El documento presenta 6 lecciones de innovación aprendidas del Mundial de Fútbol de Brasil 2014. Estas lecciones son: 1) Hay que creer en uno mismo y en las capacidades propias, 2) Atreverse a romper paradigmas e incorporar nuevas tecnologías como hizo la FIFA, 3) Lo que funcionó en el pasado no garantiza éxito futuro, 4) La importancia del liderazgo, 5) El trabajo en equipo es clave, y 6) El éxito requiere de una buena estrategia a largo plazo como la de
2. Brasil 2014 llegó a su fin con una flamante selección alemana
coronándose como nuevo monarca del fútbol mundial, pero más allá
de la euforia y las estadísticas, el torneo nos deja sólidas lecciones
que todos podemos aplicar para innovar mejor.
4. Hay que creérsela
1 Cuando se transmitió el sorteo de grupos en diciembre de
2013, todos pusieron su mirada en el D, que llegó a
conocerse como el “Grupo de la Muerte”.
Integrado por tres campeones del mundo que sumaban
siete Copas (Italia, Uruguay e Inglaterra), el supuesto
general era que les esperaba una dura batalla para pasar de
ronda y eliminarse entre ellos.
Nadie podría imaginar en aquel entonces que el vencedor
del grupo no sería ninguno de los tres, sino una casi
desconocida Costa Rica, que venció a dos de ellos y con
ese triunfo eliminó al tercero.
5. Hay que creérsela
Con estas palabras el Director Técnico Jorge Luis Pinto
motivaba a sus jugadores antes de salir a la cancha:
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“Ninguna camiseta nos va a dar miedo. Ningún color nos
va a intimidar. El fútbol cambió, su historia no importa.
No vale. Hoy escribimos nuestra propia historia. Somos
once y ellos once, pero nosotros tenemos más hambre.”
6. Hay que creérsela
Similar es el caso de la selección de Chile, que aunque fue
eliminada por Brasil en octavos de final por la vía de los
penales, sus jugadores siempre manifestaron esa ambición
por llegar lejos, y lograron dejar una grata impresión ante
el mundo. Así lo expresó el atacante Alexis Sánchez:
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“El chileno a veces no tiene mentalidad ganadora, hay
que creerse el cuento. Podemos hacer grandes cosas, dar
alegría a Chile. Si no estoy convencido, tomo mi maleta y
me voy a Chile.”
7. Hay que creérsela
Muchas veces las empresas, sobre todo en el entorno
latinoamericano, tienden a subestimar sus propias
capacidades para competir contra los poderosos gigantes
internacionales. Piensan que lo mejor siempre viene de
afuera y que lo nacional no tiene tanto valor.
El buen papel hecho por selecciones como Chile,
Colombia y Costa Rica, es fuente de motivación para
convencernos de que podemos medirnos de tú a tú con
cualquier competidor, si existe un trabajo previo de
preparación y trazamos una estrategia adecuada.
Lo más importante es creérsela.
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9. Durante muchos años, la FIFA se negó a incorporar tecnología para
determinar jugadas clave en partidos oficiales. Esto dio pie a que varios
encuentros se vieran envueltos en polémica por goles legítimos que no
fueron validados por el árbitro, y que a la larga significaron la
eliminación de un equipo, incluso en un campeonato del mundo.
10. La FIFA argumentaba que la tecnología desvirtúa la belleza del fútbol,
que es básicamente un deporte de grupo basado en las decisiones
personales tanto de jugadores, como de técnicos y árbitros.
Sin embargo, para el Mundial de Brasil se decidió incorporar la
tecnología de línea de gol, ampliamente utilizada en el tenis.
11. Esta tecnología se conoce como “ojo de halcón”, y reparte 14 cámaras
en el campo (siete mirando a cada portería), para determinar si el
balón rebasó la línea. El árbitro recibe de inmediato un mensaje en su
reloj de pulsera: GOAL. Fue usada por primera vez en Brasil 2014 para
validar el gol de Kareem Benzema frente a la selección de Honduras.
12. Aunque a la FIFA aún le queda aplicar tecnología para otras situaciones
que son fuente segura de controversia, como los fueras de juego y las
lesiones fingidas, el “ojo de halcón” es un paso adelante en la
modernización del deporte y la protección de su integridad.
13. Cuando tratamos de innovar en una empresa, es
normal encontrar resistencia, sobre todo si las
cosas se vienen haciendo del mismo modo por
muchos años. Quizá le resulte conocida la frase:
¿Para qué vamos a cambiar, si siempre lo hemos
hecho así?
El buen innovador no tiene miedo a romper
paradigmas, y siempre cuestiona el status quo,
convencido de que hay “una mejor manera”.
Algunas veces la innovación puede ir asociada con
avances tecnológicos, como en el caso de FIFA,
pero también puede implicar cambios en la cultura,
en los procesos, y hasta en el mismo modelo de
negocio.
14. Lo que funcionó en el pasado
no es garantía para el futuro
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15. Pocas selecciones han marcado época como el combinado
de España, que entre 2008 y 2012 ganó tres grandes
competiciones consecutivas (dos Eurocopas y un Mundial).
Por eso, una las mayores sorpresas de este torneo, y no
precisamente para bien, fue el batacazo de La Furia Roja,
que en apenas dos partidos (primero contra Holanda y
luego contra Chile) encajó siete goles y perdió toda
opción de clasificarse a la siguiente fase.
El equipo era prácticamente el mismo que en Sudáfrica
2010 había alcanzado la gloria, y se mantuvo fiel a la táctica
diseñada porVicente del Bosque. No fue suficiente.
Lo que funcionó en el pasado
no es garantía para el futuro
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16. Algo similar pasa en el mundo de los negocios.
Muchas empresas, engolosinadas con el éxito
alcanzado en el pasado, se refugian en una zona de
confort y siguen practicando la misma receta que
les ha dado buenos resultados.
Sin embargo, casos como Kodak y Blockbuster son
clara evidencia de que lo que nos hizo exitosos en
el pasado, no necesariamente lo hará en el futuro.
La clave está en nunca bajar la guardia, y tener la
humildad de reconocer cuándo va siendo hora de
cambiar ciertas piezas del equipo para mantener la
competitividad. Inclusive si son las vacas más
sagradas del corral.
18. Si usted todavía cree que la selección argentina sufre un grave caso de
“Messidependencia”, piénselo dos veces. Los goles de la Pulga fueron
cruciales para ganar el grupo F, pero el verdadero cerebro, corazón y
columna vertebral de la escuadra albiceleste se llama Javier Mascherano.
19. A medida que avanzaba el Mundial, Mascherano se consolidó como
símbolo de actitud, de sacrificio y pulmón anímico del equipo argentino.
En un perfil similar encontramos al brillante centrocampista alemán Toni
Kroos, un líder que destaca por su efectivo trabajo de presión y
distribución sobre el césped.
20. Un amigo nos decía que nunca estuvo en una mejor
escuela de liderazgo de alto nivel que cuando jugó
fútbol en la universidad.
El líder debe ordenar a todo el grupo y conducirlo
hacia un objetivo común, incluso cuando alguno de
los integrantes está teniendo un mal día. Sabe leer
el partido, se asegura de mantener la moral del
equipo a tope, y reconoce los fracasos como
oportunidades para aprender y hacerlo mejor la
próxima vez.
En la innovación sucede exactamente igual. Se
necesita una figura de liderazgo que crea en los
nuevos proyectos y apele a la genialidad colectiva
para que el todo sea más que la suma de las partes.
22. La clave está en el
trabajo de equipo
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Muchos fanáticos y analistas atribuyeron la catastrófica
derrota de Brasil ante Alemania (1-7) a la ausencia de sus
dos principales estrellas: Neymar Jr y Thiago Silva.
Aunque siempre es bueno contar con figuras de referencia
sobre el campo de juego, más importante todavía es
garantizar que la carga esté bien repartida entre individuos
con distintas habilidades y destrezas.
No en vano, cada entrenador selecciona a 23 jugadores
para que viajen al Mundial, y así tener suficiente talento
para hacer sustituciones y cambiar la estrategia de acuerdo
al adversario. En Brasil 2014, Holanda fue la única selección
en darle minutos de juego a los 23 integrantes del plantel.
23. La clave está en el
trabajo de equipo
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El principio anterior también aplica a las empresas, dado que
son entidades colectivas, cuyo trabajo en equipo y orgullo
grupal son más determinantes que las individualidades.
Recordemos que en un proceso de innovación, tiene
mayores probabilidades de alcanzar el éxito aquella
organización capaz de conformar equipos multidisciplinarios,
en lugar de recargar los proyectos en una sola persona, o
peor aún, depender de una campaña masiva de ideas.
Se recomienda que cada miembro del equipo desempeñe un
rol según su propio perfil innovador, ya sea como creador,
facilitador, ejecutor, etc.
25. Cerramos este análisis con una nueva mención a Alemania, pero es
que, ¿cómo no hacerlo? El legado alemán en este Mundial es un equipo
con inteligencia, clase, fortaleza, personalidad, paciencia y disciplina.
Los teutones fueron, por encima de todo, un grupo motivado por un
objetivo común: lograr la cuarta estrella.Y la consiguieron en Brasil.
26. El proyecto de esta selección nació en 2002, cuando Alemania cayó
eliminada en la fase de grupos de la Eurocopa. A partir de entonces
comenzó una revolución en el proceso de conformar la selección
mayor de fútbol, a base de voluntad política y una total renovación
táctica. Se intensificó la identificación y preparación de jóvenes talentos
desde los 6 años, en una programa nacional estandarizado.
27. Muchos de los niños que iniciaron en el “Programa
de Formación de Talentos”, fueron ovacionados
como los nuevos campeones del mundo el pasado
13 de julio en el estadio Maracaná. La estrategia de
“Die Mannschaft” (El Equipo) oficialmente alcanzó el
objetivo trazado doce años atrás.
La innovación también tiene su génesis en una
estrategia puntual y razonable, que responda a los
objetivos del negocio y sea compartida en todos los
niveles de la organización. Si no se sabe qué es lo
que se quiere lograr con la innovación, ¿cómo
podremos darnos cuenta si está dando resultados?
Es entonces, a partir de la estrategia, que definimos
cuáles serán los procesos, la estructura y las
métricas que harán de la innovación una realidad
sostenible en el tiempo.