1. Tema 3. La Revolución Industrial.
Índice.
1. Introducción.
2. La Revolución Industrial y proceso de industrialización.
2.1. Concepto de revolución industrial e industrialización.
2.2. La 1ª Revolución Industrial: Inglaterra.
2.3. Difusión de la Revolución Industrial.
2.4. La 2ª Revolución Industrial.
3. Consecuencias de la Revolución Industrial
3.1. Consecuencias económicas.
3.2. Consecuencias sociales.
4. Proletariado y movimiento obrero.
4.1. Primeras asociaciones obreras.
4.2. Socialismo utópico, Marxismo y Anarquismo.
4.3. Las asociaciones internacionales obreras.
2. 1. Introducción
Las revoluciones liberales permiten a la burguesía acceder al poder político,
este ascenso va a favorecer que se lleven a cabo una serie de
transformaciones económicas con consecuencias sociales y culturales que no
hubiesen podido realizarse con los monarcas absolutos en el poder. Estas
transformaciones se inician con la aparición de un nuevo sistema de
producción la industria fabril. Esta nueva manera de producir mercancías en
mayor cantidad, más rápidamente y de forma barata, provocó importantes
cambios económicos, pero también culturales y sociales.
La primera fase del proceso de industrialización se inicia en Gran Bretaña,
en el sector del algodón a finales del siglo XVIII, durante la primera mitad del
siglo XIX se difunde por el resto del mundo gracias al desarrollo del ferrocarril.
En la segunda mitad del siglo XIX se producirá una segunda fase de este
proceso gracias a las nuevas fuentes de energía y a otras innovaciones.
Antes de que el proceso de industrialización se iniciase, los hombres
producían y vivían de manera muy parecida a como lo habían hecho sus
antepasados.
Las sociedades preindustriales presentaban los siguientes rasgos:
• Lento crecimiento de la población, provocado por unas altas tasas de
natalidad y mortalidad.
• La economía era agraria: la principal fuente de riqueza provenía de la
agricultura y la ganadería, las técnicas de producción eran bastante
primitivas por lo que los rendimientos eran muy bajos. La industria tenía
poca importancia y era de carácter artesanal.
• Los intercambios comerciales eran limitados, predominando los de
larga distancia que utilizaban el barco como medio de transporte de
mercancías. Las comunicaciones terrestres eran malas y escasas, a lo
que se añade que los medios de transporte eran muy lentos y estaban
poco evolucionados.
• El desarrollo urbano era escaso. Predominaba el hábitat rural y las
ciudades grandes y medias eran poco numerosas.
2. Revolución Industrial y proceso de industrialización.
2.1. Concepto.
Los términos industrialización y Revolución industrial hacen referencia a
un cambio fundamental en la fabricación de productos elaborados que, hasta el
siglo XVIII, predominaba en todo el mundo. Se trata básicamente de una
transformación económica pero que tendrá importantes repercusiones sociales
y culturales.
En el siglo XVIII la fabricación de productos elaborados se lleva a cabo
de manera artesanal o con el domestic system (los agricultores hacían en sus
casas parte del trabajo). Este tipo de actividades se denominan manufacturas,
ya que la producción se hacía a mano o con herramientas muy básicas. Desde
mediados de siglo XVIII surge en Inglaterra un nuevo sistema productivo que
permite producir más, en menos tiempo y con menos coste: la industria fabril.
3. 2.2. La 1ª Revolución industrial. Inglaterra.
Los primeros signos de cambio que llevaron a la Revolución Industrial
comenzaron en el último tercio del siglo XVII (1780) en Inglaterra, en este país
se daban una serie de factores que favorecieron este proceso:
A. Transformaciones en sector agrario:
que permitieron incrementar la
producción agraria, con lo que se
redujo la mortalidad catastrófica por la
falta de alimentos. Entre estas
transformaciones destacan la
introducción del sistema Norfolk (que
aprovecha toda la superficie cultivada y
que sustituye a la rotación trienal con
barbecho), la progresiva introducción
de mejoras técnicas (abonos, nuevas
plantas) y lo cambios en la propiedad
de la tierra (se pasa de propiedades
comunales a propiedades privadas).
B. Transformaciones demográficas: que
suponen un aumento constante de la población,
como consecuencia de una reducción drástica
de la mortalidad, mientras que la natalidad se
mantiene muy elevada. Este crecimiento se
conoce como revolución demográfica y se
produce por la mejora de la alimentación y de
las condiciones higiénicas que aumentan la
esperanza de vida. Este aumento de la
población permitió el crecimiento de las
ciudades y favoreció la emigración del campo a
la ciudad.
C. Transformaciones en la industria. El aumento de la población y del
comercio supone que aumente también la demanda de productos
industriales. El sistema tradicional de producción basado en los talleres de
artesanos, el domestic system y las manufacturas no es capaz de satisfacer
esa demanda. Para aumentar la producción es necesario introducir cambios
en la mecanización y emplear nuevas fuentes de energía.
Las primeras innovaciones se aplicaron al hilado y al tejido de algodón,
inicialmente estos nuevos inventos seguían funcionando con la fuerza
humana o con la fuerza del agua. Para aumentar realmente la producción
fue necesario introducir una nueva fuente de energía, lo que sucederá a
partir de 1769 con la invención de la máquina de vapor por James Watt.
Inicialmente la máquina de vapor se utilizó en la fabricación de tejidos y
posteriormente se aplicó a la metalurgía y a los transportes (barcos y
ferrocarril).
4. La industria textil británica había
experimentado un importante
crecimiento desde el siglo XVIII como
consecuencia de la abundancia de
algodón que procedía de la India y de
EEUU. El proceso de transformación
del algodón tenía dos fases: el hilado y
el tejido. Las primeras innovaciones
fueron la Lanzadera volante de John
Kay y el telar mecánico de Cartwright,
que aumentaron la producción de
manera considerable, sin embargo, será la aplicación de la máquina de
vapor a la fabricación de tejidos lo que consiga que la producción textil
inglesa se multiplique por cien.
En cuanto a la siderurgía, los avances económicos que se estaban
produciendo en Inglaterra contribuyeron a impulsar la demanda de hierro.
Los cambios en la agricultura requieren más herramientas fabricadas con
hierro, la industria textil necesita máquinas fabricadas con el mismo metal, lo
mismo sucede con las viviendas, fábricas y puentes que comienzan a utilizar
el hierro como material constructivo. Este aumento de la demanda obligó a
introducir innovaciones tecnológicas que ayudaran a aumentar la
producción. Durante la primera mitad del siglo XIX el desarrollo del ferrocarril
contribuirá a consolidar esta industria.
D. Con la revolución industrial el comercio
experimentó un rápido desarrollo que exigía
una renovación de los medios de transporte. La
aplicación de la máquina de vapor tanto en el
transporte terrestre como en el marítimo
permitió un importante desarrollo. El ferrocarril
revolucionó el transporte por su capacidad de
carga, su rapidez y por la reducción de costes,
inicialmente se utilizó para el transporte de
mercancías y posteriormente se crearon líneas
destinadas también al transporte de personas.
2.3. Difusión de la Revolución Industrial.
Inglaterra fue el país donde se inició la
industrialización. Pero a lo largo del
siglo XIX hubo otros países que fueron
incorporándose al proceso. Algunos de
ellos lo hicieron desde el primer
momento, es el caso de los
denominados "First comers", es decir,
"los primeros en llegar". Casi todos los
países presentan una característica que
los diferencia de lo que sucede en
5. Inglaterra, mientras que el desarrollo de la industria en Inglaterra es fruto de la
iniciativa privada, en el resto de Europa va a ser necesario el intervencionismo
del Estado para que se produzcan avances. Destacaron Francia, Bélgica y
Alemania.
• Francia: aunque contaba con abundantes recursos mineros y un amplio
mercado, la industrialización no afectó a todo el país, la agricultura se
mantuvo como principal sector económico en hasta el s. XIX.
• Bélgica, fue el primer país del continente en industrializarse favorecido
por la abundancia de recursos mineros. Sin embargo, las reducidas
dimensiones del territorio impidieron que se convirtiera en una gran
potencia industrial, capaz de competir con Inglaterra.
• Alemania. La unión aduanera (Zollverein) de 1834 permite la creación
de un amplio mercado. Tras la unificación, la abundancia de materias
primas, el potencial demográfico y un sistema educativo muy superior al
de los demás estados europeos, convirtieron al país en el principal
competidor de Gran Bretaña.
A partir de la segunda mitad del siglo XIX, nuevas potencias se incorporaron a
la industrialización: Estados Unidos, Japón y norte de Italia. Rusia lo hizo a
finales del siglo XIX, pero, sobre todo, a partir de la Revolución Bolchevique, en
los años 20 y 30 del siglo XX.
2.4. La Segunda Revolución Industrial.
Tras la una primera fase de industrialización iniciada en Inglaterra (a la
que se sumaron otros países), a partir de 1875 el proceso se intensifica, lo que
ha llevado a los historiadores a hablar de una "Segunda Revolución Industrial".
Esta etapa durará hasta el estallido de la Primera Guerra Mundial en 1914.
Durante este período, Inglaterra cedió el liderazgo industrial a otros países,
fundamentalmente Alemania y Estados Unidos.
Varios rasgos caracterizaron esta etapa:
• Se emplearon nuevas fuentes de energía que sustituyeron al vapor:
petróleo (fundamental para la automoción) y electricidad.
• La industria textil fue desbancada por otras, como la química, gracias a la
que se obtienen productos como el caucho o fibras artificiales como el
nailon. También experimentó un importante desarrollo la industria
alimentaria y la farmacéutica.
• El trabajo en las fábricas se organiza, hay una mayor especialización del
trabajador y se implanta la producción en cadena (fordismo)
• Las empresas familiares de la primera fase de la industrialización dan paso
a grandes corporaciones. La banca tendrá un papel cada vez más
importante en la financiación de las empresas.
• La economía se globalizó, la necesidad de materias primas y de mercados
más amplios serán un impulso para el Imperialismo.
6. 3. Consecuencias de la Revolución Industrial.
La Revolución Industrial supuso un profundo cambio que no solo afectó a la
sociedad de la época, sino que marcó el desarrollo humano posterior. La
aparición de las máquinas cambió aspectos sociales, económicos y políticos,
así como las formas de vida de la población mundial.
3.1. Consecuencias económicas.
Aunque la industrialización no se produjo de la misma forma en todos los
países, las consecuencias económicas de este proceso sí van a ser similares,
pueden concretarse en:
• La economía basada en la agricultura fue sustituida por una de carácter
industrial. Los sectores secundario y terciario tendrán un desarrollo cada
vez mayor y un mayor peso en la economía de los países.
• La producción, tanto industrial como agrícola, aumentó, se eliminaron las
crisis de subsistencia y se incrementó el consumo, favorecido por el
desarrollo de los transportes.
• La población creció a un ritmo desconocido, se producen grandes
migraciones interiores (del campo a la ciudad) y exteriores (de los países
más pobres a los más industrializados).
• El desarrollo de la industria requiere una gran concentración empresarial
(empresas más grandes que dispongan de más capital para invertir e
introducir mejoras tecnológicas). La necesidad de grandes inversiones
económicas provoca que la Banca y la Bolsa tengan un papel cada vez
más destacado en la industria. La Banca concede préstamos a los
empresarios para invertir en sus industrias y la Bolsa permite obtener
capital buscando nuevos accionistas.
• Pero la transformación económica más importante es la aparición de un
nuevo sistema económico. Durante la primera fase de la Revolución
Industrial se define un sistema económico que toma como base la obra
de Adam Smith “La riqueza de las naciones” en la que establece los
principios del liberalismo económico:
✓ La no intervención del Estado en la economía.
✓ La búsqueda del máximo beneficio por parte del empresario.
✓ El equilibrio de los precios gracias a la ley de la oferta y la
demanda.
3.2. Consecuencias sociales.
El nuevo sistema industrial supone el abandono de las tradicionales
diferencias sociales por nacimiento, la sociedad estamental se sustituye por la
sociedad de clases en la que las diferencias estarán determinadas por la
riqueza y no por el nacimiento. En esta nueva sociedad se distinguen dos
grupos fundamentales: burgueses y obreros o proletarios.
7. “La invención y el uso de la máquina de cardar lana, que
tiene como consecuencia reducir la mano de obra de la
forma más inquietante produce (en los artesanos) el temor
serio y justificado de convertirse, ellos y sus familias, en
una pesada carga para el Estado. Constatan que una sola
máquina, manejada por un adulto y mantenida por cinco o
seis niños realiza tanto trabajo como treinta hombres
trabajando a mano según el método antiguo (...). La
introducción de dicha máquina tendrá como efecto casi
inmediato privar de sus medios de vida a gran parte de los
artesanos. Todos los negocios serán acaparados por unos
pocos empresarios poderosos y ricos (...). Las máquinas
cuyo uso los peticionarios lamentan se multiplican
rápidamente por todo el reino y hacen sentir ya con
crueldad sus efectos: muchos de nosotros estamos ya sin
trabajo y sin pan.”
Extraído del Diario de la Cámara de los Comunes, 1794.
A. Burguesía.
Los burgueses eran los dueños de las fábricas, de la maquinaria, de las
materias primas y de productos, del capital y de una importante parte de tierras
agrícolas e inmuebles urbanos. Gozaban de una posición acomodada y su
forma de vida contrastaba profundamente con la de los obreros, especialmente,
la de la alta burguesía que fue acaparando cada vez más poder económico,
político y social. La llamada pequeña burguesía (tenderos, pequeños
empresarios, funcionarios, etc.) subsistió muchas veces con dificultades y en
ocasiones (Revolución de 1848), se alió al proletariado en sus reivindicaciones.
B. Proletariado.
La palabra proletario deriva de “prole”, es decir, familia, descendencia, su
única posesión. Es otra forma de designar fundamentalmente a los obreros
industriales que vivían en las ciudades. Su número fue incrementándose a
medida que el proceso de industrialización eliminaba la agricultura como fuente
de riqueza.
En los inicios de la Revolución Industrial las condiciones de vida de los
obreros fueron muy difíciles. Sometidos a extenuantes jornadas de trabajo en
fábricas, sin las mínimas condiciones de higiene y seguridad, percibiendo
bajos salarios, carecían de derechos laborales. Vivían hacinados en barrios
miserables junto a las fábricas y minas. Fueron discriminados salarialmente
por razón de sexo y edad, siendo las mujeres y niños los peor remunerados.
4. Proletariado y movimiento obrero.
La Revolución Industrial va a estar basada inicialmente en la libertad
absoluta para el empresario, el único objetivo es la obtención de los máximos
beneficios en el menor espacio de tiempo. Para reducir los gastos y aumentar
los beneficios los empresarios no tienen en cuenta las condiciones de trabajo
de sus empleados, los horarios eran de entre 14 y 16 horas diarias, incluidos
domingos y festivos, el salario no era fijo, además era habitual el uso de mano
de obra femenina o infantil, mucho más rentable.
Todos los problemas del proletariado provocan la toma de conciencia de su
condición de clase y la necesidad de unión para mejorar sus condiciones
laborales.
4.1. Las primeras asociaciones obreras.
Durante los inicios de la
Revolución Industrial, se
difundieron por toda Europa
movimientos contrarios a la
industrialización. Los
trabajadores culpan a las
máquinas de los bajos salarios
y del paro. Aparece el
ludismo que actúa
destruyendo las máquinas e
incendiando las fábricas.
8. Surgen las primeras asociaciones obreras que se ocupan de garantizar la
asistencia a los trabajadores en caso de enfermedad o desempleo. Estas
sociedades fueron declaradas ilegales en Inglaterra, y no será hasta 1825
cuando se legalicen y aparezcan los primeros sindicatos (trade unions) con el
objetivo de mejorar las condiciones de vida de los obreros. Entre las principales
reivindicaciones podemos destacar:
• Defensa del derecho de asociación.
• Reducción de la jornada laboral.
• Mejoras salariales.
• Regulación del trabajo infantil.
El sufragio continuaba siendo censitario por lo que surgen movimientos que
luchan por conseguir la participación política de los trabajadores, destaca el
cartismo. Si los trabajadores eran la mayoría de la población tratan de
reformar la Ley electoral para que puedan participar en política y desde el
parlamento conseguir las reformas sociales necesarias para mejorar su
situación.
4.2. Socialismo Utópico, Marxismo y Anarquismo.
El desarrollo de la industria va a provocar el enfrentamiento de dos clases
sociales: la burguesía y el proletariado. La explotación de esta última favoreció
el desarrollo de nuevas ideologías que defienden una nueva realidad basada
en la igualdad y la solidaridad. Las principales ideologías de signo obrero
fueron tres: el socialismo utópico, el marxismo y el anarquismo.
A. Socialismo utópico.
Fue el primer movimiento en defensa de una mejora de las condiciones
de vida de los obreros. Varios pensadores reflexionan sobre la industrialización
y proponen soluciones que pasan por la construcción de otro tipo de sociedad
más justa y solidaria. La mayoría de estos teóricos creía en una transformación
pacífica de la sociedad, destacan Fourier que imaginó una sociedad igualitaria
con los medios de producción colectivizados (falansterio) y Owen quien quiso
hacer de su fábrica un modelo (reducción de la jornada laboral, creación de
escuelas y cooperativas de consumo) que otros empresarios imitarían. Estos
planteamientos fracasaron sobre todo porque resultaban poco prácticos.
B. Marxismo.
El marxismo toma el nombre de Karl Marx, quien en
colaboración con su amigo Fiedrich Engels escribió
diversas obras que son el soporte teórico la ideología
socialista. Las más importantes fueron El Manifiesto
comunista y El Capital. Marx decía que el obrero debía
unirse para defender sus derechos y conquistar el poder
político, para ello era necesaria una revolución. Una vez que
los trabajadores tuviesen el poder había que establecer una
dictadura del proletariado, una dictadura de los obreros
que crearían un Estado obrero en el que se eliminarían las desigualdades y
sería el paso previo para logar una sociedad sin clases.
9. Marx explica el concepto de plusvalía, el enriquecimiento que obtienen los
burgueses al quedarse con parte de los beneficios que corresponderían a los
trabajadores ya que estos reciben un salario inferior a lo que producen.
Además, considera que a historia ha evoluciona por la lucha de clases, siempre
hay dos clases enfrentadas, una dominante y otra dominada, de ese
enfrentamiento sale una sociedad distinta. En su época la clase dominante era
la burguesía y la dominada el proletariado, y a través de la revolución obrera se
produciría al fin un cambio que daría como resultado una sociedad justa en la
que nadie explotaría a nadie.
B. Anarquismo.
El anarquismo se desarrolla en la segunda mitad del siglo XIX y es una
alternativa distinta del marxismo. Sus principales teóricos fueron: Proudhon,
Bakunin y Kropotkin, aunque no tienen una ideología tan definida como los
socialistas sí se pueden concretar algunos de sus principios:
• Rechazo a la propiedad privada y
defensa de la propiedad colectiva.
• No quieren conquistar poder como
los marxistas, sino destruirlo y
establecer una sociedad igualitaria.
• El objetivo final era alcanzar una
sociedad basada en la libertad
individual en la que desapareciera
todo tipo de autoridad.
• Los métodos empelados para
alcanzar sus objetivos fueron muy
diversos, si bien algunos eran
pacíficos otros eran violentos y
fueron frecuentes los atentados
contra personalidades y miembros del Estado. (la propaganda de los
hechos)
4.3. Las Asociaciones internacionales obreras.
En 1864 los delegados de diferentes organizaciones obreras acuerdan fundar
la Asociación Internacional de trabajadores (AIT), conocida también con el
nombre de I Internacional, entre los fundadores estaba Marx, quien será el
encargado de redactar el Manifiesto y los Estatutos. La AIT nacía con el
objetivo de que la lucha contra el capitalismo se realizara a escala mundial.
Inicialmente parecía que la asociación iba a ser un éxito, se sumaron sindicatos
y grupos obreros de Italia, Francia, Alemania, España …, aunque también
desde sus orígenes fueron evidentes las discrepancias entre marxistas y
anarquistas.
Entre marzo y mayo de 1871 se produjo en Paris la primera experiencia de un
gobierno obrero, la Comuna de Paris. Tras la derrota de Francia en la guerra
franco-prusiana se instala en Paris un gobierno obrero diferente al gobierno
francés recién constituido que se instala en Versalles. Esta experiencia solo
duró tres meses ya que el gobierno francés acabó lanzando el ejército contra la
10. capital. Los comuneros respondieron incendiando varios edificios y fusilando a
los rehenes que tenían, el ejército terminó imponiéndose y aplicando una dura
represión (20.000 fusilados y 40.000 detenidos). Se culpa a la AIT de haber
alentado la insurrección por lo que la asociación es declarada ilegal en la
mayoría de los países.
Sin embargo, será el enfrentamiento entre Marx y Bakunin (Socialistas y
Anarquistas) lo que termine definitivamente con la I Internacional, que se
disuelve en 1876.
Tras varios intentos en 1889 se funda la II Internacional en un congreso en el
que se dieron cita los representantes de los distintos partidos socialistas. Se
acuerda realizar una campaña a favor de la jornada laboral de o horas para lo
que organizaron manifestaciones el día 1 de mayo. En las reuniones de la II
Internacional se debatían problemas de actualidad como el colonialismo o la
posibilidad de acabar con el capitalismo desde los parlamentos. Hubo un
intento de oposición a la guerra europea que se intuía desde 1900, a pesar de
los acuerdos cuando estalla la guerra en 1914 los partidos olvidaron su
pacifismo y se pusieron al lado de los gobiernos de sus respectivos países.
Esto terminó disolviendo la II Internacional.