2. Hablar sobre evaluación y calidad aplicadas a la educación dista mucho de ser una
tarea sencilla.
Se trata de dos cuestiones que ocupan un lugar central en el debate pedagógico
contemporáneo y que reclaman la atención de muy diversos actores educativos.
Los motivos que contribuyen a explicar el creciente interés que se observa en un
gran número de países por la mejora de la calidad de la educación son de carácter
tanto externo como interno al sistema educativo.
“Dar una nota es evaluar, hacer una prueba es evaluar, el registro de las notas se
denomina evaluación. Al mismo tiempo varios significados son atribuidos al término:
análisis de desempeño, valoración de resultados, medida de capacidad, apreciación
del “todo” del alumno” (Hoffman, 1999)
En el lenguaje cotidiano, el concepto de evaluación es polisémico
porque éste se impone o no en la práctica según las necesidades mismas de la
evaluación y en función de las diferentes formas de concebirla, puede significar
tanto estimar y calcular como valorar o apreciar.
3. Desde la dimensión pedagógica las implicancias polivalentes del
término: la evaluación hace referencia a un proceso por medio del cual alguna o
varias características de un alumno, de un grupo de estudiantes o un ambiente
educativo, objetivos, materiales, profesores, programas, etc, reciben la atención de
quien evalúa, se analizan y se valoran sus características y condiciones en función
de parámetros de referencia para emitir un juicio que sea relevante para la
educación.
En los términos particulares de la evaluación educativa es posible
distinguir varios objetos de evaluación cuyas relaciones implícitas son evidentes.
Entre otros, es posible valorar: el sistema educativo, las instituciones, el profesorado,
los materiales de la enseñanza, los proyectos educativos y los aprendizajes.
En virtud de este proceso histórico es posible reconocer diferentes concepciones
de evaluación.
4. Desde el paradigma cuantitativo ésta puede ser entendida como
objetiva, neutral y predictiva, de manera tal que centra en la eficiencia y la eficacia.
Lo que se evalúa es pues, los productos observables.
Pero desde una perspectiva cualitativa, por el contrario, la evaluación se
centra en reconocer lo que esta sucediendo y comprender qué significado esta tiene
para las diferentes personas, en este caso no solo se evalúa el producto sino también
el proceso.
5. •Establecer la importancia de los conceptos de sistematización y continuidad de la
evaluación, debido a que es imprescindible conocer y hacer conocer los niveles
alcanzados durante el proceso, como forma de retroalimentación y optimización del
programa y la tarea docente. Esta adecuación de la enseñanza al ritmo de aprendizaje de
los alumnos recibe el nombre de evaluación continua.
•Reconocer la dificultad para el establecimiento de un sistemas de medidas, que sirve de
referencia para permitirnos emitir un juicio de valor o una calificación. Para lo cual nos
podemos manejar con una comparación en relación a una norma (tabla, escala, etc.) o la
evaluación en relación a un criterio fijado de antemano, luego de un preciso
establecimiento de él o los objetivos, estableciendo el grado de actuación o desarrollo
alcanzado por el alumno.
•Observar el ámbito de aplicación de la evaluación, en relación a
si está realizada por personas implicadas directamente en el
proceso educativo (Evaluación interna) o es realizada con
intervención personal o institucional externa (Evaluación
externa).
6. •Establecer el grado de responsabilidad y participación que se le otorga al alumno en
el proceso de la evaluación, entre la heteroevaluación y la autoevaluación.
Diferentes objetivos y funciones de la evaluación que ya
enumeramos en tres grandes categorías:
La Evaluación Sumativa, es aquella que tiene la estructura de un balance, realizada después
de un período de aprendizaje en la finalización de un programa o curso. Sus objetivos son
calificar en función de un rendimiento, otorgar una certificación, determinar e informar
sobre el nivel alcanzado a todos los niveles (alumnos, padres, institución, docentes, etc.).
La Evaluación Formativa, es aquella que se realiza al finalizar cada tarea de aprendizaje y
tiene por objetivo informar de los logros obtenidos, y eventualmente, advertir donde y en
que nivel existen dificultades de aprendizaje, permitiendo la búsqueda de nuevas
estrategias educativas más exitosas. Aporta una retroalimentación permanente al
desarrollo del programa educativo.
7. La Evaluación Predictiva o Inicial (Diagnóstica), se realiza para predecir un rendimiento o
para determinar el nivel de aptitud previo al proceso educativo. Busca determinar cuales
son las características del alumno previo al desarrollo del programa, con el objetivo de
ubicarlo en su nivel, clasificarlo y adecuar individualmente el nivel de partida del
proceso educativo.
La Evaluación Continua
La evaluación continua es una fase importante del proceso educativo, por las condiciones
que presupone (planificación) y por las consecuencias que genera (individualización y
reajuste), resulta un medio eficaz de perfeccionamiento didáctico, mejorando así el sistema
educativo.