Este documento discute los problemas y desafíos de la calidad educativa en las escuelas, así como perspectivas para mejorarla. Identifica factores como la falta de compromiso para implementar acciones de calidad, malas prácticas pedagógicas y falta de participación de la comunidad educativa. También señala la necesidad de mejorar la formación docente, fomentar el trabajo colaborativo y la evaluación para retroalimentar el aprendizaje. Concluye que lograr una educación de calidad requiere esfuerzos coordinados de todos los invol
2. INTRODUCCION
Una situación realmente evidente de nuestra actualidad, es sin duda el hecho de que
la educación se encuentra pasando por una etapa de verdadero detrimento, algo que
a mi ver, se está transformando en una de las principales preocupaciones que el sector
docente, además de otros sectores, están colocando seriamente en la mesa de los
debates.
Por su parte, y en base a una serie de apreciaciones, podemos afirmar que hoy en día
se visualiza que existe cierta falta de compromiso o de visión para implementar
algunas acciones encausadas hacía el logro de una educación de calidad, esto sin
duda como consecuencia, entre otras muchas cosas, a una mala implementación
pedagógica, así como una falta de participación por parte muchos de los actores de la
misma comunidad educativa.
También es cierto que esto ha provocado una gran preocupación que poco a poco ha
intentado convencer, sobre todo al magisterio mismo, acerca de la necesidad de
mejorar a conciencia todo aquello que se exige para el quehacer educativo como parte
de una mayor calidad para nuestras escuelas.
En el presente ensayo se pretende identificar de una forma concreta, aquellos
problemas que de una u otra manera afectan y pudieran ser parte trascendental o
subsecuente de la evidente falta calidad educativa en nuestros centros de trabajo, así
como los desafíos que todo esto conlleva y cuales pudieran ser las perspectivas que
de todo ello pudieran obtenerse hacia la consecución de los logros educativos que
nuestra sociedad actual demanda.
Así mismo, se hace referencia a la enorme influencia que puede llegar a tener cada
uno de los diferentes actores que de una u otra forma influyen en el proceder educativo
y cuales pudieran ser las propuestas de acción para lograr reformar el proceso hacia
la obtención de los resultados deseados.
Por último se presentan algunas consideraciones a manera de conclusión acerca de
los factores que influyen hacia la obtención o el fracaso de la calidad educativa, pero
sobre todo, se pretende reflexionar en cuanto a lo que nos corresponde hacer como
docentes para asegurar la calidad y pertinencia de la educación para nuestro entorno.
3. El conocer acerca de los principales problemas que afectan nuestro entorno educativo
y las consideraciones que pudiesen aplicarse en política educativa de nivel
internacional, nacional o local, así como la puesta en marcha de las acciones
encaminadas hacia la superación de dichos problemas, son algunas de las maniobras
que deben tener prioridad para superar los obstáculos en cuanto a la falta de calidad
del proceso educativo.
Entonces, en base a los principales problemas reflejados en los diferentes resultados
de la escuela como institución escolar, cabe mencionar que muchos de estos
problemas educativos, hacen referencia sobre todo, a la falta de acción por parte de
quienes de una u otra manera formamos parte de la institución educativa como tal,
(directivos, docentes, administrativos, padres de familia, autoridades educativas,
municipales, etc…), pero sobre todo, aluden a situaciones o factores contextuales u
organizativos que inciden en los resultados del proceso educativo.
Al contextualizar lo concerniente a la labor directiva de una institución de educación
básica, puedo decir, que hoy por hoy nos enfrentamos a una realidad donde el
aprendizaje de nuestro alumnado enfrenta una inquietante fase de relajamiento,
manifiesta principalmente en los diversos resultados del proceso educacional y donde
la significancia del aprendizaje es relativamente pobre, pasando incluso a un segundo
plano, esto como consecuencia, entre otras cosas, de las inadecuaciones tanto
curriculares que orientan los procesos pedagógicos, como ejemplo, las malas prácticas
de quienes estamos inmersos en el quehacer educativo dentro de nuestra institución ,
evidenciándose un fenómeno de indiferencia, que a mi ver, solamente busca concluir
con el ciclo escolar de cualquier forma, ya que primordialmente impera la incertidumbre
relacionada con todo lo que está ocurriendo en la actualidad con los diversos procesos,
tanto de reformas, como de carácter legislativo en nuestro país.
Si hiciéramos caso al refrán de que -el buen juez por su casa empieza-, deberíamos
entonces empezar por poner en tela de juicio todo aquello que concierne a la formación
y profesionalización de nuestra labor como docentes.
Considerando que los procesos formativos emanados de la misma formación continua
en México, ciertamente son algo recientes, como se encuadra en los documentos
presentados durante las últimas reformas educativas, cabe mencionar también que
4. esto no debe ser por sí mismo una excusa, sino todo lo contrario, si en el magisterio
hemos detectado la falta de la puesta en marcha de algunas estrategias efectivas de
participación masiva hacia la actualización docente, y no solo de quienes estén
participando en procesos de estímulos, sino de todos aquellos que estamos en
servicio, entonces es evidente que hay requerimientos en torno a los procesos
encausados hacia la formación profesional, que pudiesen subsanar la problemática
formativa tan evidente en cuanto a la falta de dominio de los contenidos de enseñanza,
como la capacidad misma de aprendizaje o transferencia de saberes hacia las
prácticas en el aula.
Existen evidencias que registran de forma notoria que las experiencias de formación
continua de los docentes, además de ser muy cortas, no se relacionan con las
necesidades reales del quehacer educativo y que son escasamente encaminadas
hacia los desafíos que debieran suponer los procesos de actualización hacia la puesta
en práctica del nuevo currículo propuesto en el nuevo enfoque para la formación en
torno a competencias, exigidas por todos los sectores sociales, para responder a los
requerimientos de la época actual.
Pienso que el desafío formativo de realizar ofertas más pertinentes a los
requerimientos de actualidad en cuanto a la profesionalización magisterial debe ir más
allá de producir una saturación de programas de actualización eminentemente
teóricos, plagados de sueños ficticios que lo único que logran es que los docentes
participantes se auto impregnen de promesas y visiones que al cabo de un tiempo
relativamente corto olvidan y que simplemente vuelven hacia las habituales prácticas
tradicionales. Considero que esto sin duda es provocado por el propio sistema, al
saturar a docentes y directivos de requerimientos administrativos, aunado a que por lo
general, la mayoría de quienes tienen la tarea de dirección o supervisión, son aun
maestros de la vieja escuela, empapados del tradicionalismo y la errónea idea que por
mucho tiempo se ha tenido acerca de lo que es la administración en educación, pero
sobre todo, de la falta de profesionalización de su propia práctica, por lo cual considero
que uno de los más grandes desafíos para superar esta problemática, es en si el hecho
de que en verdad se promuevan y otorguen cargos directivos y de supervisión a
quienes se han dado a la tarea de profesionalizar su práctica, con liderazgo
5. institucional y una visión más hacia la perspectiva de tener escuelas eficaces y
eficientes con miras hacia la obtención de un logro educativo de calidad.
Otro de los puntos destacados por la mayoría de las autoridades en el tema de calidad
educativa, es el del trabajo colaborativo ya sea entre los docentes como entre
docentes, padres de familia y la comunidad educativa en general.
Como directivo y responsable de que se realicen los procesos de gestión, planificación
institucional y administración educativa coincido en que uno de los aspectos de gran
relevancia es que el trabajo en colaboración y apoyo mutuo entre maestros, padres de
familia y comunidad educativa, para llevar a cabo la planificación, gestión y promoción
de acciones en torno a lograr la calidad en lo educativo.
La principal problemática dentro del contexto educativo, pudiera decirse por muchas
razones que gira en torno al aspecto relacional, tanto entre los mismos docentes como
en algunos casos entre los docentes y padres de familia, por lo cual el verdadero
desafío es que se logren implementar acciones encaminadas hacia las buenas
relaciones que deben existir entre los diversos actores del proceso educativo para
conseguir que todo ello se transforme en un clima de colaboración y cooperación hacia
la consecución de los procesos educacionales y que en verdad se transforme en un
efectivo proceso de calidad en beneficio principalmente de nuestros alumnos.
En perspectiva valdría decir que si la escuela, la comunidad y los padres de familia
pretenden lo mismo, y se dan acuerdos en que el trabajo conjunto puede producir
mejores resultados hacia el logro de los objetivos que el esfuerzo aislado de una sola
de las partes y que para lograr una educación de calidad, habría que tener muy
presente el hecho de que se requieren verdaderos cambios, provenientes tanto de un
proceso de planificación institucional, como de una efectiva gestión educativa, para
asegurar que los alumnos adquieran los conocimientos, capacidades, destrezas y
actitudes necesarias para equiparlos con eficacia, eficiencia y calidad para la vida en
sociedad.
Otro aspecto más de los que es igualmente visto como de gran importancia para el
logro educativo, es el aspecto de evaluación, ya que esta permite conocer el
funcionamiento en su conjunto, tanto al interior de cada institución educativa como de
6. cada uno de los miembros que la integran, donde los resultados de los procesos
mismos, proporcionan la información necesaria para reforzar o reorientar las prácticas
alrededor del quehacer educativo.
Las prácticas de evaluación han sido reconocidas como un elemento ineludible para
todos los ámbitos de la educación y, aunque en ocasiones solo se queda hasta ahí,
como un mero reconocimiento, pero su importancia radica en que ya no es sólo una
herramienta de medición de conocimientos y de certificación, sino que ha ampliado su
campo de acción a todos los elementos que conforman los procesos de enseñanza y
aprendizaje y además se ha convertido en un componente básico para las prácticas
de mejora de la calidad de los servicios educativos que se ofrecen.
Uno de los principales problemas en torno a la evaluación, se debe a que algunos
docentes han perdido el rumbo del propósito que debe tener la evaluación como
proceso, y aunque que si bien es cierto, la entrega de información a las familias de los
estudiantes y a la sociedad en su conjunto, emanada del proceso evaluativo, permite
elevar considerablemente las posibilidadesde participaciónde los padres, incrementar
la capacidad de control del desempeño de sus hijos y efectivizar una demanda más
activa respecto a la calidad de la formación que se brinda, también es cierto que
todavía un gran porcentaje de docentes consideran que es tal la importancia de los
resultados de la evaluación, que visualizan que si los resultados entregados no
llegaran a ser del todo satisfactorios para los padres de familia, entonces estrían
contribuyendo a mermar su propia imagen ante la sociedad y motivo por el cual todavía
muchos docentes se dedican a maquillar y mentir acerca del proceso de evaluación.
Considero que el desafío más importante dentro del quehacer educativo en torno a la
evaluación, es visualizar el proceso evaluativo como algo que en verdad permite
descubrir si los objetivos planteados se han cumplido o no, lo que puede llegar a servir
para reforzar los éxitos obtenidos, retomar aquello que no fue asimilado por los
alumnos y tratar de no incurrir en los mismos errores en el futuro, además, saber cuáles
son las causas que entorpecen nuestro camino hacia la consecución de los objetivos.
En perspectiva, en cuanto al proceso de evaluación, hay que mencionar que no se
deben perder de vista varios aspectos, como la contribución que pudiera llegar a tener
para el mejoramiento del ejercicio profesional docente, el que se puede contar con una
7. mejor retroalimentación sobre los resultados de la acción pedagógica, la mejora de las
condiciones para trabajar nuevas estrategias didácticas hacia la calidad del
aprendizaje de los alumnos y el poder contar con un valioso punto de referencia para
colocar el tema de la calidad de la educación y al alumno en el centro de la agenda
educativa, propiciando además el debate sobre las finalidades sociales esenciales
atribuidas al sistema evaluativo; facilitando con todo esto la construcción de los
consensos indispensables para sostener un proceso de mejoramiento de la calidad en
la educación a corto, mediano y largo plazo.
Por último y a manera de conclusión, se pudiera hacer mención de que existe un
conjunto de factores que influyen hacia la consecución de la calidad educativa y que
ninguno de ellos por si solos, o incluso ni todos juntos, garantizan resultados de éxito
o fracaso de la calidad, ya que tales factores son sólo instrumentos y que la calidad
de la educación tiene que ver con todo un sistema de valores, ejercido por los diversos
actores inmersos en los procesos educativos; profesores, estudiantes, padres de
familia e incluso la misma sociedad en su conjunto.
Pienso que identificar de una forma puntual aquellos problemas que de una u otra
manera afectan o pudieran ser parte trascendental de la falta calidad educativa en
nuestra institución escolar, así como los desafíos que todo esto conlleva y las
perspectivas que de todo ello pudieran vislumbrarse hacia la consecución de los logros
educativos, es algo en verdad importante en nuestra realidad actual para la educación
de calidad que nuestra sociedad demanda.
Lo que nos corresponde hacer como docentes, es encausar una serie de acciones
orientadas hacia la consecución de las metas y objetivos que debemos plantearnos
mediante una verdadera misión y visión institucional, ya que es verdad que la acción
docente constituye uno de los ejes vertebrales de la calidad del sistema educativo y
por lo cual, evidentemente nos encontramos ante el reto de formarnos en técnicas de
gestión del aula, de aprendizaje, de trabajo colaborativo y de consecución de
ambientes favorables para la convivencia, argumentos que van íntimamente ligados a
las formas de hacer, tanto dentro como fuera del aula, y todo en torno a la búsqueda
del logro de metas y objetivos encausados hacia lograr una educación de calidad para
responder a los retos exigidos para consolidar nuestra realidad actual.
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