1. ¡Hola! Soy un cisne un poco atípico.
No he nacido de un huevo como otros cisnes,
sino del Gran Espíritu del Reciclaje.
Ésta es mi historia:
HISTORIA DE UN CISNE

2. Los niños y niñas del aula CISNES de la E.E.I. Miguel Hernández
llevaron a clase cajas de cartón que su profe les pidió para mí.

3. También, bolsas blancas de plástico.
En vez de tirarlas a la basura…

4. Y también…bandejas de porexpan de color naranja.

5. Con las bolsas, la profe preparó tiras largas para facilitarles el trabajo a los niñ@s.
Y, con el cutter, me recortó a mí de uno de los cartones
(querían recortarme los niñ@s; la profe les agradeció su intención y su entusiasmo,
pero les explicó que el cutter es un utensilio bastante peligroso que sólo debe ser
manejado por adultos).

6. Los niñ@s se preparan para cortar las tiras de plástico de las bolsas.

7. Así de contentos se les ve cortando.

8. Y doblemente contentos, por trabajar en parejas.

9. Cortaron muchos trocitos de plástico; pero muchos, muchos.

10. Su profe, y su otra profe, les ayudaron a dar forma a los trocitos de plástico,
utilizando un poco de celo.
Yo, recortado en cartón, todavía no tenía plumas.
Pero observaba atentamente, muy emocionad@, todas las que me estaban haciendo.

11. Empiezan a pegarme plumas.

12. Y más plumas.

13. Y más plumas.

14. Cada vez tengo más plumas.
Y cada vez estoy más content@.

15. ¿A que me están dejando muy guap@?

16. Quizá pase un poco de calor este verano con tantas plumas, pero…

17. …¡tengo tantas ganas de acabar
para que me lleven al parque con las demás mascotas!

18. Ya casi están acabando.
¡Ay, no, me falta el otro lado! Y las plumas del cuello.
Se me olvidaba decir que la profe también me hizo el pico con trozos de porexpan de las bandejas;
y unos ojos preciosos con tapones de botella.

19. Como se puede ver, soy un cisne blanco de cuello negro.
Y es que… debe de haber diferentes razas de cisnes (igual que hay diferentes razas
de humanos), y ninguna es más ni mejor que otras.
Sólo me queda añadir la última cuestión que plantearon los cisnes que me crearon:
la de si soy chico o chica.
Pero… ¡ésa es otra historia!