Análisis de los Factores Externos de la Organización.
El releve sintetizado
1. 2º Bachillerato Geografía de España
Relieve (temas 2 y 3 sintetizado)
1. INTRODUCCIÓN
1.1.
Conceptos:
Relieve
es
el
conjunto
de
formas
que
presenta
la
superficie
terrestre,
incluyendo
tanto
las
elevadas
como
las
hundidas,
y
es
el
resultado
de:
-‐ Las
fuerzas
internas
de
la
Tierra
(movimientos
orogénicos,
terremotos,
etc.)
y
la
litología,
que
dan
lugar
a
las
formas
estructurales.
-‐ Las
fuerzas
externas,
fundamentalmente
la
erosión
y
la
acción
del
hombre,
que
dan
lugar
a
las
formas
de
modelado.
1.2.
El
espacio
geográfico
español:
El
territorio
español
peninsular
Gene:
-‐ Una
forma
maciza:
mide
más
de
1.000
km
de
ancho
y
más
de
800
de
largo,
siendo
sus
costas
bastante
recGlíneas.
-‐ Una
alGtud
media
elevada
(660
metros),
siendo
el
segundo
país
europeo
en
altura.
Esto
se
debe
a
la
abundancia
de
sistemas
montañosos
y
al
hecho
de
que
la
Meseta
se
encuentre
basculada
hacia
el
oeste,
encontrándose
su
zona
oriental
a
alturas
superiores
a
los
1.000
metros.
-‐ El
relieve
dispuesto
de
forma
periférica,
simulando
una
muralla,
que
aísla
el
interior
de
las
influencias
maríGmas
y
deja
un
estrecho
margen
para
el
litoral,
en
el
que
se
concentra
gran
parte
de
la
población
española.
Además,
la
posición
de
las
zonas
elevadas
del
interior
peninsular
colaboran
para
diferenciar
regiones
geográficas
o
para
dificultar
el
transporte.
2.
TIPOS
DE
UNIDADES
MORFOESTRUCTURALES
EN
LA
PENÍNSULA
IBÉRICA
Según
su
origen,
estructura
litológica
(roquedo)
y
composición,
se
disGnguen
los
siguientes
conjuntos
morfoestructurales:
1.
Zócalos:
también
denominados
macizos
anGguos.
Se
trata
de
llanuras
surgidas
por
el
arrasamiento
y
erosión
de
las
cordilleras
surgidas
durante
la
orogenia
herciniana
(Primario).
Están
compuestos
por
materiales
silíceos
de
extrema
dureza
y
rigidez,
lo
que
provoca
su
fractura
en
forma
de
falla
ante
los
empujes
orogénicos.
ConsGtuyen
la
base
sobre
la
que
se
asienta
la
Meseta.
2.
Macizos
rejuvenecidos:
son
formaciones
de
origen
herciniano
que
con
el
plegamiento
alpino
(Terciario)
sufrieron
un
levantamiento.
Son
materiales
silíceos
con
formas
redondeadas
a
causa
de
la
erosión.
Estos
macizos
son
los
que
integran
los
relieves
interiores
de
la
Meseta
(Sistema
Central
y
Montes
de
Toledo)
y
los
rebordes
septentrionales
(Macizo
Galaico
y
Coordillera
Cantábrica)
3.
Cordilleras
de
plegamiento:
son
los
grandes
sistemas
montañosos
surgidos
con
el
plegamiento
alpino
a
parGr
del
plegamiento
de
los
materiales
sedimentarios
de
origen
marino
depositados
en
el
geosinclinal
durante
el
Secundario
(BéGcas,
Pirineos,
Sistema
Ibérico
y
C.
Costero
–
Catalana)
4.
Depresiones
sedimentarias:
son
fosas
que
durante
el
Terciario
estuvieron
cubiertas
de
agua
y
que
paulaGnamente
se
han
ido
rellenado
de
sedimentos
arcillosos
procedentes
de
los
grandes
sistemas
montañosos
que
las
bordean
(Ebro
y
Guadalquivir).
Dentro
de
los
4
grandes
conjuntos
citados
anteriormente,
podemos
disGnguir
las
siguientes
unidades
de
relieve
organizadas
todas
en
ellas
en
función
de
la
Meseta.
!1
2. 2º Bachillerato Geografía de España
Meseta
− Unidades
interiores
(Sistema
Central
y
Montes
de
Toledo)
− Unidades
periféricas
o
rebordes
montañosos
de
la
Meseta
(Macizo
Galaico
–
Leones,
C.
Cantábrica,
Sistema
Ibérico,
Sierra
Morena)
Unidades
externas
(Pirineos,
Cordillera
Costero
–
Catalana,
Sistemas
BéGcos)
Depresiones
exteriores
(Depresiones
del
Ebro
y
Guadalquivir)
3.
LA
GRANDES
UNIDADES
MORFOESTRUCTURALES,
LITOLÓGICAS
(ROQUEDO),
GEOMORFOLÓGICAS
Y
DE
RELIEVE
DE
LA
PENÍNSULA
IBÉRICA.
Vamos
a
tomar
como
referencia
las
grandes
etapas
evoluGvas
Herciniana,
Alpina
y
Terciaria,
para
analizar
su
localización,
formación
o
evolución
geológica,
roquedo
o
litología
predominante,
formas
de
relieve
estructurales,
formas
de
modelado
o
geomorfología
y
por
úlGmo
descripción
de
las
disGntas
unidades
de
relieve
actuales
que
conGene.
3.1.
LA
ESPAÑA
HERCINIANA:
es
la
zona
en
la
que
los
materiales
emergidos
y
levantados
por
el
movimiento
herciniano
(período
Carbonífero,
del
Paleozoico)
consGtuyen
el
roquedo
predominante.
Localización:
se
sitúa
en
la
mitad
occidental
de
la
Península
Ibérica,
donde
se
localizan:
-‐ Zonas
elevadas:
el
Macizo
Galaico-‐leonés,
la
mitad
occidental
de
la
Cordillera
Cantábrica,
el
Sistema
Central,
los
Montes
de
Toledo.
-‐ Sierra
Morena,
que
es
un
escarpe
que
enlaza
este
dominio
con
la
Depresión
del
Guadalquivir.
-‐ Las
zonas
occidentales
de
los
valles
del
Duero
Tajo
y
Guadiana.
Formación:
Su
origen
se
remonta
fundamentalmente
a
finales
del
Paleozoico,
en
el
Carbonífero,
cuando
se
produjo
el
movimiento
orogénico
herciniano,
que
levantó
conjuntos
montañosos
y
emergió
los
macizos
Ibérico,
del
Ebro,
Catalana-‐balear
y
BéGco-‐
rifeño,
que
quedaron
como
un
conjunto
de
islotes
rodeados
por
mares
poco
profundos,
siendo
el
Ibérico
el
de
mayor
tamaño.
Además,
éste
estaba
basculado
hacia
el
este.
A
parGr
de
ese
momento
la
erosión
arrasó
las
zonas
elevadas
y
depositó
sedimentos
en
las
zonas
hundidas,
especialmente
en
los
fondos
marinos
(geosinclinal
del
Mar
de
Tethis).
El
resultado
fue
la
conversión
de
esos
conjuntos
montañosos
en
penillanuras.
El
movimiento
orogénico
alpino
(en
el
terciario)
actuó
sobre
esos
anGguos
y
rígidos
materiales:
el
macizo
del
Ebro
y
el
Catalano-‐balear
se
hundieron,
dando
lugar
a
depresiones,
mientras
que
el
Ibérico
y
el
BéGco-‐rifeño
se
fracturaron.
El
primero,
aun
basculado
hacia
el
este,
dio
lugar
a
un
conjunto
de
zonas
elevadas,
que
se
conformaron
como
macizos
y
sistemas
montañosos,
y
de
zonas
hundidas.
El
segundo,
parGcipó
en
el
proceso
de
formación
de
los
Sistemas
BéGcos.
A
finales
del
terciario,
el
Macizo
Ibérico
se
rebasculó
hacia
el
oeste,
dando
lugar,
en
las
zonas
hundidas,
entre
otras
cosas,
al
trazado
de
la
red
fluvial
de
la
verGente
atlánGca,
cuyos
ríos
excavan
sus
valles
en
las
superficies
arrasadas
por
la
erosión.
Roquedo:
Se
trata,
pues,
de
rocas
muy
anGguas,
ígneas
o
magmáGcas,
como
el
granito
o
los
basaltos,
y
metamórficas,
como
los
esquistos,
las
pizarras,
las
cuarcitas,
el
mármol
o
el
gneis.
Se
trata
de
rocas
ricas
en
cuarzo,
silíceas,
de
una
gran
dureza,
que
responden
a
las
presiones
de
los
movimientos
orogénicos,
fracturándose.
Los
relieves
estructurales:
Son
el
resultado
de
las
fracturas:
en
las
zonas
en
las
que
hay
un
roquedo
homogéneo,
generalmente
granitos,
encontramos
relieves
germánicos,
con
horst,
fosas
y
abundantes
líneas
de
falla.
En
las
zonas
en
las
que
el
roquedo
es
heterogéneo,
alternándose
rocas
de
diferente
dureza,
se
da
erosión
diferencial,
dando
lugar
a
relieves
apalachenses,
en
los
que
las
rocas
duras
(por
ejemplo,
las
cuarcitas)
quedan
en
resalte,
formando
crestas,
y
las
más
suscepGbles
a
la
erosión
(por
ejemplo,
esquistos
y
pizarras)
dan
lugar
a
valles.
!2
3. 2º Bachillerato Geografía de España
Las
formas
de
modelado
o
geomorfología:
La
erosión
glaciar
la
encontramos
en
las
zonas
altas
de
los
sistemas
montañosos
de
la
mitad
norte.
El
resultado
es
la
existencia
de
circos
con
canchales
y
escarpadas
paredes
rematadas
por
afiladas
crestas,
valles
glaciares
en
forma
de
artesa,
que
concluyen
con
morrenas
laterales
y
finales,
lagos
e
ibones,
etc.
Las
formas
de
modelado
sobre
granitos.
Cuando
esta
roca
se
descompone
da
lugar
a
arenas,
que
se
acumulan
en
fosas
y
zonas
hundidas.
Cuando
se
fractura
(diaclasas)
presenta
diferentes
Gpologías:
Si
son
paralelas
a
la
superficie,
se
da
una
erosión
por
capas
o
escamas,
que
origina
un
paisaje
en
el
que
dominan
los
monaculos
suavemente
ondulados
o
domos.
Si
son
perpendiculares
a
la
superficie,
el
terreno
se
fractura
en
bloques
de
formas
redondeadas
o
“bolas”,
que
pueden
acumularse
de
forma
ordenada,
en
berrocales,
rocas
caballeras,
o
de
forma
desordenada
en
“caos
graníGcos”.
Los
ríos
son
importantes
agentes
erosivos.
A
lo
largo
de
su
recorrido
forman
valles
en
forma
de
uve,
más
abierta
cuando
menor
es
el
desnivel
que
describe
su
curso.
Son
muy
caracterísGcos
los
“arribes”
del
Duero,
profundos
y
encajados
valles
resultado
de
la
erosión
del
río
a
lo
largo
de
líneas
de
falla
sobre
los
materiales
hercínicos.
Unidades
de
relieve:
Zonas
elevadas:
-‐
El
Sistema
Central
es
un
conjunto
de
horst
y
fosas
con
dirección
SO-‐NE,
Gene
una
longitud
de
unos
400
km,
y
una
anchura
de
unos
35-‐70
km.
En
el
que
la
erosión
ha
individualizado
sierras
como
las
de
la
Estrella
(Portugal),
Gata,
Gredos,
Guadarrama
y
Somosierra.
Su
pico
más
elevado
es
el
Almanzor,
de
2.592
m.
-‐
Los
Montes
de
Toledo-‐Sierras
Cacereñas
son
un
conjunto
de
sierras
que
no
forman
una
barrera
montañosa
conGnua.
Por
el
contrario,
la
erosión
fluvial
ha
dado
lugar
a
amplios
valles
que
individualizan
sierras
como
la
de
Guadalupe
o
los
Montes
de
Toledo.
Sus
alturas
son
muy
moderadas:
los
macizos
más
elevados
de
los
Montes
de
Toledo
son
el
Chorito
y
el
Pocito,
que
tan
apenas
superan
los
1.400
m.
La
Sierra
de
Guadalupe
Gene
alturas
máximas
de
1.600
m.
-‐
El
Macizo
Galaico-‐leonés.
ConsGtuye
el
ángulo
NO
del
Macizo
Hespérico,
ocupando
la
superficie
de
Galicia
y
la
de
gran
parte
de
León.
El
conjunto
no
es
muy
elevado,
aunque
si
muy
abrupto.
Todo
el
conjunto
presenta
unas
alineaciones
elevadas
al
sureste
y
al
oeste,
entre
las
cuales
discurre
una
gran
fosa.
Conforme
se
aproxima
al
mar,
el
macizo
presenta
un
conjunto
de
horst
escalonados
que
van
perdiendo
altura.
Sus
sierras
más
importantes
son
las
de
Caurel,
Cabrera
o
los
Montes
de
León.
Su
pico
más
elevado
es
el
Teleno
(2.188
m)
-‐
Sierra
Morena.
Se
trata
de
una
cordillera
peculiar:
no
consGtuye
propiamente
un
conjunto
elevado,
sino
el
talud
que
separa
la
Meseta
de
la
depresión
del
Guadalquivir,
en
la
que
los
ríos
han
excavado
encajados
valles
que
dan
al
paisaje
la
forma
de
una
abrupta
sierra
cuando
se
analiza
desde
la
zona
baja
del
valle
del
Guadalquivir.
Mide
unos
450
km
de
largo,
yendo
desde
Huelva
hasta
Albacete.
Su
anchura
varía
entre
los
40
y
los
80
km.
-‐
Zona
occidental
o
asturiana
de
la
Cordillera
Cantábrica,
presenta
sus
mayores
alturas
en
los
Picos
de
Europa,
cuyos
picos
más
altos
(Torrecerredo)
superan
los
2.600
de
alGtud.
Zonas
hundidas:
se
sitúan
entre
las
zonas
elevadas
y
son
la
zonas
occidentales
de
los
valles
del
Duero,
Tajo
y
Guadiana.
Se
trata
de
ámbitos
fuertemente
erosionados:
donde
el
roquedo
es
graníGco
predominan
las
“superficies
de
erosión”.
En
la
mitad
sur
hay
unas
fosas
más
hundidas,
en
las
que
se
han
depositado
importantes
acumulaciones
de
arcillas
y
arenas
muy
férGles,
como
es
el
caso
Tierra
de
Barros,
La
Serena
y
Los
Pedroches.
!3
4. 2º Bachillerato Geografía de España
3.2.
LAS
CORDILLERAS
ALPINAS
Presentan
tres
subámbitos:
1.
Las
zonas
en
las
que
aflora
un
roquedo
hercínico
entre
pliegues
de
estratos
de
material
calcáreo.
Se
trata
de
zonas
del
zócalo
que,
por
diversas
causas
(reelevaciones
de
finales
del
terciario,
exhumaciones
tras
erosión
de
la
cobertera
mesozoica
o
por
haber
quedado
al
descubierto
por
el
movimiento
de
los
mantos
de
corrimiento),
afloran
en
las
cadenas
alpinas.
Las
encontramos
en
la
zona
axial
de
los
Pirineos,
en
las
alineaciones
septentrionales
de
las
sierras
litorales
y
prelitorales
de
la
Cordillera
Costero-‐catalana,
en
la
Sierra
de
la
Demanda
y
en
zona
central
del
Sistema
Ibérico,
y
en
las
Sierras
PenibéGcas.
Su
roquedo
y
sus
relieves
estructurales
son
similares
a
los
del
dominio
hercínico.
2.
Las
zonas
de
estratos
carbonatados
plegados
por
el
movimiento
alpino.
Las
encontramos
en
las
zonas
elevadas
del
tercio
noreste
de
la
Península
Ibérica,
abarcando
la
mitad
oriental
de
la
Cordillera
Cantábrica,
los
Montes
Vascos,
las
sierras
Interiores
y
Exteriores
de
los
Pirineos,
y
gran
parte
del
Sistema
Ibérico.
La
formación
de
este
conjunto
se
debe
al
movimiento
orogénico
alpino
(período
terciario)
que
plegó
los
sedimentos
depositados
en
los
fondos
marinos
en
el
Mesozoico.
De
forma
general,
podemos
establecer
dos
ámbitos:
los
mares
poco
profundos
que
bordeaban
los
macizos
hercínicos,
donde
los
sedimentos
acumulados
tuvieron
una
importancia
relaGva,
y
las
profundas
fosas
que
se
formaron
al
norte
y
al
sur
del
Macizo
Ibérico,
como
secuencias
de
la
apertura
del
océano
AtlánGco,
en
las
que
se
acumularon
una
gran
canGdad
de
sedimentos.
3.
Los
Sistemas
Bédcos
presentan
una
gran
complejidad.
Su
formación
se
debe
a
las
fases
finales
del
movimiento
alpino
(en
el
Mioceno),
cuando
las
placas
Ibérica
y
africana
se
aproximaron,
plegando
los
amplios
sedimentos
que
se
acumulaban
en
la
fosa
existente
entre
los
macizos
Ibérico
y
BéGco-‐rifeño
(abierta
en
el
mesozoico
como
secuencia
de
la
apertura
del
océano
AtlánGco)
y
fracturando
este
úlGmo
macizo.
El
resultado
fue
una
gran
cadena
montañosa
que
iba
de
forma
conGnua
desde
Baleares
al
norte
de
África,
atravesando
los
actuales
Sistemas
BéGcos.
A
principios
del
cuaternario,
un
reajuste
hundió
dos
fosas:
una
que
separó
la
Baleares
de
los
sistemas,
consGtuyéndolas
como
un
archipiélago,
y
otra
que
dio
lugar
al
Estrecho
de
Gibraltar,
dividiendo
la
cordillera
en
dos
sectores:
el
ibérico
y
el
africano
(el
Rif).
Además
estos
procesos
se
vieron
acompañados
por
vulcanismos.
El
roquedo
predominante
es
sedimentario
de
origen
marino
y
edad
mesozoica
o
de
principios
del
terciario.
Se
trata
de
rocas
plásGcas,
que
respondieron
a
los
empujes
del
movimiento
alpino
plegándose.
Ejemplos
son
las
areniscas,
calizas
y
margas.
Los
relieves
estructurales
son
plegados,
y
se
arGculan
en
amplios
mantos
de
corrimiento
que
se
deslizaron
hacia
el
norte,
dejando
al
sur
sus
raíces.
El
roquedo
de
estas
zonas
plegadas
es
similar
al
de
las
zonas
plegadas
alpinas.
Formas
de
modelado:
-‐
Los
paisajes
kársGcos
son
apicos
de
los
dominios
carbonatados
o
calcáreos,
donde
el
agua
Gene
una
elevada
capacidad
erosiva
(disuelve
el
principal
componente
de
las
rocas:
carbonato
de
calcio).
Las
formas
de
modelado
más
comunes
son
cañones,
dolinas,
úvalas
y
poljes,
los
lapiaces,
las
simas
y
grutas
(donde
son
frecuentes
las
estalacGtas
y
las
estalagmitas),
etc.
-‐
La
erosión
glaciar
la
encontramos
en
las
zonas
altas
de
los
sistemas
montañosos
de
la
mitad
norte
y
en
Sierra
Nevada.
Sus
orígenes
y
resultados
ya
se
han
comentado
antes.
-‐
Las
formas
de
erosión
en
laderas
y
la
originada
por
los
ríos
han
sido
explicadas
antes.
Unidades
de
relieve:
-‐Zona
oriental
o
cántabra
de
la
Cordillera
Cantábrica
presenta
un
relieve
estructurado
en
tres
zonas:
unas
alineaciones
litorales,
una
zona
de
fosas
(Liébana
y
Santander)
y
las
mayores
alturas
en
las
alineaciones
interiores.
Sus
alturas
no
suelen
superar
los
1.500
m,
destacando
Peña
Labra,
con
2.017.
-‐
El
Sistema
Ibérico:
mide
400
km
en
dirección
NO-‐SE,
desde
la
Sierra
de
la
Demanda
hasta
el
norte
de
la
provincia
de
Alicante.
Su
anchura
supera
en
algunas
zonas
los
100
km.
Su
apariencia
no
es
la
de
una
cordillera
!4
5. 2º Bachillerato Geografía de España
conGnua,
sino
la
de
un
conjunto
de
sierras
independizadas
por
la
erosión.
El
conjunto
presenta
tres
zonas
diferenciadas:
1.
La
zona
noroccidental
con
las
mayores
alturas,
por
ejemplo,
en
las
sierras
de
la
Demanda
(2.265
m),
la
Cebollera
(2.147
m),
el
Moncayo
(2.386
m)
o
los
Picos
de
Urbión
(2.228
m).
2.
La
zona
sur,
con
alturas
en
torno
a
los
1.500
m,
donde
tenemos
la
Paramera
de
Molina,
el
macizo
de
Albarracín,
los
Montes
Universales
o
la
Serranía
de
Cuenca.
En
el
sureste,
donde
las
alturas
son
intermedias
(entre
1.500
y
un
poco
más
de
2.000
m),
están
las
sieras
del
Maestrazgo,
Javalambre
y
Gúdar.
3.
Una
zona
central
con
afloraciones
de
rocas
hercínicas
Separando
las
tres
zonas
tenemos
una
larga
fosa
tectónica
por
la
que
discurren
los
valles
del
Jalón
y
del
Jiloca,
y
que
está
rellena
de
materiales
arcillosos
postalpinos.
-‐
Los
Pirineos:
se
exGenden
desde
el
Golfo
de
Vizcaya
hasta
el
Cabo
de
Creus,
con
una
longitud
de
435
km.
Su
anchura
máxima
es
de
unos
150
km,
de
los
que
dos
terceras
partes
se
encuentran
en
territorio
español
y
el
resto
en
Francia.
Las
mayores
alturas
pirenaicas
las
tenemos
en
la
zona
central,
en
territorio
de
la
comunidad
autónoma
aragonesa.
Su
pico
más
elevado
es
el
Aneto,
que
mide
3.404
m.
El
relieve
pirenaico
Gene
la
zonificación
apicamente
alpina
con
zona
axial,
sierras
interiores
y
exteriores
separadas
por
una
depresión:
1.
Una
zona
axial,
que
se
corresponde
con
la
del
zócalo
exhumado,
donde
se
dan
las
mayores
alturas
y
donde
los
ríos
han
individualizado
los
macizos
de
PanGcosa,
La
Almunia-‐Barrosa,
Posets-‐
Maladeta
o
Lardana)
2.
Unas
sierras
interiores
que
se
corresponden
con
la
zona
de
plegamientos
que
se
apoya
en
la
zona
axial.
Es
una
zona
de
alturas
que
pueden
llegar
casi
a
los
3.000
metros,
en
la
que
la
erosión
ha
individualizado
los
macizos
de
Monte
Perdido,
Bisaurín,
Collarada,
Telera.
3.
Una
depresión
interior
que
se
corresponde
con
la
zona
hundida
del
zócalo
sobre
la
que
descansan
plegamientos,
encima
de
los
cuales
se
depositaron,
tras
el
movimiento
alpino,
sedimentos
arcillosos.
Esta
depresión
se
prolonga
entre
Pamplona
y
Tremp,
y
es
llamada
la
“Canal
de
Berdún”.
4.
Unas
sierras
exteriores,
situadas
entre
la
depresión
interior
y
el
valle
del
Ebro,
de
estructura
plegada
y
alturas
que
raramente
superan
los
2.000
metros.
En
ellas
encontramos
las
sierras
de
Sevil,
Balcels,
Guara,
Gratal,
Loarre
o
Pedraforça.
-‐
Los
Montes
Vascos:
ocupan
la
prácGca
totalidad
del
territorio
de
esacomunidad
autónoma
(algo
más
de
7.000
km
2
)
y
su
pico
más
alto
es
el
Aitxurri,
de
1.551
m.
Se
organiza
en
dos
grandes
anGclinales
y
un
sinclinal
interior
(la
llamada
Llanada
Alavesa),
cada
uno
de
anGclinales
presenta
pequeños
plegamientos.
-‐
La
Cordillera
Costero-‐catalana:
Gene
una
longitud
de
unos
250
km,
yendo
desde
los
Pirineos
hasta
el
Sistema
Ibérico,
bordeando
la
costa
mediterránea.
Su
anchura
oscila
entre
los
30
y
los
40
km.
Presenta
cuatro
zonas:
1.
Una
depresión
costera,
sumergida
en
el
mar,
que
sólo
está
emergida
en
la
zona
de
Barcelona
y
Palafrugell.
2.
Una
cadena
costera.
3.
Una
depresión
prelitoral.
4.
Una
cadena
prelitoral,
que
es
donde
se
encuentran
las
mayores
alturas,
y
que
enlaza
con
el
valle
del
Ebro.
Es
esta
cadena
donde
se
encuentran
las
sierras
de
Montseny,
Montserrat,
Montsant
y
el
Puerto
de
Beceite.
-‐
Los
Sistemas
Bédcos:
de
620
km
de
longitud,
van
desde
Cádiz
al
Cabo
de
la
Nao.
Su
altura
máxima
es
el
pico
más
alto
de
la
península
Ibérica,
el
Mulhacén,
de
4.482
m.
Presentan
cuatro
zonas
diferenciadas:
!5
6. 2º Bachillerato Geografía de España
1.
La
sierras
PenibéGcas
al
sur
son
las
zonas
en
las
que
aparece
el
zócalo
exhumado,
en
las
que
se
dan
la
mayores
alturas
(Sierra
Nevada,
con
los
picos
de
Mulhacén
y
Veleta).
2.
Una
depresión
interior,
que
es
un
conjunto
de
fosas
(hoyas
de
Antequera,
Guadix,
Baza,
etc.)
cubiertas
con
sedimentos
postalpinos.
3.
Las
sierras
SubbéGcas
que
se
corresponden
con
la
zona
de
pliegues
y
mantos
de
corrimiento.
Destacan
las
sierras
de
Grazalema,
Antequera
y
Jabalón.
4.
Las
sierras
PrebéGcas
que
se
encuentran
en
el
extremo
norte
de
la
zona
de
plegamientos,
donde
los
mantos
de
corrimiento
Genen
menor
importancia.
Las
más
importantes
son
las
sierras
de
Cazorla
y
Segura.
3.3.
LAS
DEPRESIONES
TERCIARIAS
Se
localizan
en
tres
grandes
ámbitos:
1.
Las
depresiones
hundidas
en
el
movimiento
alpino
(Depresión
del
Ebro
y
del
Guadalquivir)
La
Depresión
del
Ebro
quedó
como
un
mar
cerrado,
cuando
se
levantaron
la
Cordillera
Costero-‐catalana
y
los
Montes
Vascos,
que
evolucionó
hacia
un
gran
lago.
A
finales
del
terciario,
la
reelevación
del
extremo
oriental
del
Macizo
Ibérico,
basculó
la
Depresión
del
Ebro
hacia
el
este,
haciendo
que
las
aguas
que
contenía
presionasen
sobre
la
Costero-‐catalana,
hasta
que
encontraron
una
línea
de
falla
por
la
que
atravesarla,
verter
sus
aguas
al
mar
y
comenzar
el
trazado
del
curso
del
río
Ebro.
La
Depresión
del
Guadalquivir
quedó
como
un
mar
abierto,
que,
a
comienzos
del
cuaternario,
se
cerró
por
el
noreste
(cuando
se
reelevó
esa
zona).
Desde
ese
momento,
el
depósito
de
los
sedimentos
procedentes
de
la
erosión
de
las
cordilleras
y
sierras
que
la
bordean
(BéGcas
y
Sª
Morena)
ha
ido
expulsando
el
agua
del
mar
y
formando
el
curso
del
río
Guadalquivir.
Hoy
en
día,
esa
lucha
entre
sedimentación
y
agua
del
mar
ha
dado
lugar
a
las
marismas
de
la
desembocadura
de
ese
río.
2.
Las
zonas
del
Macizo
Ibérico
que
el
movimiento
alpino
hundió
y
que
se
encontraban
basculadas
hacia
el
este,
lo
que
permiGó
que
las
aguas
del
mar
las
cubriesen
y
que,
cuando
se
levantó
el
Sistema
Ibérico,
formasen
mares
y
lagos
interiores.
A
finales
del
terciario,
cuando
el
Macizo
Ibérico
se
rebasculó
hacia
el
oeste,
estas
depresiones
se
elevaron,
y
se
consGtuyeron
en
los
cursos
altos
de
los
ríos
Duero,
Tajo
y
Guadiana,
que
comenzaron
su
labor
erosiva
sobre
esos
materiales
terciarios.
3.
Las
depresiones
y
zonas
hundidas
del
interior
de
los
sistemas
montañosos.
Las
encontramos
en
la
Depresión
Interior
pirenaica,
en
Depresión
Prelitoral
de
la
Costero-‐catalana,
en
la
fosa
del
Jalón-‐Jiloca
del
Sistema
Ibérico,
en
la
Depresión
IntrabéGca.
Se
trata
también
de
depresiones
tectónicas
que,
en
muchos
casos,
han
alojado
masas
de
agua,
y
que
han
sido
lugar
de
depósito
de
sedimentos
procedentes
de
las
zonas
elevadas
que
las
rodean.
El
roquedo
de
estas
tres
zonas
son
sedimentos
dispuestos
de
forma
estraGficada
de
rocas
plásGcas
y
poco
resistentes
a
la
erosión,
entre
las
que
destacan
las
arcillas,
las
margas,
los
yesos,
conglomerados
y
finos
estratos
de
areniscas
y
calizas.
El
relieve
estructural
es
horizontal
ya
que
ningún
movimiento
orogénico
ha
actuado
sobre
esos
sedimentos.
Las
formas
de
modelado
o
geomorfología:
Son
propias
las
del
relieve
tabular,
especialmente
en
el
centro
de
las
depresiones,
donde
los
ríos
y
otros
agentes
erosivos
han
actuado
sobre
los
sedimentos
horizontales,
dando
lugar
a
una
erosión
diferencial
que
ha
originado
formas
de
modelado
como
las
muelas,
las
coronas
y
los
páramos,
las
mesas
y
los
cerros
tesGgo.
En
los
taludes
abruptos
de
rocas
deleznables
se
forman
abarrancamientos
y
cárcavas,
que
dan
lugar
a
badlands.
Los
glacis
son
suaves
cuestas
que
enlazan
las
zonas
elevadas
con
las
de
menor
altura,
etc.
!6
7. 2º Bachillerato Geografía de España
Unidades
de
relieve:
-‐
La
Depresión
del
Ebro:
situándose
entre
la
zona
más
oriental
de
la
Cordillera
Cantábrica,
los
Montes
Vascos,
los
Pirineos,
la
Cordillera
Costero-‐catalana
y
el
Sistema
Ibérico.
-‐
La
Depresión
del
Guadalquivir,
emplazada
entre
las
estribaciones
meridionales
de
las
BéGcas
andaluzas
y
la
verGente
septentrional
de
Sierra
Morena.
-‐
Las
depresiones
terciarias
meseteñas
ocupan
las
zonas
orientales
de
los
valles
del
Duero,
Tajo
y
Guadiana
-‐Las
depresiones
interiores
de
los
sistemas
montañosos
(surco
intrabéGco,
depresión
pre-‐litoral
de
la
Costero
Catalana
y
la
depresión
interior
pirenáica)
4.
EL
LITORAL
PENÍNSULAR
ESPAÑOL
Mide
unos
3.167
Km.,
de
los
que
1.663
corresponden
a
la
zona
bañada
por
el
Mediterráneo
(desde
Punta
Falcó,
al
Norte
del
Cabo
de
Creus,
hasta
Gibraltar),
770
Km.
a
la
zona
cantábrica
(desde
Bidasoa
hasta
la
ría
de
Foz)
y
735
a
la
zona
atlánGca
(sector
andaluz
y
sector
gallego).
Su
morfología
es
muy
variada,
dependiendo
de
la
disposición
de
las
cadenas
montañosas
(paralelas
o
transversales
a
la
costa),
del
roquedo
(más
o
menos
resistente
a
la
erosión),
de
la
fuerza
erosiva
de
los
mares,
y
de
la
tectónica.
Se
pueden
establecer
las
siguientes
zonas:
1. El
litoral
cantábrico
es
de
costas
recGlíneas
y
abruptas,
con
escasas
playas.
Son
formas
de
modelado
apicas
las
rasas:
amplias
superficies
recGlíneas
situadas
a
unos
metros
de
la
costa,
que
las
aguas
erosionaron
en
etapas
interglaciares,
cuando
el
nivel
del
mar
era
superior
al
actual.
2.
El
litoral
atlándco
Gene
dos
zonas
claramente
diferenciadas:
-‐ El
litoral
gallego,
dominado
por
las
rías
(separadas
por
Finisterre,
tenemos
al
norte
las
rías
“altas”,
y
al
sur
las
“bajas”),
que
no
son
sino
el
resultado
de
la
invasión
de
los
valles
fluviales
(excavados
por
los
ríos
en
las
duras
rocas
graníGcas)
por
las
aguas
del
mar.
-‐ El
litoral
atlánGco
andaluz,
que
está
dominado
por
los
procesos
de
las
marismas
del
Guadalquivir.
Las
marismas
presentan
un
medio
propio.
El
agua
salada
recorre
canales
de
entrada
(esteros)
y
de
salida
(caños),
y
el
viento
y
las
aguas
marinas
dan
lugar
a
flechas
litorales
y
cordones
de
dunas
en
la
zona
de
costa.
3.
El
litoral
mediterráneo
presenta
cuatro
zonas
diferenciadas:
-‐ La
Costa
Brava,
donde
las
Sierras
Litoral
de
la
Costero-‐catalana
discurren
paralelas
al
mar,
exponiendo
a
la
erosión
sus
duras
rocas
silíceas.
Su
litoral
es
abrupto
y
presenta
frecuentes
acanGlados.
-‐ El
Delta
del
Ebro
es
una
gran
llanura
aluvial
compuesta
por
albuferas,
marismas
y
lagunas
en
su
mayor
parte.
-‐ Desde
el
Cabo
de
Gata
al
Delta
del
Ebro
es
la
zona
de
los
“arcos”,
en
la
que
las
estribaciones
de
las
cordilleras
discurren
transversales
a
la
costa,
permiGendo
que
entre
ellas
los
ríos
depositen
sedimentos,
que
forman
“medias
lunas”,
en
las
que
dominan
amplias
playas.
La
estabilidad
tectónica
o
el
levantamiento
de
la
zona
conGnental
dificultan
la
labor
erosiva
del
mar.
-‐ El
litoral
mediterráneo
andaluz:
es
recGlíneo,
abrupto
y
discurre
paralelo
a
las
Sierras
PenibéGcas.
No
obstante,
el
progresivo
levantamiento
de
la
masa
conGnental
está
favoreciendo
que
se
forme
una
franja
de
terreno
en
la
que
los
sedimentos
dan
lugar
a
playas
de
arena.
!7