Este documento describe la importancia de evaluar la lateralidad en niños y ofrece indicadores para detectar posibles dificultades. Explica que la lateralidad se consolida entre los 4-7 años y no debe forzarse. Alrededor de los 6 años, señales como confusiones espacio-temporales, dificultades en la escritura o coordinación podrían indicar problemas. Propone una tabla para evaluar las dominancias manual, ocular, auditiva y podal como parte de una evaluación completa de la lateralidad.
Tema 10. Dinámica y funciones de la Atmosfera 2024
La lateralidad y su evaluación
1. La lateralidad y su evaluación
La lateralidad resulta un aspecto clave en el desarrollo del aprendizaje, sobretodo en
las primeras adquisiciones de la lectoescritura y del correcto establecimiento de las
nociones de espacio y tiempo, fundamentales en el desarrollo del aprendizaje en
términos generales.
La consolidación de la lateralidad se debe dar alrededor de los 4 ó 5 años, periodo que
en algunas ocasiones se puede alargar hasta los 6 o los 7 años, resultando en este
sentido importante no forzar, en ningún caso, la elección lateral del niño, ya que se
puede provocar una lateralidad contrariada o forzar una elección lateral cuando el
sistema no se encuentra todavía preparado para ésta. La presión se suele situar en
relación a la elección de la mano dominante, aspecto que supone un mayor riesgo por
su gran importancia en relación a todas las tareas de escritura y coordinación motora
fina en general, por lo que una mala elección puede provocar muchas dificultades a
posteriori. En este sentido existe todavía cierta tendencia a considerar que la
mano derecha es la que debe ser la dominante, sin embargo debemos tener en
cuenta que aproximadamente un 25% de las personas tienen una preferencia
lateral zurda, aspecto que debe ser respetado.
Alrededor de los 6 años debemos tener en cuenta una serie de signos de alerta que
nos deben alertar de posibles dificultades relacionadas con el asentamiento de la
lateralidad:
• Dificultades importantes de organización del espacio en el plano,
produciéndose errores de confusión entre derecha e izquierda (aspecto que se
debe reforzar especialmente a estas edades)
• Presencia de frecuentes inversiones o rotaciones gráficas o muchas
dificultades para realizar los trazos básicos de las letras, errores frecuentes en
la copia, trazo débil o discontinuo.
• Muy buena comprensión audio verbal pero presencia de muchas dificultades
en la adquisición del código escrito o en aquellas actividades en las que la
coordinación viso manual resulta clave, como por ejemplo el dibujo, el
recortado, juego con pelota ...
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2. La lateralidad y su evaluación
• Importantes dificultades en la orientación espacial, ya sea sobre el plano o bien
general. Asimismo la presencia de dificultades relevantes en relación a la
orientación temporal también nos podrian indicar problemas de tipo lateral.
• Confusiones entre decenas y unidades.
• Tendencia a poner de manifiesto un orden interno complejo e invertido con
respecto a muchos conceptos.
Ante estas posibles dificultades debemos realizar una evaluación completa de la
lateralidad para poder ver las posibles tendencias del niño, así como poder prever que
tipo de acciones se pueden llevar a cabo. En la evaluación de la lateralidad debemos
observar no solo la mano y el ojo, sino que resultará igualmente relevante tener en
cuenta las dominancias auditivas y las de tipo podal. Para realizar esta evaluación
podemos seguir esta tabla:
MANO
Derecha Izquierda Observaciones
Cruzar brazos
Cruzar manos
Abrir un grifo
Peinarse
Coger una cuchara
Tirar una pelota
Escribir
Dibujar
Recortar
PIE
Derecho Izquierda Observaciones
Caminar
Subir escaleras
Chutar
Saltar a la pata coja
Cruzar piernas
OIDO
Derecho Izquierdo Observaciones
Reloj
Telefono
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3. La lateralidad y su evaluación
Escuchar detrás de una
puerta
Sonreir
OJO
Derecho Izquierdo Observaciones
Tubo o calidoscopio
Espejo
Mirilla de la puerta
Por otra parte, otro aspecto que podríamos utilizar para valorar la dominancia manual
resulta repartir cartas, actividad en la que podemos valorar la rapidez en que se realiza
con cada mano, así como si se ayuda con la mano que no reparte.
Asimismo, también podemos valorar la agilidad en el punteado con cada mano.
Otra actividad cuando no se observa una dominancia clara puede resultar la escritura
de los números con las dos manos al mismo tiempo o el dibujo de diferentes
elementos con una direccionalidad clara como por ejemplo un caracol, un paraguas,
un zapato, un pez, una silla o una regadora, en estas situaciones los niños diestros
suelen dirigir sus dibujos hacia la izquierda y los niños zurdos hacia la derecha.
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