SELECCIÓN DE LA MUESTRA Y MUESTREO EN INVESTIGACIÓN CUALITATIVA.pdf
Ezequiel Moreno, el santo misionero de Colombia
1.
2. nació el 9 de abril de 1848. Era un niño inteligente, sumamente responsable, sereno y
constante. Asistió a la escuela con regularidad. Le encantaba jugar con sus compañeros al tejo y
a la pelota. Pero en las fiestas del pueblo se privaba de las vaquillas para acompañar a un niño
enfermo, despuntaba ya su inmensa caridad. Aficionado al canto, tenía una excelente voz y se
acompañaba bien con la guitarra.
3. En 1885 es nombrado prior del noviciado de Monteagudo (Navarra). Son tres años
de profundo influjo espiritual en los jóvenes. Cuidó mucho de la vida litúrgica, del
rezo coral de las Horas, de la vida comunitaria aspecto esencial de la religiosidad
agustiniana . Las epidemias del cólera y de viruelas extreman su atención y
delicadeza con los enfermos. Predica en los alrededores, participa en novenas... Su
gran amor a los pobres se califica de <casi exagerado
4. En agosto de 1888 una nueva llamada: se necesitan voluntarios para Colombia. «Hace
tiempo que me parece que el Señor me llama para esta misión». Con siete compañeros,
en los primeros días de 1889, llegaba el padre Ezequiel a Bogotá. Le esperaba una labor
ardua. Vive en la capital de la república cinco años de intensísima actividad, que brota
del manantial fecundo de su vida espiritual, sin otras miras que los intereses de Cristo
(Fl 2,21). Predica, confiesa, atiende a enfermos incansablemente. Austero e intachable,
adquiere fama de predicador lleno de piedad y de unción.
5. Casanare es una tierra casi inexplorada de 45.000 km2 de extensión, con caudalosos
ríos, donde tanto trabajaron y tan grata y gloriosa memoria dejaron los agustinos
recoletos. El padre Ezequiel piensa en aquellas gentes. En cuanto le es posible recorre
las inabarcables planicies acompañado de tres religiosos. Explora, visita enfermos,
administra sacramentos, regula matrimonios. Conservamos ocho cartas como
testimonio de su labor misionera y que ya entonces conmovieron la conciencia de
Colombia y contagiaron su preocupación por tantos infieles.
Roma, de acuerdo con el gobierno, erige el vicariato apostólico y le nombra su pastor.
Es una nueva etapa en la vida de nuestro santo.
6. En febrero de 1896 llegó a Casanare comunicación oficial de que monseñor Ezequiel Moreno
había sido nombrado obispo de Pasto. De 1896 a 1906, en diez intensísimos años servirá a sus
fieles con todos los medios a su alcance. El nuevo obispo vivió, como era su costumbre, en
máxima sencillez. Comida frugal y, en su alcoba, un jergón de paja. Se preocupa de los colegios,
lucha para que se imparta una formación católica, alienta la llegada de misioneros, promueve el
culto y las devociones, fomenta la construcción de iglesias y santuarios, escribe y propaga cartas
pastorales y desvela los ardides de la propaganda antirreligiosa. Se convierte en el abanderado y
símbolo de la defensa de los valores cristianos en Colombia.
7. Sus cartas pastorales resonaron con fuerza en todo el país. Los liberales se burlan de su
doctrina, la ridiculizan. Todo eso conmueve el alma ardorosa de¡ padre Ezequiel. Él los
desenmascara. En pago lo convertirán en blanco de diatribas y persecuciones. «Ahora
toda la saña de esos periódicos es contra mí>>. Me han puesto y me ponen de vuelta y
media. Números enteros no contienen otra cosa que insultos contra mí. ¡Bendito sea
Dios!». Pero el obispo no claudicará ante la difamación o el insulto.
8. Quien se asome al interior de la vida de San Ezequiel descubrirá de inmediato un paisaje poblado
de esencias humanas y divinas. Su intensa actividad provenía de manantial fecundo, fluía de una
vida de oración continua. Su identificación con Cristo, su Señor, había llegado a lo más radical,
los medicos decian que eran un santo, y finalmente murio.
9. Su fama de santidad ha pervivido incesante entre los hermanos de religión y en
quienes le conocieron personalmente u oyeron hablar de él. En 1975 es beatificado
por Pablo VI. Y el Papa Juan Pablo II lo canonizó en Santo Domingo, el 11 de
octubre de 1992, en el V Centenario de la evangelización de América. El santo de la
evangelización. El incansable misionero. Un hombre de Dios
10. Te damos gracias, Padre y señor nuestro, porque has querido darnos en san
Ezequiel Moreno un acabado modelo de fidelidad al evangelio, un perfecto y
ardiente operario de tu viña y un Pastor según el Corazón de tu Hijo. Te pedimos
por su intercesión, nos concedas vivir con alegría nuestro testimonio cristiano e
imitar sobre todo, su ardiente amor a Ti y su plena disponibilidad al servicio de la
Iglesia y de los hombres. Amen