3. La prevención es indispensable para evitar que
el consumo de drogas se convierta en un
problema social de gran magnitud. Pero, ¿qué es
la prevención? Para Martín(1995) la prevención
de drogodependencias “es un proceso activo de
implementación de iniciativas tendentes a
modificar y mejorar la formación integral y la
calidad de vida de los individuos, fomentando el
autocontrol individual y la resistencia colectiva
ante la oferta de drogas”.
4. El término prevención a veces es utilizado de
modo muy genérico. Un ejemplo es cuando se
habla de prevención primaria, secundaria y
terciaria. También puede aplicarse a reducir el
uso de drogas entre personas que aún no las
han probado y entre las que ya las han probado,
reducción de la demanda a través de arrestos y
controles sobre la venta de drogas, Entre otras.
También las actividades de reducción de daños
puede ser vista como una actividad preventiva.
Pero también es prevención incidir en el nivel de
política social, como es reducir la pobreza, o
impedir el surgimiento de conductas desviadas.
5. El campo de la prevención de las drogodependencias constituye un
área de gran vitalidad en España en los últimos años. En la
actualidad hay por toda la geografía nacional varios cientos de
programas preventivos en marcha. En publicaciones especializadas,
como la revista Idea Prevención pueden verse periódicamente un
resumen de los distintos programas preventivos que en el campo de
las drogodependencias llevan a cabo asociaciones, municipios,
planes autonómicos, ONGS, grupos especializados, entre otras.
La situación de la prevención de las drogodependencias en España
mejoró de modo importante en los últimos años, aunque todavía hay
muchas cuestiones que resolver. Hay una serie de factores que
podrían explicar el estado en que se encuentra la prevención de
drogas en España.
6. LOS FACTORES DE RIESGO Y PROTECCIÓN:
Aunque se podría argumentar que el origen del consumo de
drogas se sitúa en la infancia temprana, la iniciación real en
el consumo comienza normalmente, para la mayoría de los
individuos, en la adolescencia temprana, y avanza a partir de
aquí, según una secuencia bastante bien definida, a lo largo
de la adolescencia media (Millman y Botvin, 1992). En sus
primeras etapas, el consumo de drogas es infrecuente, se
limita a una única sustancia y a situaciones sociales
determinadas. A medida que aumenta la implicación, el
consumo se incrementa tanto en frecuencia como en
cantidad y progresa hacia múltiples sustancias.
Conocer los factores de riesgo y de protección se convierte
así en un punto de gran relevancia para la prevención de las
drogodependencias.
7. Clayton (1992) ha insistido en que existen
varios principios generales que se deben
siempre tener en cuenta cuando hablamos de
los factores de riesgo, que para él son cinco:
1) los factores de riesgo (características
individuales o condiciones ambientales).
2) La presencia de un solo factor de riesgo no
es garantía para que vaya a producirse el
abuso de drogas y, por el contrario, la
ausencia del mismo no garantiza que el
abuso no se produzca.
8. 3. El número de factores de riesgo presentes está
directamente relacionado con la probabilidad del abuso
de drogas, aunque este efecto aditivo puede atenuarse
según la naturaleza, contenido y número de factores de
riesgo implicados.
4) La mayoría de los factores de riesgo y de protección
tienen múltiples dimensiones medibles y cada uno de
ellos influye de forma independiente y global en al
abuso de drogas.
5) las intervenciones directas son posibles en el caso
de alguno de los factores de riesgo detectados y
pueden tener como resultado la eliminación o la
reducción de los mismos, disminuyendo la
probabilidad del abuso de sustancias.
9. En cualquier tipo de intervención que
pretendamos siempre nos debemos guiar por
un modelo teórico. Un buen modelo teórico
debe estar derivado de la observación,
comprobación de la misma y elaboración de un
marco conceptual que nos permita comprender
esa parte de la realidad sobre la que
elaboramos la teoría y, con ello, también poder
predecir e intervenir en ello si es necesario.
Recientemente, dentro del campo
10. de la prevención de las drogodependencias es
más habitual incluir como un elemento de gran
relevancia para explicar la misma los factores
de riesgo y de protección. De los distintos
modelos y teorías existentes es la
recientemente formulada por Jessor (1991),
bajo el nombre de teoría para la conducta de
riesgo de los adolescentes la que mejor incluye
este aspecto, ya que una parte importante de
la misma se basa en los factores de riesgo y de
protección.
11. El consumo de drogas ha sido un problema social
durante muchos años y los datos más recientes
indican que el problema está estancado o
empeorando, dependiendo de cada sustancia. Una
de las estrategias más prometedoras para cambiar
este panorama es la prevención. El fin de la
prevención en drogodependencias es evitar que la
población se inicie en el consumo de las drogas. La
clave del éxito en el desarrollo de programas
radica en la comprensión de la influencia
psicosocial y los procesos que facilitan o impiden
el comienzo de este comportamiento.
12. Pollaret al. (1997) han realizado un extenso
estudio dada la necesidad de evaluar estos
factores, elaborando para ello un cuestionario que
evalúa los factores de riesgo y protección ya
enumerados previamente, que agrupan en los
dominios de la comunidad, escuela, familiar y del
individuo e iguales. También con su instrumento
evalúan la salud y los resultados de la conducta
como el uso de sustancias, violencia,
delincuencia y conductas inadecuadas en la
escuela.
13. El estudio de Muñoz (1998) va en la misma línea. De lo que no hay
duda es que hoy sabemos claramente, gracias a distintos estudios
longitudinales científicamente controlados (Botvin, 1995), que las
intervenciones preventivas efectivas pueden reducir la tasa de
futuros problemas comparado con la no intervención o comparado
con el tratamiento habitual. De ahí que no poner en marcha
programas preventivos eficaces, considerando muchos de ellos los
factores de riesgo y de protección, harán que el problema
disminuye menos de lo deseado, se mantenga o incluso se Pollaret
al. (1997) han realizado un extenso estudio dada la necesidad de
evaluar estos factores, elaborando para ello un cuestionario que
evalúa los factores de riesgo y protección ya enumerados
previamente, que agrupan en los dominios de la comunidad,
escuela, familiar y del individuo e iguales. También con su
instrumento evalúan la salud y los resultados de la conducta como
el uso de sustancias, violencia, delincuencia y conductas
inadecuadas en la escuela.
14. El estudio de Muñoz (1998) va en la misma línea. De
lo que no hay duda es que hoy sabemos claramente,
gracias a distintos estudios longitudinales
científicamente controlados (Botvin, 1995), que las
intervenciones preventivas efectivas pueden reducir la
tasa de futuros problemas comparado con la no
intervención o comparado con el tratamiento habitual.
De ahí que no poner en marcha programas
preventivos eficaces, considerando muchos de ellos
los factores de riesgo y de protección, harán que el
problema disminuye menos de lo deseado, se
mantenga o incluso se vaya incrementando.