Y el mejor camino para llegar a la resurrección es el que nos presenta el evangelio de hoy.
Cumplir la voluntad de Dios. Hay una notable relación en estas palabras. Resurrección y voluntad de Dios.
A Cristo no le movía otra cosa en su vida mas que hacer aquello que le agradaba a su Padre.
Por eso estaba lleno de pasión por transmitirnos lo que su Padre le pedía.
Un abrazo y que Dios nos bendiga.
Luis J. Balvín Díaz
Disciplinas espirituales en el Ministerio de Alabanza.pptx
Y el mejor camino para llegar a la resurrección es el que nos presenta el evangelio de hoy.
1. Primera Lectura: del libro de Isaías (49,8-15):
Salmo Responsorial: Sal 144,8-9.13cd-14.17-18
R/. El Señor es clemente y misericordioso
Evangelio: san Juan (5,17-30)
Necesitamos estar
unidos a Cristo
Miércoles de la 4ª semana de
Cuaresma
Cristo, al venir a este mundo nos
enseñó cómo tratar con nuestro Padre
Creador.
Autor: Sergio Mourau | Fuente: Catholic.net
2. Primera lectura
Lectura del libro de Isaías (49,8-15):
Así dice el Señor: «En tiempo de gracia te he respondido, en día
propicio te he auxiliado; te he defendido y constituido alianza del
pueblo, para restaurar el país, para repartir heredades desoladas,
para decir a los cautivos: "Salid", a los que están en tinieblas:
"Venid a la luz." Aun por los caminos pastarán, tendrán praderas
en todas las dunas; no pasarán hambre ni sed, no les hará daño el
bochorno ni el sol; porque los conduce el compasivo y los guía a
manantiales de agua.
Convertiré mis montes en caminos, y mis senderos se nivelarán.
Miradlos venir de lejos; miradlos, del norte y del poniente, y los
otros del país de Sin. Exulta, cielo; alégrate, tierra; romped a
cantar, montañas, porque el Señor consuela a su pueblo y se
compadece de los desamparados. Sión decía: "Me ha
abandonado el Señor, mi dueño me ha olvidado." ¿Es que puede
una madre olvidarse de su criatura, no conmoverse por el hijo de
sus entrañas? Pues, aunque ella se olvide, yo no te olvidaré.»
¡Es palabra de Dios! ¡Te alabamos Señor !
3. Salmo 97,1.2-3ab.3cd-4
R/. El Señor revela a las naciones su salvación
El Señor es clemente y misericordioso,
lento a la cólera y rico en piedad;
el Señor es bueno con todos,
es cariñoso con todas sus criaturas. R/.
El Señor es fiel a sus palabras,
bondadoso en todas sus acciones.
El Señor sostiene a los que van a caer,
endereza a los que ya se doblan. R/.
El Señor es justo en todos sus caminos,
es bondadoso en todas sus acciones;
cerca está el Señor de los que lo invocan,
de los que lo invocan sinceramente. R/.
4. Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Juan (5,17-30):
En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos: «Mi Padre sigue actuando, y yo también
actúo.»
Por eso los judíos tenían más ganas de matarlo: porque no sólo abolía el sábado, sino
también llamaba a Dios Padre suyo, haciéndose igual a Dios.
Jesús tomó la palabra y les dijo: «Os lo aseguro: El Hijo no puede hacer por su cuenta
nada que no vea hacer al Padre. Lo que hace éste, eso mismo hace también el Hijo,
pues el Padre ama al Hijo y le muestra todo lo que él hace, y le mostrará obras mayores
que ésta, para vuestro asombro. Lo mismo que el Padre resucita a los muertos y les da
vida, así también el Hijo da vida a los que quiere. Porque el Padre no juzga a nadie,
sino que ha confiado al Hijo el juicio de todos, para que todos honren al Hijo como
honran al Padre.
El que no honra al Hijo no honra al Padre que lo envió. Os lo aseguro: Quien escucha
mi palabra y cree al que me envió posee la vida eterna y no se le llamará a juicio,
porque ha pasado ya de la muerte a la vida. Os aseguro que llega la hora, y ya está aquí,
en que los muertos oirán la voz del Hijo de Dios, y los que hayan oído vivirán.
Porque, igual que el Padre dispone de la vida, así ha dado también al Hijo el disponer
de la vida. Y le ha dado potestad de juzgar, porque es el Hijo del hombre. No os
sorprenda, porque viene la hora en que los que están en el sepulcro oirán su voz: los
que hayan hecho el bien saldrán a una resurrección de vida; los que hayan hecho el
mal, a una resurrección de juicio. Yo no puedo hacer nada por mí mismo; según le
oigo, juzgo, y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que
me envió.»
¡Es palabra del Señor! ¡Gloria a Ti, Señor Jesús!
5. Oración
Jesús, hoy Tú quieres enseñarme que lo más valioso en esta vida
es estar en unión con el Padre para hacer su voluntad en mi vida.
Señor, Tú que viniste a este mundo para enseñarnos la
aceptación del querer de Dios en la vida de cada hombre,
ayúdame a estar unido a Ti y a descubrir lo que Dios quiere de
mí.
Petición
Dios mío, Tú que vives y sigues actuando continuamente en la
vida de cada hombre, enséñame a orar para estar unido a ti en
todo lo que haga, buscando sólo lo que Tú quieres de mí.
6. Meditación
Escuchar, meditar, callar ante el Señor que habla es un arte, que se aprende
practicándolo con constancia. Ciertamente, la oración es un don, que pide, sin
embargo, ser acogido; es obra de Dios, pero exige compromiso y continuidad de
nuestra parte; sobre todo son importantes la continuidad y la constancia.
Precisamente la experiencia ejemplar de Jesús muestra que su oración, animada
por la paternidad de Dios y por la comunión del Espíritu, se fue profundizando
en un prolongado y fiel ejercicio, hasta el Huerto de los Olivos y la cruz. Los
cristianos hoy están llamados a ser testigos de oración, precisamente porque
nuestro mundo está a menudo cerrado al horizonte divino y a la esperanza que
lleva al encuentro con Dios. En la amistad profunda con Jesús y viviendo en él y
con él la relación filial con el Padre, a través de nuestra oración fiel y constante,
podemos abrir ventanas hacia el cielo de Dios. Es más, al recorrer el camino de
la oración, sin respeto humano, podemos ayudar a otros a recorrer ese camino:
también para la oración cristiana es verdad que, caminando, se abren caminos.
Eduquémonos en una relación intensa con Dios, en una oración que no sea
esporádica, sino constante, llena de confianza, capaz de iluminar nuestra vida,
como nos enseña Jesús. Y pidámosle a él poder comunicar a las personas que
nos rodean, a quienes encontramos en nuestro camino, la alegría del encuentro
con el Señor, luz para nuestra vida. (Benedicto XVI, 30 de noviembre de 2011)
7. Reflexión
El Papa nos enseña que la fuente de todo lo que Cristo hacía en su vida,
dependía de su unión con el Padre, y que esta unión se daba por el frecuente
ejercicio de la oración en su vida. Solamente así, Cristo tenía las fuerzas
necesarias para responder a las exigencias de su misión. Lo decisivo en
nuestras vidas es la manera en que nos colocamos ante el Creador, pues
dependemos radicalmente de Él. Cristo, al venir a este mundo nos enseñó
cómo tratar con nuestro Padre Creador. También nosotros, si queremos
descubrir lo que Dios quiere en nuestras vidas y tener las fuerzas para
cumplirlo, tenemos que estar junto a Dios para pedirle su gracia.
Un párroco de España pronunció su última homilía en su parroquia antes de
trasladarse a otra ciudad. Llevaba tanto tiempo en la parroquia que muchos de
los que había bautizado y casado aún no lo creían. Y entre las palabras que
mencionó de lo más profundo de su corazón les dijo: "Os voy a revelar un
secreto que no saben ni los miembros de mi familia. Y es que en mi
testamento he pedido que el día mi muerte quiero que me entierren aquí,
junto a todos vosotros porque (y esto fue lo que emocionó a toda la gente)
quiero resucitar con mi pueblo, con todos vosotros". La gente que lo
escuchaba quedó admirada, esperaban que dijese "porque este es mi pueblo"
o "porque quiero estar enterrado a vuestro lado". Pero él no, él quería
resucitar con todos los suyos.
8. Cristo nos pide que creamos en la resurrección de la carne. Hoy día hay
muchos que ya no creen esta realidad de nuestra fe por tantas otras ideas
que han metido las sectas. Se prefiere aceptar la reencarnación o
simplemente lo aceptan porque lo dice la Iglesia. Pero si
comprendiéramos con el corazón lo que nos dijo san Pablo que vana es
nuestra fe si no resucitamos, entonces sí viviríamos con mayor entrega
nuestra fe, entonces sí que nos sentiríamos orgullosos de nuestra fe. No
la viviríamos como si fuese una imposición o como normas que hay que
cumplir sino con una alegría que nos llevaría a transmitirla a los demás.
Existiría una mayor esperanza en nuestras vidas.
Y el mejor camino para llegar a la resurrección es el que nos presenta el
evangelio de hoy. Cumplir la voluntad de Dios. Hay una notable relación
en estas palabras. Resurrección y voluntad de Dios. A Cristo no le movía
otra cosa en su vida mas que hacer aquello que le agradaba a su Padre.
Por eso estaba lleno de pasión por transmitirnos lo que su Padre le pedía.
Nosotros también resucitaremos en la medida en que vivamos con amor
la entrega a la voluntad de Dios, que es entrega y generosidad con
nuestro prójimo.
9. Propósito
Hoy iré a una Iglesia para visitar a Cristo Eucaristía y pedirle la
gracia de identificar más mi vida con su voluntad.
Diálogo con Cristo
Señor, yo creo que Tú estas realmente presente en mi vida y lo que
más quieres es que sepa encontrarte, para que yo sea
verdaderamente feliz. Ayúdame, Jesús, a estar siempre en una
actitud de escucha, a estar unido a Ti, especialmente por medio de
la oración, como Tú estabas unido a tu Padre. Enséñame a hacer
de cada actividad de mi día una continua oración. Que sea
agradable a Ti. Quiero escuchar tu voz. Habla conmigo hoy, Jesús,
en mi oración.
10. Propósito
Hoy iré a una Iglesia para visitar a Cristo Eucaristía y pedirle la
gracia de identificar más mi vida con su voluntad.
Diálogo con Cristo
Señor, yo creo que Tú estas realmente presente en mi vida y lo que
más quieres es que sepa encontrarte, para que yo sea
verdaderamente feliz. Ayúdame, Jesús, a estar siempre en una
actitud de escucha, a estar unido a Ti, especialmente por medio de
la oración, como Tú estabas unido a tu Padre. Enséñame a hacer
de cada actividad de mi día una continua oración. Que sea
agradable a Ti. Quiero escuchar tu voz. Habla conmigo hoy, Jesús,
en mi oración.