2. El 13 de octubre, antes del rezo del ángelus
recordó la beatificación celebrada en España de
los 522 mártires de Tarragona, asesinados por
odio a la fe durante la Guerra Civil española, y
pidió que por su intercesión Dios libere al mundo
de la violencia., dijo:
3. “Queridos hermanos y
hermanas, hoy,
en Tarragona, España,
han sido proclamados
beatos cerca de
quinientos mártires,
asesinados por su fe
durante la Guerra Civil
española, en los años
treinta del siglo pasado.
Alabemos al Señor por
estos valientes testigos
suyos, y por su
intercesión,
supliquémosle que libere
al mundo de toda
violencia”
4. “Imploremos la intercesión de los mártires para
ser cristianos concretos, cristianos con obras y
no de palabras; para no ser cristianos
mediocres, cristianos barnizados de cristianismo
pero sin sustancia, ellos no eran barnizados eran
cristianos hasta el final, pidámosle su ayuda
para mantener firme la fe, aunque haya
dificultades, y seamos así fermento de esperanza
y artífices de hermandad y solidaridad”.
5. “¿Quiénes son los
mártires? Son cristianos
ganados por Cristo,
discípulos que han
aprendido bien el sentido
de aquel ‘amar hasta el
extremo’ que llevó a Jesús
a la Cruz”.
6. “No existe el amor por entregas,
el amor en porciones. El amor es total:
y cuando se ama, se ama hasta el extremo”.
7. “En la Cruz, Jesús ha sentido el peso de la muerte,
el peso del pecado, pero se confió enteramente al
Padre, y ha perdonado. Apenas pronunció
palabras, pero entregó la vida”.
8. “Cristo nos ‘primerea’ en el amor;
los mártires lo han imitado en el amor hasta el
final”.
9. “Dicen los Santos Padres: ‘¡ Imitemos a los
mártires!’. Siempre hay que morir un poco para
salir de nosotros mismos, de nuestro egoísmo,
de nuestro bienestar,
de nuestra pereza, de nuestras tristezas,
y abrirnos a Dios, a los demás,
especialmente a los que más necesitan”.
10. El sábado 12 de octubre el Santo Padre dirigió
un mensaje a los peregrinos de todos los
santuarios marianos del mundo que se unieron
para rezarle a la Madre de Dios, por la Jornada
Mariana de oración que culminó con la
consagración al Inmaculado Corazón de María.
11. La mirada. ¡Qué importante es! ¡Cuántas cosas
pueden decirse con una mirada!
Afecto, aliento, compasión, amor, pero también
reproche, envidia, soberbia, incluso odio.
12. Con frecuencia, la mirada dice más que las
palabras, o dice aquello que las palabras no
pueden o no se atreven a decir.
13. ¿A quién mira la Virgen María? Nos mira a
todos,
a cada uno de nosotros. Y, ¿cómo nos mira?
Nos mira como Madre, con ternura, con
misericordia,
con amor. Así ha mirado al hijo Jesús en todos
los momentos de su vida, gozosos, luminosos,
dolorosos, gloriosos,
como contemplamos en los Misterios del
14. Cuando estamos
cansados, desanimados,
abrumados por los
problemas, volvámonos
a María, sintamos su
mirada que dice a
nuestro corazón:
“¡Ánimo, hijo, que yo te
sostengo!”
La Virgen nos conoce
bien,
es madre,
sabe muy bien cuáles son
nuestras alegrías y
nuestras dificultades,
nuestras esperanzas y
nuestras desilusiones.
15. Cuando sintamos el peso de nuestras
debilidades,
de nuestros pecados, volvámonos a María, que
dice a nuestro corazón: «!Levántate, acude a mi
Hijo Jesús!, en él encontrarás acogida,
misericordia y nueva fuerza para continuar el
camino».
16. La mirada de María no se dirige solamente a
nosotros.
Al pie de la cruz, cuando Jesús le confía al
Apóstol Juan, y con él a todos nosotros,
diciendo: «Mujer, ahí tienes a tu hijo» (Jn 19,26),
los ojos de María están fijos en Jesús. Y María
nos dice, como en las Bodas de Caná: «Haced lo
17. María indica a Jesús,
nos invita a dar
testimonio de Jesús,
nos guía siempre a su
Hijo Jesús, porque sólo
en él hay salvación, sólo
él puede transformar el
agua de la soledad, de la
dificultad,
del pecado, en el vino
del encuentro, de la
alegría,
del perdón. Sólo él.
18. «Bienaventurada
porque has creído».
María es
bienaventurada por
su fe en Dios, por su
fe,
porque la mirada de
su corazón ha
estado siempre fija
en Dios,
en el Hijo de Dios
que ha llevado en su
seno y que ha
contemplado en la
cruz.
19. En la Adoración del Santísimo Sacramento, María
nos dice:
«Mira a mi Hijo Jesús, ten los ojos fijos en él,
escúchalo,
habla con él. Él te mira con amor. No tengas
miedo.
20. Él te enseñará a seguirlo
para dar testimonio de
él en las grandes y
pequeñas obras de tu
vida, en las relaciones
de familia, en tu
trabajo, en los
momentos de fiesta; te
enseñará a salir de ti
mismo, de ti misma,
para mirar a los demás
con amor, como él, que
te ha amado y te ama,
no de palabra, sino con
obras».
21. ¡Oh María!, haznos sentir tu mirada de Madre,
guíanos a tu Hijo, haz que no seamos cristianos
«de escaparate»,
sino de los que saben «mancharse la manos»
para construir con tu Hijo Jesús su Reino de
amor, de alegría y de paz.
22. El 15 de octubre dijo:
“También hoy en día por el camino se
encuentran ídolos, Todos tenemos dentro algún
ídolo escondido.
Podemos preguntarnos ante Dios: ¿cuál es mi
ídolo escondido? ¡Aquel que ocupa el lugar del
Señor!"
23. “Todos nosotros tenemos necesidad de adorar
–porque tenemos la huella de Dios en nosotros–
cuando no adoramos a Dios, adoramos a las
criaturas.
Y este es el paso de la fe a la idolatría. Ellos, los
idólatras, no tienen ninguna razón para
excusarse: a pesar de haber conocido a Dios, no
lo han glorificado como a Dios ni dado las
gracias como Dios".
24. "Y ¿cuál es el camino del idólatra? Se dice
claramente:
‘se han perdido en sus vanos razonamientos y
su mente obtusa se ha oscurecido’. El egoísmo
del propio pensamiento, el pensamiento
omnipotente, aquello que yo pienso es lo
verdadero:
yo pienso la verdad, yo construyo la verdad
25. El Papa Francisco alentó a los cristianos a no
buscar una santidad
"de lavandería", que sea "toda bonita, impecable"
pero que no tenga el celo de predicar al Señor ni
el amor misericordioso por los demás.
26. Reflexionando sobre la historia de Jonás, dijo:
En el Evangelio Jesús habla de una "generación
perversa".
Su palabra es muy fuerte. Pero, no se refería a la
gente
"que lo seguía con tanto amor", sino a los
"doctores de la ley" que "trataban de ponerlo a
27. Estas personas, de hecho,
"le pedían señales"
y Jesús responde que
sólo se les dará "la señal
de Jonás".
Existe, sin embargo,
el "síndrome de Jonás".
El Señor le pidió que
fuera a Nínive, y él huyó
a España.
Jonás, "tenía las cosas
claras":
"la doctrina es ésta",
"se debe hacer esto"
y que los pecadores
"se las arreglen ellos, yo
28. A aquellos que "viven según
este síndrome de Jonás",
Jesús "llama hipócritas,
porque no quieren la
salvación"
de la "gente pobre", de los
"ignorantes" y de
"pecadores".
"El ‘síndrome de Jonás’ no
tiene celo por la conversión
de la gente, busca una
santidad de ‘lavandería’,
toda bonita, impecable,
pero sin ese celo de ir a
predicar el Señor.
Frente a esta generación
enferma del ‘
síndrome de Jonás’ el Señor
promete la señal de Jonás.
29. La otra versión, la de Mateo, dice que Jonás
estuvo dentro de la ballena por tres días y tres
noches, referencia a Jesús en el sepulcro –a su
muerte y resurrección– y aquella es la señal que
Jesús promete contra la hipocresía, contra esta
actitud de religiosidad perfecta, contra esta
actitud de un grupo de fariseos".
30. Hay una parábola en el Evangelio, que retrata muy bien
este aspecto: la del fariseo y el publicano que oraban en
el templo.
El fariseo, "tan seguro de sí mismo", daba gracias a Dios
ante el altar por no ser como el publicano que en cambio
sólo pedía la misericordia del Señor, reconociéndose
pecador.
31. He aquí que "la señal que Jesús promete para su
perdón,
a través de su muerte y su resurrección", "es su
misericordia":
"Misericordia quiero y no sacrificios".
32. "La señal de Jonás, la verdadera, es aquella que nos da la
confianza de ser salvados por la sangre de Cristo.
¿Cuántos cristianos,
cuántos hay, que piensan que serán salvados sólo por lo
que hacen, por sus obras? Las obras son necesarias, pero
son una consecuencia, una respuesta a aquel amor
misericordioso que nos salva.
33. Pero sólo las obras, sin ese amor misericordioso, no
sirven.
El 'síndrome de Jonás’ tiene confianza sólo en su justicia
personal, en sus obras".
34. Jesús habla entonces de "generación malvada"
y "a la pagana,
la reina de Saba, casi la nombra juez: se levantará contra
los hombres de esta generación". Y esto, "porque era una
mujer inquieta, una mujer que buscaba la sabiduría de
Dios":
35. "He aquí que,
el 'Síndrome de Jonás'
nos lleva a la hipocresía,
a aquella autosuficiencia,
a ser cristianos limpios,
perfectos,
‘porque hacemos estas
obras: cumplimos los
mandamientos, todo’.
Es una gran enfermedad.
Es la señal de Jonás,
de la misericordia de Dios
en Jesucristo, muerto y
resucitado por nosotros,
por nuestra salvación".
36. La señal de Jonás nos llama:
seguir al Señor, pecadores, somos todos, con
humildad,
con docilidad. Hay una llamada, también una
opción".
37. "Aprovechemos esta liturgia hoy para
preguntarnos y tomar una decisión: ¿qué prefiero?
¿El síndrome de Jonás o la señal de Jonás?".
38. El 14 de octubre también
dijo:
"hay necesidad de cristianos
que hagan visible al
hombre de hoy la
misericordia de Dios, su
compasión por todas las
criaturas.
Todos sabemos que la crisis
de la humanidad
contemporánea no es
superficial, sino profunda".
39. Por esta razón, la nueva evangelización, mientras nos
llama a tener el valor de ir contra corriente, de
convertirnos de los ídolos al Dios único y verdadero,
utiliza el lenguaje de la misericordia,
compuesto de gestos y actitudes más que de palabras".
41. La fe es un don de Dios, pero es importante que los
cristianos mostremos, de un modo concreto, cómo vivir
la fe,
a través del amor, la armonía, la alegría, el
sufrimiento,
porque esto plantea preguntas.
Son interrogativos que conducen al corazón de la
evangelización, que es el testimonio de la fe y de la
42. Lo que necesitamos, sobre todo, en estos tiempos,
son testigos creíbles, que con la vida
y también con la palabra hagan visible el
43. muchas personas se han alejado de la Iglesia. Y es
equivocado echar la culpa a unos o a otros, en efecto,
no es apropiado hablar de culpas. Hay
responsabilidades en la historia de la Iglesia y de su
gente, hay en ciertas ideologías y también en los
individuos".
44. El 24 de septiembre dijo:
Como hijos de la Iglesia, debemos continuar por el
camino del Concilio Vaticano II, desnudarnos de las
cosas inútiles y perjudiciales, de falsos valores
mundanos que gravan la Iglesia y dañan su verdadero
rostro.
45. Cada bautizado es un "cristóforo", un portador de
Cristo,
y no puede tener para él esta experiencia:
ha de compartirla, ha de llevar Jesús a los otros.
46. La nueva evangelización, es un movimiento renovado
para quien ha perdido la fe y el sentido profundo de la
vida.
Y dentro de este movimiento todo cristiano está
llamado a ir al encuentro de los demás.
47. "Nadie está excluido de la esperanza de vida, del amor
de Dios.
La Iglesia es enviada, a todas partes, para despertar
esta esperanza, especialmente donde está obstaculizada
por condiciones de vida difíciles, a veces, inhumanas,
donde la esperanza no respira, se asfixia. Necesitamos
el oxígeno del Evangelio, el soplo del Espíritu de Cristo
resucitado,
que vuelva a encender los corazones".
48. La Iglesia es la casa donde las puertas están siempre
abiertas, no sólo porque todo el mundo puede
encontrar aceptación y respirar amor y la esperanza,
sino también porque podemos salir y llevar este amor y
la esperanza. El Espíritu Santo nos insta a dar un paso
fuera de nuestra casa y nos guía hasta las periferias de
la humanidad".
49. El 16 de octubre dijio:
La Iglesia es
Apostólica porque está
fundada sobre los
Apóstoles y como tal,
debe rezar y anunciar
el Evangelio.
"La Iglesia hunde sus
raíces en las
enseñanzas de los
Apóstoles, verdaderos
testigos de Cristo,
tiene la firme
conciencia de ser
enviada por Cristo, de
ser misionera, llevando
el nombre de Jesús con
la oración, el anuncio,
el testimonio.
50. "profesar que la Iglesia es apostólica significa
subrayar el vínculo constitutivo que tiene con los
apóstoles, con aquel pequeño grupo de doce
hombres que Jesús llamó un día por su nombre, para
que permaneciesen con él y para enviarlos a
predicar. ‘Apóstol’ es una palabra griega que
significa ‘mandado’, ‘enviado’".
51. "Los apóstoles fueron escogidos, llamados
y enviados por Jesús para continuar su obra, es
decir rezar, que es la primera tarea de un apóstol y
segunda anunciar el Evangelio.
52. "Cuando pensamos en los sucesores de los
apóstoles, los obispos, incluido el Papa, porque él
también es obispo, tenemos que preguntarnos si
este sucesor de los apóstoles, en primer lugar reza y
después anuncia el Evangelio. Esto es ser apóstol y
por eso la Iglesia es apostólica".
53. La Iglesia es apostólica "porque está edificada sobre
la predicación y la oración de los Apóstoles, en la
autoridad que les dio Cristo mismo", citando a San
Pablo en la carta a los cristianos de Éfeso,
los compara con "piedras vivas que forman un
edificio que es la Iglesia, y este edificio está fundado
sobre los Apóstoles, como columnas y la piedra que
sostiene todo es Jesús mismo".
54. "Sin Jesús no puede haber Iglesia, es la base, el
fundamento.
Los apóstoles vivieron con Jesús, escucharon sus
palabras, compartieron su vida y sobre todo, fueron
testigos de su muerte y resurrección.
55. Nuestra fe, la Iglesia que Cristo quiso, no está
fundada en una idea, en una filosofía, sino en Cristo
mismo.. Y la Iglesia es como una planta que ha
crecido a lo largo de los siglos... y ha dado frutos,
pero sus raíces están firmemente plantadas en Él
y la experiencia fundamental de Cristo que han
tenido los Apóstoles, elegidos y enviados por Jesús,
llega hasta nosotros".
56. "¿Cómo puede llegar a
nosotros lo que vivieron
los Apóstoles con Jesús y
lo que escucharon de
Él?". El Catecismo afirma
que la Iglesia es
apostólica porque
"guarda y transmite con
la ayuda del Espíritu
Santo que habita en ella,
la enseñanza, el buen
depósito, las sanas
palabras oídas a los
apóstoles"
57. "conserva a través de los siglos, el precioso tesoro de
la Sagrada Escritura, de la doctrina, de los
sacramentos,
del ministerio de los pastores, que nos permiten ser
fieles a Cristo y participar de su misma vida".
58. "Es como un río que fluye en la historia...pero el agua
que corre es siempre la que brota del manantial, de
Cristo.
El es el Resucitado, el Viviente y sus palabras no
pasan,
porque Él no pasa. Está aquí, entre nosotros".
59. "¿hemos pensado
alguna vez en cómo la
Iglesia a lo largo de
estos siglos -a pesar de
las dificultades, los
problemas, las
debilidades, nuestros
pecados- nos transmite
el mensaje auténtico de
Cristo?
¿Nos da la confianza de
que lo que creemos es
realmente lo que Cristo
nos dijo?".
60. Por último, la Iglesia es apostólica porque
"está enviada a llevar el Evangelio a todo el mundo.
Continúa en el camino de la historia la misma misión
que Jesús confió a los apóstoles:
‘Id, pues, y haced discípulos a todas las naciones...
61. Y he aquí que yo
estoy con vosotros
todos los días hasta el
fin del mundo’.
Insisto en este aspecto
del carácter
misionero,
porque Cristo invita a
todos a ‘salir’ al
encuentro de los
demás,
¡nos envía, nos piden
que salgamos a llevar
la alegría del
Evangelio!"
62. En twitter dijo:
Seguir a Jesús significa ponerlo en primer
lugar, despojándonos de tantas cosas que
ahogan nuestro corazón.
63. El Crucifijo no nos habla de derrota, de
fracaso; nos habla de un Amor que vence al
mal y al pecado.
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