Dios antes que a los hombres, hay
que enderezar lo torcido. El culto rendido a María carece de apoyo
bíblico. No hay ni siquiera un solo ejemplo en todo el Nuevo
Testamento de ninguna clase de culto o lugar especial cedido a ella.
¿Aún te atreves a seguir haciéndolo sabiendo que Dios no lo enseña
4. ni lo aprueba, ni hay ejemplo en la Biblia de lo que haces? Entramos
aquí en el tema de la honradez, porque francamente, seguir así en tus
trece no es una virtud en este caso. Si afirmas como verdadero algo
que Dios no aprueba, esto no es honesto ni fiel a Dios, antes al
contrario, es pecado, pues en este caso no es otra cosa que idolatría.
Y amigo, debes saber que la María que el Catolicismo Romano ha
fabricado y el culto que ha fomentado y permite que se le rinda no es
nada bíblico. Esta "María", es otra "mujer" disfrazada como María
para que los hombres le rindan culto.
Ahora bien, si eres honesto, tendrás que admitir que nadie en el cielo
o en la Iglesia en el Nuevo Testamento le llama la madre de Dios,
porque Dios no tiene madre, sino que Él es eterno. Es la madre de
Jesús, de la encarnación, la expresión humana de Dios, pero no de
Dios. Ella es bendita, por supuesto, pero no es madre de la Iglesia (al
menos de la verdadera), porque la Iglesia es una creación de Dios por
el Espíritu Santo, cómo Adán y Eva fueron hechos sin madre o
padre. La Iglesia es la novia del Señor Jesucristo, y ¿cómo va a ser
María la madre de Jesús y de su novia a la vez? Esto no es místico, no
es un misterio sino más bien ridículo. La estimada y bienaventurada
María de la Biblia no es madre de todas las gracias, porque la gracia
procede eterna y exclusivamente de Dios, no de María. Ella no
dispensa la gracia. La gracia tiene su fuente en Dios y en el Señor
Jesucristo, y no en los seres humanos, por piadosos que sean. María
tampoco es el trono de la sabiduría, porque la sabiduría viene de
Dios. El Señor Jesucristo: "nos ha sido hecho por Dios sabiduría,
justificación, santificación y redención" (1 Corintios 1:30). Por lo
cual, concluye el santo apóstol Pablo, inspirado por el Espíritu Santo:
"El que se gloría, gloríese en el Señor" (1 Corintios 1:31). Los que
rezan el rosario y rinden cualquier clase de culto a María se están
gloriando en alguien que no es el Señor, ni es la María de la Palabra
de Dios. Entonces, esto es un gran pecado del cual hay que
arrepentirse, el pecado de blasfemar, de robar al Señor Jesús de Sus
glorias, títulos y atributos por los cuales Él es digno de ser adorado, y
atribuir estas cosas a otra persona sin autorización divina. La
verdadera María no es reina del cielo, porque para los que conocen
su Sagrada Biblia y les importa lo que dice, saben que el título:
"reina del cielo", es un título idolátrico, de la mitología pagana de
Babilonia (Semiramis) y Egipto (Isis, ver Jeremías 44:15-19, 25). Y
según el versículo 15, muchos de sus devotos eran mujeres. Este culto
de devoción a mujeres invadió la profesante iglesia cristiana, cuando
5. bajo el favor de Constantino, los paganos empezaron a borrar los
nombres de sus estatuas de diosas y poner en su lugar el nombre
"María". No es cristiano, ni bíblico, ni apostólico.
La verdadera María de la Biblia ya nos ha dicho quien es ella. El
ángel también ha hablado. Y nuestro Señor Jesucristo ha hablado.
Los mismos apóstoles han hablado. Todo esto constituye un
testimonio contundente e innegable, que merece nuestro respeto y
nuestra fe. Estimado lector, si a pesar de todo eso quieres seguir
venerando y haciendo culto a una "María" que la Iglesia Romana
promociona, entonces no eres un cristiano y no te importa la Palabra
de Dios. Serás un devoto pagano de una diosa que le han puesto el
nombre "María" para acaparar a devotos. Te aconsejo en el nombre
de Jesucristo, que si eres honrado, no sigas ciegamente la tradición,
sino que investigues en el temor de Dios, con afán de saber la verdad
y agradar a Dios. Vuelve a leer la Sagrada Biblia y escudriñarla, y si
no ves el culto a María en ella, entonces arrepiéntete, pide perdón a
Dios y desiste de llamar a María títulos que nadie en la Biblia la
llama. ¿No estarías en lo cierto si siguieras el consejo de la verdadera
María y el de Juan el bautista? ¡Claro que sí! Su consejo es que
honres, sigas y obedezcas al Señor Jesucristo. Así que, confía plena y
únicamente en Él. Recuerda, toda la gracia de Dios está en Él. Toda
la salvación de tu alma y todo el socorro que puedas necesitar en esta
vida están en Él. El Señor Jesucristo es el único mediador, y Él es el
único camino de Salvación.
Carlos Tomás Knott
6. bajo el favor de Constantino, los paganos empezaron a borrar los
nombres de sus estatuas de diosas y poner en su lugar el nombre
"María". No es cristiano, ni bíblico, ni apostólico.
La verdadera María de la Biblia ya nos ha dicho quien es ella. El
ángel también ha hablado. Y nuestro Señor Jesucristo ha hablado.
Los mismos apóstoles han hablado. Todo esto constituye un
testimonio contundente e innegable, que merece nuestro respeto y
nuestra fe. Estimado lector, si a pesar de todo eso quieres seguir
venerando y haciendo culto a una "María" que la Iglesia Romana
promociona, entonces no eres un cristiano y no te importa la Palabra
de Dios. Serás un devoto pagano de una diosa que le han puesto el
nombre "María" para acaparar a devotos. Te aconsejo en el nombre
de Jesucristo, que si eres honrado, no sigas ciegamente la tradición,
sino que investigues en el temor de Dios, con afán de saber la verdad
y agradar a Dios. Vuelve a leer la Sagrada Biblia y escudriñarla, y si
no ves el culto a María en ella, entonces arrepiéntete, pide perdón a
Dios y desiste de llamar a María títulos que nadie en la Biblia la
llama. ¿No estarías en lo cierto si siguieras el consejo de la verdadera
María y el de Juan el bautista? ¡Claro que sí! Su consejo es que
honres, sigas y obedezcas al Señor Jesucristo. Así que, confía plena y
únicamente en Él. Recuerda, toda la gracia de Dios está en Él. Toda
la salvación de tu alma y todo el socorro que puedas necesitar en esta
vida están en Él. El Señor Jesucristo es el único mediador, y Él es el
único camino de Salvación.
Carlos Tomás Knott