Tema 10. Dinámica y funciones de la Atmosfera 2024
Juan hinestroza
1. "TRABAJAR EN LO PEQUEÑO HACE QUE PUEDAS LOGRAR CAMBIOS MUY GRANDES": Juan Pablo
Hinestroza
Esta frase pertenece al Químico, científico y docente Juan Pablo Hinestroza, invitado especial del evento, su
charla “puede la nanotecnología estar a la moda” resume el propósito de unir la ciencia y el arte en todos los
programas de la Tadeo. Juan Pablo Hinestroza, nació en Bucaramanga, es ingeniero químico de la Universidad
Industrial de Santander (UIS), con estudios de PhD en Difusión de Moléculas a través de Polímeros y
actualmente dirige el Laboratorio de Nanotecnología Textil de la Universidad de Cornell, una de las mejores
del mundo, ubicada en Ithaca, Estados Unidos. Se enamoró del mundo de la ciencia gracias al programa de
televisión "Cosmos" de Carl Sagan.
Se graduó en el 2002 con su doctorado en ingeniería química biomolecular; en el colegio de textiles se interesó
por la nanotecnología. Nano es una dimensión 10 a la menos 9, nivel en el que trabaja el profesor Hinestroza.
Juan Pablo trabaja en tres áreas principales, una es la modificación de materiales existentes, la segunda es
que él crea nuevos materiales y por último le gusta medir. Los 4 centros de la nanotecnología que tienen en
la Universidad de Cornell, son: la nanobiotecnología, que es la unión entre nanotecnología y biología, el
segundo es la instalación de ciencia y tecnología, el tercero es sistemas de nanoescala y por último el
sistema de investigación de materiales. Son 4 de los 14 centros de nanotecnología de USA.
En su charla, enseñó al público una imagen con los héroes de los cómics, decía que en 1940 los súper
héroesfueron diseñados con materiales inteligentes que en la época no existían, pero los diseñadores
soñaron que materiales que repelen balas y evitan el fuego podían existir. Luego de 35 años esos materiales
fueron realidad, se pueden modificar los textiles para que protejan contra químicos, contra el fuego,
incluso con repelentes de insectos transmisores de enfermedades. La mayoría de veces los científicos
desarrollan materiales y los diseñadores encuentran aplicaciones a esos materiales, pero en este caso la parte
creativa vino de diseñadores y los científicos encontraron motivación en los cómics. El tiene gran interés
en trabajar con materiales naturales y el material natural que él escogió es el algodón. El algodón permite
conocer la historia del mundo a través de su pequeña fibra, pues absorbe y guarda información. A Hinestroza
2. le encanta controlar moléculas a la nanoescala y probarlo con gases distintos, como los industriales o
militares, pero también en empresas como nike para que la ropa deportiva pueda controlar la humedad de
adentro para afuera y de afuera para dentro. El profesor manipuló las moléculas del algodón con éxito
pero decidió trabajar aún en más pequeño, en átomos moleculares, es decir bajar otras 10 medidas. En Hong
Kong, en un laboratorio térmico corroboró que en estas medidas se puede trabajar y lograr materiales muy
delgados con distintas propiedades. Estos materiales tienen utilidades en otros campos distintos al textil.
5 MAYO 2010 – 10:43 PM
El colombiano que quiere reinventar los textiles
Juan Hinestroza dirige un laboratorio de nanotecnología en la Universidad de Cornell.
Por: Pablo Correa
En la mente de Juan Hinestroza están sucediendo cosas interesantes. El ingeniero
colombiano, quien dirige Textiles Nanotechnology Laboratory, en la Universidad de
Cornell, imagina alfombras que les advierten a las personas alérgicas que es preferible
que se alejen porque hay polen o ácaros en el ambiente. Sueña que alguien va a una
fiesta con una camisa negra y luego, con el paso de una corriente eléctrica, ésta se vuelve
verde para que pueda camuflarse en un mitin político. O mejor aún, visualiza a un
paciente vestido con una pijama que durante la noche aplica a la piel la dosis justa del
medicamento para la artritis que le ha recetado el médico.
Si alguien le hubiera dicho en 1995, cuando era un estudiante recién graduado de
ingeniería química en la Universidad Industrial de Santander, que a la vuelta de 15 años
se convertiría en profesor de una de las mejores universidades del mundo, experto en
nanotecnología de textiles, que viajaría por todos los continentes dando conferencias y
que tendría a su mando un laboratorio en Nueva York, otro en Hong Kong y otro en Corea
no lo habría creído.
3. Cambio de rumbo
“Cuando veía los libros en la universidad siempre me preguntaba cómo sería la vida de
los profesores que escribían los libros”, recuerda Hinestroza. Sin perspectivas de seguir
una carrera académica y ante la urgencia de conseguir un trabajo para ayudar a su
familia, aceptó una oferta de la empresa Dow Química, en Cartagena.
Su vida comenzaría a dar un giro cuando se inscribió en un curso que dictaba en
Barranquilla el profesor Carlos Smith, quien había escrito uno de los libros que leyó en la
universidad. Al terminar la conferencia, Hinestroza se acercó a Smith para que le firmara
el libro. El norteamericano no sólo estampó su nombre en la primera hoja, sino que lo
invitó a visitarlo cuando viajara a Estados Unidos. “Fue él quien me convenció luego de
tener un doctorado. Me guió para encontrar una buena universidad que me abriera
puertas a la docencia. Ahí comencé a creer que podía ser profesor como ellos”, dice
Hinestroza.
En 2002 terminó un doctorado en ingeniería química y biomolecular en la Universidad de
Tulane. Entre las varias ofertas de trabajo que recibió, se decidió por una plaza como
profesor en la Universidad de Carolina del Norte.
“Mi especialidad en el doctorado era el transporte de moléculas pequeñas a través de
polímeros”, explica Hinestroza, “en esa época estaba empezando el interés por la
nanotecnología y decidimos explorar su aplicación en los textiles. Fuimos unos de los
primeros grupos en hacerlo y eso nos dio una ventaja competitiva”.
El reto en ese momento consistió en modificar las propiedades de un textil tradicional
revistiéndolo con capas de otros materiales artificiales. Capas tan pequeñas como unas
pocas moléculas o átomos superpuestos.
Una mejor oferta
Las directivas de la Universidad de Cornell se interesaron por el trabajo del colombiano.
Esta universidad está ubicada en el puesto 15 en el escalafón de las mejores escuelas de
Estados Unidos y cuenta con cuatro centros nacionales de nanotecnología.
La oferta era demasiado tentadora para decir que no: acceso a microscopios electrónicos,
su propio microscopio de fuerza electrónica, microscopios de barrido, aparatos de
espectroscopia de rayos X, un paquete financiero muy atractivo y alumnos de alto nivel.
Con estudiantes de nueve nacionalidades, un presupuesto que ronda los US$1,2 millones
anuales, el reto desde entonces es crear materiales multifuncionales.
“¿Te puedes imaginar una camisa que tiene nanopartículas para eliminar las bacterias
cuando sudas y producen mal olor?”, pregunta Hinestroza para explicar qué son los
materiales funcionales. Pero ese es apenas uno de los miles de ejemplos de los textiles
que ya comienzan a asomar la nariz en los mercados mundiales. El colombiano habla de
batas para cirujanos que combaten las bacterias resistentes a los antibióticos, telas que
detectan sustancias dañinas, fibras inteligentes insertas en pasaportes o dinero para
evitar fraudes.
Por lo pronto sus esfuerzos están concentrados en dos grandes proyectos. Uno es crear
color sin colorantes. El otro, que cuenta con el apoyo de la Unión Europea, es el
desarrollo de fibras de algodón que conduzcan la electricidad, lo que permitiría llegar a
crear circuitos electrónicos con materiales naturales o telas que monitoreen variables
fisiológicas como el ritmo cardíaco o la composición del sudor. Adidas, Nike y otras
grandes marcas deportivas ya han tocado las puertas de su laboratorio.
Nanotecnología en Colombia
¿Cuál puede ser el papel de Colombia con una fuerte tradición textilera ahora que la
nanotecnología promete cambiar la idea que teníamos de las telas? “Estamos trabajando
con un grupo de investigación en Santander buscando modificar las fibras de fique, con
las que se fabrica cabuya, para hacer sacos de café”, cuenta Hinestroza.
4. La esperanza es aprovechar esta tecnología para evitar la contaminación con
microorganismos del café empacado. Profesores de la Universidad Nacional y los Andes
ya han entrado en contacto con su laboratorio.
Para Margarita Baena, investigadora de la Universidad Pontificia Bolivariana, el mercado
está dando varias señales a los empresarios colombianos de que es hora de repensar el
negocio. Sin TLC con China y los ‘Tigres asiáticos’ conquistando el mercado, y sin
posibilidades de competir con precios y volumen, la opción son los productos
especializados, añadir valor agregado.
En ese sentido, la nanotecnología, así como la robótica o la microelectrónica, permitirán
que los productos textiles no sirvan sólo para cubrir, adornar y proteger, sino también para
adoptar nuevas funciones y conquistar mercados especializados.
“Pienso que es un foco potencial de trabajo. El problema es que exige inversiones
altísimas y entramos a competir con jugadores de primer nivel”, dice la experta.
Hace cinco años Baena era más optimista sobre las posibilidades de las nuevas
tecnologías para buscar salidas a un sector duramente golpeado en los mercados
internacionales. Colombia pasó en tan sólo un año de exportar US$1.903 millones en
textiles y confecciones (2008) a US$1.139 millones en 2009. Una caída del 40%. Ahora
ella cree que la salida no es tan sencilla: “He entendido que fuera de Colombia hay
materiales muy avanzados y lo que podemos es hacer una reconversión desde el diseño
del producto”.
Un ejemplo es lo que sucedió con un brasier que hace seis años intentó introducir al
mercado colombiano una marca brasileña. La prenda utilizaba un sistema de
nanoencapsulado que aplicaba dosis de aloe vera para reconstituir la piel de la mujer. El
brasier fue un fracaso en Colombia. La razón, según la investigadora, porque los
colombianos poco les creen a las marcas y en cambio exigen resultados evidentes.
La oportunidad de negocios estaría justo ahí. En vez de inventar nuevas tecnologías y
aplicaciones, descubrir cómo posicionar esa tecnología en el mercado.
Empresas colombianas como Invista, Protela, Textilesomnes, Balalaika y Supertex
Medical ya han comenzado a apostarles a los textiles funcionales aunque todavía no a
nivel nanotecnológico. María Fernanda Mendoza, de Protela, dice que por ahora están
trabajando con procesos acabados especiales con microcápsulas: “Productos que te den
bienestar y confort al usar aplicaciones con leche, miel o vitamina E”.
Más allá de las limitaciones impuestas por los altos costos, Hinestroza cree que muchas
de las tecnologías básicas que salen de laboratorios especializados como el suyo pueden
ayudar a resolver problemas locales en otros países. Y recuerda que fueron la
perseverancia y la concentración en lo que se quiere lograr los secretos del éxito.
5. 2010-07-07 05:00:00
Juan P. Hinestroza deja en alto el nombre
de la UIS en el mundo
Juan P. Hinestroza deja en alto el nombre de la UIS en el mundo
Regresó a su casa, la Universidad Industrial de Santander, UIS, cargado de éxitos, múltiples premios y, por
qué no decirlo, de una buena dosis de nostalgia por sus viejas épocas de alumno.
Desde 1995, cuando a sus 25 años recibiera el prestigioso título de ingeniero químico,
Juan Paulo Hinestroza ha desempeñado una brillante carrera profesional que, entre
otros galardones, le ha permitido alcanzar una de las mayores distinciones que un
profesional de su talla pueda recibir: la de la National Science Foundation Career.
En un emotivo discurso, pronunciado en el marco del XIX Congreso Nacional de
Egresados de la UIS; Hinestroza dijo que en las aulas y los laboratorios de esta Alma
Máter aprendió mucho más que fórmulas matemáticas y recetas químicas:
“ Aprendí que la educación es la mejor arma para combatir las injusticias y las
desigualdades” .
“ En la UIS aprendí que una buena educación es la mejor o tal vez la única ruta
segura hacia el éxito” , dijo en el auditorio ‘ Luis A. Calvo’ .
Este gran profesional es director del Laboratorio de Nanotecnología de los Textiles, en
el Departamento de la Ciencia de la Fibra y del Diseño de Vestuario de la Universidad
de Cornell, Estados Unidos.
Además es PH.D en Ingeniería Química y Biomolecular, de la Universidad de Tulane.
6. En la actualidad trabaja en el entendimiento de los fenómenos fundamentales a
escala nanométrica, de gran relevancia en la ciencia de las fibras.
“ Si alguien me hubiera dicho hace 15 años que algún día tendría este doctorado, que
sería un profesor investigador de una de las universidades más prestigiosas del
mundo y que lideraría el mejor Laboratorio de Nanotecnología Textil, una palabra que
ni siquiera existía en ese tiempo; simplemente no le hubiera podido creer” , recordó
ayer el destacado profesor.
Por eso, les agradeció a los docentes ejemplares que tuvo durante su formación,
quienes inculcaron en él la pasión por la verdad, la honestidad y la justicia:
“ maestros a los que todos los días trato de emular y que inspiraron mi decisión de
seguir una carrera en la academia” .
Es un profesional que ama lo que hace. De hecho, su tarea hoy consiste en descubrir
nuevos materiales, y enseñar y entrenar a las nuevas generaciones de científicos en
todo el mundo. En esas tareas ha estado en 53 países y ha sido invitado a hablar de
sus investigaciones en universidades como: Oxford, Harvard, MIT, Stanford,
Cambridge, TokyoTech, Tsinghua, ETH, Bologna, Barcelona y la UNAM, por citar sólo
a algunas.