2. JESÚS - EL CENTRO YCORAZÓN DE
TODA LA CREACIÓN
A medida que avanzamos en nuestro viaje
a través de la Cuaresma - una estación en la
que tratamos de acercarnos más a Jesús en
su sufrimiento y pasión - nos preguntamos
cómo la ‘creación’, de acuerdo a como se
experimenta en diferentes partes de nuestro
mundo, puede ofrecernos comprensiones
Exploración Bíblica
Colosenses 1, 9-29
En el centro de este pasaje (1, 15-20) se encuentra un himno lírico de
alabanza en honor de Jesucristo, que es el centro de la creación. Las
palabras y las frases que se usan deliberadamente, nos recuerdan el
Semana Tres
comienzo del libro del Génesis. Hay un ‘juego’ en la palabra Hebrea
Reshith con la que comienza el Génesis. (En Génesis 1 ,1 se traduce
como principio). La palabra Reshith en sí misma está estrechamente
relacionada con la palabra hebrea Rosh - que significa cabeza.
Así en el versículo 18 el autor de Colosenses busca explotar y listar
todos los posibles significados de Rosh/Reshith: cabeza, principio,
primogénito, primero. ¡Fue una manera de expresar que Jesús resumió
todos los aspectos posibles de Génesis 1, 1!
Explorar el significado de las palabras de esta manera es una forma
Judía tradicional de interpretar la Escritura. Muchos de los escritores
del Nuevo Testamento estaban bien versados en las tradiciones judías
de interpretación bíblica. Pero está claro a partir de los siguientes
versículos que el enfoque en Cristo como centro y cabeza, tiene
también implicaciones para todos(as) nosotros(as) - si Cristo es la
cabeza, entonces nosotros(as) también somos parte del cuerpo. Y
así como hoy vemos sufrir a la creación, así también Pablo se vio
compartiendo esto, como miembro del cuerpo (vv. 23-24). El Cristo
que proclamamos a todo el mundo (v. 26) es aquel por quien Dios
quiso reconciliar consigo todo lo que existe en la tierra y en el cielo,
restableciendo la paz por medio de su cruz (versículo 20).
3. Marcos 4, 30-41
La importancia de la creación es una idea que recorre todo Marcos
4. Los procesos de crecimiento que forman parte del ciclo natural
de la creación se utilizan reiteradamente como un símbolo del reino
de Dios. Así oímos de un sembrador que siembra semillas - y los
resultados variados que surgen de ello. Nos enteramos de semilla que
se esparce y crece sin atención alguna y, finalmente, de la maravillosa
semilla de mostaza - tan pequeña y sin embargo capaz de volverse lo
suficientemente grande como para ofrecer sombra y bendición a otras
partes de la creación de Dios.
Al contar estas parábolas, Jesús no se centra en sí mismo (a pesar de que
probablemente alude a sí mismo cuando habla de la obra del sembrador,
Marcos 4, 3). Por el contrario, su atención se centra en el reino o reinado
de Dios. Pero, quién es Jesús, y su papel en relación con la creación,
se encuentra en el corazón de la historia que está a continuación,
describiendo lo que sucede cuando Jesús y sus discípulos cruzan el Mar
de Galilea en una tormenta (4, 35-41). Los discípulos aterrorizados
llaman a Jesús para que calme la tormenta - pero cuando lo hace se
atemorizan. Porque el Antiguo Testamento (en especial el libro del
Semana Tres
Éxodo) les había enseñado que sólo Dios puede controlar el mar. Por lo
que el capítulo termina con una pregunta ¿Quién es éste, que hasta el
viento y el mar le obedecen? (4, 41) Marcos no responde a esta pregunta
- al menos no de inmediato. Sin embargo puede ser descubierta a
medida que leemos este Evangelio y se nos pide dar nuestra propia
respuesta a Jesús.
¿Qué es lo que hace de puente entre estas dos partes tan distintas
de Marcos 4 – la historia de la semilla y luego la de Jesús calmando
la tormenta? En una reciente reunión internacional en Jamaica, un
predicador del Caribe (Indias Occidentales) desarrolló un vínculo
fascinante y desafiante. El final de la parábola del grano de mostaza
habla de la forma en que el reino de Dios da fruto - y es seguido
inmediatamente por el relato de Jesús alentando a sus discípulos:
Crucemos a la otra orilla (4, 35). El otro lado del Mar de Galilea es una
región gentil, cultural y religiosamente diferente a la tierra natal judía de
Jesús, cerca de Cafarnaúm. El predicador en Jamaica sugirió que esto
contiene un mensaje importante - si el Reino debe florecer plenamente,
no puede permanecer estático. Los(as) discípulos(as) de Jesús entonces
y ahora están llamados a ‘cruzar al otro lado’, a encontrar lo distinto y
moverse fuera de los lugares donde se sienten cómodos. Y al hacerlo,
encontrarán el poder de Cristo viajando con ellos(as) de maneras,
quizás, sorprendentes.
4. Reflexión
La imagen de Sarah Prentice
es un retrato maravilloso de
la parábola de la “semilla de
mostaza”.
Pero al mismo tiempo deja en
claro la interconexión de toda
la creación.
Semana Tres
5. Leyendo la Biblia con Anglicanos(as) de todo el mundo
La siguiente reflexión de Bosco Peters, un sacerdote Anglicano en
Nueva Zelanda, describe qué se siente experimentar la Cuaresma
en el hemisferio sur.
En este hemisferio (sur) la Cuaresma anuncia el otoño. La naturaleza se
reduce hasta sus elementos esenciales. Ella lleva consigo las semillas del
futuro. Ella concentra sus energías en la única cosa necesaria, que la vida
pueda ser renovada cuando el mundo se vuela una vez más hacia el sol.
Los jardineros realizan sus esenciales arreglos y preparaciones. Planta-
mos nuestros bulbos, con la esperanza de una nueva vida en el futuro.
Nosotros, la iglesia, también nos reducimos en la Cuaresma. La Cuaresma
se focaliza en lo esencial: la nueva vida en la muerte y resurrección de
Jesús y de nuestra participación en ella por medio de nuestra fe y bautis-
mo. Después del ajetreo del verano hay un tiempo para aprender a hacer
una pausa. Nosotros(as), los(as) Cristianos(as) podemos plantar algunos
bulbos juntos(as), rezando para que a través de nuestra celebración de
la Cuaresma pueda surgir nueva vida en nuestra comunidad y en todo el
Semana Tres
mundo.
En la liturgia moderna el aspecto penitencial se encuentra más concen-
trado en el Miércoles de Ceniza. La creación a nuestro alrededor está
empezando a morir. La naturaleza parece hacerse eco de las antiguas pa-
labras dirigidas a cada persona en la imposición de la ceniza que marca el
inicio de la Cuaresma: Recuerda que eres polvo, y al polvo volverás.
Estos cuarenta días, aproximadamente una décima parte del año, son
nuestro diezmo del año. Nuestras disciplinas cuaresmales personales,
sin embargo, no son solamente otro curso de auto-ayuda. Están para
prepararnos para una fiesta, la fiesta de la Pascua...
La simplicidad austera del culto Cuaresmal puede proporcionar un fuerte
contraste con la alegre celebración de la Pascua... Para acercarnos más a
Cristo, debemos tomarnos un tiempo para reflexionar y orar. El peligro de
la Cuaresma es que tiende a ser el tiempo más ocupado de la iglesia, pues
solemos agregar servicios y estudios adicionales a nuestro ya ocupado
programa parroquial. En el evangelio del primer Domingo de Cuaresma
nos adentramos con Jesús en sus cuarenta días en el desierto. Nuestros
tiempos de iglesia y los programas de Cuaresma pueden ser un oasis en
el desierto, que nos animan a esa intimidad con Dios y a un auto-examen
6. realista que el desierto promete. “
Pero es interesante ‘cruzar’ y descubrir cómo las diferentes estaciones en
otras partes del mundo pueden afectar y enriquecer nuestra compren-
sión de la Cuaresma.
La historia del ministerio y muerte de Jesucristo es el foco central en
nuestro viaje a través de la Cuaresma. Sin embargo, si Jesús está en
el corazón de la creación, como las lecturas bíblicas de esta semana
sugieren, ¿cómo se ve afectada nuestra fe cuando la Cuaresma se ve
y se siente de forma muy diferente en diferentes partes de nuestro
mundo? Los movimientos históricos han llevado a que el esquema de
las estaciones del hemisferio norte Europeo paute el pensar de la Iglesia
sobre las ‘estaciones’ espirituales del año Cristiano. Por ejemplo, a pesar
de que nuestras liturgias evitan este peligro, hay muchos villancicos que
vinculan el nacimiento de Cristo al “crudo invierno”.
De hecho en Inglés a la Cuaresma se le llama ‘Lent’ cuyo origen se
encuentra en una palabra Anglosajona que significa primavera. Hay
un himno tradicional de Cuaresma que explícitamente proclama (a
Semana Tres
continuación su traducción):
La Cuaresma llega en la primavera,
Y la primavera se colorea con brillo;
Las flores más dulces,
Los vientos penetrantes, el sol, y las lloviznas
Su salud traen
Para realizar la blanca pureza de la Cuaresma.
7. Preguntas para la discusión
1. ¿Qué nos sugiere el vínculo entre Colosenses 1
y el comienzo del Génesis sobre la relación entre el
Antiguo Testamento y el Nuevo?
2. En nuestro estudio del Evangelio de Marcos nos
dimos cuenta de que al unir dos episodios diferentes
podemos descubrir algo nuevo. ¿Hasta qué punto es
importante, al leer la Biblia, ubicar un pasaje en su
contexto - teniendo en cuenta lo que viene antes y
después?
3. ¿Qué tanto nuestra celebración del año litúrgico y
nuestra lectura de la Biblia están influenciadas por las
estaciones en que vivimos?
4. ¿Qué les dice la pintura de Sarah Prentice acerca
de la creación?
Semana Tres
Compartiendo nuestros puntos de vista
¿Qué le gustaría compartir con otros(as) compañeros(as) Anglicanos(as)
como resultado de su estudio y discusión?
¿Hay comentarios que desee proporcionar información al proyecto de
la Biblia? Es posible que desee hacerlo directamente a través del sitio
web de la Comunión Anglicana, o enviarlas por correo electrónico al
coordinador del proyecto Biblia. Para más detalles, a su vez a esta sec-
ción en la semana cinco.