Paulo Freire, pedagogo brasileño, propone una "pedagogía de la liberación" basada en la concientización del individuo. Este proceso implica que los estudiantes analicen críticamente su realidad social para tomar conciencia de su condición oprimida y luchar por la democratización. Freire critica la "pedagogía bancaria" que "educa para domesticar" y propone en cambio que los estudiantes se involucren en un diálogo activo para desarrollar su espíritu crítico.