Plutón se sentía solo porque los otros planetas no jugaban con él ni le enviaban estrellas fugaces. Neptuno se dio cuenta y le contó al señor Sol, quien reunió a los planetas. Al enterarse de que habían rechazado a Plutón, el señor Sol lo disolvió en partículas pequeñas para que pudiera relacionarse con todos y jugar con las estrellas. Desde entonces, los planetas solo giran alrededor del sol para que él pueda verlos y cuidarlos.