1. DOCUMENTO DE POSICIÓN DE LA REPÚBLICA DE AZERBAIYÁN.
Delegados Embajadores: Fabio Candia Sánchez, Martín Giret Soto.
Órgano: Consejo de Seguridad, Organización de las Naciones Unidas.CUESTIÓN: LA SITUACIÓN EN SIRIA.La República de Azerbaiyán: estado constitucionalista, secular y unitario,
declarada independiente el 19 de noviembre de 1990, y reconocida como
tal el 30 de agosto de 1991, con una población estimada de 9.200.000
habitantes, en una superficie total de 86.600 km2, siendo parte del
continente asiático occidental y la Europa oriental, forma parte de la
magna Organización de las Naciones Unidas (ONU) y de su Consejo de
Seguridad, con respeto total e irrestricto a los Acuerdos y Tratados
Internacionales aboga por la integración y la pacificación de las relaciones
entre las naciones y los pueblos del mundo.
La actual situación política en Siria es sumamente alarmante y el llamado
al entendimiento político es claro desde nuestro gobierno, tratando de
lograr que las vías para la solución de conflictos internos (que
peligrosamente se acercan a nuestros estados y que nos vinculan
indirectamente) sean los medios diplomáticos y políticos, antes que los
conflictos armados de gran repercusión y con daños significativos a
hombres, mujeres, ancianos y niños, amenazando la paz y la seguridad
internacional.
Son de conocimiento internacional las violaciones generalizadas de los
derechos humanos por las autoridades sirias, así como los abusos de los
derechos humanos por parte de grupos armados. De manera no menos
importante y profundamente preocupados, hacemos notar en el presente
documento al mundo y al seno del Consejo de Seguridad de las Naciones
Unidas, que los responsables deberán responder de sus actos por las
múltiples acciones que se han desarrollado y que ha empeorado la crisis
en la República de Siria. Nuestro compromiso con la comunidad
internacional es y será siempre la protección y la promoción de los
derechos humanos y el respeto a las instituciones democráticas de
terceros estados; su soberanía, su autodeterminación, independencia,
unidad e integridad territorial. Continuos serán nuestros esfuerzos por
lograr el fin inmediato de toda hostilidad y acciones de guerra en la región
que atenten los derechos fundamentales promocionando soluciones
pacíficas logrando la paz internacional.
La situación en Siria cada vez más se ha vuelto tensa. Condenamos todo
acto de guerra cometido en pueblos y ciudades contra civiles: niños,
mujeres y ancianos; el desarraigo y exilio por parte de muchos ciudadanos
con derecho a vivir en su respectiva nación que causa la guerra es
evidente: preocupados por la situación de los refugiados sirios, quienes
atemorizados por el flagelo del conflicto, huyen y buscan resguardo en las
2. naciones vecinas, y consideramos como delegación la importancia de la
protección de los mismo y la búsqueda de mecanismos de solución para el
regreso voluntario de personas desplazadas en condiciones seguras y
dignas.
Los
ataques
indiscriminados
observados
por
medios
internacionales, corroborados por nuestros servicios diplomáticos y de
público conocimiento en la comunidad internacional, cometidos por el
mismo gobierno y por la insurgencia, nos pone en la urgencia de tomar
cartas en el asunto desplegando nuestros medios de solución de conflictos,
antes que llegar a la guerra total y poner en peligro a la sociedad civil, a la
región y al mundo. Nos oponemos enérgicamente a una invasión militar
externa y llamamos al diálogo entre ambas partes de la guerra civil siria y
un mejor entendimiento entre el gobierno y la oposición; el gobierno sirio y
la oposición deben buscar la forma de hacer la paz con su propio pueblo a
favor de los suyos y de toda la humanidad; la República de Azerbaiyán no
será cómplice de guerras y muertes entre naciones y pueblos hermanos. Al
gobierno sirio: que haga votos favorables a la solución del conflicto y se
abran nuevas vías para una transición y una democratización en el país.
La suma de muertes no hará más efectivo ni más fuerte al gobierno, al
contrario, la historia condenará por siempre la implementación de la
muerte como motor de control del poder estatal, como así también la
utilización de armas químicas destructivas catalogadas como crímenes de
guerra, que en lo absoluto la utilización de tales elementos no sostienen
los argumentos de la defensa de un gobierno y protección del Estado.
Ante la constatación de la utilización de armas de artillería masivas y
ligeras; las químicas de destrucción masiva en atentados de carácter
terrorista, de atentados contra delegaciones y soldados de naciones ajenas
al conflicto interno en Siria, la República de Azerbaiyán manifiesta su
repudio en la utilización de armamento de guerra contra civiles, causando
sistemáticos daños y violaciones a los derechos humanos y libertades
fundamentales, poniendo en peligro la estabilidad de la región y la
seguridad internacional. La eficaz utilización de mecanismos de solución
de controversias y salidas diplomáticas se convierte en nuestra principal
herramienta como delegación, para la pronta salida en esta situación
internacional. La utilización de armas químicas en esta guerra es
innegable y es sumamente alarmante, la región y el mundo está pendiendo
en un hilo: abogamos por el respeto a los tratados internacionales sobre la
no proliferación de armas químicas y su uso en guerra, y como evidencia,
las masacres en ciudades y muertes de niños y mujeres en su mayoría,
convierte esto en atropellos a los derechos humanos y deja a la vista el
cometido de crímenes de guerra. Nos alerta y nos deja en una situación
que nos debe hacer buscar respuestas más efectivas y con resultados
duraderos. Seguimos instando como nación la investigación y la
determinación de responsabilidades con respecto al uso de armas
químicas por parte de la Organización de las Naciones Unidas y el Consejo
de Seguridad.
La delegación de Azerbaiyán aboga por el cese de hostilidades, de los actos
de guerra y persecuciones que atenten a las libertades y seguridades de los
civiles en Siria, alienta al gobierno sirio la concertación de facciones
políticas y propiciar la tolerancia entre los pueblos y naciones,
proponiendo medios alternativos para la solución del conflicto, y que la
Organización de Naciones Unidas medie en esta situación de forma
efectiva y eficiente a través de sus organismos; es una prueba histórica
3. para el Consejo de Seguridad, en la que nosotros como miembros, debe
poner los máximos esfuerzos para detener mayores conflictos que pongan
en peligro la paz mundial.
El apoyo a toda ayuda humanitaria en conjunto con otros Estados y
organismos internacionales será permanente: la urgencia de aunar e
incrementar nuestros esfuerzos para la consecución de suministros de
primera necesidad para velar y garantizar la seguridad y protección de
derechos humanos de civiles de los refugiados es nuestro principal
cometido, a la par de detener las hostilidades y actos de guerra que
puedan ocasionar más daño y ponga en peligro la seguridad de la región y
del mundo entero. La promoción de corredores de refugiados con
estándares mínimos de seguridad y de vida y la creación de zonas para
refugiados sería un mecanismo de solución urgente que propone nuestra
delegación a la par que se logra y se busca detener el conflicto: la situación
de millones de refugiados en las zonas y regiones que tenemos
conocimiento nos debe poner en situación de reflexión y pronta acción
para dar una respuesta enérgica a la comunidad mundial: la humanidad
tiene ante sus ojos la posibilidad de una catástrofe sin precedentes y es
nuestra obligación poner un alto.
Los principios rectores de nuestra política internacional como Estado azerí
se basa en protección integral territorial, por lo tanto no abogamos por
intervenciones militares que ahonden y agraven la situación, en este caso
en el Estado de Siria; contribuir a la seguridad internacional, es por ello
que proponemos salidas diplomáticas y elevamos nuestros votos solución
al conflicto a través de diálogos y concertaciones en Siria dando inicio a
aperturas democráticas, la continuación de los apoyos humanitarios de la
ONU a los refugiados y la detención a violaciones de derechos humanos a
través de programas de seguridad y protección; el fortalecimiento de la
democracia, la preservación de la tolerancia política y religiosa, por lo
tanto, sostenemos nuestra postura de dar inicio a un proceso de transición
en la República de Siria con participación efectiva de las fuerzas políticas
de dicho Estado, con total respeto a la decisión popular del pueblo sirio y a
sus instituciones, como así también el respeto a los pensamientos políticos
y a las diferencias religiosas y de culto; contra el terrorismo y el
mantenimiento de la paz, seguiremos apostando por profundizar nuestros
esfuerzos con organismos internacionales y demás estados que
concuerden con nuestras intenciones y de tal manera a concretar una paz
duradera entre las naciones del mundo.-