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Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad
Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad
 TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS. Charallave – Venezuela. 2010
claridad
oscuridad
Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad
Mairim Soledad González
MairimSoledad
Mairim Soledad Gonzalez-Literatura
MairimSoledad12
Nació en Caracas – Venezuela el 12 de abril de 1988,
graduada en el Colegio Universitario de Caracas en la carrera de
turismo y ahora estudiante de Comunicación Social en la
Universidad Católica Santa Rosa.
Actualmente vive con sus padres en un poblado muy cerca de
Caracas, es la menor de 5 hermanos, es gerente de una agencia de
viajes y coordinadora de una agencia de eventos, campamentos
vacacionales para jóvenes y niños. Animadora, planeadora de
eventos, amante de la lectura y la escritura ya ha logrado escribir
sus 5 primeros libros, sensible a la música siempre busca en ella y
en sus sueños la inspiración para escribir cada una de sus historias
y afirma que “no cree en los finales felices”.
Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad
NO EMPIECES A LEER “CLARIDAD Y OSCURIDAD”
SIN HABER LEÍDO:
Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad
Capítulo 1
Abrí los ojos y vi el reloj, eran las 8.03 de la mañana del 30 de julio, llevaba varias
noches sin poder conciliar el sueño, ya habían pasado varias semanas desde la última vez que vi a
Adam, mi humor no había vuelto a ser el mismo, el de Adriana tampoco, todo había cambiado en la
casa, se respiraba diferente; Andrés era el que llevaba mejor las cosas, era quien nos daba aliento para
levantarnos. Cada mañana me despertaba deseando que todo hubiera sido un sueño, un mal sueño,
despertar en mi casa de Venezuela, donde todo era normal y feliz, pero no me quedaba más que
quedarme en la realidad y seguir viviendo como fuera posible.
Me levanté y me lavé la cara, encendí el televisor de mi habitación mientras me
cambiaba de ropa, las noticias eran monótonas, siempre pasaba lo mismo: robos, secuestros,
asesinatos, pero era algo normal, ya no se escuchaban asesinatos en el bosque incognitos ni nada por el
estilo, eso dejaba claro que los vampiros se habían ido, incluso Phoebe desapareció, nunca la volvimos
a ver en la universidad. “toc, toc”
-Pasa…_ era Andrés
-¿Estás lista?
-Váyanse ustedes, no amanecí con ánimos de salir_ Andrés entró
-¡Alex, vamos! No puedes estar encerrada toda la vida
-No te preocupes, yo sé lo que necesito, y si necesito aire fresco lo buscaré, y ese
momento no es ahora. Váyanse ustedes, distrae un poco a Adriana, a ella si le hace falta
-No tienes por qué hacerte la fuerte siempre Alex
-Si tengo que…_ me acarició la mejilla
Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad
-¿Segura que vas a estar bien?
-Me las se arreglar sola
-Si necesitas algo llámanos, vendremos enseguida
-Tranquilo, pásenla bien _ me besó en la frente y salió de la habitación.
Andrés, Simon y Vanessa habían planeado este viaje a Winnipeg hacía un mes antes de
salir de vacaciones, para distraernos a Adriana y a mí, pero la verdad es que no me sentía bien, no
estaba de ánimos para salir a ninguna parte, prefería quedarme en casa encerrada, así no perturbaba a
nadie, era como morir en silencio, aunque en realidad no iba a morir del dolor, nadie moría de
desamor ni depresión. Porque si fuera así, ya hubiera muerto hacía semanas atrás.
Empecé a tender la cama cuando Simon y Vanessa entraron a mi habitación
-¿Como que no vas con nosotros?_ preguntó Simon
-Prefiero quedarme a descansar en casa, no estoy de ánimos para salir
-¿Alex, que quieres? ¿Dar lastima?
-Sé que no soy yo y simplemente no quiero salir ni ver a nadie, váyanse ustedes y
déjenme sola por favor. Si doy lastima, lo siento, pero así me siento y tienen que respetarlo, ya veré
como me recupero
-Alex, pero…
-Váyanse a Winnipeg sin mí, no quiero que ninguno se quede por mí
-Alex…
-Hablo en serio Simon
-Está bien, contigo no se puede. Cuídate por favor
-Lo haré…_ ambos me miraron y yo a ellos, salí de la habitación directo al piso de
abajo. La puerta principal estaba abierta, vi hacia afuera y Andrés estaba montando las maletas en la
camioneta
-¿Alex, segura que vas a estar bien?_ voltee y era Adriana
Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad
-Seguro, váyanse ustedes, tú lo necesitas más que yo. Yo tengo mis métodos de
sanación_ me abrazó fuertemente
-Cuídate mucho
-Igual tu_ salió por la puerta y bajó hasta la camioneta de Andrés. Me despedí de él con
la mano y una sonrisa débil. Simon y Vanessa bajaron_ Disfruten de Canadá_ les sonreí débilmente,
bajaron a la camioneta y cerré la puerta de la casa suavemente. Me recosté de ella, respiré
profundamente y miré a mi alrededor. Al fin estaba sola. Fui directo a la cocina a preparar algo para
desayunar, preparé unos hot cakes con chocolate. Comí lentamente, apenas podía masticar, miraba
fijamente a través de la ventana trasera de las cocina, pensando en Adam, ahora él se había convertido
en un fantasma. Era impresionante como había pasado el tiempo, ya tenía un año viviendo en Sioux
Falls y habían pasado tantas cosas en ese año que comparar un antes y un después sería brutal.
Me sentía mal y estúpida a la vez, no me gustaba sentirme deprimida, sentía que
alguien había muerto, y en efecto así era de cierta forma, Chris había fallecido. Me sentía vacía al no
verlo en mis clases, ya las clases tenían 2 semanas de haberse terminado así que técnicamente estaba de
vacaciones, aunque dentro de una semana más iba a empezar el semestre de verano en la universidad,
sin Adam en mis clases; mi mundo había cambiado en un 90% quizás más, no lo sabía con exactitud,
pero sin duda ya yo no era la misma. En el único lugar donde tenía que fingir alegría y tratar de
sobreponerme a mi humor convencional era en mis clases con los niños. << ¿Dónde estará Adam?>> era
una pregunta que me hacía frecuentemente <<¿Qué estará haciendo?>> <<¿Me recordará?>> sentía que
no podía vivir sin él, lo extrañaba demasiado. ¿Cómo logré amarlo tanto? Era un amor tan complicado
de sentir y manifestar, siempre recordaba lo que Adam me dijo ese día que se marchó cuando le
insinué que me convirtiera “ […] ¿Convertirte en vampiro? No sabes lo que dices Alex. Nunca haré algo así. ¿Te
imaginas vivir eternamente de sangre? ¿Sentir que enloqueces de sed cada vez que un humano se te acerca? ¿Que tu
alma le pertenezca al infierno? ¿Vivir en la oscuridad? […] Alex, si tú supieras cuanto te necesito yo a ti, si sintieras
al menos un poco de lo que yo siento, enloquecerías, no lo soportarías. Te amo más que a nada en este mundo, y
daría mi vida (si la tuviera) por ti. Es por eso que quiero que estés bien, que vivas una vida normal […]”
Amar a alguien con la cual no podías estar era terrible, y lo peor es que no era un situación
normal, Adam tenía toda la razón cuando decía que estaba loca cuando le insinué que me convirtiera,
ni siquiera estaba segura de lo que estaba diciendo, no podía ser tan irracional e inconsciente de
convertirme en un vampiro solo por estar con él, ¿y que había de lo demás? Mis hermanos morirían del
dolor al verme así, mis padres, mis amigos, sé que nunca lo permitirían, porque si fueran mis hermanos
Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad
los implicados, por ejemplo Adriana la que decidiera convertirse en vampiro para estar para siempre
con Sam, yo no se lo permitiría, nunca permitiría que vendiera su alma al diablo para estar con alguien.
Me dispuse a limpiar la casa ese día, siempre que estaba triste me daba por asear y escuchar
música. Bajé al sótano a buscar todo lo que necesitaba y a poner una ropa en la lavadora, vi hacia la
ventanilla que había en el sótano y había dibujado justo debajo de ella “La trampa del diablo” que
supuse que Peter había dibujado aquella noche que nos estábamos protegiendo de los demonios, la
hubiera borrado si no me hubiera venido a la mente que les debía demasiado a los demonios y
vampiros y era mejor dejarla para asegurarme que no fueran a entrar a la casa para tomarme por
sorpresa.
Subí, puse música en el estéreo mientras barría la sala y quitaba el polvo de los estantes de
madera, me sentía ridícula, cada rincón de mi casa me recordaba a Adam; todo pasó tan rápido y de
repente que nunca me dio tiempo de procesarlo. En ese momento me reprochaba a mí, a mi memoria,
en ese tipo de momento odiaba tener una memoria tan perfecta, recordaba la mayoría de las cosas con
una exactitud asombrosa.
Sentirme deprimida no era mi estado normal, por el contrario, siempre trataba de tapar cuando
estaba triste por alguna cosa, pero yo siempre creí que vivir el duelo, la depresión era lo mejor, porque
sería todo de una sola vez y no por partes, era mejor vivirlo, sufrirlo cuando estaba sucediendo y no
dejarlo para después, por eso decidí quedarme sola esa semana, era tiempo suficiente para pensar,
llorar y gritar sola, sin afectar a nadie.
Terminé de limpiar la sala y la cocina en cuestión de minutos, la casa no estaba sucia en
realidad, puse todo en su lugar y vi el bar del pasillo, decidí tomar una botella de vodka y un vaso
pequeño de cristal, puse música suave en el estéreo, era perfecto para mi estado de ánimo (patético),
con letras de amor, me senté en el suelo recostada de la pared de las escaleras y empecé a beber vodka
puro. Recordé cuando Adam me besó en la laguna, los recuerdos me golpeaban, fue cuando entonces
recordé la noche de mi cumpleaños cuando vi sus ojos, sus colmillos; la noche que se quedó conmigo
en mi habitación que nos estábamos besando y vi que sus ojos se llenaron de sangre <<¿Cómo no me di
cuenta antes?>>.
Ya había perdido la cuenta de cuantas copas llevaba, ya la cabeza me daba vueltas, me sentía
peor, cualquiera que me viera saldría corriendo de inmediato a ayudarme, pensaría que estaba
realmente mal, y en realidad lo estaba; rompí en llanto, caí acostada en el suelo
Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad
-¡Adam! ¿Por qué Adam?_ decía con mucha dificultad ya que por el llanto no podía hablar con
claridad; lloraba desconsoladamente, sentía que me halaban el alma, quería desaparecer en ese
momento del planeta, me sentía desdichada, marchita. Pasé unos minutos en ese estado
-¿Alex…?_escuché una voz masculina que me llamaba
-¿Adam?_ abrí los ojos con poca energía
-¿Alex…?_vi hacia el lado derecho buscando la voz que me llamaba, cuando logré ver por fin
quien era_ ¡Alex…! ¡Oh por Dios!
-¿Simon que haces aquí?_ Simon corrió de inmediato hacia mí y me sentó, no podía
mantenerme firme, debía ser por lo tanto que tomé
-¿Y en realidad creíste que te iba a dejar sola? Estás-borracha…_ dijo con algo de repugnancia
-Vete Simon, déjame, quiero estar sola…
-Ni lo sueñes, mírate nada más… ¿Por qué tenías que llegar a esto?_ me quedé mirándolo
directo a los ojos por unos segundos en silencio
-¿Por qué se fue Simon? ¿Por qué me dejó sola? ¿Por qué es lo que es…?_ rompí en llanto otra
vez, Simon me abrazó fuertemente
-Lo importante no es quienes se van sino quienes quedamos Alex. Tranquila que yo estoy
aquí…_ me abrazaba con fuerza, me sentía segura en sus brazos, me acarició la parte trasera de la
cabeza, haciendo ruido en susurro en mi oído derecho para que me calmara, como se serena a un bebé.
Se sentó a mi lado en el suelo, y yo me tendí en sus piernas mientras él me acariciaba el cabello
-Nunca me dejes Simon
-Te lo juro por mi vida que no
Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad
Capítulo 2
Abrí los ojos con pereza, la habitación estaba oscura, solo se colaba la luz de la luna por la
ventana, me di cuenta que estaba recostada de alguien, subí la cabeza, aclaré mi vista y Simon estaba a
mi lado, con la espalda recostada de la cabecera de la cama, mi cabeza reposaba en su pecho, dormía
profundamente <<¿Qué sucedió?>> me pregunté para mis adentros, era extraño ver a Simon allí
acostado conmigo. En ese momento mi cabeza y mi estómago me recordaron por qué no me acordaba
de casi nada, me dieron náuseas, la cabeza me daba vueltas y me dolía horrorosamente, vi a Simon de
nuevo y sonreí un poco, <<Pobre, debió aguantarme borracha…>> eso era una afirmación que no
necesitaba corroborarla, miré el reloj y eran las 2.48 de la madrugada, me quité el edredón de encima
con cuidado para no despertar a Simon, tenía puesta la misma ropa del día anterior, olía a borracho de
bar, eso me daba más repugnancia, me metí en la ducha por unos 10 minutos, hacía algo de frío a pesar
que ya había empezado el verano, las resacas siempre me parecieron espantosas, y creo que no soy la
única en el mundo que lo piensa, sólo me había embriagado 3 veces en mi vida, pero yo sabía el
remedio perfecto para aliviar una resaca, el primer paso era bañarse con agua fría. Luego bajé en
silencio hasta la cocina y bebí 2 vasos de agua fría con un par de aspirinas, tomé un tomate de la cubeta
de la nevera, lo lavé y me lo comí entero, el tomate ayudaba a que se subiera de nuevo el potasio, tomé
otro vaso con agua y subí de nuevo a mi habitación con un trozo de pan fresco. Simon no se había
movido ni un centímetro, pero no quería despertarlo para que se acomodara o cambiarlo de cama para
que estuviera más cómodo. Me fui de nuevo hacia el lado derecho de la cama, me metí entre las
sábanas, me acurruqué y me acosté de nuevo sobre su pecho, era agradable la verdad, cerré los ojos y
no demoré en quedarme profundamente dormida.
Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad
-Muy buenos días_ escuché una voz lejana, abrí los ojos lentamente, era Simon quién me traía
comida en una bandeja
-¿Simon…?_ me estrujé los ojos el sol estaba radiante
-Buenos días Alex. Aquí está tu desayuno, aunque ya deberías almorzar más bien. Dormiste
como un bebé_ me dijo con una sonrisa amable y yo se la respondí
-Buenos días Simon. Gracias por el desayuno, no debiste… y quien dormía como un bebé eras
tú. Me levanté en la madrugada y ni cuenta te diste
-Si ya me di cuenta_ me senté en la cama, con la espalda recostada de la cabecera, Simon me
puso el desayuno en las piernas, era el típico desayuno americano: waffles con un cuadrito de
margarina encima, miel, huevos revueltos y jugo de naranja. Simon siempre sabía lo que a mí me
gustaba, incluso tenía un vaso lleno hasta la mitad con agua y una flor silvestre del jardín dentro
-¡Wow! Huele y se ve delicioso_ le dije saboreando mis labios de forma exagerada. Se sentó a
mi lado viéndome de frente
-Disfrútalo_ empecé a comer y Simon me miraba fijamente, pero con dulzura, eso me
incomodaba un poco
-¿Que…?_ le pregunte con la boca llena de comida
-Nada… nada, solo pensaba
-¿Pensabas? No sabía que pudieras hacer eso. ¿En que pensabas?
-Cosas sin importancia la verdad. Tonterías_ en ese momento recordé mi borrachera de la
noche anterior
-Oye Simon, con respecto a lo de anoche, mil disculpas por lo que presenciaste, por lo que
pude haber dicho o hecho…
-No pongas cuidado Alex, ya pasó
-Es que sé que debí haber dicho quién sabe qué cosas Simon, cosas que te pudieron lastimar.
Ambos sabemos por qué estaba en ese estado y sé que no es fácil para ti cuando tu…
Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad
-Alex, ya pasó, deja de pensar en los sentimientos de los demás y piensa en ti, estás mal. Ojalá
yo fuera el dueño de tus pensamientos, pero prefiero ser en este caso el responsable de tus sonrisas y no
de situaciones como la de anoche. Nunca te había visto así
-Simon gracias
-¿Gracias por qué?
-Por quedarte conmigo siempre. Por quedarte conmigo anoche
-Nunca te voy a dejar sola Alex, eso te lo prometo_ le sonreí amablemente_ Ahora termina tu
desayuno que se te va a enfriar_ me sonrió un poco
Terminé de desayunar y me levanté de la cama, Simon me quiso quitar la bandeja, pero yo se
lo impedí
-¡No! ¡Deja! Yo lo lavo…_le sonreí, bajamos juntos a la cocina y me puse a lavar lo que Simon
debió haber utilizado para el desayuno_ ¿Cómo hiciste para regresarte?
-Me bajé en una estación de gasolina donde Andrés se había estacionado, les dije que era
mejor que me quedara contigo, sabía que no ibas a estar bien del todo
-Mmmmm… de alguna forma te lo agradezco, pero te perdiste de unas buenas vacaciones
-¿Que te hace pensar en ello? Al contrario, estoy dispuesto a pasar las mejores vacaciones de
mi vida (como si hubiera pasado alguna vacación en mi vida ¡ja!) esta semana me quedo contigo y
vamos a salir_ voltee a mirarlo enseguida
-¿Que tramas?
-Nada, solo divertirnos un poco Alex, odio verte paliducha, triste y más por el idiota de
Vangarret. Así que esta semana eres mía_ sonrió abiertamente, adoraba ver esa sonrisa en él, era
precioso, no pude evitar sonreírle también
-Supongo que no me puedo negar
-En efecto
-Está bien, ya pasé suficiente tiempo sola y ya lloré por Adam lo que supongo que tenía que
llorar_ lo dije de la boca para afuera, pero yo sabía que no era sencillo dejar de sufrir
-Ya regreso, voy a casa a buscar algo de ropa y a buscar mi camioneta
Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad
-¿Ropa? ¿Pero no tienes tu maleta acá?
-Sí, pero necesito otra clase de ropa_ volvió a sonreír abiertamente, era evidente que algo
tramaba_ empaca algo de ropa fresca, playera y bronceador_ me guiñó el ojo, me besó en la mejilla
derecha y salió trotando de la casa; no entendía exactamente qué era lo que estaba tramando Simon,
pero era evidente que pretendía sacarme de Sioux Falls como fuera, y por lo visto nuestro destino era la
costa.
Terminé de lavar los platos y subí a mi habitación, saqué del closet una maleta, saqué ropa
playera: shorts, camisetas, pareos, trajes de baño, bronceador, sombreros, etc. <<¿A dónde iremos?>>
me pregunté mientras metía las cosas en la maleta liberando una sonrisa y negando con la cabeza. Era
impresionante las cosas que Simon era capaz de hacer por mí; pero en ese momento me quedé
paralizada viendo a través de la ventana de mi habitación recordando a Adam. Adam se había
convertido en un agujero negro en mi vida, recordarlo era doloroso, pero supongo que con el tiempo
iba a ser más fácil recordarlo.
Pasaron 2 horas cuando sentí que alguien venía subiendo las escaleras, yo estaba recostada en
la cama viendo televisión, tocaron la puerta de mi habitación
-Pase…
-¡Regresé!_ dijo Simon con una gran sonrisa dibujada en su rostro_ ¿Lista?
-¿Sí, pero nos vamos ya?
-Sí, nos vamos a Chicago al aeropuerto, el vuelo sale en 8 horas
-¿A dónde nos vamos?_ me volvió a sonreír. Me dio el pasaje de avión, lo abrí y leí que decía
Tampa
-¿Tampa?_ dije con algo de emoción, nunca había ido a Tampa y en alguna oportunidad había
visto películas hechas allá y fotografías, era muy lindo, las playas eran preciosas_ supongo que algo de
sol y mar no me caerán nada mal_ le dije guiñándole el ojo y sonriéndole.
Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad
Capítulo 3
Simon me ayudó a bajar mi equipaje, como siempre estaba algo pesada, yo era muy maniática
a la hora de viajar, me preocupaba de hasta el más mínimo detalle. Tomé mi bolso de la cama y bajé
detrás de Simon, fui directo a la cocina a buscar una bolsita que había preparado con unos sándwiches,
galletas y jugos para el camino ya que no sabía exactamente a donde iríamos sino hasta minutos atrás.
Tomé las llaves de la casa que estaban en la cocina, caminé hacia la entrada principal de la casa,
cuando llegué a la puerta me detuve en seco, miré hacia atrás mirando toda la casa con sentimiento,
acordándome de Adam y pidiéndole a Dios que el viaje me sirviera para olvidarlo un poco; cerré la
puerta con llave y bajé hasta la camioneta de Simon que me estaba esperando dentro de ella.
Eran las 6.00 de la tarde cuando emprendimos carretera vía a Chicago
-¿Qué quieres escuchar?
-Ehhh… no lo sé, lo que quieras. Confío en tu buen gusto_ sacó su iPod y lo conectó del
reproductor de música de su camioneta y Jonas Brothers_ ¿Jonas Brothers?
-Sí, ¿no te gustan?_ dijo dejando ver algo de vergüenza, tenía las mejillas coloradas, me dio
mucha ternura verlo así, así que reí a carcajadas
-Eres una cajita de sorpresas Simon Mazzocca. ¿Que viene ahora?_ reí a carcajadas de nuevo y
él me imitó
-Tengo derecho a que me gusten también, además la mayoría de mis gustos los infundiste tú,
tengo toda tu vida detrás de ti y oía, veía, sentía lo mismo que tú, así que no me quedaba más remedio
Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad
-¡Touché!
Estar con Simon era increíble, él lograba sacar mi alegría así estuviera sepultada en lo más
hondo de mí, como era el caso para entonces. Cantamos las canciones de los Jonas Brothers que iban
sonando a coro, disfruté el camino hasta Chicago, fueron casi 2 horas de camino. Llegamos al
aeropuerto y fuimos directo a entregar el equipaje al counter de la aerolínea, nos quedaban unas horas.
Cenamos, charlamos un largo rato, era impresionante todas las cosas en común que teníamos, él seguía
justificándolo con que sus gustos fueron infundados por mí, tenía lógica, pero no creía. Hicieron el
primer llamado de abordaje. Simon y yo nos subimos al avión y en cuestión de 6 horas llegamos al
aeropuerto Marriott Tampa Airport, tuvimos que hacer escala en Atlanta y luego conexión en Miami,
todo era tan costeño, ya había amanecido, por supuesto. Al bajarme del avión inspiré hondo para sentir
la brisa marina, hacía bastante calor, por lo tanto me tuve que quitar la chaqueta que traía puesta.
Esperamos nuestras maletas y salimos hacia la entrada principal del aeropuerto, tomamos un
taxi que nos llevó al hotel, era grande y bonito <<¿De dónde Simon sacó tanto dinero para pagar estas
cosas?>>, llegamos a la recepción
-Buenos días señorita, reservación a nombre de Simon Mazzocca_ la muchacha buscó en el
computador, pero se distraía con Simon, tenía una sonrisa tonta dibujada en el rostro << ¿Está
coqueteando con Simon…?>> por alguna razón eso me enojó un poco, cuando me di cuenta de eso me
reí negando con la cabeza
-Señor…Mazzocca, le tenemos que ofrecer una disculpa, pero por error del sistema no
tenemos disponible la habitación que solicitó
-¿Que me está queriendo decir? ¿Que nos quedamos en la calle?_ me daba algo de risa ver a
Simon obstinado, la verdad no le quedaba muy bien esa postura
-No, no, no… Por el contrario, el hotel siempre tiene presente al cliente y desea que pase la
mejor de sus vacaciones. A cambio le ofrecemos una suite matrimonial con vista al mar sin pagar nada
adicional, además de todas las comidas y el auto que rentó
- ¿MATRIMONIAL?_ dijimos Simon y yo al mismo tiempo
-Yo creo que no ha entendido aun señorita. Yo reservé 2 habitaciones
-Lo entiendo perfectamente, pero solo me aparece en sistema una sola habitación solicitada
por usted y sólo tengo disponible una suite matrimonial por estos días, estamos copados, ya entramos
en temporada vacacional y todo colapsa
Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad
-Entonces nos iremos a otro hotel, espero la devolución de mi dinero…
-¡NO!_ dije de repente_ No Simon, me gusta este hotel, quedémonos aquí_ Simon me miró
con rareza. La mujer estirada de la recepción suavizó su expresión facial al escucharme
-Su novia tiene razón señor Mazzocca, aquí tendrá todas las comodidades que requiere. Este
tipo de cosas no acostumbran a suceder aquí, pero queremos retribuirle la molestia_ Simon y yo nos
miramos y sonreímos cuando la recepcionista dijo “su novia”
-Está bien, si ella quiere quedarse, entonces nos quedaremos. Denos la suite que nos ofreció
por favor
-Excelente decisión_ ella le sonrió y le guiñó el ojo, eso me enfureció
-Ok, ok ¿podría agilizar el check in? Estoy muy cansada si no es mucha molestia “señorita”_
Simon y la recepcionista se me miraron con sospecha <<¿Que hice?>>
-Claro señorita, la entiendo_ Simon llenó el formulario rápidamente, la recepcionista le
entregó las llaves y llamó al botones; subimos en el ascensor hasta el piso 12 en total silencio, tenía algo
de vergüenza, llegamos a la puerta de la habitación y Simon la abrió dándome paso para entrar
sonriéndome traviesamente, lo mire y pasé molesta, dejé mi bolso encima de la cama, abrí la puerta de
cristal que había en el fondo de la habitación y salí hacia al balcón que daba hacia la playa, el sol me
daba de frente, era agradable, tenía mucho tiempo sin sentir el mar tan cerca y disfrutarlo, ese ambiente
me tranquilizaba mucho. Simon se acercó a mí por la espalda
-¿Qué tal “novia”?_ voltee a verlo y tenía la misma sonrisa tonta
-¡Cállate!
-¡Alex, vamos! ¿No te gusta?
-Claro que me gusta, quiero decir, el hotel me gusta, aunque no me simpatiza mucho su
personal _ Simon rió a carcajadas_ ¿Que se te hace tan gracioso?
-¿Alex, estás celosa?_ <<¿Celosa?>> claro, era lo más lógico
-¿Celosa yo? Nah… Sólo que no me agradó ella y ya_ dije algo nerviosa
-Mmmm… Claro…_ siguió sonriendo
-¡Simon basta! Esto es ridículo…_ entré a la habitación de nuevo
Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad
-¿Ridículo? Claro, ¿es tan imposible ponerte celosa cuando una mujer me coquetea?_ su
expresión cambió por completo, en ese momento me di cuenta que lo había lastimado
-Por supuesto que no, y si te sirve de algo no me gustó que te estuviera coqueteando, ¿feliz?
Pero no te burles ni me atosigues porque lo vas a lamentar Simon _ me sonrió abiertamente y me
abrazó fuertemente
-Tú eres mi chica, nadie más…_ <<Oh, oh….>> aclaré la garganta exageradamente
-¿Nos vamos a la piscina?_ asintió con la cabeza. Me cambié de ropa por un short de jean
desgastado con una franelilla blanca y el traje de baño debajo. Salí de baño y Simon me estaba
esperando sentado en la cama, me miró fijamente pero disimuló un poco.
Bajamos hasta el lobby, había bastante gente a los alrededores, familias pasando el principio de
las vacaciones de verano, caminamos hasta el área de la piscina y nos dirigimos a unas sillas de
extensión que estaban en el fondo
-¿Quieres algo de beber?
-Una margarita estaría bien
-Ya regreso…_ Simon caminó hacia el bar de la piscina y yo me quité la camiseta y el short
algo indecisa, pero <<¡Por Dios! ¡Estamos en la playa!>> me lancé a la piscina sin pensarlo dos veces,
nadé un poco en el fondo, salí a la superficie, Simon estaba parado al lado de las sillas de extensión con
las copas en la mano mirándome asombrado. Salí del agua destilando agua, la expresión de Simon se
acentuó más_ ¡Wow!
-¿Qué…?
-Ehhhh… Nada_ se sonrojó, era verdaderamente gracioso. Tomé la copa de margarita, tendí la
toalla en la silla de extensión y me recosté de ella. Simon se quitó la franela que tenía puesta, era un
verdadero espectáculo verlo, era musculoso, con un abdomen perfecto, bíceps definidos, espalda ancha
-¡Wow!_ mi expresión era de sorpresa fue cuando me di cuenta que lo hice sonrojar más, esa
era la idea
-¿Que…?
-Nada, sólo miraba el paisaje…_ sonreí un poco tomando un trago de margarita
Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad
Se hicieron las 6.30 de la tarde, ya estaba bastante oscuro y hacia algo de frío, estaba mojada,
quería seguir nadando, tenía tiempo sin hacerlo, pero el frío me lo impedía, subimos a la habitación y
me metí directo a la ducha, me duché con agua tibia, cerré los ojos y me vino la imagen de Adam a mi
mente, abrí los ojos violentamente, en ese momento me invadió una tristeza profunda. Salí de la
ducha, me puse un mono blanco y una franelilla rosada pálido, me hice una trenza en el cabello y salí
del baño, Simon estaba en el balcón
-Simon ya terminé_ me sonrió un poco, su expresión era algo triste <<¿en que estaría
pensando?>> entró al baño sin decirme alguna palabra, yo me recosté en la cama y encendí el televisor,
estaban dando Los Ángeles de Charlie. Simon no demoró mucho en la ducha, salió secándose el
cabello con una toalla, con pantalón deportivo gris claro y sin camisa, verlo así me producía
taquicardia
-Me imagino que tienes hambre…
-Algo, si…_ tomó el teléfono de la habitación y pidió pizza para los dos. La pizza llegó en
media hora y comimos de ella. Simon había mandado a pedir otro edredón, lo empezó a tender en el
suelo_ ¿Que haces?
-Acomodando mi cama
-Simon no vas a dormir en el suelo
-Es que…
-Es que nada… Ven súbete aquí conmigo, no es la primera vez que duermes conmigo, somos
adultos, ¿no?_ en eso sonó mi celular, era Adriana, le tuve que contar todo lo que había sucedido con el
secuestro de Simon
Amaneció, me voltee a ver a Simon y estaba dormido todavía, vi la hora en el reloj que había
dejado en la mesa de noche, eran las 9.30 de la mañana, me levanté y tomé el teléfono para pedir el
desayuno, fui al baño a cepillarme los dientes, me peiné un poco, salí de nuevo a la habitación, tomé
un vaso con agua fría, en eso Simon hizo un ruido, voltee a verlo, se estaba acomodando en la cama;
como deseaba que fuera Adam, deseaba verlo con todas mis fuerzas, necesitaba verlo así fueran 2
minutos nada más, yo sabía que tenía que verlo otra vez, ¿que le diría? No lo sé, probablemente nada.
“Toc, toc” tocaron a la puerta, fui a abrir y era el camarero con el desayuno
Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad
-Buenos días señorita
-Buenos días…_ miré su placa de identificación que llevaba puesta del lado derecho de su
pecho y decía Adam S. Phillips el corazón se le aceleró de repente. Le di paso para que entrara con el
carrito de comida y yo entré detrás de él
-Que pase un buen día, que disfrute de Tampa_ me sonrió amablemente pero yo estaba en
shock por el nombre
-Ehhh… gracias, que tenga buen día_ cerré la puerta y me recosté de ella respirando
profundamente <<Cálmate, sólo es un nombre>>, cerré los ojos y sacudí la cabeza, fui a llamar a Simon_
Simon… ¿Simon? Buenos días bello durmiente…_ le sonreí mientras él se estrujaba los ojos
-¿Alex…?
-Si, ¿a quien esperabas? ¿A Carmen Electra? Levántate, ya llegó el desayuno no se te vaya a
enfriar_ Simon se levantó y comió a mi lado, eran tostadas con mermelada y huevos con café con leche
y jugo de naranja fresco_ ¿Y qué vamos a hacer hoy?
-Vamos a St. Petebeach, quiero surfear un poco
-¡Genial!
Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad
Capítulo 4
Terminamos de desayunar y nos cambiamos de ropa. Salimos a eso de las 11.30 del hotel,
Simon había rentado un auto, pasamos por el centro de Tampa y fuimos hasta St. Petebeach, era una
playa estupenda con tablas de surf por todos lados decorando, surfistas por doquier, chicos guapos, el
mar era azul como el cielo y la arena blanca como las nubes, habían salvavidas al estilo “Baywatch” en
sus cabinas cuidando de la multitud a diferencia que yo no estaba en Malibú. Fuimos hacia el centro de
la playa y tomamos un par de sillas de extensión vacías, Simon sacó su tabla de surf del estuche
mientras yo sacaba la toalla para tenderla sobre la silla de extensión, me quité la ropa quedándome en
traje de baño, saqué los lentes de sol, una gorra y el bronceador mientras Simon enceraba su tabla.
Empecé a untarme el bronceador en los brazos, piernas y abdomen cuando Simon me observó_ ¡Hey!
Podrías disimular un poco…_ sonrío tímidamente y se sonrojó, adoraba hacer eso
-Perdón…
-No seas tonto Simon, es algo normal en un mortal. Solo lo hago por fastidiarte
-¿Quieres venir a surfear conmigo?
-Ehhh no, prefiero tocar tierra firme, yo te veo desde acá, ten mucho cuidado_ Simon se quitó
la franela, tomó la tabla de surf y se adentró en el mar nadando sobre la tabla, era bastante bueno,
agarró buenas olas. Estar en la playa observando el mar, que el viento me golpeara en el rostro, respirar
aire puro era lo mejor del mundo para mí, me daba tranquilidad, por eso me gustaba ir a la laguna del
bosque, era aire puro, era naturaleza. En ese momento recordé cuando Adam me besó la primera vez
en la laguna, cuando lo conocí en el bosque, a pesar de ser recuerdos dolorosos, me agradaba pensar en
él.
Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad
Pasó alrededor de una hora cuando Simon salió del agua, hacía bastante calor, venía con una
sonrisa radiante dibujada en el rostro, su piel estaba bronceada a la perfección
-Buen sol, ¿eh?_ le sonreí y se sacudió como un perro a mi lado cayéndome gotas de agua
helada encima
-¡Hey! Está fría…
-¿Ahora eres hidrofóbica?_ se sentó en la silla de extensión que estaba a mi lado izquierdo
mirando hacia el mar_ Esta es una de las más maravillosas de las creaciones de Dios definitivamente_
en ese momento recordé lo que Simon fue una vez
-Simon, ¿como es… Arriba?_ señalé hacia el cielo
-Cada quien tiene su propio paraíso Alex, no es como todos lo imaginan, cada quien tienen su
forma de ser feliz, y al llegar al “paraíso” lo obtienen.
-Interesante…
-Si vencemos al mal algún día, así sería nuestro mundo
-Ese es el problema en mi Simon, no creo que ninguno de los 2 gane, siempre van a existir
ambos lados, el mundo nunca será perfecto, supongo que en eso se equivocó Dios cuando trajo a Adán
y Eva al mundo, no contó con el mal
-Asmodeo
-¿Quien?
-Asmodeo, fue la serpiente que sedujo a Eva
-¿Asmodeo?
-¿Que creíste? ¿Qué era una serpiente parlanchina? Ya ha dado lidia antes, no sería la última
vez que aparecería por aquí, Rafael luchó una vez con él, es uno de los príncipes del infierno_ mostré
asombro, todavía se me era extraño hablar con un ex ángel, y más hablar de demonios tan
abiertamente.
Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad
Llegó el crepúsculo y volvimos al hotel, estaba algo cansada, nunca logré entender por qué la
playa cansaba tanto si prácticamente no se hacía nada, solo tomar sol o meterse al agua; llegamos a la
habitación y lancé el bolso en la cama
-¿Quieres bailar?
-¿Bailar?
-¡Vamos! Sé cuánto te gusta bailar
-Seguro… Supongo que sabes todo acerca de mi_ salí del baño y Simon estaba sentando en la
cama viendo algo en la tele
-¡Wow! Que linda… estás…_ sonreí algo apenada
-Gracias, tú no estás nada mal_ le guiñé el ojo_ ¿Nos vamos?
-¡Claro!_ bajamos hasta al bar del hotel, tenían música de salón puesta, nos sentamos en la
barra y se nos acercó un muchacho como de mi edad, moreno, ojos claros, bien parecido, de rasgos
latinos
-Buenas noches, ¿qué les ofrezco de beber?
-Vodka con jugo de naranja y con hielo picado por favor_ dije yo sin pensarlo, el vodka era mi
bebida favorita, Simon me miró por unos segundos_ ¿Qué? Me gusta el vodka…
-Yo sólo una cerveza igualmente bien fría_ el chico de la barra me sonrió, era bastante guapo.
Había poca gente en el bar, estaba decorado a lo marino, peces, timones, mini estatuillas de marineros.
El chico no demoró en traer nuestros tragos
-Aquí tienes…_ me volvió a sonreír, me sentía rara; yo le devolví la sonrisa algo tímida
-Gracias_ dije mirándolo a los ojos
-Gracias…_ sobre pronunció Simon, lo miré y me estaba mirando como si hubiera hecho algo
malo_ Ahora estoy de acuerdo con el servicio de este hotel_ el chico miró a Simon con algo de furia y
se marchó al otro lado de la barra
-Simon muestra algo de educación…_ le dije burlándome. Me le quedé mirando unos
segundos y saltaron varias dudas a mi cabeza_ Simon, hay muchas cosas que no entiendo aún de lo
que pasó con Chris, lo de tu renuncia a ser ángel y todo eso
Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad
-¿Qué es lo que no has entendido aun?
-¿Por qué elegiste a Rachel? ¿Qué tiene que ver ella contigo?
-¿La tía Rach? ¡Ja! Bueno… Rachel es una de las favoritas arriba, muy devota y sabíamos que
era la perfecta para ocupar ese papel, solo fue al azar por así decirlo, ella no lo podía creer cuando
aparecí, pero digamos que fue una bendición, armamos toda la cuartada de ser hijo de su hermano y
cuñada muerta hacía unos meses atrás en un accidente, necesitábamos a un humano que nos ayudara a
recolectar información, resultó ser muy especial con nosotros como era de esperarse, tanto que después
de todo lo que pasó decidí quedarme con ella, siempre está sola y ella me pidió que me quedara
viviendo con ella_ su expresión al contar todo aquello era de tristeza_ pero basta de malos recuerdos, lo
que cuenta es que estoy aquí contigo pasando las mejores vacaciones de mi vida…
-Como si tu vida hubiera sido taaaan larga Simon, son tus primeras vacaciones…_ reí un
poco_ te perdiste los mejores años de un humano, que es la niñez
-Digamos que no, los viví contigo y mis antiguos protegidos. Pero ya hablemos de cosas
“normales” por favor_ sonrió abiertamente_ ¿bailamos?
-¿Bailar Simon?_ no había nadie bailando en la pista de baile, estaba empezando un chachachá
-¡Vamos! Soy buen bailarín_ me guiñó el ojo
-Apuesto a que si_ me tendió su mano derecha, la tomé y nos dirigimos hacia la pista de baile,
puse la mano izquierda en su hombro derecho y la suya en mi cintura y empezamos a bailar, en
realidad Simon era un excelente bailarín, supongo que eran sus dotes de ex ángel, me entregué por
completo a la música, mientras bailábamos nos reíamos con complicidad, nos estábamos divirtiendo a
nuestras anchas; Simon siempre lograba ese efecto en mí <<¿Por qué no le doy una oportunidad a
Simon?>> dijo mi cabeza instantáneamente, de todas formas nada me aseguraba que Adam fuera a
volver, no tenía idea de donde estaba, ni sabía de nadie que me diera razón de él, era como si nunca
existió, es como si hubiera muerto, o simplemente desapareció. Darle una oportunidad a Simon era
algo bueno, él se lo merecía, después de todo el renunció a lo que era por mí.
Pasamos un rato excelente bebiendo en la barra y contándonos cosas, recordando cosas que yo
viví y evidentemente él recordaba porque en términos generales, él las vivió conmigo, Simon era como
una especie de conciencia o memoria portátil que llevaba conmigo
Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad
-¿Recuerdas cuando empezaste la secundaria y era el primer día de clases, te sentaste en un
pupitre y este estaba roto y caíste al suelo en frente de toda la clase?_ nos reímos a carcajadas
-¡Simon basta! No me recuerdes esos momentos de “trágame tierra” se supone que deben estar
enterrados_ hice un pausa respirando profundamente, me faltaba un poco el aire por tanta risa, miré mi
reloj de pulsera, era la 1.23 a.m._ Simon ya es un poco tarde, mejor subamos, suficiente alcohol por
hoy
-Tienes razón_ Simon pagó la cuenta y subimos directo a la habitación en silencio, Simon
abrió la puerta de la habitación. Entré al baño y me cambié de ropa, me miré en el espejo por unos
segundos mientras me quitaba el poco maquillaje que me puse, pensando en lo mismo que pensaba
cuando bailaba con Simon en el bar. Salí del baño, miré a Simon que estaba cerrando la puerta del
balcón
-Simon…_ volteó a verme
-¿Si?
-Gracias…_ me miró algo extrañado. Corrí hacia él, poniendo sus labios y los míos en
contacto, me costó un poco alcanzarlo, me puse en puntillas, puse mis manos en su cabeza para
poderlo fijar ante mi rostro, mostró sorpresa cuando lo besé
- ¿Alex qué te sucede?_ me separó un poco de él
-Digamos que me enloquecí_ le sonreí volviendo a besarlo, Simon me correspondió,
besándome con pasión y con dulzura a la vez, enredé mis dedos en su cabello, nuestra respiración fue
acelerándose poco a poco, mi corazón latía fuerte, le quité la camisa que tenía puesta, me levantó y me
llevó hasta la cama, me quitó la franelilla, me besaba con locura y yo a él, bajó hasta mi cuello, y se
detuvo en mi oreja derecha respirando aceleradamente
-Te amo Alex…_ tomé su rostro entre mis manos, lo mire a los ojos por unos segundos y me
vino a la mente Adam, respiré profundamente y volví a besar a Simon.
Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad
Capítulo 5
Abrí los ojos de golpe, como si hubiera tenido una pesadilla, pero en realidad no soñé en nada
esa noche; vi hacia mi lado derecho y Simon estaba recostado observándome
-Buenos días…_ me dijo inexpresivo. Me sentía extraña, la razón, era porque no tenía nada de
ropa puesta, solo me cubría el edredón <<Fue real…>>
-Buenos días_ le sonreí con algo de vergüenza, recostándome de la cabecera de la cama a su
lado_ Simon, yo…
-¿Que se supone que pasó anoche?
-¿No lo recuerdas?
-Cada detalle lo recuerdo como si lo estuviera viviendo ahora mismo. Lo que no entiendo que
fue lo que te pasó
-Simon yo… no sé cómo explicártelo. Quiero decir, yo estaba totalmente consciente de lo que
estaba haciendo, quería hacerlo. Estoy tratando de asumir lo que sea que me esté pasando contigo:
celos, atracción… y quien sabe qué otras cosas
-Me estás tratando de decir que estás empezando a sentir algo más por mí
-No lo sé Simon, ¿pero lo de anoche te dice algo? Me conoces mejor que nadie y sabes que no
haría esto si de verdad no sintiera algo por ti
Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad
-Alex, debería estar feliz, pero te conozco mejor que nadie, y por eso sé que no es tan fácil
enamorarte de mí así como así cuando sé que todavía amas a Vangarret_ esa fue una verdad que no
pude negar, pero también sabía que Simon se estaba convirtiendo en alguien más en mi vida
-¿Que se supone que deba hacer ahora?
-Todo está bien, fue algo que pasó y ya no hay remedio, piensa bien las cosas Alex_ me sonrió
amablemente, cuando me di cuenta de nuevo que estaba completamente desnuda bajo las sábanas a su
lado
-¿Te importaría cerrar los ojos mientras me levanto al baño?_ sonrió abiertamente
-Claro…
-¿Qué?
-No voy a emitir ningún tipo de comentario_ siguió sonriendo cerrando fuertemente los ojos.
Me levanté con cuidado, tomé la sabana que quedaba debajo del edredón y me envolví en ella
caminando hacia el baño en puntillas sin perder de vista a Simon. Cerré la puerta del baño y me recosté
de ella cerrando los ojos y respirando profundamente <<¿Qué hice?>> me hice esa misma pregunta
varias veces mientras el corazón me latía fuerte, sentía un vacío extraño en el estómago, y sabía que no
se trataba de hambre, cuando me di cuenta de eso, sonreí abiertamente <<¿Qué demonios me pasa con
Simon?>> en eso me vino la imagen de Adam , abrí los ojos de golpe, me deslicé con la espalda pegada
de la puerta hasta el suelo y me senté, me sentía extraña, no sabía que sentía y mucho menos por
quien.
Estaba claro que en efecto yo estaba empezando a sentir algo más por Simon, algo que no
esperaba, y eso ponía en peligro mis sentimientos por Adam, ¿pero eso importaba? ¿Importaba seguir
amando a Adam después de haberse marchado y dejarme sola? ¿No es mejor amar a un humano
“común y corriente” sin aparentes problemas que a un vampiro que cientos de problemas por resolver?
Mi vida se simplificaría en un cerrar y abrir de ojos sin sintiera lo mismo que sentía por Adam hacia
Simon, pero sabía de sobra que no era tan sencillo, porque para poder sentir algo así por Simon tenía
que borrar de alguna forma a Adam.
Ya me empezaba a doler la cabeza de tanto pensar y pensar, me levanté del suelo y me metí en
la ducha. Pasaron unos 10 minutos mientras estuve dentro, me puse una bata de baño blanca que había
colgada en uno de los percheros, tomé el pomo de la puerta y respiré hondo; abrí la puerta de un tirón
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esperando ver a Simon acostado, pero no estaba, miré hacia el balcón y tampoco estaba; vi hacia la
peinadora de la habitación y había una nota, la tomé y la abrí
ALEX
ME IMAGINO QUE TE EXTRAÑÁ EL HECHO DE NO VERME
CUANDO SALISTE DEL BAÑO; NO TE PREOCUPES, SALI A DAR UNA
VUELTA Y RESPIRAR ALGO DE AIRE FRESCO, SUPONGO QUE ES
MUCHO PARA UNA NOCHE Y NECESITO ORGANIZAR MIS IDEAS.
REGRESO MAS TARDE, CUIDATE POR FAVOR
SIMON
Cerré la nota y la dejé donde estaba, abrí la puerta de cristal del balcón, el sol estaba fuerte,
hacia bastante calor afuera, puse mis manos en la baranda, hizo una brisa fuerte pero refrescante <<¿A
donde iría Simon?>> cuando leí la nota me di cuenta de cuánto había metido la pata, el pobre Simon
debía estar demasiado confundido, me imagino que no sabía si sentirse feliz o utilizado, yo me sentiría
así “toc, toc” tocaron la puerta de la habitación. Fui a abrir y era servicio al cuarto con el desayuno, era
el mismo chico “Adam” me causó el mismo escalofrío verlo como la primera vez; dejó el desayuno
dentro y se marchó como era habitual.
Pasé la mañana en la habitación, vi que se hicieron las 12.30 del mediodía y tomé mi bolso y
bajé a la playa que estaba junto al hotel, hablé con Jennifer por teléfono, necesitaba el concejo de mi
mejor amiga y de alguien que no conociera a Simon, todos son del Equipo Simon, así que las opiniones
estaban claramente polarizadas.
Se hicieron las 4.26 de la tarde, tomé mis cosas y decidí subir a la habitación, pero antes pasé
por una pizza, tenía algo de hambre y le debía guardar a Simon, era su platillo favorito. Pedí la llave en
la recepción y la tonta chica que nos había atendido el primer día que llegamos me dijo que “mi novio”
estaba en la habitación; respiré hondo y subí en el ascensor, me paré en frente de la puerta de nuestra
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habitación pensando que le iba a decir <<Tranquila Alex…>> me dije para sí misma y toqué sutilmente
la puerta
-¿Quién?_ dijeron desde el interior de la habitación
-Servicio a la habitación_ no tardó mucho en abrir la puerta. Me vio y sonrió un poco
-¿Alex?_ le mostré la caja con la pizza y las latas de refresco sonriendo un poco
-¿A quién esperabas?_ entré a la habitación, puse la pizza sobre la peinadora y la abrí tomando
un trozo sentándome en el borde de la cama, Simon me miraba desde el otro extremo de la habitación
-Alex… Creo que tú y yo debemos hablar_ lo miré expectante con la boca llena de pizza,
apuesto a que mi expresión era graciosa, y lo supe cuando Simon dejó escapar una sonrisa burlona
-¿Qué? Tengo hambre…_ dije apenas pudiendo pronunciar
-No es eso, eres maravillosa…_ esa frase me hizo tragar un pedazo entero de pizza
-Lo sé…_ dije bromeando un poco, tratando de esquivar el tema que quería plantear Simon.
Las manos me temblaban un poco <<¡Qué oso…!>> Simon se acercó, se arrodilló en frente de mí y
tomó mis manos, eso aceleró aún más mi corazón y las típicas “mariposas” en el estomago
-Alex, no sé exactamente que estés pensando o sintiendo en estos momentos, pero tú sabes de
sobra lo que yo siento por ti, soy capaz de dar mi vida por ti, y lo que pasó anoche entre nosotros fue
maravilloso, ni en mis mejores sueños hubiera sido así (ya entiendo a los humanos)_ dijo algo
sonrojado, fue cuando entendí el trasfondo de esa frase y también me apené
-Simon, estuve todo el día tratando de entender por qué hice lo que hice anoche, analicé mis
acciones recientes, y como te lo dije esta mañana, se y siento que mis sentimientos hacia ti están
cambiando, pero no sé hasta qué punto, porque tengo una laguna mental terrible “tu, Adam. Adam,
tu” es un tanto difícil, y sé que él se fue y tú sigues aquí conmigo y tal vez sea esa la razón por la cual
mis sentimientos están cambiando, sólo necesito algo de tiempo para organizar mis sentimientos.
Además que tengo un montón de cosas en que, recuerda que estoy siendo acosada por una vampiro-
diabólica
-Lo sé y te comprendo, siempre voy a estar contigo Alex, lo juré antes de que nacieras y te
juraré todas las veces que sea necesario, no importa lo que pase_ le sonreí y lo abracé fuerte.
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Capítulo 6
Los siguientes 3 días que pasamos en Tampa fueron iguales que el primer día, aunque en
oportunidades habían miradas algo incómodas entre Simon y yo, dormir con él resultaba algo extraño
ahora. El sábado nos regresamos a Sioux Falls, ya los demás se habían regresado el viernes de Canadá.
Llegamos al aeropuerto de Chicago a eso de las 3.30 de la tarde, fuimos al estacionamiento a buscar la
camioneta de Simon y partimos hacia Sioux Falls a velocidad media, me sentía cansada pero tranquila,
sirvió de mucho el viajecito, me relajó lo suficiente, me fui con problemas y regresé con otros
problemas, pero supongo que eran más fáciles de manejar.
Llegamos a casa, todo estaba exactamente igual; Simon me ayudó a bajar mi equipaje que
siempre pesaba toneladas, abrí la puerta principal, tenían música pop puesta en el estéreo, en eso salió
Vanessa de la cocina
-¡Alex!_ corrió hacia mí con una súper sonrisa dibujada en el rostro y me abrazó, apenas me
pude mantener en pie con semejante abrazo, era una de las desventajas de que ella fuera vampiro y yo
humana
-¡Vane! Yo también me alegro mucho de verte…_ abrazó a Simon también con la misma
euforia
-¿Como les fue?
-Muy bien la verdad…_ sonreí un poco, en eso aparecieron Andrés y Adriana, Adriana fue la
primera en abrazarme, sentía que tenía meses sin verlos. Simon y yo soltamos los bolsos (míos) y nos
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fuimos a la cocina, los chicos estaban preparando algo_ Mmmm… Huele bien_ dije sonriendo
sentándome
-Estamos haciendo tus favoritas Alex, Hamburguesa de pollo
-¡Genial!_ me saboree un poco los labios de forma exagerada
-Cuéntennos como les fue en Tampa_ dijo Andrés. Simon y yo nos vimos por unos segundos
dispuestos a contar todo, excepto “aquella situación”
-Nos fue excelente, todo es precioso y hace mucho calor, chicas y chicos en tanga por todos
lados_ dije levantando sincronizadamente ambas cejas
-Sí, mientras yo surfeaba ella estaba “tomando sol” ahora me doy cuenta que estaba haciendo
algo más…_ todos reímos
-¿Y a ustedes como les fue por Canadá?_ Adriana, Andrés y Vanessa se vieron de la misma
forma que Simon y yo nos habíamos visto y se rieron disimuladamente_ ¿Qué? ¿De qué nos perdimos?
-Que te cuenten ellos dos…_ dijo Adriana, los miré a ellos cuando vi que Vanessa se acercó a
Andrés y este le pasó el brazo izquierdo por encima de sus hombros, Vanessa tenía una sonrisa
radiante
-¡Noooooo!_ dije impresionada_ ¿Ustedes dos? ¿Juntos?_ ambos afirmaron con la cabeza_ ¡No
lo puedo creer!_ salí corriendo a abrazarlos a ambos. Yo siempre quise desde que Vanessa me contó
que le gustaba mi hermano, que ellos estuvieran juntos, serían la mejor pareja existente en el planeta,
hasta saber lo del vampirismo de Vanessa, sabía que ella era diferente y que era incapaz de hacernos
daño y mucho menos a Andrés, pero se presentaba el mismo problema que con Adriana y Sam, y
Adam y yo: Adriana y yo éramos simples humanas mientras que ellos eran seres inmortales, que se
traduce a no envejecer al contrario de nosotras dos, y ninguna de nosotras dos estaba dispuesta a
convertirse en vampiro, y si Adriana estaba dispuesta a ello, yo se lo iba a impedir porque no es la clase
de existencia justa y digna para ella ni para nadie (era mi juicio)_ Me alegro muchísimo por ambos ya
era hora…_ dije sonriendo queriéndome alegrar a la fuerza, pero la verdad ese noviazgo representaban
más problemas_ ¿Pero como…?_ volví al lado de Simon
-Digamos que ya me convencí de que tan maravillosa y hermosa es Vanessa_ dijo Andrés
arrimándola más hacia él y besándola en el cabello, ella sonreía abiertamente, adoraba verlos así tan
felices a una de mis mejores amigas y a mi hermano juntos, apuesto que si Vanessa fuera humana, sus
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mejillas estuvieran rojas. Comimos las hamburguesas de pollo, Vanessa sólo comió un filete crudo;
ayudé a recoger los platos y empecé a lavarlos cuando Simon se me acercó por la espalda
-Creo que ya me tengo que ir. ¿Estás bien?
-Sí, sí, eso creo… vete tranquilo_ voltee a verlo y su rostro estaba demasiado cerca del mío
ahora, se me hizo un hueco en el estómago tenerlo tan cerca, lo vi a los ojos pero no pude sostenerle la
mirada por mucho tiempo, un plato se me resbaló de las manos e hizo mucho ruido junto a los otros
platos que estaban dentro del lavaplatos_ ¡Ehm! Andrés, ¿te puedo pedir un súper favor?_ elevé un
poco la voz llamando a Andrés para tapar un poco la incomodidad de la situación con Simon
-Si claro, dime
-¿Puedes irle a comprar la comida a Simba? Ya le queda muy poca_ inventé una excusa, el
mismo Simon me miró con suspicacia, yo lo miré y el asintió la cabeza, era como si me leyera la
mente. Mi real propósito, era quedarme sola con Adriana y Vanessa por unos minutos_ ¡Ah! Y por
favor comprar algo de frutas, ¿sí?
-Ni modo yo voy, regreso en un rato entonces_ tomó las llaves de la camioneta, besó a Vanessa
y salió de la cocina junto con Simon
-¿Alex, te pasa algo?_ me preguntó Vanessa. Solté el plato que estaba lavando y cerré la llave
del agua
-La verdad si Vane…_ me sequé las manos_ Ven, vamos a charlar un poco_ nos sentamos en
nuestros sitios habituales de la cocina_ Adriana, únetenos que también tengo que hablar contigo
-¿Es por lo de Andrés, verdad?_ preguntó Vanessa conociendo mi respuesta
-Sí. Vanessa no te niego que me hace muy feliz verte con mi hermano, eres la mejor cuñada
que podría soñar, y sé que Adriana piensa igual
-Pero soy vampiro…_ dijo algo desilusionada, su mirada era triste
-Exacto. Sabes de sobra que no tengo ninguna clase de problema con “ustedes” siempre y
cuando no hagan daño_ sonreí un poco_ y se de sobra que serías incapaz de hacernos daño, pero
Vanessa esto va mucho más allá y lo sabes
Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad
-¿Crees que no lo pensé? Tenía más de un siglo sin saber que era este sentimiento, he estado
sola durante tantos años, y no le había tocado ni un cabello a Andrés ni lo había atraído hacia mí por
miedo Alex
-¿Cómo es eso que no lo habías atraído?
-No sé si lo sabes, pero un vampiro cuando fija una presa, lo atraemos hacia nosotros, una
atracción física, nos ven como dioses, nos llegan a amar con locura, todo lo que tenga que ver con
nosotros los atrae: nuestro olor, nuestra voz, nuestro rostro, en fin…
-¿Me estás tratando de decir que fijaste como presa a mi hermano, Vanessa?_ dije exaltándome
un poco
-Suena terrible ya lo sé, pero es el nombre que se le da. Cuando nos interesa alguien, bien sea
de forma física y sentimental, no podemos evitar sentir sed hacia ellos, hay algo en esa persona que nos
atrae más que nada, básicamente es la esencia. Estuve todo este tiempo controlándome para no influir
sobre tu hermano a ver si era capaz de quererme como una simple humana y no desplegar todo “mi
encanto” sobre él; pero sin querer lo hice_ su expresión era dramática, triste, incluso una lagrima se
estaba asomando_ Alex, Adriana soy incapaz de hacerle daño, se los juro_ yo tenía el ceño fruncido
analizando todo lo que me había dicho Vanessa
-Tranquila, tranquila Vanessa te creemos, ¿verdad Alex?_ me quedé como en una especie de
shock por unos segundos pensando y cayendo en cuenta que eso explicaba tanto amor por Adam tan
desmedido y repentino_ ¿Alex…?
-¡Eh! Si, si te creemos, sé que no le harías daño. ¿Por qué nunca me contaste esto de la
atracción que logran los vampiros?
-No lo sé, supuse que lo sabías
-¿Adriana, como te has sentido en los últimos días?
-Bien… ¿por qué?
-¿Que tan bien? Sabes a lo que me refiero… ¿que sientes por Sam? ¿Aun lo extrañas?_ su cara
se transformó un poco, entonces supe lo que me diría
-Si te refieres a si lo deseo conmigo aún, si me siento sola sin él, si lo necesito. Mi respuesta es
sí, me temo que si
Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad
-Sé que estás pensando Alex, y yo también he pensado lo mismo
-¿Es posible?
-Son muy pocos los casos que “las presas” se llegan a enamorar de sus “predadores” y
viceversa, solamente se trata de algo “natural” nada más. Pero por lo que ves se trata de amor
verdadero el de ustedes dos hacia Sam y Adam, y hasta donde he visto el de ellos hacia ustedes chicas,
no todos tenemos esa determinación ni fuerza para dejar a la presa y mucho menos a alguien a quien
amamos y liberarla del “encanto”, eso hicieron ellos cuando decidieron alejarse de ustedes, por eso lo
hicieron_ me sentía desorientada en ese momento, miré a Adriana y tenía varias lágrimas deslizándose
por su rostro
-Eso explica muchas cosas. El hecho que sean vampiros lo hace más difícil aún. El proceso de
“encanto” es como el de un enamoramiento normal ¿cierto?
-Básicamente sí, pero mucho más rápido e intenso
-Vanessa, no sé si sea correcto o no pedirte esto. Pero por favor libera a Andrés, no es justo y lo
sabes, no soportaría verlo deshecho otra vez por una mujer, sé que se siente perder a alguien que amas,
si no míranos a nosotras. Si en algún momento se te paso por la mente convertir a Andrés, lo siento
amiga, pero ni muerta voy a permitir que lo conviertas porque no es lo que quiero para ninguno de mis
hermanos ni para mí, si pudiera sacarlos de ese mundo embrujado y maldito en donde están ustedes, si
tuviera que dar mi vida por ello lo haría_ le tomé las manos a Vanessa_ ¿qué va a pasar cuando Andrés
fallezca? Por un accidente, una enfermedad o simple vejez. Él no puede estar contigo por toda la
eternidad Vanessa. Y no quiero que él se siente a pensar, si es que ya o lo ha hecho, en todo esto de la
mortalidad de él y tu inmortalidad. Vanessa libéralo antes que no haya remedio por favor
-Tienes razón, tengo que dejarlo ir. No puedo ser tan egoísta
-Yo buscaría otro calificativo, pero no egoísta, eres todo menos eso. Perdóname Vanessa_ me
levanté de la silla y la abracé fuerte, Adriana se unió al abrazo. Toda la paz que adquirí en Tampa
desapareció en ese momento, embargada por ese conflicto, embargada por el recuerdo de Adam.
Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad
Capítulo 7
Me levanté más temprano de lo habitual, un sueño o pesadilla fue la que me despertó, llevaba
2 noches seguidas soñando con Adam. Ese lunes era el primer día de clases del semestre de verano.
Antes de bajar a la cocina decidí pasar por la habitación de Adriana, desde que habíamos tenido la
conversación con Vanessa estaba igual de triste que como se fue a Canadá la semana anterior “toc, toc”
-Pasa…_ dijeron desde el interior de la habitación. Abrí la puerta y ella estaba acostada
-Hola extraña…
-Hola_ me dedicó una sonrisa débil
-¿Cómo amaneces?
-Viva al menos…_ eso solía decirlo yo cuando me sentía mal por algo y por lo visto ella
decidió utilizarlo para no decir “mal”
-¡Bendito sea el señor entonces!_ logré robarle una sonrisa sincera_ Creo que ya es hora de
levantarnos y seguir Adriana, hoy es ese día, ya creo que fue suficiente llorarlos y extrañarlos, ¿no
crees? No van a volver, lo hacen por nosotras y nosotras tenemos que agradecérselos y hacer lo que
ellos quisieran que hiciéramos, seguir adelante sin ellos, tratar de ser felices con lo que tenemos
-Tienes toda la razón
-Siempre la tengo. Además, no nos sienta bien este melodrama…_ ambas sonreímos
abiertamente_ Así que vamos, ¡arriba! Sonríele al día y a la vida, nos vienen días mejores y muy felices,
Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad
te lo aseguro_ le dediqué una sonrisa amplia, yo misma necesitaba creerme a mí misma todo lo que le
estaba diciendo a Adriana.
Adriana, Andrés y yo salimos a nuestra hora acostumbrada de la casa para ir a la universidad,
Vanessa no le había dicho nada aun a Andrés, él andaba feliz por todos lados, adoraba verlo sonriendo
y tan feliz. Llegamos a la universidad y no estaba tan llena como de costumbre, eran pocos los
estudiantes que tomaban el semestre de verano; me bajé del auto y Simon estaba estacionado donde
siempre esperándome con los brazos cruzados, sonrió apenas nos vio
-Hola Simon_ dije brindándole una corta sonrisa, me ponía feliz verlo
-Hola chicos_ Andrés y Adriana lo saludaron y se fueron a sus respectivas clases
-¿Qué tal tu domingo?
-Bien, en casa con Rachel acomodando ciertas cosas descompuestas_ empezamos a caminar
hacia nuestro edificio lentamente_ ¿Hablaste con Vanessa?
-Sí, le pedí que dejara a Andrés por el bien de todos, fue una conversación bastante difícil, pero
ella es una chica lista y nos quiere, no he hablado con ella desde entonces.
No hablamos casi en el resto de la mañana, las clases fueron algo pesadas, Vanessa llegó solo a
la última clase. Sonó el timbre de salida a las 12.00 del mediodía, tomé mis cosas al igual que los
demás, Vanessa tenía algo de prisa
-¡Vanessa!_ la detuve cuando se levantó del pupitre_ ¿Por qué tanta prisa? Apenas me
saludaste…
-¡Oh! Disculpa Alex. Es que bueno, tengo que alcanzar a tu hermano, tu sabes, hoy es el día_
dijo bastante triste. En eso se nos unió Simon. Tomé la mano izquierda de Vanessa
-Haces lo correcto, créeme
-Lo sé_ bajó la mirada y salió a toda velocidad del salón de clases
-Debe ser muy difícil para ella_ me dijo Simon a mis espaldas
-Lo es… pero hay que ser realistas y conscientes
Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad
-Bueno olvidémonos de las cosas malas. ¿Qué tienes planeado hacer ahora?
-¿De cuánto tiempo me estás hablando? ¿Dentro de los próximos minutos o días?
-Minutos
-Nada, ¿a dónde pretendes invitarme?_ dije sonriendo un poco
-A que me ayudes en algo
-¿Ayudarte? ¿Ayudarte a qué?
-Ya lo veras, acompáñame a buscar las cosas en la camioneta_ fui con él hasta el
estacionamiento totalmente intrigada por saber que tramaba, pero sabía que fuera lo que fuera me iba a
divertir, Simon tenía ese poder. Llegamos a su camioneta y sacó un bolso y un balón de futbol_
¡Vamos!_ me tomó de la mano y fuimos hacia el campo de futbol
-¿Simon, futbol? Creo que no estoy vestida como para jugar futbol, ¿no crees?
-Ya pensé en eso. Traje algo que sé que te va a gustar_ abrió el bolso y sacó un uniforme y
unos tacos_ póntelo_ sonrió abiertamente. Estúpida sonrisa que adoraba, era tan cautivadora, era
imposible decirle que no
-Ok, ok, ok tu ganas_ tomé el uniforme y fui a los vestidores a cambiarme. Me lo puse, me
quedaba algo grande, me sentí extraña vestida de esa forma. Me agarré una cola de caballo y me miré
de nuevo en el espejo <<Aquí voy….>> salí de los vestidores y Simon me estaba esperando en la
puerta, tenía puesto el mismo uniforme del equipo de la universidad
-¡Wow!_ me miró de arriba abajo impresionado_ nunca pensé que te quedaría tan bien el
uniforme, tengo buen ojo por lo visto_ logró sonrojarme_ Vamos…_ caminamos hasta el campo de
futbol de la universidad, afortunadamente estaba solo, me sentía como una tonta vestida así, pero
como siempre decía, todo era cuestión de actitud, así que tuve que meterme en el papel de una
deportista para no sentirme tan avergonzada. Dejamos nuestras cosas en las gradas y fuimos al centro
del campo
-¿Un partido de dos jugadores?
-Sí, solo tú y yo, a ver qué tan buena eres_ dijo con una sonrisa maquiavélica dibujada en el
rostro lo cual me hizo mucha gracia
-Ok, ok presume tus talentos deportivos que después de todo los adquiriste de mi
Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad
-¡Hey!_ reímos a carcajadas por unos momentos. Simon puso el balón en el centro del campo_
¿Quién hace el saque inicial?
-Yo…_ patee suavemente el balón con el pie izquierdo con astucia
-¡Hey! Eso es trampa_ dijo mientras corría detrás de mi
-Sin reglas, al menos no me las diste…_ corrí mientras dominaba el balón hacia el lado
izquierdo del campo donde era mi portería y anoté el primer gol_ ¡¡¡Goooool!!!_ sonreí abiertamente
mientras jadeaba
-Que tramposa eres…
-¡Por Dios Simon! creo que tienes mucho más que dar, esfuérzate un poco más, ¿te vas a dejar
ganar por una mujer?_ tomó el balón y fuimos de nuevo al centro del campo, pero esta vez sacó él con
la misma astucia con que yo había sacado, corrí detrás de él para quitarle el balón y lo logré pero él me
lo arrebató cuando iba a mitad de campo hasta que logró anotar su primer gol. Pasamos alrededor de
una hora jugando hasta que íbamos 15-10 a mi favor_ ¡Simon ya! Estás pasando vergüenza, te llevo 5
goles de ventaja_ dije mientras me detuve jadeando en pleno campo, sudaba mucho hacia demasiado
calor. Simon vino corriendo hacia mí y me cargó poniendo mi vientre en su hombro derecho quedando
con la cabeza colgando, forcejee para que me bajara_ ¡Bájame…!
-Niña tramposa…_ moví con mucha fuerza las piernas, pero la risa no me dejaba imprimirle
mucha fuerza hasta que resbaló y caí de espalda en el suelo y el cayó sobre mi mientras nos reíamos_
Eres buena, ¿eh?
-Me dejaste ganar, no creas que no me di cuenta…
-Con semejantes trampas ¿como no ibas a ganar?_ nos reímos por unos segundos hasta que nos
quedamos como en una especie de “mute” mirándonos a los ojos, él estaba encima de mí en el suelo,
me sentía extraña, como si estuviera flotando, el corazón empezó a acelerarse de nuevo, pero esta vez
no era por actividad física, sino por tener tan cerca a Simon_ Ehm, creo que ya debemos irnos, ya me
ayudaste a entrenar lo suficiente_ se levantó y me dio su mano para ayudarme a levantar, caminamos
hacia las gradas algo silenciosos_ Vamos a mi casa, Rachel hizo macarrones con queso para hoy
-Me encantaría…_ fuimos hacia el estacionamiento cuando nos interceptaron un par de chicas
que estudiaban con nosotros, Shannon y Taylor
Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad
-¡Hola Simon!_ dijo Shannon, era muy coqueta, vestida con ropa de marca, muy estilizada o
mejor dicho plástica, pero nunca la había detallado lo suficiente o la había tomado en cuenta, era un
ser común y silvestre y con poca importancia dentro de mi vida a decir verdad
-Hola Shannon…_ dijo Simon con educación y una media sonrisa
-Necesito otro favor tuyo. ¿Será que esta tarde puedes pasar por mi casa revisando mi
computadora? está algo lenta y tengo problemas con la conexión a internet_ levanté ambas cejas en
señal de sorpresa y miré de medio lado a Simon
-Eh, bueno, ¿no puede ser otro día Shannon? Es que esta tarde no puedo, tengo cosas que
hacer con Alex…_ me señaló, con su dedo pulgar izquierdo, yo estaba a su lado pero al parecer ella no
me había notado, sonreí hipócritamente cuando ella me vio
-¡Oh! Hola Alex, disculpa que no te saludé, en realidad no te noté. ¿Y no puedes cancelar
Simon? Es que necesito la computadora
-Simon de verdad si quieres comemos otro día en tu casa…
-¿Ves? Ella no tiene ningún problema
-No, de verdad discúlpame Shannon, si quieres mañana paso, pero no tiendo a cancelar
compromisos previamente adquiridos_ miré a Simon y creo que alcancé a sonreír, miré a Shannon y
tenía cierta expresión de cólera, me recordó mucho a Phoebe
-¡Oh…! Será. Te espero mañana en mi casa a eso de las 4.00. Por cierto Alex, ¿qué hay de
Adam?_ “¡Bang!” disparo directo al corazón, como se diría en boxeo “golpe bajo” pero sabía que las
intenciones de ella iban mucho más allá que solo saber de Adam, era para saber si seguía siendo su
novia para dejarle el camino libre con Simon
-Supongo que está bien, se mudó fuera de Estados Unidos, no hemos hablado desde
entonces…_ volví a sonreírle hipócritamente
-Bien Shannon, nos vemos mañana en tu casa_ Simon me tomó del brazo, las esquivamos a
ambas chicas y caminamos hacia nuestros autos_ Nos vemos en mi casa entonces, voy detrás de ti_ me
quedé observándolo unos segundos con los ojos un poco cerrados, el ceño fruncido y con ganas de que
se me escapara una sonrisa_ ¿Qué?
-¿Desde cuando eres técnico de computadoras?
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-Un don, soy bueno reparando cosas. ¿Celos…?_ dejó libre una sonrisa. Negué con la cabeza
dejando salir una sonrisa y subiendo ambas cejas. Conduje hacia su casa que quedaba hacia el oeste de
la ciudad no muy lejos de la universidad. Llegamos a casa de Simon, su “tía” Rachel simpática como
siempre almorzó con nosotros, conversamos cosas totalmente triviales y normales hasta que tocó el
tema de cómo nos fue en el viaje a Tampa, siempre contábamos lo mismo y encontrábamos una
tangente para salirnos del tema del viaje. Terminamos de almorzar y ayudé a Rachel a recoger los
platos pero no me dejó lavarlos
-Ya me tengo que ir, tengo que darme un buen baño_ dije haciendo una mueca de asco hacia
mí misma, tenía puesto aun el uniforme de futbol, Simon sonrió
-Yo te acompaño hasta la puerta_ me dijo Simon
-Gracias Rachel, estuvieron deliciosos los macarrones
-No hay de que mi niña, gracias a ti por la visita. Y por favor para la próxima llámame tía
Rachel como hace el grandulón este, ya eres parte de la familia, o al menos lo considero así y sé que no
soy la única, además que me caería bien tener otra sobrina_ sonreí ante semejante proposición
-Está bien “tía Rachel”_ me abrazó dándome un beso en la mejilla. Simon y yo caminamos
hacia la puerta principal_ Tu tía es lo máximo…
-Te tiene bastante aprecio Alex, es de esperarse_ hicimos una breve pausa mientras Simon me
abría la puerta
-Oye Simon, gracias. Otra vez gracias, no sé cuántas veces te diré gracias, tendré que imprimir
un cartel que diga “Gracias Simon”_ ambos reímos
-¿Por qué las gracias? ¿Por la comida? No tienes nada que agradecer, eres tú la que siempre me
alimentas, ¿o no?
-Si es cierto, opto mejor por vestirte que alimentarte, sale menos costoso_ ambos volvimos a
reír_ y no es solo por la comida, es por lo de hoy. Gracias por hacerme sonreír de nuevo, por pensar en
mi bienestar. Esto del partido te quedó genial, de verdad. Y gracias por preferir quedarte conmigo antes
de irte a “reparar computadoras…”_ sonreímos, sabía que no debí tocar ese tema porque era dejar ver
lo celosa que estaba, pero no lo pude evitar
-Siempre voy a preferir estar contigo Alex, lo sabes…_ al decirme tal cosa sentí como las
piernas se me desvanecían, algo me invitaba a besarlo, pero sabía que no debía. Me lancé sobre el
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parándome en puntillas y lo abracé fuerte por unos segundos y le di un beso en la mejilla derecha
deteniéndome un momento, plenamente tentada por besarlo en los labios
-Nos vemos mañana en la universidad…_ me fui de regreso a casa conduciendo despacio.
Empecé a recordar lo que me había contado Vanessa el fin de semana de los sentimientos vampíricos y
por alguna razón tuve muchísimas ganas de volver a Adam, pero esa no era una novedad, pasé largas
semanas anhelando verlo así fuera por unos segundos una última vez, pero las posibilidades de que eso
ocurriera eran muy remotas, no tenía ni la más mínima idea de donde podría estar Adam y Sam, pero
me sentía confundida, todo era tan nublado cuando recordaba a Adam; yo no sabía en qué etapa
estaba, pero sabía que ya estaba mejor desde la partida de Adam y eso se lo debía a Simon, no sabía
con exactitud que me pasaba con Simon, era tan diferente a lo que sentía por Adam. Por Adam sentía
atracción, deseo, pasión, amor desmedido, deseaba estar con él a todo momento y por Simon sentía
cariño, ternura, sentía la necesidad de estar con él siempre, cada vez que lo miraba a los ojos me sentía
segura a su lado y posiblemente estaría a punto de sentir amor, ¿pero como iba a saberlo?
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Capítulo 8
Llegué a casa, estacioné el auto, tomé mis cosas y caminé hacia la puerta principal, miré mi
pecho mientras caminaba y sonreí abiertamente <<Simon…>> me hacía mucha gracia estar vestida
así, siempre fui buena jugando futbol, pero nunca había portado un uniforme completo. Abrí la puerta
y Vanessa venía hacia mí, Andrés estaba parado en la entrada de la sala, Vanessa venía con los ojos
llenos de lágrimas, pero no me dijo ni una palabra, sólo salió de mi casa a toda velocidad
-¡Vanessa…!_ la llamó de nuevo Andrés tratando de ir tras ella, pero lo detuve
-Andrés, déjala… Se va a poner bien_ no sé cómo describir la expresión de Andrés, era
confusión, con tristeza e impotencia, no lo sabía a ciencia cierta
-¿Tú tienes algo que ver con esto?
-“Culpable”_ dije señalándome y con gesto de tristeza y cerrando la puerta
-¿Qué le dijiste? ¿Qué sucedió?
-Andrés yo no sé si te has dado cuenta, pero estamos malditos, los tres nos enamoramos de
vampiros, y sabes lo complicado que es porque supongo que nos has visto sufriendo a Adriana y a mí.
Es antinatural Andrés, simplemente imposible, vivimos de formas diferentes
-Ella es diferente y lo sabes…
-Lo sé, ella es mi mejor amiga y nunca pretendo dejarla sola, pero analiza la situación dejando
a un lado lo que podrías estar sintiendo por ella. ¿Qué pasará cuando tú mueras? ¿Qué pasará cuando
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envejezcas? ¿O es que eres tan egoísta que querrías convertirte en vampiro?_ dejó la mirada perdida
hacia algún sitio, era evidente que lo había hecho pensar
-Odio que tengas la razón
-Yo lo odio aún más
-¿Cómo lo haces?
-¿Qué cosa?
-Ver las cosas de un punto de vista frío y diferente
-Los sentimientos no te dejan pensar con claridad, y cuando estamos saturados de cualquier
sentimiento podemos hacer o decir cualquier cosa, hay pensar con la cabeza y no con el corazón
-Supongo entonces que Vanessa será otro amor perdido…_ dijo con algo de pesimismo en su
tono de voz viendo hacia la casa de Vanessa
-No lo veas así, ya vendrá la indicada en todos los sentidos, tienes mucha vida por delante. ¿Te
sientes mejor?
-La verdad no, creo que me siento peor, pero me diste mucho en que pensar y sé que tienes
razón_ le sonreí desanimadamente y subí a mi habitación. Entré y había un cuervo posado en la
ventana, recordé a Phoebe y eso no me agradó, lo espanté hasta que salió volando, cerré la ventana con
seguro, me voltee para ir hacia el baño y Vanessa estaba parada a unos pocos metros la verdad me
asustó un poco; nos miramos a los ojos, le abrí mis brazos y vino corriendo hacia mí como una niña a
llorar en ellos
-¿Por qué tiene que doler tanto?_ me preguntó ella apenas pudiendo pronunciar palabra
alguna. La despegué de mí y la llevé al borde de mi cama y nos sentamos
-Nunca tendré respuesta a ello. Pero es lo que nos recuerda que de alguna forma vivimos y
sentimos
-No sabes cuánto deseo dejar de existir, ¿por qué no me asesinó?_ era evidente que se refería a
Gerald quien era su prometido y la había convertido en lo que era: un vampiro_ este es el peor castigo
que puedes recibir, preferiría quemarme en el infierno antes que esto
-Aunque no lo creas, te entiendo al 100% y no sé qué decirte, me imagino que tan fuerte es;
vivir eternamente, en ocasiones sintiendo deseos de beber la sangre de los que te rodean, no poder
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quedarte en algún lugar donde te sientas a gusto por muchos años, sin poder amar libremente a un
humano como una vez tú también lo fuiste, estar condenado involuntariamente al infierno…
-Sam y Adam deben estar muriendo lentamente, y sé que fue difícil para ellos dejarlas, hay que
tener mucha voluntad para hacerlo y por lo que veo se fueron muy lejos porque no los percibo. Ojalá
yo pudiera hacer lo mismo
-A veces la solución no está en huir y dejar todo atrás, es cuestión de enfrentar las cosas y ser
valiente, lo que sucede es que siempre buscamos la vía más rápida y fácil
-Pero en este caso ellos hicieron lo correcto. Están en una etapa de cambiar, el cambio de dieta
es duro y cuesta acostumbrarse un poco ya que te debilitas y te vuelves más humano físicamente
hablando_ me quedé pensando en eso que Vanessa me acababa de decir
-¿Quiere decir que beber sangre no humana te debilita? ¿No es lo mismo?
-No, sabes que son componentes diferentes, y la sangre no fresca es la que nos debilita, a un
vampiro lo fortalece la sangre fresca, aún caliente ya que cuando es almacenada pierde ciertos
componentes que para nosotros son fundamentales para nuestra nutrición_ de pronto me sentí en una
clase de biología_ la sangre animal llena pero no satisface, te ayuda solo un poco
-¿Y por qué siempre muerden en el cuello?
-Por el cuello pasa una arteria muy importante que lleva la sangre al cerebro, por la cual
transita mucha pero mucha sangre; es la carótida_ subí ambas cejas en muestra de sorpresa, ¿cómo
terminamos hablando de esto?
-¿Te sientes mejor?
-Si algo, estoy más tranquila, gracias por confiar en mi Alex_ le sonreí
-Sabes que no tienes que agradecer eso, gracias a ti por cuidar de nosotros. Ya verás que algún
día te topas con un vampiro igual que tú, guapo, genial, generoso, inteligente que se va a robar todos
tus pensamientos…_ le dije guiñándole el ojo y ella me sonrió débilmente
-Alex, por cierto, ¿cómo estás manejando lo de Adam?
-Ya estoy mejor, supongo que no voy a estar triste toda la vida
-La verdad no te queda el sufrimiento…
Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad
-Si lo sé, me siento ridícula…_ ambas reímos
-Entonces supongo que eso se lo debemos a Simon, ¿no?_ la sonrisa se me borró de inmediato,
Vanessa me tomó por sorpresa
-¿Simon…? Ehhh… si, le doy mucho mérito a Simon, me relajé y me ayudó mucho el viaje a
Tampa
-Alex, te gusta Simon_ me dijo sonriendo abiertamente, yo me acaloré, lo más probable es que
me hubiera sonrojado
-¿De dónde sacas semejante cosa Vanessa? Tú y tus cosas…
-No me quieras ver la cara de estúpida, si quieres engáñate tú, pero a mí no_ en ese momento
me sentí desnuda frente a millones de personas observándome
-¿Es tan obvio…?_ dije rindiéndome disimuladamente
-¡Lo sabía!_ dijo sonriendo abiertamente de nuevo_ No es tan notable, pero yo lo noté. ¿Qué
pasó en Tampa entre ustedes?
-¡NADA! Digo, nada fuera de lo normal_ traté de ser MUY convincente
-¿Alex…?_por lo visto fallé en el intento_ Los he visto como se miran, tratan de ocultar algo, y
mírate estás sonriendo otra vez, te empieza a brillar la mirada, estás más tiempo del normal con Simon,
y cuando están juntos brillas. Así como te conocí, y aunque duela recordarlo, así eras cuando estabas
con Adam_ sonreí débilmente al recordar aquellos días junto a Adam_ ¿Qué pasó en Tampa, Alex?
-¡Me siento como una idiota! Pero igual lo vas a saber; Simon y yo nos “acostamos”
- Esto es peor de lo que yo pensaba…_ sonrió de nuevo
-Pasó una sola noche y quedamos en que no se repetiría, le dije que me sentía extraña con él; él
me dijo que me iba a esperar el tiempo que hiciera falta hasta que aclare mis sentimientos_ suspiré, no
me sentía muy cómoda recordando y mucho menos contando lo que sucedió esa noche en Tampa
-Alex, Simon es el hombre que necesitas en tu vida
-Yo sé quién es Simon y todo lo que ha dado por mí, pero es injusto que estuviera con él
mientras todavía pienso en Adam
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-Nunca he estado en tu situación, pero he escuchado de muchos casos así, amar a dos personas
debe ser terrible
-Siento que voy a explotar en algún momento, es confuso, no se puede elegir
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Capítulo 9
Camino a la universidad, 5 de octubre, para mí un día común y corriente, iba escuchando
música con Adriana en el auto, escuchábamos Carrie Underwood; me estacioné en el típico puesto de
siempre y Simon me estaba esperando como siempre, cuando cerré la puerta y vi a Simon noté que
algo extraño pasaba, su expresión era seria
-Hola Simon…
-Hola chicas. Malas noticias
-¿Qué sucede?_ preguntó algo impaciente Adriana
-Encontraron a Shannon sin vida en el bosque anoche…_ sentí como si me caía por un
precipicio, los tres sabíamos cómo pudo haber sido esa muerte, eso indicaba que los vampiros habían
vuelto a atacar y lo más probable es que Phoebe ya anduviera por allí de nuevo y esa idea me heló la
sangre, caí en pánico
-¿Alex, estás bien? ¿Alex?_ regresé en sí de inmediato
-¿Ah? Si, si estoy bien
-Entonces pensaste lo mismo que yo, Alex hay que protegerte, Phoebe debe andar por ahí
merodeando y ya envió su primera señal_ no dije absolutamente nada, me quedé en silencio
observando a Simon inexpresiva_ Suspendieron las clases el día de hoy por luto, en el medio día será el
funeral en el patio del lado oeste que es cuando traen el cuerpo
-Pero no entiendo por qué no la desaparecieron como las otras víctimas
Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad
-Quien lo hizo, lo hizo a propósito mandando una señal clara, no les importa el tratado, la
dejaron entera porque quieren que se transforme. Hay que asegurarse de que se incinere, yo puedo
hacer el ritual previo
-¿Qué ritual?
-Purificación de alma, sólo necesito ajo, agua bendita, velas blancas y un crucifijo de plata
-¿Y cuando se supone que vas a hacer eso sin que nadie lo note? ¿En cuanto tiempo se puede
transformar?_ preguntó Adriana
-No sabemos cuándo fue mordida, pero la transformación consta de 48 horas más o menos. Lo
puedo hacer en la noche cuando dejen el cuerpo solo, voy a necesitar ayuda extra, hay que rezar
mucho_ Adriana y yo nos miramos atónitas
-Entonces yo voy
-Yo también_ dijo Adriana sin dudarlo
-Alex, prefiero que te quedes en la casa, es más seguro allí, recuerda que los vampiros atacan
de noche
-No me voy a esconder Simon, te voy a ayudar con el ritual
…
Todo estaba callado en la universidad ese día, todos los que estudiábamos con Shannon
decidimos vestirnos de negro y llevar una rosa blanca. El funeral fue como cualquier otro, profesores y
amigos de Shannon (incluyendo a Simon) dijeron palabras de afecto hacia ella y lo maravillosa que
pudo haber sido, caras largas, otros llorando; su hermana mayor, su madre y otros familiares cercanos
estaban sentados en la primera fila, era muy triste verlos así. El funeral terminó a eso de las 5.00 de la
tarde, la gente se empezó a dispersar y yo me acerqué a la madre de Shannon, una señora de buena
figura a pesar de su edad, rubia, escasamente maquillada y a pesar del luto, muy bien vestida
-Buenas tardes, me llamo Alexandra Torres, soy compañera de clases de Shannon, sólo quería
expresarle cuanto lo siento_ le extendí la mano derecha y ella me la tomó con una sonrisa muy débil
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-Gracias, mucho gusto Amanda Brown. Gracias por el homenaje que le hicieron a mi pequeña
-¡Oh! No era para menos, y no me agradezca a mí, hágalo a la universidad, yo apenas conocía
a su hija, pero al fin y al cabo es un alma más que deja de existir entre nosotros y es una compañera de
estudio_ sonó muy falso lo sé, pero debía decir algo reconstruido y trillado
-Eres sincera, esa es una virtud_ al menos ahora sabía que era buena siendo hipócrita en
ocasiones
-Disculpe la pregunta señora Brown, ¿pero que van a hacer con el cuerpo de Shannon?_ la
señora Brown me miró con algo de sorpresa ante semejante pregunta
-La vamos a incinerar mañana en la mañana en el cementerio del este, eres bienvenida y todos
los demás si quieren asistir a la misa previa
-Muchas gracias, estaré allí entonces, que esté bien señora Brown, un placer conocerla, lástima
que haya sido en estas circunstancias_ retrocedí lentamente hasta que llegué hasta llegar a Simon,
Adriana, Vanessa y Andrés
- ¿Que hacías hablando con la mamá de Shannon?_ me preguntó Simon algo confuso
-Averiguando que iban a hacer con el cuerpo
-¿Y bien…?
-Lo van a incinerar mañana en el cementerio del este por la mañana
-¡Perfecto! Quiere decir que el cuerpo lo van a dejar en la funeraria del cementerio esta noche.
Paso por ustedes a las 10.00 p.m.
-Yo voy con ustedes_ dijo Andrés
-Yo prefiero que te quedes con Vanessa vigilando la casa y el bosque a ver si logras ver algo
-Bien, si ayudo de esa forma, entonces me quedo
Simon llegó puntual como siempre a recogernos a Adriana y a mí, condujo hasta el cementerio
del este durante unos 30 minutos aproximadamente, ya en el noticiero local se difundía la noticia de la
muerte de Shannon
Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad
-¿Y como se supone que vamos a hacer para entrar a la funeraria a esta hora sin levantar
sospechas?
-Tenemos que buscar una entrada, confío en que no habrá nadie en la funeraria a esta hora
Llegamos al cementerio y nos estacionamos en la siguiente cuadra, ya que el celador
probablemente no nos dejaría entrar, esas no eran horas de visitar difuntos. Fuimos hacia el lado
izquierdo del cementerio y trepamos la pared no muy alta, me sentía como una delincuente, y era
críptico estar a esas horas a escondidas en un cementerio, trotamos hasta la funeraria, tratamos de abrir
la puerta de cristal, pero estaba cerrada, dimos la vuelta y vimos una de las ventanas que para nuestra
sorpresa estaba abierta, Simon fue el primero en entrar ayudándonos a Adriana y a mí. Ubicamos
rápidamente el ataúd donde reposaba el cuerpo de Shannon, Simon lo abrió, estaba pálida como un
papel, y era de esperarse, era un cadáver, tenía ojeras bien marcadas, Simon le giró la cabeza y para
nuestra sorpresa no tenía marca en el cuello ni una gota de sangre
-No está mordida…_ dijo Adriana sin entender
-No entiendo…_ dijo Simon sin poder entender tampoco. Me quedé pensando un momento en
silencio, cuando recordé lo que me había contado Vanessa sobre la sangre, que ellos muerden en el
cuello porque pasa la vena carótida
-Su entrepierna…_ dije de repente
-¿Qué?_ preguntó Adriana entendiendo menos aún, tanto ella como Simon me miraban
fijamente
-Hay que revisar su entrepierna. Adriana ayúdame
-¿Alex, pero qué demonios…?_ dijo totalmente espantada y me atrevería a decir que asqueada
-Confía en mí, ayúdame…_ quitamos una especie de sábana blanca que la cubría hasta la
cintura y levantamos la falda del vestido que traía puesto, abrí sus piernas y vi en su muslo izquierdo a
pocos centímetros de su vagina la gran marca y desgarre del musculo_ ¡BINGO!
-¿Cómo sabias eso?
-Biología, los vampiros muerden en el cuello convencionalmente porque fluye la mayor
cantidad de sangre de nuestro cuerpo por la vena carótida, y el entrepierna es el otro lugar por donde
pasa esta vena
Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad
-¡Wow! Buena deducción… supongo entonces que la violaron antes de morderla o en el
proceso, no es normal que un vampiro muerda en esa zona_ bajé de nuevo el vestido y tratamos de
arreglarla exactamente como estaba, Simon miró sus manos y sus uñas estaban negras como si se las
hubiera golpeado_ Se está transformando, es hora de trabajar_ Entre Adriana y yo pusimos las velas
blancas alrededor del féretro y las fuimos encendiendo una a una, mientras Simon ponía el ajo dentro
de la urna, cuando me levanté a ver Simon había puesto el crucifijo entre las manos de Shannon contra
su pecho. Adriana y yo nos paramos justo al lado del cuerpo de Shannon y Simon en la cabeza con un
frasco con agua bendita
-¿Para que son las velas?_ preguntó Adriana
-Necesita luz, ya que cuando está en metamorfosis se van hundiendo en la oscuridad hasta que
su alma llega al infierno y hay que impedirlo, por ello las velas blancas. Bien empecemos con el ritual.
“Dios, en esta oportunidad se aparta de nosotros el cuerpo y el alma de Shannon Brown, hoy te
imploramos por ella para que alcance la luz y llegue hasta ti, perdona sus pecados y admítela en tu
reino…”_ Simon parecía todo un sacerdote, eso me dio escalofríos. Empezó a decir cosas en latín por
un largo rato mientras rociaba agua bendita sobre ella, cuando caían las gotas sobre su piel, parecían
evaporarse, como si la quemara. Adriana y yo observábamos calladas en pose de rezo; rezamos 5
padres nuestros. Terminamos el ritual y Simon nos dijo que dejáramos las velas encendidas. Salimos
del cementerio de la misma manera en que entramos sin ser descubiertos, Simon condujo a media
velocidad hasta la casa, todos estábamos callados
-¿Qué va a pasar cuando consigan todo el ajo y las velas en la mañana?
-Quizás cause escándalo, pensaran que es brujería o quién sabe qué cosa, pero para ese
entonces ya no importa que retiren todo, de todas formas el ajo está muy escondido, solo lo verán
cuando la vayan a incinerar que la despojen de la ropa.
Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad
Capítulo 10
Ya había pasado una semana desde la muerte de Shannon, las cosas en la universidad estaban
volviendo a la normalidad, Simon se quedaba hasta altas horas de la noche en mi casa vigilando con
Vanessa y Andrés que todo estuviera en orden, era increíble como el pánico y la paranoia nos secuestró
de un momento a otro, pero al parecer Vanessa y Simon temían más que yo, posiblemente porque
sabían cómo pensaba y era Phoebe en realidad, yo me tomaba más a la ligera la amenaza que una vez
me hizo de cobrarse todas las que le hice: quitarle a Adam, convertir a Chris en ángel; creo que tenía
suficientes razones para quererme fuera del mapa, y para ser sincera, yo nunca le temí a la muerte,
menos ahora cuando la muerte era el paraíso en comparación a ser un vampiro <<¿Y si Phoebe decide
maldecirme por toda la eternidad convirtiéndome en vampiro como Gerald lo hizo con Vanessa y la misma Phoebe
le hizo a Adam?>> semejante idea me aterrorizó. Simon me ordenó prácticamente que no me quitara la
cadena con el crucifijo y el pentagrama, era la única forma de mantenerlos fuera de mi alcance, pero
suponía que Phoebe ya había pensado en ello, tantos meses de ausencia no era tan bueno como
parecía, algún plan debió armarse.
Al salir de mi trabajo en la primaria, Simon me esperaba afuera para escoltarme hasta casa, era
totalmente ridículo, me sentía como una súper estrella con guardaespaldas, o en su peor caso, como
una niña que van a buscar al colegio. Esa tarde salí junto con los niños, estaba súper cansada, caminé
hasta la entrada de la escuela y Simon estaba recostado de su camioneta como siempre solía hacer
-Hola extraño…_ le dije sonriendo y él me respondió la sonrisa, a pesar de sentirme sobre
protegida en varias ocasiones por Simon, en el fondo adoraba y me encantaba tenerlo todo el tiempo
conmigo cerca
-Hola extraña…_ sacó su mano derecha de atrás con una rosa naranja extendiéndomela
Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad
-¿Para mí?_ dije gratamente sorprendida, el corazón se me aceleró rápidamente
-Claro que es para ti ¿Para quién más? “Una rosa para otra rosa…”_ dijo de forma graciosa
sobre pronunciando la última frase. Tomé la rosa riéndome y negando con la cabeza
-Estás loco…Gracias
-Vamos a dar una vuelta…
-¿A dónde?
-Vamos a las cataratas…_ las cataratas de Sioux Falls eran de en sueño, sólo había ido un par
de veces desde que me mudé. Conduje hasta las cataratas que quedaban a 40 minutos
aproximadamente. Al llegar, del lado derecho había 3 turistas tomándose fotografías, Simon y yo nos
detuvimos en la baranda, adoraba respirar aire fresco, todo ese escenario me recordaba a la laguna del
bosque, tenía mucho tiempo sin ir, pero era por prevención
-¿Qué hacemos aquí?
-Se me ocurrió cuando iba camino a recogerte traerte hasta acá_ me quedé embelesada
mirándolo a los ojos y sonriendo_ sé que no ha sido fácil todo esto para ti, andar prevenida sin poder
andar libremente por donde quieras cuando quieras, sé que el aire fresco y la naturaleza te desestresan
-Siempre sabes que hacer conmigo Simon. ¿No te cansas de cuidarme la espalda todo el
tiempo?
-Llevo 22 años cuidándotela y todavía no me canso, y te la cuidaré hasta que mueras, así
muera antes que tú, siempre me tendrás contigo eso lo sabes_ ese tipo de discursos me desenfocaban
por completo, me removían los sentimientos y me ponían susceptible. Automáticamente los ojos se me
llenaron de lágrimas_ ¡Oh no! No llores por favor_ al oír esas palabras mis lágrimas salieron a toda
presión porque recordé a Adam. Simon me abrazó fuerte, enterré mi cabeza en su pecho llorando
suavemente sin hacer mucho ruido mientras el acariciaba mi cabello, voltee la cara hacia el lado
izquierdo dejando mi cabeza recostada de su pecho. Nos quedamos allí suspendidos mirando la
cascada en total silencio.
Regresamos a mi casa a eso de las 5.30 de la tarde, cuando llegamos a mi casa ya estaba
oscuro, hacía frío, el otoño estaba en pleno. Estacioné el auto en el garaje y Simon me esperaba parado
en la acera, cuando se acercó a mi sonó su celular, era su tía Rachel que al parecer lo necesitaba
-Simon ve con Rachel, te necesita, yo voy a estar bien
Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad
-Pero es que…
-Pero es que nada, Rachel te necesita, atiéndela, si hay alguna novedad yo te aviso de
inmediato
-Está bien. Yo te llamo más tarde_ arrancó, lo miré hasta que se me perdió de vista en la calle,
cuando me disponía a subir las escaleras del porche apareció Peter
-¿Pete? ¿Qué haces aquí? ¿Pasa algo?
-Hola Alex, me temo que si…_ tenía la expresión de preocupación, su presencia en lugar de
causarme paz me tenía ansiosa y preocupada, algo malo debía estar ocurriendo para que un ángel
volviera a aparecérseme
-¿Qué sucede? ¿Chris está bien?
-Sí, él está perfecto. Se trata de Adam y Sam_ al escuchar el nombre de ambos, sentí que una
corriente muy poderosa recorrió mi cuerpo
-¿Adam? ¿Están bien!?
-Tranquilízate… Fueron encontrados por los demonios y al parecer no pretenden hacer nada
bueno, Miguel ya fue a encontrarse con ellos_ sentí una desesperación espantosa
-¿Dónde están? Tengo que ayudarlos
-No sé si hice bien con venir a contártelo…
-No me vengas con arrepentimientos Peter. ¿Donde están Adam y Sam?
-En Australia, en un pueblo llamado Campbell Town
-Gracias por la información Peter, te debo una…_ salí corriendo hacia la puerta principal de
mi casa
-¡Alex espera! ¿No pensaras ir…?
-Por supuesto que voy, ambos me necesitan
-Ten mucho cuidado, recuerda que eres humana_ entré a casa desaforada, entré a mi
habitación, abrí mi closet y saqué un bolso grande de viaje; me senté en la cama con mi laptop a revisar
Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad
la página web de alguna aerolínea australiana, cuando era el vuelo más cerca y había uno para las 6.00
de la mañana del día siguiente e hice la reservación.
A la 1.30 de la madrugada salí silenciosamente de mi casa, me monté en el taxi que había
pedido que me llevó hasta el aeropuerto de Chicago. Tomé el primer vuelo a Atlanta y luego el vuelo
de las 6.00 de la mañana que me llevaba hasta Sydney.
Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad
Capítulo 11
Fueron 14 horas de viaje, la desesperación hacía que el viaje fuera más largo para mí. Adriana
y Simon, si se enteraban dónde estaba y que era lo que trataba de hacer, ninguno de los dos repararía
en venirse detrás de mí; Adriana para ayudarme a salvar a Sam y Simon para evitar que ponga mi vida
en peligro; aunque detenerse a pensar en la situación era darse cuenta que lo que hacía era totalmente
irracional, porque no poseía ningún poder como para poder salvarlos, pero a pesar de ello, era una
necesidad socorrerlos.
Apenas toqué piso australiano, me sentí extraña, sentí una necesidad de salir corriendo del
aeropuerto, tomé un taxi para que me llevara directo a Campbell Town, por lo que me decía el taxista
quedaba a una hora aproximadamente de Sydney, todo era muy pintoresco, pero no me detuve a
observar el paisaje, me preocupaba más hallar a Adam y Sam
-¿Donde la dejo señorita?
-Déjeme en el centro, en un centro comercial o algo así
-Disculpe ¿pero la vienen a recoger? La podría llevar hasta su destino final
-El problema es que no sé cuál es mi destino final
-Es de América, ¿cierto?
-¿Tanto se nota? Lo que sucede es que vine de emergencia porque unos amigos están en
aprietos, sólo sé que están aquí en Campbell Town
-¡Oh! Entiendo… entonces debería dejarla en la taberna, justo donde está la estación de
gasolina del pueblo, allí podremos preguntar por sus amigos, todos los que viven aquí se conocen y la
puedo llevar hasta su domicilio
Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad
-Ellos son nuevos acá, son americanos también
-Todos los que vienen a este pueblo o viven aquí han pasado por la taberna, tenga confianza
que los va a encontrar_ el taxista continuo manejando a velocidad media en silencio durante los
siguientes 5 minutos hasta que llegamos a la estación de gasolina y al lado había una taberna_ Aquí es
señorita, la espero
-Muchas gracias_ me bajé del taxi algo distraída y confusa, gracias al cielo el taxista me ayudó
en algo, ojalá que supieran de Adam o Sam en este lugar. Abrí la puerta de madera vieja de la taberna,
había poca gente dentro, en su mayoría, por no decir en su totalidad eran hombres, me acerqué a la
barra y había un señor mayor, canoso, desgastado por la vida de unos 60 y tantos
-Buenas tardes, ¿una cerveza señorita?
-Eh no, disculpe, solo ando buscando a un par de chicos y quería saber si los conoce o los ha
visto por aquí
-Por aquí pasa mucha gente…_ Me observó de arriba abajo desconfiando
-No soy policía, solo busco a unos amigos
-¡Oh! Entiendo_ cambió de pose y de actitud
-Sus nombres son Adam y Samuel Vangarret, uno es alto como de 1.85 mtrs, cabello oscuro,
ojos grises, fornido, facciones serias y rudas, el otro un poco más bajo, ojos azules, cabello castaño
oscuro, fornido; se mudaron hace poco hasta donde tengo entendido
-No recuerdo a nadie con esos nombres_ en eso se acercó una chica peliroja pecosa, guapa,
con un short de jean rotos y una franelilla roja desgastada
-¿Buscas a Adam y Sam? son los americanos que llegaron nuevos hace poco…_ cuando ella
me dijo esas palabras, vi una luz radiante entre tanta oscuridad
-¡Si! Ellos son, ¿por favor me podrías dar su dirección?
-¿Tú eres Alex, cierto?_ me quedé muda y asombrada
-Si, ¿como lo sabes?
-Adam me ha hablado de ti, conserva una fotografía tuya consigo_ no sabía si sentir felicidad o
tristeza en ese momento_ sigue la carretera que sale por el norte, dobla en el camino de la derecha hay
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  • 1. Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad
  • 2. Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad  TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS. Charallave – Venezuela. 2010 claridad oscuridad
  • 3. Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad Mairim Soledad González MairimSoledad Mairim Soledad Gonzalez-Literatura MairimSoledad12 Nació en Caracas – Venezuela el 12 de abril de 1988, graduada en el Colegio Universitario de Caracas en la carrera de turismo y ahora estudiante de Comunicación Social en la Universidad Católica Santa Rosa. Actualmente vive con sus padres en un poblado muy cerca de Caracas, es la menor de 5 hermanos, es gerente de una agencia de viajes y coordinadora de una agencia de eventos, campamentos vacacionales para jóvenes y niños. Animadora, planeadora de eventos, amante de la lectura y la escritura ya ha logrado escribir sus 5 primeros libros, sensible a la música siempre busca en ella y en sus sueños la inspiración para escribir cada una de sus historias y afirma que “no cree en los finales felices”.
  • 4. Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad NO EMPIECES A LEER “CLARIDAD Y OSCURIDAD” SIN HABER LEÍDO:
  • 5. Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad Capítulo 1 Abrí los ojos y vi el reloj, eran las 8.03 de la mañana del 30 de julio, llevaba varias noches sin poder conciliar el sueño, ya habían pasado varias semanas desde la última vez que vi a Adam, mi humor no había vuelto a ser el mismo, el de Adriana tampoco, todo había cambiado en la casa, se respiraba diferente; Andrés era el que llevaba mejor las cosas, era quien nos daba aliento para levantarnos. Cada mañana me despertaba deseando que todo hubiera sido un sueño, un mal sueño, despertar en mi casa de Venezuela, donde todo era normal y feliz, pero no me quedaba más que quedarme en la realidad y seguir viviendo como fuera posible. Me levanté y me lavé la cara, encendí el televisor de mi habitación mientras me cambiaba de ropa, las noticias eran monótonas, siempre pasaba lo mismo: robos, secuestros, asesinatos, pero era algo normal, ya no se escuchaban asesinatos en el bosque incognitos ni nada por el estilo, eso dejaba claro que los vampiros se habían ido, incluso Phoebe desapareció, nunca la volvimos a ver en la universidad. “toc, toc” -Pasa…_ era Andrés -¿Estás lista? -Váyanse ustedes, no amanecí con ánimos de salir_ Andrés entró -¡Alex, vamos! No puedes estar encerrada toda la vida -No te preocupes, yo sé lo que necesito, y si necesito aire fresco lo buscaré, y ese momento no es ahora. Váyanse ustedes, distrae un poco a Adriana, a ella si le hace falta -No tienes por qué hacerte la fuerte siempre Alex -Si tengo que…_ me acarició la mejilla
  • 6. Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad -¿Segura que vas a estar bien? -Me las se arreglar sola -Si necesitas algo llámanos, vendremos enseguida -Tranquilo, pásenla bien _ me besó en la frente y salió de la habitación. Andrés, Simon y Vanessa habían planeado este viaje a Winnipeg hacía un mes antes de salir de vacaciones, para distraernos a Adriana y a mí, pero la verdad es que no me sentía bien, no estaba de ánimos para salir a ninguna parte, prefería quedarme en casa encerrada, así no perturbaba a nadie, era como morir en silencio, aunque en realidad no iba a morir del dolor, nadie moría de desamor ni depresión. Porque si fuera así, ya hubiera muerto hacía semanas atrás. Empecé a tender la cama cuando Simon y Vanessa entraron a mi habitación -¿Como que no vas con nosotros?_ preguntó Simon -Prefiero quedarme a descansar en casa, no estoy de ánimos para salir -¿Alex, que quieres? ¿Dar lastima? -Sé que no soy yo y simplemente no quiero salir ni ver a nadie, váyanse ustedes y déjenme sola por favor. Si doy lastima, lo siento, pero así me siento y tienen que respetarlo, ya veré como me recupero -Alex, pero… -Váyanse a Winnipeg sin mí, no quiero que ninguno se quede por mí -Alex… -Hablo en serio Simon -Está bien, contigo no se puede. Cuídate por favor -Lo haré…_ ambos me miraron y yo a ellos, salí de la habitación directo al piso de abajo. La puerta principal estaba abierta, vi hacia afuera y Andrés estaba montando las maletas en la camioneta -¿Alex, segura que vas a estar bien?_ voltee y era Adriana
  • 7. Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad -Seguro, váyanse ustedes, tú lo necesitas más que yo. Yo tengo mis métodos de sanación_ me abrazó fuertemente -Cuídate mucho -Igual tu_ salió por la puerta y bajó hasta la camioneta de Andrés. Me despedí de él con la mano y una sonrisa débil. Simon y Vanessa bajaron_ Disfruten de Canadá_ les sonreí débilmente, bajaron a la camioneta y cerré la puerta de la casa suavemente. Me recosté de ella, respiré profundamente y miré a mi alrededor. Al fin estaba sola. Fui directo a la cocina a preparar algo para desayunar, preparé unos hot cakes con chocolate. Comí lentamente, apenas podía masticar, miraba fijamente a través de la ventana trasera de las cocina, pensando en Adam, ahora él se había convertido en un fantasma. Era impresionante como había pasado el tiempo, ya tenía un año viviendo en Sioux Falls y habían pasado tantas cosas en ese año que comparar un antes y un después sería brutal. Me sentía mal y estúpida a la vez, no me gustaba sentirme deprimida, sentía que alguien había muerto, y en efecto así era de cierta forma, Chris había fallecido. Me sentía vacía al no verlo en mis clases, ya las clases tenían 2 semanas de haberse terminado así que técnicamente estaba de vacaciones, aunque dentro de una semana más iba a empezar el semestre de verano en la universidad, sin Adam en mis clases; mi mundo había cambiado en un 90% quizás más, no lo sabía con exactitud, pero sin duda ya yo no era la misma. En el único lugar donde tenía que fingir alegría y tratar de sobreponerme a mi humor convencional era en mis clases con los niños. << ¿Dónde estará Adam?>> era una pregunta que me hacía frecuentemente <<¿Qué estará haciendo?>> <<¿Me recordará?>> sentía que no podía vivir sin él, lo extrañaba demasiado. ¿Cómo logré amarlo tanto? Era un amor tan complicado de sentir y manifestar, siempre recordaba lo que Adam me dijo ese día que se marchó cuando le insinué que me convirtiera “ […] ¿Convertirte en vampiro? No sabes lo que dices Alex. Nunca haré algo así. ¿Te imaginas vivir eternamente de sangre? ¿Sentir que enloqueces de sed cada vez que un humano se te acerca? ¿Que tu alma le pertenezca al infierno? ¿Vivir en la oscuridad? […] Alex, si tú supieras cuanto te necesito yo a ti, si sintieras al menos un poco de lo que yo siento, enloquecerías, no lo soportarías. Te amo más que a nada en este mundo, y daría mi vida (si la tuviera) por ti. Es por eso que quiero que estés bien, que vivas una vida normal […]” Amar a alguien con la cual no podías estar era terrible, y lo peor es que no era un situación normal, Adam tenía toda la razón cuando decía que estaba loca cuando le insinué que me convirtiera, ni siquiera estaba segura de lo que estaba diciendo, no podía ser tan irracional e inconsciente de convertirme en un vampiro solo por estar con él, ¿y que había de lo demás? Mis hermanos morirían del dolor al verme así, mis padres, mis amigos, sé que nunca lo permitirían, porque si fueran mis hermanos
  • 8. Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad los implicados, por ejemplo Adriana la que decidiera convertirse en vampiro para estar para siempre con Sam, yo no se lo permitiría, nunca permitiría que vendiera su alma al diablo para estar con alguien. Me dispuse a limpiar la casa ese día, siempre que estaba triste me daba por asear y escuchar música. Bajé al sótano a buscar todo lo que necesitaba y a poner una ropa en la lavadora, vi hacia la ventanilla que había en el sótano y había dibujado justo debajo de ella “La trampa del diablo” que supuse que Peter había dibujado aquella noche que nos estábamos protegiendo de los demonios, la hubiera borrado si no me hubiera venido a la mente que les debía demasiado a los demonios y vampiros y era mejor dejarla para asegurarme que no fueran a entrar a la casa para tomarme por sorpresa. Subí, puse música en el estéreo mientras barría la sala y quitaba el polvo de los estantes de madera, me sentía ridícula, cada rincón de mi casa me recordaba a Adam; todo pasó tan rápido y de repente que nunca me dio tiempo de procesarlo. En ese momento me reprochaba a mí, a mi memoria, en ese tipo de momento odiaba tener una memoria tan perfecta, recordaba la mayoría de las cosas con una exactitud asombrosa. Sentirme deprimida no era mi estado normal, por el contrario, siempre trataba de tapar cuando estaba triste por alguna cosa, pero yo siempre creí que vivir el duelo, la depresión era lo mejor, porque sería todo de una sola vez y no por partes, era mejor vivirlo, sufrirlo cuando estaba sucediendo y no dejarlo para después, por eso decidí quedarme sola esa semana, era tiempo suficiente para pensar, llorar y gritar sola, sin afectar a nadie. Terminé de limpiar la sala y la cocina en cuestión de minutos, la casa no estaba sucia en realidad, puse todo en su lugar y vi el bar del pasillo, decidí tomar una botella de vodka y un vaso pequeño de cristal, puse música suave en el estéreo, era perfecto para mi estado de ánimo (patético), con letras de amor, me senté en el suelo recostada de la pared de las escaleras y empecé a beber vodka puro. Recordé cuando Adam me besó en la laguna, los recuerdos me golpeaban, fue cuando entonces recordé la noche de mi cumpleaños cuando vi sus ojos, sus colmillos; la noche que se quedó conmigo en mi habitación que nos estábamos besando y vi que sus ojos se llenaron de sangre <<¿Cómo no me di cuenta antes?>>. Ya había perdido la cuenta de cuantas copas llevaba, ya la cabeza me daba vueltas, me sentía peor, cualquiera que me viera saldría corriendo de inmediato a ayudarme, pensaría que estaba realmente mal, y en realidad lo estaba; rompí en llanto, caí acostada en el suelo
  • 9. Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad -¡Adam! ¿Por qué Adam?_ decía con mucha dificultad ya que por el llanto no podía hablar con claridad; lloraba desconsoladamente, sentía que me halaban el alma, quería desaparecer en ese momento del planeta, me sentía desdichada, marchita. Pasé unos minutos en ese estado -¿Alex…?_escuché una voz masculina que me llamaba -¿Adam?_ abrí los ojos con poca energía -¿Alex…?_vi hacia el lado derecho buscando la voz que me llamaba, cuando logré ver por fin quien era_ ¡Alex…! ¡Oh por Dios! -¿Simon que haces aquí?_ Simon corrió de inmediato hacia mí y me sentó, no podía mantenerme firme, debía ser por lo tanto que tomé -¿Y en realidad creíste que te iba a dejar sola? Estás-borracha…_ dijo con algo de repugnancia -Vete Simon, déjame, quiero estar sola… -Ni lo sueñes, mírate nada más… ¿Por qué tenías que llegar a esto?_ me quedé mirándolo directo a los ojos por unos segundos en silencio -¿Por qué se fue Simon? ¿Por qué me dejó sola? ¿Por qué es lo que es…?_ rompí en llanto otra vez, Simon me abrazó fuertemente -Lo importante no es quienes se van sino quienes quedamos Alex. Tranquila que yo estoy aquí…_ me abrazaba con fuerza, me sentía segura en sus brazos, me acarició la parte trasera de la cabeza, haciendo ruido en susurro en mi oído derecho para que me calmara, como se serena a un bebé. Se sentó a mi lado en el suelo, y yo me tendí en sus piernas mientras él me acariciaba el cabello -Nunca me dejes Simon -Te lo juro por mi vida que no
  • 10. Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad Capítulo 2 Abrí los ojos con pereza, la habitación estaba oscura, solo se colaba la luz de la luna por la ventana, me di cuenta que estaba recostada de alguien, subí la cabeza, aclaré mi vista y Simon estaba a mi lado, con la espalda recostada de la cabecera de la cama, mi cabeza reposaba en su pecho, dormía profundamente <<¿Qué sucedió?>> me pregunté para mis adentros, era extraño ver a Simon allí acostado conmigo. En ese momento mi cabeza y mi estómago me recordaron por qué no me acordaba de casi nada, me dieron náuseas, la cabeza me daba vueltas y me dolía horrorosamente, vi a Simon de nuevo y sonreí un poco, <<Pobre, debió aguantarme borracha…>> eso era una afirmación que no necesitaba corroborarla, miré el reloj y eran las 2.48 de la madrugada, me quité el edredón de encima con cuidado para no despertar a Simon, tenía puesta la misma ropa del día anterior, olía a borracho de bar, eso me daba más repugnancia, me metí en la ducha por unos 10 minutos, hacía algo de frío a pesar que ya había empezado el verano, las resacas siempre me parecieron espantosas, y creo que no soy la única en el mundo que lo piensa, sólo me había embriagado 3 veces en mi vida, pero yo sabía el remedio perfecto para aliviar una resaca, el primer paso era bañarse con agua fría. Luego bajé en silencio hasta la cocina y bebí 2 vasos de agua fría con un par de aspirinas, tomé un tomate de la cubeta de la nevera, lo lavé y me lo comí entero, el tomate ayudaba a que se subiera de nuevo el potasio, tomé otro vaso con agua y subí de nuevo a mi habitación con un trozo de pan fresco. Simon no se había movido ni un centímetro, pero no quería despertarlo para que se acomodara o cambiarlo de cama para que estuviera más cómodo. Me fui de nuevo hacia el lado derecho de la cama, me metí entre las sábanas, me acurruqué y me acosté de nuevo sobre su pecho, era agradable la verdad, cerré los ojos y no demoré en quedarme profundamente dormida.
  • 11. Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad -Muy buenos días_ escuché una voz lejana, abrí los ojos lentamente, era Simon quién me traía comida en una bandeja -¿Simon…?_ me estrujé los ojos el sol estaba radiante -Buenos días Alex. Aquí está tu desayuno, aunque ya deberías almorzar más bien. Dormiste como un bebé_ me dijo con una sonrisa amable y yo se la respondí -Buenos días Simon. Gracias por el desayuno, no debiste… y quien dormía como un bebé eras tú. Me levanté en la madrugada y ni cuenta te diste -Si ya me di cuenta_ me senté en la cama, con la espalda recostada de la cabecera, Simon me puso el desayuno en las piernas, era el típico desayuno americano: waffles con un cuadrito de margarina encima, miel, huevos revueltos y jugo de naranja. Simon siempre sabía lo que a mí me gustaba, incluso tenía un vaso lleno hasta la mitad con agua y una flor silvestre del jardín dentro -¡Wow! Huele y se ve delicioso_ le dije saboreando mis labios de forma exagerada. Se sentó a mi lado viéndome de frente -Disfrútalo_ empecé a comer y Simon me miraba fijamente, pero con dulzura, eso me incomodaba un poco -¿Que…?_ le pregunte con la boca llena de comida -Nada… nada, solo pensaba -¿Pensabas? No sabía que pudieras hacer eso. ¿En que pensabas? -Cosas sin importancia la verdad. Tonterías_ en ese momento recordé mi borrachera de la noche anterior -Oye Simon, con respecto a lo de anoche, mil disculpas por lo que presenciaste, por lo que pude haber dicho o hecho… -No pongas cuidado Alex, ya pasó -Es que sé que debí haber dicho quién sabe qué cosas Simon, cosas que te pudieron lastimar. Ambos sabemos por qué estaba en ese estado y sé que no es fácil para ti cuando tu…
  • 12. Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad -Alex, ya pasó, deja de pensar en los sentimientos de los demás y piensa en ti, estás mal. Ojalá yo fuera el dueño de tus pensamientos, pero prefiero ser en este caso el responsable de tus sonrisas y no de situaciones como la de anoche. Nunca te había visto así -Simon gracias -¿Gracias por qué? -Por quedarte conmigo siempre. Por quedarte conmigo anoche -Nunca te voy a dejar sola Alex, eso te lo prometo_ le sonreí amablemente_ Ahora termina tu desayuno que se te va a enfriar_ me sonrió un poco Terminé de desayunar y me levanté de la cama, Simon me quiso quitar la bandeja, pero yo se lo impedí -¡No! ¡Deja! Yo lo lavo…_le sonreí, bajamos juntos a la cocina y me puse a lavar lo que Simon debió haber utilizado para el desayuno_ ¿Cómo hiciste para regresarte? -Me bajé en una estación de gasolina donde Andrés se había estacionado, les dije que era mejor que me quedara contigo, sabía que no ibas a estar bien del todo -Mmmmm… de alguna forma te lo agradezco, pero te perdiste de unas buenas vacaciones -¿Que te hace pensar en ello? Al contrario, estoy dispuesto a pasar las mejores vacaciones de mi vida (como si hubiera pasado alguna vacación en mi vida ¡ja!) esta semana me quedo contigo y vamos a salir_ voltee a mirarlo enseguida -¿Que tramas? -Nada, solo divertirnos un poco Alex, odio verte paliducha, triste y más por el idiota de Vangarret. Así que esta semana eres mía_ sonrió abiertamente, adoraba ver esa sonrisa en él, era precioso, no pude evitar sonreírle también -Supongo que no me puedo negar -En efecto -Está bien, ya pasé suficiente tiempo sola y ya lloré por Adam lo que supongo que tenía que llorar_ lo dije de la boca para afuera, pero yo sabía que no era sencillo dejar de sufrir -Ya regreso, voy a casa a buscar algo de ropa y a buscar mi camioneta
  • 13. Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad -¿Ropa? ¿Pero no tienes tu maleta acá? -Sí, pero necesito otra clase de ropa_ volvió a sonreír abiertamente, era evidente que algo tramaba_ empaca algo de ropa fresca, playera y bronceador_ me guiñó el ojo, me besó en la mejilla derecha y salió trotando de la casa; no entendía exactamente qué era lo que estaba tramando Simon, pero era evidente que pretendía sacarme de Sioux Falls como fuera, y por lo visto nuestro destino era la costa. Terminé de lavar los platos y subí a mi habitación, saqué del closet una maleta, saqué ropa playera: shorts, camisetas, pareos, trajes de baño, bronceador, sombreros, etc. <<¿A dónde iremos?>> me pregunté mientras metía las cosas en la maleta liberando una sonrisa y negando con la cabeza. Era impresionante las cosas que Simon era capaz de hacer por mí; pero en ese momento me quedé paralizada viendo a través de la ventana de mi habitación recordando a Adam. Adam se había convertido en un agujero negro en mi vida, recordarlo era doloroso, pero supongo que con el tiempo iba a ser más fácil recordarlo. Pasaron 2 horas cuando sentí que alguien venía subiendo las escaleras, yo estaba recostada en la cama viendo televisión, tocaron la puerta de mi habitación -Pase… -¡Regresé!_ dijo Simon con una gran sonrisa dibujada en su rostro_ ¿Lista? -¿Sí, pero nos vamos ya? -Sí, nos vamos a Chicago al aeropuerto, el vuelo sale en 8 horas -¿A dónde nos vamos?_ me volvió a sonreír. Me dio el pasaje de avión, lo abrí y leí que decía Tampa -¿Tampa?_ dije con algo de emoción, nunca había ido a Tampa y en alguna oportunidad había visto películas hechas allá y fotografías, era muy lindo, las playas eran preciosas_ supongo que algo de sol y mar no me caerán nada mal_ le dije guiñándole el ojo y sonriéndole.
  • 14. Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad Capítulo 3 Simon me ayudó a bajar mi equipaje, como siempre estaba algo pesada, yo era muy maniática a la hora de viajar, me preocupaba de hasta el más mínimo detalle. Tomé mi bolso de la cama y bajé detrás de Simon, fui directo a la cocina a buscar una bolsita que había preparado con unos sándwiches, galletas y jugos para el camino ya que no sabía exactamente a donde iríamos sino hasta minutos atrás. Tomé las llaves de la casa que estaban en la cocina, caminé hacia la entrada principal de la casa, cuando llegué a la puerta me detuve en seco, miré hacia atrás mirando toda la casa con sentimiento, acordándome de Adam y pidiéndole a Dios que el viaje me sirviera para olvidarlo un poco; cerré la puerta con llave y bajé hasta la camioneta de Simon que me estaba esperando dentro de ella. Eran las 6.00 de la tarde cuando emprendimos carretera vía a Chicago -¿Qué quieres escuchar? -Ehhh… no lo sé, lo que quieras. Confío en tu buen gusto_ sacó su iPod y lo conectó del reproductor de música de su camioneta y Jonas Brothers_ ¿Jonas Brothers? -Sí, ¿no te gustan?_ dijo dejando ver algo de vergüenza, tenía las mejillas coloradas, me dio mucha ternura verlo así, así que reí a carcajadas -Eres una cajita de sorpresas Simon Mazzocca. ¿Que viene ahora?_ reí a carcajadas de nuevo y él me imitó -Tengo derecho a que me gusten también, además la mayoría de mis gustos los infundiste tú, tengo toda tu vida detrás de ti y oía, veía, sentía lo mismo que tú, así que no me quedaba más remedio
  • 15. Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad -¡Touché! Estar con Simon era increíble, él lograba sacar mi alegría así estuviera sepultada en lo más hondo de mí, como era el caso para entonces. Cantamos las canciones de los Jonas Brothers que iban sonando a coro, disfruté el camino hasta Chicago, fueron casi 2 horas de camino. Llegamos al aeropuerto y fuimos directo a entregar el equipaje al counter de la aerolínea, nos quedaban unas horas. Cenamos, charlamos un largo rato, era impresionante todas las cosas en común que teníamos, él seguía justificándolo con que sus gustos fueron infundados por mí, tenía lógica, pero no creía. Hicieron el primer llamado de abordaje. Simon y yo nos subimos al avión y en cuestión de 6 horas llegamos al aeropuerto Marriott Tampa Airport, tuvimos que hacer escala en Atlanta y luego conexión en Miami, todo era tan costeño, ya había amanecido, por supuesto. Al bajarme del avión inspiré hondo para sentir la brisa marina, hacía bastante calor, por lo tanto me tuve que quitar la chaqueta que traía puesta. Esperamos nuestras maletas y salimos hacia la entrada principal del aeropuerto, tomamos un taxi que nos llevó al hotel, era grande y bonito <<¿De dónde Simon sacó tanto dinero para pagar estas cosas?>>, llegamos a la recepción -Buenos días señorita, reservación a nombre de Simon Mazzocca_ la muchacha buscó en el computador, pero se distraía con Simon, tenía una sonrisa tonta dibujada en el rostro << ¿Está coqueteando con Simon…?>> por alguna razón eso me enojó un poco, cuando me di cuenta de eso me reí negando con la cabeza -Señor…Mazzocca, le tenemos que ofrecer una disculpa, pero por error del sistema no tenemos disponible la habitación que solicitó -¿Que me está queriendo decir? ¿Que nos quedamos en la calle?_ me daba algo de risa ver a Simon obstinado, la verdad no le quedaba muy bien esa postura -No, no, no… Por el contrario, el hotel siempre tiene presente al cliente y desea que pase la mejor de sus vacaciones. A cambio le ofrecemos una suite matrimonial con vista al mar sin pagar nada adicional, además de todas las comidas y el auto que rentó - ¿MATRIMONIAL?_ dijimos Simon y yo al mismo tiempo -Yo creo que no ha entendido aun señorita. Yo reservé 2 habitaciones -Lo entiendo perfectamente, pero solo me aparece en sistema una sola habitación solicitada por usted y sólo tengo disponible una suite matrimonial por estos días, estamos copados, ya entramos en temporada vacacional y todo colapsa
  • 16. Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad -Entonces nos iremos a otro hotel, espero la devolución de mi dinero… -¡NO!_ dije de repente_ No Simon, me gusta este hotel, quedémonos aquí_ Simon me miró con rareza. La mujer estirada de la recepción suavizó su expresión facial al escucharme -Su novia tiene razón señor Mazzocca, aquí tendrá todas las comodidades que requiere. Este tipo de cosas no acostumbran a suceder aquí, pero queremos retribuirle la molestia_ Simon y yo nos miramos y sonreímos cuando la recepcionista dijo “su novia” -Está bien, si ella quiere quedarse, entonces nos quedaremos. Denos la suite que nos ofreció por favor -Excelente decisión_ ella le sonrió y le guiñó el ojo, eso me enfureció -Ok, ok ¿podría agilizar el check in? Estoy muy cansada si no es mucha molestia “señorita”_ Simon y la recepcionista se me miraron con sospecha <<¿Que hice?>> -Claro señorita, la entiendo_ Simon llenó el formulario rápidamente, la recepcionista le entregó las llaves y llamó al botones; subimos en el ascensor hasta el piso 12 en total silencio, tenía algo de vergüenza, llegamos a la puerta de la habitación y Simon la abrió dándome paso para entrar sonriéndome traviesamente, lo mire y pasé molesta, dejé mi bolso encima de la cama, abrí la puerta de cristal que había en el fondo de la habitación y salí hacia al balcón que daba hacia la playa, el sol me daba de frente, era agradable, tenía mucho tiempo sin sentir el mar tan cerca y disfrutarlo, ese ambiente me tranquilizaba mucho. Simon se acercó a mí por la espalda -¿Qué tal “novia”?_ voltee a verlo y tenía la misma sonrisa tonta -¡Cállate! -¡Alex, vamos! ¿No te gusta? -Claro que me gusta, quiero decir, el hotel me gusta, aunque no me simpatiza mucho su personal _ Simon rió a carcajadas_ ¿Que se te hace tan gracioso? -¿Alex, estás celosa?_ <<¿Celosa?>> claro, era lo más lógico -¿Celosa yo? Nah… Sólo que no me agradó ella y ya_ dije algo nerviosa -Mmmm… Claro…_ siguió sonriendo -¡Simon basta! Esto es ridículo…_ entré a la habitación de nuevo
  • 17. Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad -¿Ridículo? Claro, ¿es tan imposible ponerte celosa cuando una mujer me coquetea?_ su expresión cambió por completo, en ese momento me di cuenta que lo había lastimado -Por supuesto que no, y si te sirve de algo no me gustó que te estuviera coqueteando, ¿feliz? Pero no te burles ni me atosigues porque lo vas a lamentar Simon _ me sonrió abiertamente y me abrazó fuertemente -Tú eres mi chica, nadie más…_ <<Oh, oh….>> aclaré la garganta exageradamente -¿Nos vamos a la piscina?_ asintió con la cabeza. Me cambié de ropa por un short de jean desgastado con una franelilla blanca y el traje de baño debajo. Salí de baño y Simon me estaba esperando sentado en la cama, me miró fijamente pero disimuló un poco. Bajamos hasta el lobby, había bastante gente a los alrededores, familias pasando el principio de las vacaciones de verano, caminamos hasta el área de la piscina y nos dirigimos a unas sillas de extensión que estaban en el fondo -¿Quieres algo de beber? -Una margarita estaría bien -Ya regreso…_ Simon caminó hacia el bar de la piscina y yo me quité la camiseta y el short algo indecisa, pero <<¡Por Dios! ¡Estamos en la playa!>> me lancé a la piscina sin pensarlo dos veces, nadé un poco en el fondo, salí a la superficie, Simon estaba parado al lado de las sillas de extensión con las copas en la mano mirándome asombrado. Salí del agua destilando agua, la expresión de Simon se acentuó más_ ¡Wow! -¿Qué…? -Ehhhh… Nada_ se sonrojó, era verdaderamente gracioso. Tomé la copa de margarita, tendí la toalla en la silla de extensión y me recosté de ella. Simon se quitó la franela que tenía puesta, era un verdadero espectáculo verlo, era musculoso, con un abdomen perfecto, bíceps definidos, espalda ancha -¡Wow!_ mi expresión era de sorpresa fue cuando me di cuenta que lo hice sonrojar más, esa era la idea -¿Que…? -Nada, sólo miraba el paisaje…_ sonreí un poco tomando un trago de margarita
  • 18. Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad Se hicieron las 6.30 de la tarde, ya estaba bastante oscuro y hacia algo de frío, estaba mojada, quería seguir nadando, tenía tiempo sin hacerlo, pero el frío me lo impedía, subimos a la habitación y me metí directo a la ducha, me duché con agua tibia, cerré los ojos y me vino la imagen de Adam a mi mente, abrí los ojos violentamente, en ese momento me invadió una tristeza profunda. Salí de la ducha, me puse un mono blanco y una franelilla rosada pálido, me hice una trenza en el cabello y salí del baño, Simon estaba en el balcón -Simon ya terminé_ me sonrió un poco, su expresión era algo triste <<¿en que estaría pensando?>> entró al baño sin decirme alguna palabra, yo me recosté en la cama y encendí el televisor, estaban dando Los Ángeles de Charlie. Simon no demoró mucho en la ducha, salió secándose el cabello con una toalla, con pantalón deportivo gris claro y sin camisa, verlo así me producía taquicardia -Me imagino que tienes hambre… -Algo, si…_ tomó el teléfono de la habitación y pidió pizza para los dos. La pizza llegó en media hora y comimos de ella. Simon había mandado a pedir otro edredón, lo empezó a tender en el suelo_ ¿Que haces? -Acomodando mi cama -Simon no vas a dormir en el suelo -Es que… -Es que nada… Ven súbete aquí conmigo, no es la primera vez que duermes conmigo, somos adultos, ¿no?_ en eso sonó mi celular, era Adriana, le tuve que contar todo lo que había sucedido con el secuestro de Simon Amaneció, me voltee a ver a Simon y estaba dormido todavía, vi la hora en el reloj que había dejado en la mesa de noche, eran las 9.30 de la mañana, me levanté y tomé el teléfono para pedir el desayuno, fui al baño a cepillarme los dientes, me peiné un poco, salí de nuevo a la habitación, tomé un vaso con agua fría, en eso Simon hizo un ruido, voltee a verlo, se estaba acomodando en la cama; como deseaba que fuera Adam, deseaba verlo con todas mis fuerzas, necesitaba verlo así fueran 2 minutos nada más, yo sabía que tenía que verlo otra vez, ¿que le diría? No lo sé, probablemente nada. “Toc, toc” tocaron a la puerta, fui a abrir y era el camarero con el desayuno
  • 19. Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad -Buenos días señorita -Buenos días…_ miré su placa de identificación que llevaba puesta del lado derecho de su pecho y decía Adam S. Phillips el corazón se le aceleró de repente. Le di paso para que entrara con el carrito de comida y yo entré detrás de él -Que pase un buen día, que disfrute de Tampa_ me sonrió amablemente pero yo estaba en shock por el nombre -Ehhh… gracias, que tenga buen día_ cerré la puerta y me recosté de ella respirando profundamente <<Cálmate, sólo es un nombre>>, cerré los ojos y sacudí la cabeza, fui a llamar a Simon_ Simon… ¿Simon? Buenos días bello durmiente…_ le sonreí mientras él se estrujaba los ojos -¿Alex…? -Si, ¿a quien esperabas? ¿A Carmen Electra? Levántate, ya llegó el desayuno no se te vaya a enfriar_ Simon se levantó y comió a mi lado, eran tostadas con mermelada y huevos con café con leche y jugo de naranja fresco_ ¿Y qué vamos a hacer hoy? -Vamos a St. Petebeach, quiero surfear un poco -¡Genial!
  • 20. Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad Capítulo 4 Terminamos de desayunar y nos cambiamos de ropa. Salimos a eso de las 11.30 del hotel, Simon había rentado un auto, pasamos por el centro de Tampa y fuimos hasta St. Petebeach, era una playa estupenda con tablas de surf por todos lados decorando, surfistas por doquier, chicos guapos, el mar era azul como el cielo y la arena blanca como las nubes, habían salvavidas al estilo “Baywatch” en sus cabinas cuidando de la multitud a diferencia que yo no estaba en Malibú. Fuimos hacia el centro de la playa y tomamos un par de sillas de extensión vacías, Simon sacó su tabla de surf del estuche mientras yo sacaba la toalla para tenderla sobre la silla de extensión, me quité la ropa quedándome en traje de baño, saqué los lentes de sol, una gorra y el bronceador mientras Simon enceraba su tabla. Empecé a untarme el bronceador en los brazos, piernas y abdomen cuando Simon me observó_ ¡Hey! Podrías disimular un poco…_ sonrío tímidamente y se sonrojó, adoraba hacer eso -Perdón… -No seas tonto Simon, es algo normal en un mortal. Solo lo hago por fastidiarte -¿Quieres venir a surfear conmigo? -Ehhh no, prefiero tocar tierra firme, yo te veo desde acá, ten mucho cuidado_ Simon se quitó la franela, tomó la tabla de surf y se adentró en el mar nadando sobre la tabla, era bastante bueno, agarró buenas olas. Estar en la playa observando el mar, que el viento me golpeara en el rostro, respirar aire puro era lo mejor del mundo para mí, me daba tranquilidad, por eso me gustaba ir a la laguna del bosque, era aire puro, era naturaleza. En ese momento recordé cuando Adam me besó la primera vez en la laguna, cuando lo conocí en el bosque, a pesar de ser recuerdos dolorosos, me agradaba pensar en él.
  • 21. Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad Pasó alrededor de una hora cuando Simon salió del agua, hacía bastante calor, venía con una sonrisa radiante dibujada en el rostro, su piel estaba bronceada a la perfección -Buen sol, ¿eh?_ le sonreí y se sacudió como un perro a mi lado cayéndome gotas de agua helada encima -¡Hey! Está fría… -¿Ahora eres hidrofóbica?_ se sentó en la silla de extensión que estaba a mi lado izquierdo mirando hacia el mar_ Esta es una de las más maravillosas de las creaciones de Dios definitivamente_ en ese momento recordé lo que Simon fue una vez -Simon, ¿como es… Arriba?_ señalé hacia el cielo -Cada quien tiene su propio paraíso Alex, no es como todos lo imaginan, cada quien tienen su forma de ser feliz, y al llegar al “paraíso” lo obtienen. -Interesante… -Si vencemos al mal algún día, así sería nuestro mundo -Ese es el problema en mi Simon, no creo que ninguno de los 2 gane, siempre van a existir ambos lados, el mundo nunca será perfecto, supongo que en eso se equivocó Dios cuando trajo a Adán y Eva al mundo, no contó con el mal -Asmodeo -¿Quien? -Asmodeo, fue la serpiente que sedujo a Eva -¿Asmodeo? -¿Que creíste? ¿Qué era una serpiente parlanchina? Ya ha dado lidia antes, no sería la última vez que aparecería por aquí, Rafael luchó una vez con él, es uno de los príncipes del infierno_ mostré asombro, todavía se me era extraño hablar con un ex ángel, y más hablar de demonios tan abiertamente.
  • 22. Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad Llegó el crepúsculo y volvimos al hotel, estaba algo cansada, nunca logré entender por qué la playa cansaba tanto si prácticamente no se hacía nada, solo tomar sol o meterse al agua; llegamos a la habitación y lancé el bolso en la cama -¿Quieres bailar? -¿Bailar? -¡Vamos! Sé cuánto te gusta bailar -Seguro… Supongo que sabes todo acerca de mi_ salí del baño y Simon estaba sentando en la cama viendo algo en la tele -¡Wow! Que linda… estás…_ sonreí algo apenada -Gracias, tú no estás nada mal_ le guiñé el ojo_ ¿Nos vamos? -¡Claro!_ bajamos hasta al bar del hotel, tenían música de salón puesta, nos sentamos en la barra y se nos acercó un muchacho como de mi edad, moreno, ojos claros, bien parecido, de rasgos latinos -Buenas noches, ¿qué les ofrezco de beber? -Vodka con jugo de naranja y con hielo picado por favor_ dije yo sin pensarlo, el vodka era mi bebida favorita, Simon me miró por unos segundos_ ¿Qué? Me gusta el vodka… -Yo sólo una cerveza igualmente bien fría_ el chico de la barra me sonrió, era bastante guapo. Había poca gente en el bar, estaba decorado a lo marino, peces, timones, mini estatuillas de marineros. El chico no demoró en traer nuestros tragos -Aquí tienes…_ me volvió a sonreír, me sentía rara; yo le devolví la sonrisa algo tímida -Gracias_ dije mirándolo a los ojos -Gracias…_ sobre pronunció Simon, lo miré y me estaba mirando como si hubiera hecho algo malo_ Ahora estoy de acuerdo con el servicio de este hotel_ el chico miró a Simon con algo de furia y se marchó al otro lado de la barra -Simon muestra algo de educación…_ le dije burlándome. Me le quedé mirando unos segundos y saltaron varias dudas a mi cabeza_ Simon, hay muchas cosas que no entiendo aún de lo que pasó con Chris, lo de tu renuncia a ser ángel y todo eso
  • 23. Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad -¿Qué es lo que no has entendido aun? -¿Por qué elegiste a Rachel? ¿Qué tiene que ver ella contigo? -¿La tía Rach? ¡Ja! Bueno… Rachel es una de las favoritas arriba, muy devota y sabíamos que era la perfecta para ocupar ese papel, solo fue al azar por así decirlo, ella no lo podía creer cuando aparecí, pero digamos que fue una bendición, armamos toda la cuartada de ser hijo de su hermano y cuñada muerta hacía unos meses atrás en un accidente, necesitábamos a un humano que nos ayudara a recolectar información, resultó ser muy especial con nosotros como era de esperarse, tanto que después de todo lo que pasó decidí quedarme con ella, siempre está sola y ella me pidió que me quedara viviendo con ella_ su expresión al contar todo aquello era de tristeza_ pero basta de malos recuerdos, lo que cuenta es que estoy aquí contigo pasando las mejores vacaciones de mi vida… -Como si tu vida hubiera sido taaaan larga Simon, son tus primeras vacaciones…_ reí un poco_ te perdiste los mejores años de un humano, que es la niñez -Digamos que no, los viví contigo y mis antiguos protegidos. Pero ya hablemos de cosas “normales” por favor_ sonrió abiertamente_ ¿bailamos? -¿Bailar Simon?_ no había nadie bailando en la pista de baile, estaba empezando un chachachá -¡Vamos! Soy buen bailarín_ me guiñó el ojo -Apuesto a que si_ me tendió su mano derecha, la tomé y nos dirigimos hacia la pista de baile, puse la mano izquierda en su hombro derecho y la suya en mi cintura y empezamos a bailar, en realidad Simon era un excelente bailarín, supongo que eran sus dotes de ex ángel, me entregué por completo a la música, mientras bailábamos nos reíamos con complicidad, nos estábamos divirtiendo a nuestras anchas; Simon siempre lograba ese efecto en mí <<¿Por qué no le doy una oportunidad a Simon?>> dijo mi cabeza instantáneamente, de todas formas nada me aseguraba que Adam fuera a volver, no tenía idea de donde estaba, ni sabía de nadie que me diera razón de él, era como si nunca existió, es como si hubiera muerto, o simplemente desapareció. Darle una oportunidad a Simon era algo bueno, él se lo merecía, después de todo el renunció a lo que era por mí. Pasamos un rato excelente bebiendo en la barra y contándonos cosas, recordando cosas que yo viví y evidentemente él recordaba porque en términos generales, él las vivió conmigo, Simon era como una especie de conciencia o memoria portátil que llevaba conmigo
  • 24. Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad -¿Recuerdas cuando empezaste la secundaria y era el primer día de clases, te sentaste en un pupitre y este estaba roto y caíste al suelo en frente de toda la clase?_ nos reímos a carcajadas -¡Simon basta! No me recuerdes esos momentos de “trágame tierra” se supone que deben estar enterrados_ hice un pausa respirando profundamente, me faltaba un poco el aire por tanta risa, miré mi reloj de pulsera, era la 1.23 a.m._ Simon ya es un poco tarde, mejor subamos, suficiente alcohol por hoy -Tienes razón_ Simon pagó la cuenta y subimos directo a la habitación en silencio, Simon abrió la puerta de la habitación. Entré al baño y me cambié de ropa, me miré en el espejo por unos segundos mientras me quitaba el poco maquillaje que me puse, pensando en lo mismo que pensaba cuando bailaba con Simon en el bar. Salí del baño, miré a Simon que estaba cerrando la puerta del balcón -Simon…_ volteó a verme -¿Si? -Gracias…_ me miró algo extrañado. Corrí hacia él, poniendo sus labios y los míos en contacto, me costó un poco alcanzarlo, me puse en puntillas, puse mis manos en su cabeza para poderlo fijar ante mi rostro, mostró sorpresa cuando lo besé - ¿Alex qué te sucede?_ me separó un poco de él -Digamos que me enloquecí_ le sonreí volviendo a besarlo, Simon me correspondió, besándome con pasión y con dulzura a la vez, enredé mis dedos en su cabello, nuestra respiración fue acelerándose poco a poco, mi corazón latía fuerte, le quité la camisa que tenía puesta, me levantó y me llevó hasta la cama, me quitó la franelilla, me besaba con locura y yo a él, bajó hasta mi cuello, y se detuvo en mi oreja derecha respirando aceleradamente -Te amo Alex…_ tomé su rostro entre mis manos, lo mire a los ojos por unos segundos y me vino a la mente Adam, respiré profundamente y volví a besar a Simon.
  • 25. Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad Capítulo 5 Abrí los ojos de golpe, como si hubiera tenido una pesadilla, pero en realidad no soñé en nada esa noche; vi hacia mi lado derecho y Simon estaba recostado observándome -Buenos días…_ me dijo inexpresivo. Me sentía extraña, la razón, era porque no tenía nada de ropa puesta, solo me cubría el edredón <<Fue real…>> -Buenos días_ le sonreí con algo de vergüenza, recostándome de la cabecera de la cama a su lado_ Simon, yo… -¿Que se supone que pasó anoche? -¿No lo recuerdas? -Cada detalle lo recuerdo como si lo estuviera viviendo ahora mismo. Lo que no entiendo que fue lo que te pasó -Simon yo… no sé cómo explicártelo. Quiero decir, yo estaba totalmente consciente de lo que estaba haciendo, quería hacerlo. Estoy tratando de asumir lo que sea que me esté pasando contigo: celos, atracción… y quien sabe qué otras cosas -Me estás tratando de decir que estás empezando a sentir algo más por mí -No lo sé Simon, ¿pero lo de anoche te dice algo? Me conoces mejor que nadie y sabes que no haría esto si de verdad no sintiera algo por ti
  • 26. Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad -Alex, debería estar feliz, pero te conozco mejor que nadie, y por eso sé que no es tan fácil enamorarte de mí así como así cuando sé que todavía amas a Vangarret_ esa fue una verdad que no pude negar, pero también sabía que Simon se estaba convirtiendo en alguien más en mi vida -¿Que se supone que deba hacer ahora? -Todo está bien, fue algo que pasó y ya no hay remedio, piensa bien las cosas Alex_ me sonrió amablemente, cuando me di cuenta de nuevo que estaba completamente desnuda bajo las sábanas a su lado -¿Te importaría cerrar los ojos mientras me levanto al baño?_ sonrió abiertamente -Claro… -¿Qué? -No voy a emitir ningún tipo de comentario_ siguió sonriendo cerrando fuertemente los ojos. Me levanté con cuidado, tomé la sabana que quedaba debajo del edredón y me envolví en ella caminando hacia el baño en puntillas sin perder de vista a Simon. Cerré la puerta del baño y me recosté de ella cerrando los ojos y respirando profundamente <<¿Qué hice?>> me hice esa misma pregunta varias veces mientras el corazón me latía fuerte, sentía un vacío extraño en el estómago, y sabía que no se trataba de hambre, cuando me di cuenta de eso, sonreí abiertamente <<¿Qué demonios me pasa con Simon?>> en eso me vino la imagen de Adam , abrí los ojos de golpe, me deslicé con la espalda pegada de la puerta hasta el suelo y me senté, me sentía extraña, no sabía que sentía y mucho menos por quien. Estaba claro que en efecto yo estaba empezando a sentir algo más por Simon, algo que no esperaba, y eso ponía en peligro mis sentimientos por Adam, ¿pero eso importaba? ¿Importaba seguir amando a Adam después de haberse marchado y dejarme sola? ¿No es mejor amar a un humano “común y corriente” sin aparentes problemas que a un vampiro que cientos de problemas por resolver? Mi vida se simplificaría en un cerrar y abrir de ojos sin sintiera lo mismo que sentía por Adam hacia Simon, pero sabía de sobra que no era tan sencillo, porque para poder sentir algo así por Simon tenía que borrar de alguna forma a Adam. Ya me empezaba a doler la cabeza de tanto pensar y pensar, me levanté del suelo y me metí en la ducha. Pasaron unos 10 minutos mientras estuve dentro, me puse una bata de baño blanca que había colgada en uno de los percheros, tomé el pomo de la puerta y respiré hondo; abrí la puerta de un tirón
  • 27. Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad esperando ver a Simon acostado, pero no estaba, miré hacia el balcón y tampoco estaba; vi hacia la peinadora de la habitación y había una nota, la tomé y la abrí ALEX ME IMAGINO QUE TE EXTRAÑÁ EL HECHO DE NO VERME CUANDO SALISTE DEL BAÑO; NO TE PREOCUPES, SALI A DAR UNA VUELTA Y RESPIRAR ALGO DE AIRE FRESCO, SUPONGO QUE ES MUCHO PARA UNA NOCHE Y NECESITO ORGANIZAR MIS IDEAS. REGRESO MAS TARDE, CUIDATE POR FAVOR SIMON Cerré la nota y la dejé donde estaba, abrí la puerta de cristal del balcón, el sol estaba fuerte, hacia bastante calor afuera, puse mis manos en la baranda, hizo una brisa fuerte pero refrescante <<¿A donde iría Simon?>> cuando leí la nota me di cuenta de cuánto había metido la pata, el pobre Simon debía estar demasiado confundido, me imagino que no sabía si sentirse feliz o utilizado, yo me sentiría así “toc, toc” tocaron la puerta de la habitación. Fui a abrir y era servicio al cuarto con el desayuno, era el mismo chico “Adam” me causó el mismo escalofrío verlo como la primera vez; dejó el desayuno dentro y se marchó como era habitual. Pasé la mañana en la habitación, vi que se hicieron las 12.30 del mediodía y tomé mi bolso y bajé a la playa que estaba junto al hotel, hablé con Jennifer por teléfono, necesitaba el concejo de mi mejor amiga y de alguien que no conociera a Simon, todos son del Equipo Simon, así que las opiniones estaban claramente polarizadas. Se hicieron las 4.26 de la tarde, tomé mis cosas y decidí subir a la habitación, pero antes pasé por una pizza, tenía algo de hambre y le debía guardar a Simon, era su platillo favorito. Pedí la llave en la recepción y la tonta chica que nos había atendido el primer día que llegamos me dijo que “mi novio” estaba en la habitación; respiré hondo y subí en el ascensor, me paré en frente de la puerta de nuestra
  • 28. Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad habitación pensando que le iba a decir <<Tranquila Alex…>> me dije para sí misma y toqué sutilmente la puerta -¿Quién?_ dijeron desde el interior de la habitación -Servicio a la habitación_ no tardó mucho en abrir la puerta. Me vio y sonrió un poco -¿Alex?_ le mostré la caja con la pizza y las latas de refresco sonriendo un poco -¿A quién esperabas?_ entré a la habitación, puse la pizza sobre la peinadora y la abrí tomando un trozo sentándome en el borde de la cama, Simon me miraba desde el otro extremo de la habitación -Alex… Creo que tú y yo debemos hablar_ lo miré expectante con la boca llena de pizza, apuesto a que mi expresión era graciosa, y lo supe cuando Simon dejó escapar una sonrisa burlona -¿Qué? Tengo hambre…_ dije apenas pudiendo pronunciar -No es eso, eres maravillosa…_ esa frase me hizo tragar un pedazo entero de pizza -Lo sé…_ dije bromeando un poco, tratando de esquivar el tema que quería plantear Simon. Las manos me temblaban un poco <<¡Qué oso…!>> Simon se acercó, se arrodilló en frente de mí y tomó mis manos, eso aceleró aún más mi corazón y las típicas “mariposas” en el estomago -Alex, no sé exactamente que estés pensando o sintiendo en estos momentos, pero tú sabes de sobra lo que yo siento por ti, soy capaz de dar mi vida por ti, y lo que pasó anoche entre nosotros fue maravilloso, ni en mis mejores sueños hubiera sido así (ya entiendo a los humanos)_ dijo algo sonrojado, fue cuando entendí el trasfondo de esa frase y también me apené -Simon, estuve todo el día tratando de entender por qué hice lo que hice anoche, analicé mis acciones recientes, y como te lo dije esta mañana, se y siento que mis sentimientos hacia ti están cambiando, pero no sé hasta qué punto, porque tengo una laguna mental terrible “tu, Adam. Adam, tu” es un tanto difícil, y sé que él se fue y tú sigues aquí conmigo y tal vez sea esa la razón por la cual mis sentimientos están cambiando, sólo necesito algo de tiempo para organizar mis sentimientos. Además que tengo un montón de cosas en que, recuerda que estoy siendo acosada por una vampiro- diabólica -Lo sé y te comprendo, siempre voy a estar contigo Alex, lo juré antes de que nacieras y te juraré todas las veces que sea necesario, no importa lo que pase_ le sonreí y lo abracé fuerte.
  • 29. Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad Capítulo 6 Los siguientes 3 días que pasamos en Tampa fueron iguales que el primer día, aunque en oportunidades habían miradas algo incómodas entre Simon y yo, dormir con él resultaba algo extraño ahora. El sábado nos regresamos a Sioux Falls, ya los demás se habían regresado el viernes de Canadá. Llegamos al aeropuerto de Chicago a eso de las 3.30 de la tarde, fuimos al estacionamiento a buscar la camioneta de Simon y partimos hacia Sioux Falls a velocidad media, me sentía cansada pero tranquila, sirvió de mucho el viajecito, me relajó lo suficiente, me fui con problemas y regresé con otros problemas, pero supongo que eran más fáciles de manejar. Llegamos a casa, todo estaba exactamente igual; Simon me ayudó a bajar mi equipaje que siempre pesaba toneladas, abrí la puerta principal, tenían música pop puesta en el estéreo, en eso salió Vanessa de la cocina -¡Alex!_ corrió hacia mí con una súper sonrisa dibujada en el rostro y me abrazó, apenas me pude mantener en pie con semejante abrazo, era una de las desventajas de que ella fuera vampiro y yo humana -¡Vane! Yo también me alegro mucho de verte…_ abrazó a Simon también con la misma euforia -¿Como les fue? -Muy bien la verdad…_ sonreí un poco, en eso aparecieron Andrés y Adriana, Adriana fue la primera en abrazarme, sentía que tenía meses sin verlos. Simon y yo soltamos los bolsos (míos) y nos
  • 30. Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad fuimos a la cocina, los chicos estaban preparando algo_ Mmmm… Huele bien_ dije sonriendo sentándome -Estamos haciendo tus favoritas Alex, Hamburguesa de pollo -¡Genial!_ me saboree un poco los labios de forma exagerada -Cuéntennos como les fue en Tampa_ dijo Andrés. Simon y yo nos vimos por unos segundos dispuestos a contar todo, excepto “aquella situación” -Nos fue excelente, todo es precioso y hace mucho calor, chicas y chicos en tanga por todos lados_ dije levantando sincronizadamente ambas cejas -Sí, mientras yo surfeaba ella estaba “tomando sol” ahora me doy cuenta que estaba haciendo algo más…_ todos reímos -¿Y a ustedes como les fue por Canadá?_ Adriana, Andrés y Vanessa se vieron de la misma forma que Simon y yo nos habíamos visto y se rieron disimuladamente_ ¿Qué? ¿De qué nos perdimos? -Que te cuenten ellos dos…_ dijo Adriana, los miré a ellos cuando vi que Vanessa se acercó a Andrés y este le pasó el brazo izquierdo por encima de sus hombros, Vanessa tenía una sonrisa radiante -¡Noooooo!_ dije impresionada_ ¿Ustedes dos? ¿Juntos?_ ambos afirmaron con la cabeza_ ¡No lo puedo creer!_ salí corriendo a abrazarlos a ambos. Yo siempre quise desde que Vanessa me contó que le gustaba mi hermano, que ellos estuvieran juntos, serían la mejor pareja existente en el planeta, hasta saber lo del vampirismo de Vanessa, sabía que ella era diferente y que era incapaz de hacernos daño y mucho menos a Andrés, pero se presentaba el mismo problema que con Adriana y Sam, y Adam y yo: Adriana y yo éramos simples humanas mientras que ellos eran seres inmortales, que se traduce a no envejecer al contrario de nosotras dos, y ninguna de nosotras dos estaba dispuesta a convertirse en vampiro, y si Adriana estaba dispuesta a ello, yo se lo iba a impedir porque no es la clase de existencia justa y digna para ella ni para nadie (era mi juicio)_ Me alegro muchísimo por ambos ya era hora…_ dije sonriendo queriéndome alegrar a la fuerza, pero la verdad ese noviazgo representaban más problemas_ ¿Pero como…?_ volví al lado de Simon -Digamos que ya me convencí de que tan maravillosa y hermosa es Vanessa_ dijo Andrés arrimándola más hacia él y besándola en el cabello, ella sonreía abiertamente, adoraba verlos así tan felices a una de mis mejores amigas y a mi hermano juntos, apuesto que si Vanessa fuera humana, sus
  • 31. Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad mejillas estuvieran rojas. Comimos las hamburguesas de pollo, Vanessa sólo comió un filete crudo; ayudé a recoger los platos y empecé a lavarlos cuando Simon se me acercó por la espalda -Creo que ya me tengo que ir. ¿Estás bien? -Sí, sí, eso creo… vete tranquilo_ voltee a verlo y su rostro estaba demasiado cerca del mío ahora, se me hizo un hueco en el estómago tenerlo tan cerca, lo vi a los ojos pero no pude sostenerle la mirada por mucho tiempo, un plato se me resbaló de las manos e hizo mucho ruido junto a los otros platos que estaban dentro del lavaplatos_ ¡Ehm! Andrés, ¿te puedo pedir un súper favor?_ elevé un poco la voz llamando a Andrés para tapar un poco la incomodidad de la situación con Simon -Si claro, dime -¿Puedes irle a comprar la comida a Simba? Ya le queda muy poca_ inventé una excusa, el mismo Simon me miró con suspicacia, yo lo miré y el asintió la cabeza, era como si me leyera la mente. Mi real propósito, era quedarme sola con Adriana y Vanessa por unos minutos_ ¡Ah! Y por favor comprar algo de frutas, ¿sí? -Ni modo yo voy, regreso en un rato entonces_ tomó las llaves de la camioneta, besó a Vanessa y salió de la cocina junto con Simon -¿Alex, te pasa algo?_ me preguntó Vanessa. Solté el plato que estaba lavando y cerré la llave del agua -La verdad si Vane…_ me sequé las manos_ Ven, vamos a charlar un poco_ nos sentamos en nuestros sitios habituales de la cocina_ Adriana, únetenos que también tengo que hablar contigo -¿Es por lo de Andrés, verdad?_ preguntó Vanessa conociendo mi respuesta -Sí. Vanessa no te niego que me hace muy feliz verte con mi hermano, eres la mejor cuñada que podría soñar, y sé que Adriana piensa igual -Pero soy vampiro…_ dijo algo desilusionada, su mirada era triste -Exacto. Sabes de sobra que no tengo ninguna clase de problema con “ustedes” siempre y cuando no hagan daño_ sonreí un poco_ y se de sobra que serías incapaz de hacernos daño, pero Vanessa esto va mucho más allá y lo sabes
  • 32. Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad -¿Crees que no lo pensé? Tenía más de un siglo sin saber que era este sentimiento, he estado sola durante tantos años, y no le había tocado ni un cabello a Andrés ni lo había atraído hacia mí por miedo Alex -¿Cómo es eso que no lo habías atraído? -No sé si lo sabes, pero un vampiro cuando fija una presa, lo atraemos hacia nosotros, una atracción física, nos ven como dioses, nos llegan a amar con locura, todo lo que tenga que ver con nosotros los atrae: nuestro olor, nuestra voz, nuestro rostro, en fin… -¿Me estás tratando de decir que fijaste como presa a mi hermano, Vanessa?_ dije exaltándome un poco -Suena terrible ya lo sé, pero es el nombre que se le da. Cuando nos interesa alguien, bien sea de forma física y sentimental, no podemos evitar sentir sed hacia ellos, hay algo en esa persona que nos atrae más que nada, básicamente es la esencia. Estuve todo este tiempo controlándome para no influir sobre tu hermano a ver si era capaz de quererme como una simple humana y no desplegar todo “mi encanto” sobre él; pero sin querer lo hice_ su expresión era dramática, triste, incluso una lagrima se estaba asomando_ Alex, Adriana soy incapaz de hacerle daño, se los juro_ yo tenía el ceño fruncido analizando todo lo que me había dicho Vanessa -Tranquila, tranquila Vanessa te creemos, ¿verdad Alex?_ me quedé como en una especie de shock por unos segundos pensando y cayendo en cuenta que eso explicaba tanto amor por Adam tan desmedido y repentino_ ¿Alex…? -¡Eh! Si, si te creemos, sé que no le harías daño. ¿Por qué nunca me contaste esto de la atracción que logran los vampiros? -No lo sé, supuse que lo sabías -¿Adriana, como te has sentido en los últimos días? -Bien… ¿por qué? -¿Que tan bien? Sabes a lo que me refiero… ¿que sientes por Sam? ¿Aun lo extrañas?_ su cara se transformó un poco, entonces supe lo que me diría -Si te refieres a si lo deseo conmigo aún, si me siento sola sin él, si lo necesito. Mi respuesta es sí, me temo que si
  • 33. Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad -Sé que estás pensando Alex, y yo también he pensado lo mismo -¿Es posible? -Son muy pocos los casos que “las presas” se llegan a enamorar de sus “predadores” y viceversa, solamente se trata de algo “natural” nada más. Pero por lo que ves se trata de amor verdadero el de ustedes dos hacia Sam y Adam, y hasta donde he visto el de ellos hacia ustedes chicas, no todos tenemos esa determinación ni fuerza para dejar a la presa y mucho menos a alguien a quien amamos y liberarla del “encanto”, eso hicieron ellos cuando decidieron alejarse de ustedes, por eso lo hicieron_ me sentía desorientada en ese momento, miré a Adriana y tenía varias lágrimas deslizándose por su rostro -Eso explica muchas cosas. El hecho que sean vampiros lo hace más difícil aún. El proceso de “encanto” es como el de un enamoramiento normal ¿cierto? -Básicamente sí, pero mucho más rápido e intenso -Vanessa, no sé si sea correcto o no pedirte esto. Pero por favor libera a Andrés, no es justo y lo sabes, no soportaría verlo deshecho otra vez por una mujer, sé que se siente perder a alguien que amas, si no míranos a nosotras. Si en algún momento se te paso por la mente convertir a Andrés, lo siento amiga, pero ni muerta voy a permitir que lo conviertas porque no es lo que quiero para ninguno de mis hermanos ni para mí, si pudiera sacarlos de ese mundo embrujado y maldito en donde están ustedes, si tuviera que dar mi vida por ello lo haría_ le tomé las manos a Vanessa_ ¿qué va a pasar cuando Andrés fallezca? Por un accidente, una enfermedad o simple vejez. Él no puede estar contigo por toda la eternidad Vanessa. Y no quiero que él se siente a pensar, si es que ya o lo ha hecho, en todo esto de la mortalidad de él y tu inmortalidad. Vanessa libéralo antes que no haya remedio por favor -Tienes razón, tengo que dejarlo ir. No puedo ser tan egoísta -Yo buscaría otro calificativo, pero no egoísta, eres todo menos eso. Perdóname Vanessa_ me levanté de la silla y la abracé fuerte, Adriana se unió al abrazo. Toda la paz que adquirí en Tampa desapareció en ese momento, embargada por ese conflicto, embargada por el recuerdo de Adam.
  • 34. Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad Capítulo 7 Me levanté más temprano de lo habitual, un sueño o pesadilla fue la que me despertó, llevaba 2 noches seguidas soñando con Adam. Ese lunes era el primer día de clases del semestre de verano. Antes de bajar a la cocina decidí pasar por la habitación de Adriana, desde que habíamos tenido la conversación con Vanessa estaba igual de triste que como se fue a Canadá la semana anterior “toc, toc” -Pasa…_ dijeron desde el interior de la habitación. Abrí la puerta y ella estaba acostada -Hola extraña… -Hola_ me dedicó una sonrisa débil -¿Cómo amaneces? -Viva al menos…_ eso solía decirlo yo cuando me sentía mal por algo y por lo visto ella decidió utilizarlo para no decir “mal” -¡Bendito sea el señor entonces!_ logré robarle una sonrisa sincera_ Creo que ya es hora de levantarnos y seguir Adriana, hoy es ese día, ya creo que fue suficiente llorarlos y extrañarlos, ¿no crees? No van a volver, lo hacen por nosotras y nosotras tenemos que agradecérselos y hacer lo que ellos quisieran que hiciéramos, seguir adelante sin ellos, tratar de ser felices con lo que tenemos -Tienes toda la razón -Siempre la tengo. Además, no nos sienta bien este melodrama…_ ambas sonreímos abiertamente_ Así que vamos, ¡arriba! Sonríele al día y a la vida, nos vienen días mejores y muy felices,
  • 35. Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad te lo aseguro_ le dediqué una sonrisa amplia, yo misma necesitaba creerme a mí misma todo lo que le estaba diciendo a Adriana. Adriana, Andrés y yo salimos a nuestra hora acostumbrada de la casa para ir a la universidad, Vanessa no le había dicho nada aun a Andrés, él andaba feliz por todos lados, adoraba verlo sonriendo y tan feliz. Llegamos a la universidad y no estaba tan llena como de costumbre, eran pocos los estudiantes que tomaban el semestre de verano; me bajé del auto y Simon estaba estacionado donde siempre esperándome con los brazos cruzados, sonrió apenas nos vio -Hola Simon_ dije brindándole una corta sonrisa, me ponía feliz verlo -Hola chicos_ Andrés y Adriana lo saludaron y se fueron a sus respectivas clases -¿Qué tal tu domingo? -Bien, en casa con Rachel acomodando ciertas cosas descompuestas_ empezamos a caminar hacia nuestro edificio lentamente_ ¿Hablaste con Vanessa? -Sí, le pedí que dejara a Andrés por el bien de todos, fue una conversación bastante difícil, pero ella es una chica lista y nos quiere, no he hablado con ella desde entonces. No hablamos casi en el resto de la mañana, las clases fueron algo pesadas, Vanessa llegó solo a la última clase. Sonó el timbre de salida a las 12.00 del mediodía, tomé mis cosas al igual que los demás, Vanessa tenía algo de prisa -¡Vanessa!_ la detuve cuando se levantó del pupitre_ ¿Por qué tanta prisa? Apenas me saludaste… -¡Oh! Disculpa Alex. Es que bueno, tengo que alcanzar a tu hermano, tu sabes, hoy es el día_ dijo bastante triste. En eso se nos unió Simon. Tomé la mano izquierda de Vanessa -Haces lo correcto, créeme -Lo sé_ bajó la mirada y salió a toda velocidad del salón de clases -Debe ser muy difícil para ella_ me dijo Simon a mis espaldas -Lo es… pero hay que ser realistas y conscientes
  • 36. Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad -Bueno olvidémonos de las cosas malas. ¿Qué tienes planeado hacer ahora? -¿De cuánto tiempo me estás hablando? ¿Dentro de los próximos minutos o días? -Minutos -Nada, ¿a dónde pretendes invitarme?_ dije sonriendo un poco -A que me ayudes en algo -¿Ayudarte? ¿Ayudarte a qué? -Ya lo veras, acompáñame a buscar las cosas en la camioneta_ fui con él hasta el estacionamiento totalmente intrigada por saber que tramaba, pero sabía que fuera lo que fuera me iba a divertir, Simon tenía ese poder. Llegamos a su camioneta y sacó un bolso y un balón de futbol_ ¡Vamos!_ me tomó de la mano y fuimos hacia el campo de futbol -¿Simon, futbol? Creo que no estoy vestida como para jugar futbol, ¿no crees? -Ya pensé en eso. Traje algo que sé que te va a gustar_ abrió el bolso y sacó un uniforme y unos tacos_ póntelo_ sonrió abiertamente. Estúpida sonrisa que adoraba, era tan cautivadora, era imposible decirle que no -Ok, ok, ok tu ganas_ tomé el uniforme y fui a los vestidores a cambiarme. Me lo puse, me quedaba algo grande, me sentí extraña vestida de esa forma. Me agarré una cola de caballo y me miré de nuevo en el espejo <<Aquí voy….>> salí de los vestidores y Simon me estaba esperando en la puerta, tenía puesto el mismo uniforme del equipo de la universidad -¡Wow!_ me miró de arriba abajo impresionado_ nunca pensé que te quedaría tan bien el uniforme, tengo buen ojo por lo visto_ logró sonrojarme_ Vamos…_ caminamos hasta el campo de futbol de la universidad, afortunadamente estaba solo, me sentía como una tonta vestida así, pero como siempre decía, todo era cuestión de actitud, así que tuve que meterme en el papel de una deportista para no sentirme tan avergonzada. Dejamos nuestras cosas en las gradas y fuimos al centro del campo -¿Un partido de dos jugadores? -Sí, solo tú y yo, a ver qué tan buena eres_ dijo con una sonrisa maquiavélica dibujada en el rostro lo cual me hizo mucha gracia -Ok, ok presume tus talentos deportivos que después de todo los adquiriste de mi
  • 37. Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad -¡Hey!_ reímos a carcajadas por unos momentos. Simon puso el balón en el centro del campo_ ¿Quién hace el saque inicial? -Yo…_ patee suavemente el balón con el pie izquierdo con astucia -¡Hey! Eso es trampa_ dijo mientras corría detrás de mi -Sin reglas, al menos no me las diste…_ corrí mientras dominaba el balón hacia el lado izquierdo del campo donde era mi portería y anoté el primer gol_ ¡¡¡Goooool!!!_ sonreí abiertamente mientras jadeaba -Que tramposa eres… -¡Por Dios Simon! creo que tienes mucho más que dar, esfuérzate un poco más, ¿te vas a dejar ganar por una mujer?_ tomó el balón y fuimos de nuevo al centro del campo, pero esta vez sacó él con la misma astucia con que yo había sacado, corrí detrás de él para quitarle el balón y lo logré pero él me lo arrebató cuando iba a mitad de campo hasta que logró anotar su primer gol. Pasamos alrededor de una hora jugando hasta que íbamos 15-10 a mi favor_ ¡Simon ya! Estás pasando vergüenza, te llevo 5 goles de ventaja_ dije mientras me detuve jadeando en pleno campo, sudaba mucho hacia demasiado calor. Simon vino corriendo hacia mí y me cargó poniendo mi vientre en su hombro derecho quedando con la cabeza colgando, forcejee para que me bajara_ ¡Bájame…! -Niña tramposa…_ moví con mucha fuerza las piernas, pero la risa no me dejaba imprimirle mucha fuerza hasta que resbaló y caí de espalda en el suelo y el cayó sobre mi mientras nos reíamos_ Eres buena, ¿eh? -Me dejaste ganar, no creas que no me di cuenta… -Con semejantes trampas ¿como no ibas a ganar?_ nos reímos por unos segundos hasta que nos quedamos como en una especie de “mute” mirándonos a los ojos, él estaba encima de mí en el suelo, me sentía extraña, como si estuviera flotando, el corazón empezó a acelerarse de nuevo, pero esta vez no era por actividad física, sino por tener tan cerca a Simon_ Ehm, creo que ya debemos irnos, ya me ayudaste a entrenar lo suficiente_ se levantó y me dio su mano para ayudarme a levantar, caminamos hacia las gradas algo silenciosos_ Vamos a mi casa, Rachel hizo macarrones con queso para hoy -Me encantaría…_ fuimos hacia el estacionamiento cuando nos interceptaron un par de chicas que estudiaban con nosotros, Shannon y Taylor
  • 38. Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad -¡Hola Simon!_ dijo Shannon, era muy coqueta, vestida con ropa de marca, muy estilizada o mejor dicho plástica, pero nunca la había detallado lo suficiente o la había tomado en cuenta, era un ser común y silvestre y con poca importancia dentro de mi vida a decir verdad -Hola Shannon…_ dijo Simon con educación y una media sonrisa -Necesito otro favor tuyo. ¿Será que esta tarde puedes pasar por mi casa revisando mi computadora? está algo lenta y tengo problemas con la conexión a internet_ levanté ambas cejas en señal de sorpresa y miré de medio lado a Simon -Eh, bueno, ¿no puede ser otro día Shannon? Es que esta tarde no puedo, tengo cosas que hacer con Alex…_ me señaló, con su dedo pulgar izquierdo, yo estaba a su lado pero al parecer ella no me había notado, sonreí hipócritamente cuando ella me vio -¡Oh! Hola Alex, disculpa que no te saludé, en realidad no te noté. ¿Y no puedes cancelar Simon? Es que necesito la computadora -Simon de verdad si quieres comemos otro día en tu casa… -¿Ves? Ella no tiene ningún problema -No, de verdad discúlpame Shannon, si quieres mañana paso, pero no tiendo a cancelar compromisos previamente adquiridos_ miré a Simon y creo que alcancé a sonreír, miré a Shannon y tenía cierta expresión de cólera, me recordó mucho a Phoebe -¡Oh…! Será. Te espero mañana en mi casa a eso de las 4.00. Por cierto Alex, ¿qué hay de Adam?_ “¡Bang!” disparo directo al corazón, como se diría en boxeo “golpe bajo” pero sabía que las intenciones de ella iban mucho más allá que solo saber de Adam, era para saber si seguía siendo su novia para dejarle el camino libre con Simon -Supongo que está bien, se mudó fuera de Estados Unidos, no hemos hablado desde entonces…_ volví a sonreírle hipócritamente -Bien Shannon, nos vemos mañana en tu casa_ Simon me tomó del brazo, las esquivamos a ambas chicas y caminamos hacia nuestros autos_ Nos vemos en mi casa entonces, voy detrás de ti_ me quedé observándolo unos segundos con los ojos un poco cerrados, el ceño fruncido y con ganas de que se me escapara una sonrisa_ ¿Qué? -¿Desde cuando eres técnico de computadoras?
  • 39. Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad -Un don, soy bueno reparando cosas. ¿Celos…?_ dejó libre una sonrisa. Negué con la cabeza dejando salir una sonrisa y subiendo ambas cejas. Conduje hacia su casa que quedaba hacia el oeste de la ciudad no muy lejos de la universidad. Llegamos a casa de Simon, su “tía” Rachel simpática como siempre almorzó con nosotros, conversamos cosas totalmente triviales y normales hasta que tocó el tema de cómo nos fue en el viaje a Tampa, siempre contábamos lo mismo y encontrábamos una tangente para salirnos del tema del viaje. Terminamos de almorzar y ayudé a Rachel a recoger los platos pero no me dejó lavarlos -Ya me tengo que ir, tengo que darme un buen baño_ dije haciendo una mueca de asco hacia mí misma, tenía puesto aun el uniforme de futbol, Simon sonrió -Yo te acompaño hasta la puerta_ me dijo Simon -Gracias Rachel, estuvieron deliciosos los macarrones -No hay de que mi niña, gracias a ti por la visita. Y por favor para la próxima llámame tía Rachel como hace el grandulón este, ya eres parte de la familia, o al menos lo considero así y sé que no soy la única, además que me caería bien tener otra sobrina_ sonreí ante semejante proposición -Está bien “tía Rachel”_ me abrazó dándome un beso en la mejilla. Simon y yo caminamos hacia la puerta principal_ Tu tía es lo máximo… -Te tiene bastante aprecio Alex, es de esperarse_ hicimos una breve pausa mientras Simon me abría la puerta -Oye Simon, gracias. Otra vez gracias, no sé cuántas veces te diré gracias, tendré que imprimir un cartel que diga “Gracias Simon”_ ambos reímos -¿Por qué las gracias? ¿Por la comida? No tienes nada que agradecer, eres tú la que siempre me alimentas, ¿o no? -Si es cierto, opto mejor por vestirte que alimentarte, sale menos costoso_ ambos volvimos a reír_ y no es solo por la comida, es por lo de hoy. Gracias por hacerme sonreír de nuevo, por pensar en mi bienestar. Esto del partido te quedó genial, de verdad. Y gracias por preferir quedarte conmigo antes de irte a “reparar computadoras…”_ sonreímos, sabía que no debí tocar ese tema porque era dejar ver lo celosa que estaba, pero no lo pude evitar -Siempre voy a preferir estar contigo Alex, lo sabes…_ al decirme tal cosa sentí como las piernas se me desvanecían, algo me invitaba a besarlo, pero sabía que no debía. Me lancé sobre el
  • 40. Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad parándome en puntillas y lo abracé fuerte por unos segundos y le di un beso en la mejilla derecha deteniéndome un momento, plenamente tentada por besarlo en los labios -Nos vemos mañana en la universidad…_ me fui de regreso a casa conduciendo despacio. Empecé a recordar lo que me había contado Vanessa el fin de semana de los sentimientos vampíricos y por alguna razón tuve muchísimas ganas de volver a Adam, pero esa no era una novedad, pasé largas semanas anhelando verlo así fuera por unos segundos una última vez, pero las posibilidades de que eso ocurriera eran muy remotas, no tenía ni la más mínima idea de donde podría estar Adam y Sam, pero me sentía confundida, todo era tan nublado cuando recordaba a Adam; yo no sabía en qué etapa estaba, pero sabía que ya estaba mejor desde la partida de Adam y eso se lo debía a Simon, no sabía con exactitud que me pasaba con Simon, era tan diferente a lo que sentía por Adam. Por Adam sentía atracción, deseo, pasión, amor desmedido, deseaba estar con él a todo momento y por Simon sentía cariño, ternura, sentía la necesidad de estar con él siempre, cada vez que lo miraba a los ojos me sentía segura a su lado y posiblemente estaría a punto de sentir amor, ¿pero como iba a saberlo?
  • 41. Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad Capítulo 8 Llegué a casa, estacioné el auto, tomé mis cosas y caminé hacia la puerta principal, miré mi pecho mientras caminaba y sonreí abiertamente <<Simon…>> me hacía mucha gracia estar vestida así, siempre fui buena jugando futbol, pero nunca había portado un uniforme completo. Abrí la puerta y Vanessa venía hacia mí, Andrés estaba parado en la entrada de la sala, Vanessa venía con los ojos llenos de lágrimas, pero no me dijo ni una palabra, sólo salió de mi casa a toda velocidad -¡Vanessa…!_ la llamó de nuevo Andrés tratando de ir tras ella, pero lo detuve -Andrés, déjala… Se va a poner bien_ no sé cómo describir la expresión de Andrés, era confusión, con tristeza e impotencia, no lo sabía a ciencia cierta -¿Tú tienes algo que ver con esto? -“Culpable”_ dije señalándome y con gesto de tristeza y cerrando la puerta -¿Qué le dijiste? ¿Qué sucedió? -Andrés yo no sé si te has dado cuenta, pero estamos malditos, los tres nos enamoramos de vampiros, y sabes lo complicado que es porque supongo que nos has visto sufriendo a Adriana y a mí. Es antinatural Andrés, simplemente imposible, vivimos de formas diferentes -Ella es diferente y lo sabes… -Lo sé, ella es mi mejor amiga y nunca pretendo dejarla sola, pero analiza la situación dejando a un lado lo que podrías estar sintiendo por ella. ¿Qué pasará cuando tú mueras? ¿Qué pasará cuando
  • 42. Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad envejezcas? ¿O es que eres tan egoísta que querrías convertirte en vampiro?_ dejó la mirada perdida hacia algún sitio, era evidente que lo había hecho pensar -Odio que tengas la razón -Yo lo odio aún más -¿Cómo lo haces? -¿Qué cosa? -Ver las cosas de un punto de vista frío y diferente -Los sentimientos no te dejan pensar con claridad, y cuando estamos saturados de cualquier sentimiento podemos hacer o decir cualquier cosa, hay pensar con la cabeza y no con el corazón -Supongo entonces que Vanessa será otro amor perdido…_ dijo con algo de pesimismo en su tono de voz viendo hacia la casa de Vanessa -No lo veas así, ya vendrá la indicada en todos los sentidos, tienes mucha vida por delante. ¿Te sientes mejor? -La verdad no, creo que me siento peor, pero me diste mucho en que pensar y sé que tienes razón_ le sonreí desanimadamente y subí a mi habitación. Entré y había un cuervo posado en la ventana, recordé a Phoebe y eso no me agradó, lo espanté hasta que salió volando, cerré la ventana con seguro, me voltee para ir hacia el baño y Vanessa estaba parada a unos pocos metros la verdad me asustó un poco; nos miramos a los ojos, le abrí mis brazos y vino corriendo hacia mí como una niña a llorar en ellos -¿Por qué tiene que doler tanto?_ me preguntó ella apenas pudiendo pronunciar palabra alguna. La despegué de mí y la llevé al borde de mi cama y nos sentamos -Nunca tendré respuesta a ello. Pero es lo que nos recuerda que de alguna forma vivimos y sentimos -No sabes cuánto deseo dejar de existir, ¿por qué no me asesinó?_ era evidente que se refería a Gerald quien era su prometido y la había convertido en lo que era: un vampiro_ este es el peor castigo que puedes recibir, preferiría quemarme en el infierno antes que esto -Aunque no lo creas, te entiendo al 100% y no sé qué decirte, me imagino que tan fuerte es; vivir eternamente, en ocasiones sintiendo deseos de beber la sangre de los que te rodean, no poder
  • 43. Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad quedarte en algún lugar donde te sientas a gusto por muchos años, sin poder amar libremente a un humano como una vez tú también lo fuiste, estar condenado involuntariamente al infierno… -Sam y Adam deben estar muriendo lentamente, y sé que fue difícil para ellos dejarlas, hay que tener mucha voluntad para hacerlo y por lo que veo se fueron muy lejos porque no los percibo. Ojalá yo pudiera hacer lo mismo -A veces la solución no está en huir y dejar todo atrás, es cuestión de enfrentar las cosas y ser valiente, lo que sucede es que siempre buscamos la vía más rápida y fácil -Pero en este caso ellos hicieron lo correcto. Están en una etapa de cambiar, el cambio de dieta es duro y cuesta acostumbrarse un poco ya que te debilitas y te vuelves más humano físicamente hablando_ me quedé pensando en eso que Vanessa me acababa de decir -¿Quiere decir que beber sangre no humana te debilita? ¿No es lo mismo? -No, sabes que son componentes diferentes, y la sangre no fresca es la que nos debilita, a un vampiro lo fortalece la sangre fresca, aún caliente ya que cuando es almacenada pierde ciertos componentes que para nosotros son fundamentales para nuestra nutrición_ de pronto me sentí en una clase de biología_ la sangre animal llena pero no satisface, te ayuda solo un poco -¿Y por qué siempre muerden en el cuello? -Por el cuello pasa una arteria muy importante que lleva la sangre al cerebro, por la cual transita mucha pero mucha sangre; es la carótida_ subí ambas cejas en muestra de sorpresa, ¿cómo terminamos hablando de esto? -¿Te sientes mejor? -Si algo, estoy más tranquila, gracias por confiar en mi Alex_ le sonreí -Sabes que no tienes que agradecer eso, gracias a ti por cuidar de nosotros. Ya verás que algún día te topas con un vampiro igual que tú, guapo, genial, generoso, inteligente que se va a robar todos tus pensamientos…_ le dije guiñándole el ojo y ella me sonrió débilmente -Alex, por cierto, ¿cómo estás manejando lo de Adam? -Ya estoy mejor, supongo que no voy a estar triste toda la vida -La verdad no te queda el sufrimiento…
  • 44. Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad -Si lo sé, me siento ridícula…_ ambas reímos -Entonces supongo que eso se lo debemos a Simon, ¿no?_ la sonrisa se me borró de inmediato, Vanessa me tomó por sorpresa -¿Simon…? Ehhh… si, le doy mucho mérito a Simon, me relajé y me ayudó mucho el viaje a Tampa -Alex, te gusta Simon_ me dijo sonriendo abiertamente, yo me acaloré, lo más probable es que me hubiera sonrojado -¿De dónde sacas semejante cosa Vanessa? Tú y tus cosas… -No me quieras ver la cara de estúpida, si quieres engáñate tú, pero a mí no_ en ese momento me sentí desnuda frente a millones de personas observándome -¿Es tan obvio…?_ dije rindiéndome disimuladamente -¡Lo sabía!_ dijo sonriendo abiertamente de nuevo_ No es tan notable, pero yo lo noté. ¿Qué pasó en Tampa entre ustedes? -¡NADA! Digo, nada fuera de lo normal_ traté de ser MUY convincente -¿Alex…?_por lo visto fallé en el intento_ Los he visto como se miran, tratan de ocultar algo, y mírate estás sonriendo otra vez, te empieza a brillar la mirada, estás más tiempo del normal con Simon, y cuando están juntos brillas. Así como te conocí, y aunque duela recordarlo, así eras cuando estabas con Adam_ sonreí débilmente al recordar aquellos días junto a Adam_ ¿Qué pasó en Tampa, Alex? -¡Me siento como una idiota! Pero igual lo vas a saber; Simon y yo nos “acostamos” - Esto es peor de lo que yo pensaba…_ sonrió de nuevo -Pasó una sola noche y quedamos en que no se repetiría, le dije que me sentía extraña con él; él me dijo que me iba a esperar el tiempo que hiciera falta hasta que aclare mis sentimientos_ suspiré, no me sentía muy cómoda recordando y mucho menos contando lo que sucedió esa noche en Tampa -Alex, Simon es el hombre que necesitas en tu vida -Yo sé quién es Simon y todo lo que ha dado por mí, pero es injusto que estuviera con él mientras todavía pienso en Adam
  • 45. Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad -Nunca he estado en tu situación, pero he escuchado de muchos casos así, amar a dos personas debe ser terrible -Siento que voy a explotar en algún momento, es confuso, no se puede elegir
  • 46. Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad Capítulo 9 Camino a la universidad, 5 de octubre, para mí un día común y corriente, iba escuchando música con Adriana en el auto, escuchábamos Carrie Underwood; me estacioné en el típico puesto de siempre y Simon me estaba esperando como siempre, cuando cerré la puerta y vi a Simon noté que algo extraño pasaba, su expresión era seria -Hola Simon… -Hola chicas. Malas noticias -¿Qué sucede?_ preguntó algo impaciente Adriana -Encontraron a Shannon sin vida en el bosque anoche…_ sentí como si me caía por un precipicio, los tres sabíamos cómo pudo haber sido esa muerte, eso indicaba que los vampiros habían vuelto a atacar y lo más probable es que Phoebe ya anduviera por allí de nuevo y esa idea me heló la sangre, caí en pánico -¿Alex, estás bien? ¿Alex?_ regresé en sí de inmediato -¿Ah? Si, si estoy bien -Entonces pensaste lo mismo que yo, Alex hay que protegerte, Phoebe debe andar por ahí merodeando y ya envió su primera señal_ no dije absolutamente nada, me quedé en silencio observando a Simon inexpresiva_ Suspendieron las clases el día de hoy por luto, en el medio día será el funeral en el patio del lado oeste que es cuando traen el cuerpo -Pero no entiendo por qué no la desaparecieron como las otras víctimas
  • 47. Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad -Quien lo hizo, lo hizo a propósito mandando una señal clara, no les importa el tratado, la dejaron entera porque quieren que se transforme. Hay que asegurarse de que se incinere, yo puedo hacer el ritual previo -¿Qué ritual? -Purificación de alma, sólo necesito ajo, agua bendita, velas blancas y un crucifijo de plata -¿Y cuando se supone que vas a hacer eso sin que nadie lo note? ¿En cuanto tiempo se puede transformar?_ preguntó Adriana -No sabemos cuándo fue mordida, pero la transformación consta de 48 horas más o menos. Lo puedo hacer en la noche cuando dejen el cuerpo solo, voy a necesitar ayuda extra, hay que rezar mucho_ Adriana y yo nos miramos atónitas -Entonces yo voy -Yo también_ dijo Adriana sin dudarlo -Alex, prefiero que te quedes en la casa, es más seguro allí, recuerda que los vampiros atacan de noche -No me voy a esconder Simon, te voy a ayudar con el ritual … Todo estaba callado en la universidad ese día, todos los que estudiábamos con Shannon decidimos vestirnos de negro y llevar una rosa blanca. El funeral fue como cualquier otro, profesores y amigos de Shannon (incluyendo a Simon) dijeron palabras de afecto hacia ella y lo maravillosa que pudo haber sido, caras largas, otros llorando; su hermana mayor, su madre y otros familiares cercanos estaban sentados en la primera fila, era muy triste verlos así. El funeral terminó a eso de las 5.00 de la tarde, la gente se empezó a dispersar y yo me acerqué a la madre de Shannon, una señora de buena figura a pesar de su edad, rubia, escasamente maquillada y a pesar del luto, muy bien vestida -Buenas tardes, me llamo Alexandra Torres, soy compañera de clases de Shannon, sólo quería expresarle cuanto lo siento_ le extendí la mano derecha y ella me la tomó con una sonrisa muy débil
  • 48. Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad -Gracias, mucho gusto Amanda Brown. Gracias por el homenaje que le hicieron a mi pequeña -¡Oh! No era para menos, y no me agradezca a mí, hágalo a la universidad, yo apenas conocía a su hija, pero al fin y al cabo es un alma más que deja de existir entre nosotros y es una compañera de estudio_ sonó muy falso lo sé, pero debía decir algo reconstruido y trillado -Eres sincera, esa es una virtud_ al menos ahora sabía que era buena siendo hipócrita en ocasiones -Disculpe la pregunta señora Brown, ¿pero que van a hacer con el cuerpo de Shannon?_ la señora Brown me miró con algo de sorpresa ante semejante pregunta -La vamos a incinerar mañana en la mañana en el cementerio del este, eres bienvenida y todos los demás si quieren asistir a la misa previa -Muchas gracias, estaré allí entonces, que esté bien señora Brown, un placer conocerla, lástima que haya sido en estas circunstancias_ retrocedí lentamente hasta que llegué hasta llegar a Simon, Adriana, Vanessa y Andrés - ¿Que hacías hablando con la mamá de Shannon?_ me preguntó Simon algo confuso -Averiguando que iban a hacer con el cuerpo -¿Y bien…? -Lo van a incinerar mañana en el cementerio del este por la mañana -¡Perfecto! Quiere decir que el cuerpo lo van a dejar en la funeraria del cementerio esta noche. Paso por ustedes a las 10.00 p.m. -Yo voy con ustedes_ dijo Andrés -Yo prefiero que te quedes con Vanessa vigilando la casa y el bosque a ver si logras ver algo -Bien, si ayudo de esa forma, entonces me quedo Simon llegó puntual como siempre a recogernos a Adriana y a mí, condujo hasta el cementerio del este durante unos 30 minutos aproximadamente, ya en el noticiero local se difundía la noticia de la muerte de Shannon
  • 49. Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad -¿Y como se supone que vamos a hacer para entrar a la funeraria a esta hora sin levantar sospechas? -Tenemos que buscar una entrada, confío en que no habrá nadie en la funeraria a esta hora Llegamos al cementerio y nos estacionamos en la siguiente cuadra, ya que el celador probablemente no nos dejaría entrar, esas no eran horas de visitar difuntos. Fuimos hacia el lado izquierdo del cementerio y trepamos la pared no muy alta, me sentía como una delincuente, y era críptico estar a esas horas a escondidas en un cementerio, trotamos hasta la funeraria, tratamos de abrir la puerta de cristal, pero estaba cerrada, dimos la vuelta y vimos una de las ventanas que para nuestra sorpresa estaba abierta, Simon fue el primero en entrar ayudándonos a Adriana y a mí. Ubicamos rápidamente el ataúd donde reposaba el cuerpo de Shannon, Simon lo abrió, estaba pálida como un papel, y era de esperarse, era un cadáver, tenía ojeras bien marcadas, Simon le giró la cabeza y para nuestra sorpresa no tenía marca en el cuello ni una gota de sangre -No está mordida…_ dijo Adriana sin entender -No entiendo…_ dijo Simon sin poder entender tampoco. Me quedé pensando un momento en silencio, cuando recordé lo que me había contado Vanessa sobre la sangre, que ellos muerden en el cuello porque pasa la vena carótida -Su entrepierna…_ dije de repente -¿Qué?_ preguntó Adriana entendiendo menos aún, tanto ella como Simon me miraban fijamente -Hay que revisar su entrepierna. Adriana ayúdame -¿Alex, pero qué demonios…?_ dijo totalmente espantada y me atrevería a decir que asqueada -Confía en mí, ayúdame…_ quitamos una especie de sábana blanca que la cubría hasta la cintura y levantamos la falda del vestido que traía puesto, abrí sus piernas y vi en su muslo izquierdo a pocos centímetros de su vagina la gran marca y desgarre del musculo_ ¡BINGO! -¿Cómo sabias eso? -Biología, los vampiros muerden en el cuello convencionalmente porque fluye la mayor cantidad de sangre de nuestro cuerpo por la vena carótida, y el entrepierna es el otro lugar por donde pasa esta vena
  • 50. Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad -¡Wow! Buena deducción… supongo entonces que la violaron antes de morderla o en el proceso, no es normal que un vampiro muerda en esa zona_ bajé de nuevo el vestido y tratamos de arreglarla exactamente como estaba, Simon miró sus manos y sus uñas estaban negras como si se las hubiera golpeado_ Se está transformando, es hora de trabajar_ Entre Adriana y yo pusimos las velas blancas alrededor del féretro y las fuimos encendiendo una a una, mientras Simon ponía el ajo dentro de la urna, cuando me levanté a ver Simon había puesto el crucifijo entre las manos de Shannon contra su pecho. Adriana y yo nos paramos justo al lado del cuerpo de Shannon y Simon en la cabeza con un frasco con agua bendita -¿Para que son las velas?_ preguntó Adriana -Necesita luz, ya que cuando está en metamorfosis se van hundiendo en la oscuridad hasta que su alma llega al infierno y hay que impedirlo, por ello las velas blancas. Bien empecemos con el ritual. “Dios, en esta oportunidad se aparta de nosotros el cuerpo y el alma de Shannon Brown, hoy te imploramos por ella para que alcance la luz y llegue hasta ti, perdona sus pecados y admítela en tu reino…”_ Simon parecía todo un sacerdote, eso me dio escalofríos. Empezó a decir cosas en latín por un largo rato mientras rociaba agua bendita sobre ella, cuando caían las gotas sobre su piel, parecían evaporarse, como si la quemara. Adriana y yo observábamos calladas en pose de rezo; rezamos 5 padres nuestros. Terminamos el ritual y Simon nos dijo que dejáramos las velas encendidas. Salimos del cementerio de la misma manera en que entramos sin ser descubiertos, Simon condujo a media velocidad hasta la casa, todos estábamos callados -¿Qué va a pasar cuando consigan todo el ajo y las velas en la mañana? -Quizás cause escándalo, pensaran que es brujería o quién sabe qué cosa, pero para ese entonces ya no importa que retiren todo, de todas formas el ajo está muy escondido, solo lo verán cuando la vayan a incinerar que la despojen de la ropa.
  • 51. Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad Capítulo 10 Ya había pasado una semana desde la muerte de Shannon, las cosas en la universidad estaban volviendo a la normalidad, Simon se quedaba hasta altas horas de la noche en mi casa vigilando con Vanessa y Andrés que todo estuviera en orden, era increíble como el pánico y la paranoia nos secuestró de un momento a otro, pero al parecer Vanessa y Simon temían más que yo, posiblemente porque sabían cómo pensaba y era Phoebe en realidad, yo me tomaba más a la ligera la amenaza que una vez me hizo de cobrarse todas las que le hice: quitarle a Adam, convertir a Chris en ángel; creo que tenía suficientes razones para quererme fuera del mapa, y para ser sincera, yo nunca le temí a la muerte, menos ahora cuando la muerte era el paraíso en comparación a ser un vampiro <<¿Y si Phoebe decide maldecirme por toda la eternidad convirtiéndome en vampiro como Gerald lo hizo con Vanessa y la misma Phoebe le hizo a Adam?>> semejante idea me aterrorizó. Simon me ordenó prácticamente que no me quitara la cadena con el crucifijo y el pentagrama, era la única forma de mantenerlos fuera de mi alcance, pero suponía que Phoebe ya había pensado en ello, tantos meses de ausencia no era tan bueno como parecía, algún plan debió armarse. Al salir de mi trabajo en la primaria, Simon me esperaba afuera para escoltarme hasta casa, era totalmente ridículo, me sentía como una súper estrella con guardaespaldas, o en su peor caso, como una niña que van a buscar al colegio. Esa tarde salí junto con los niños, estaba súper cansada, caminé hasta la entrada de la escuela y Simon estaba recostado de su camioneta como siempre solía hacer -Hola extraño…_ le dije sonriendo y él me respondió la sonrisa, a pesar de sentirme sobre protegida en varias ocasiones por Simon, en el fondo adoraba y me encantaba tenerlo todo el tiempo conmigo cerca -Hola extraña…_ sacó su mano derecha de atrás con una rosa naranja extendiéndomela
  • 52. Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad -¿Para mí?_ dije gratamente sorprendida, el corazón se me aceleró rápidamente -Claro que es para ti ¿Para quién más? “Una rosa para otra rosa…”_ dijo de forma graciosa sobre pronunciando la última frase. Tomé la rosa riéndome y negando con la cabeza -Estás loco…Gracias -Vamos a dar una vuelta… -¿A dónde? -Vamos a las cataratas…_ las cataratas de Sioux Falls eran de en sueño, sólo había ido un par de veces desde que me mudé. Conduje hasta las cataratas que quedaban a 40 minutos aproximadamente. Al llegar, del lado derecho había 3 turistas tomándose fotografías, Simon y yo nos detuvimos en la baranda, adoraba respirar aire fresco, todo ese escenario me recordaba a la laguna del bosque, tenía mucho tiempo sin ir, pero era por prevención -¿Qué hacemos aquí? -Se me ocurrió cuando iba camino a recogerte traerte hasta acá_ me quedé embelesada mirándolo a los ojos y sonriendo_ sé que no ha sido fácil todo esto para ti, andar prevenida sin poder andar libremente por donde quieras cuando quieras, sé que el aire fresco y la naturaleza te desestresan -Siempre sabes que hacer conmigo Simon. ¿No te cansas de cuidarme la espalda todo el tiempo? -Llevo 22 años cuidándotela y todavía no me canso, y te la cuidaré hasta que mueras, así muera antes que tú, siempre me tendrás contigo eso lo sabes_ ese tipo de discursos me desenfocaban por completo, me removían los sentimientos y me ponían susceptible. Automáticamente los ojos se me llenaron de lágrimas_ ¡Oh no! No llores por favor_ al oír esas palabras mis lágrimas salieron a toda presión porque recordé a Adam. Simon me abrazó fuerte, enterré mi cabeza en su pecho llorando suavemente sin hacer mucho ruido mientras el acariciaba mi cabello, voltee la cara hacia el lado izquierdo dejando mi cabeza recostada de su pecho. Nos quedamos allí suspendidos mirando la cascada en total silencio. Regresamos a mi casa a eso de las 5.30 de la tarde, cuando llegamos a mi casa ya estaba oscuro, hacía frío, el otoño estaba en pleno. Estacioné el auto en el garaje y Simon me esperaba parado en la acera, cuando se acercó a mi sonó su celular, era su tía Rachel que al parecer lo necesitaba -Simon ve con Rachel, te necesita, yo voy a estar bien
  • 53. Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad -Pero es que… -Pero es que nada, Rachel te necesita, atiéndela, si hay alguna novedad yo te aviso de inmediato -Está bien. Yo te llamo más tarde_ arrancó, lo miré hasta que se me perdió de vista en la calle, cuando me disponía a subir las escaleras del porche apareció Peter -¿Pete? ¿Qué haces aquí? ¿Pasa algo? -Hola Alex, me temo que si…_ tenía la expresión de preocupación, su presencia en lugar de causarme paz me tenía ansiosa y preocupada, algo malo debía estar ocurriendo para que un ángel volviera a aparecérseme -¿Qué sucede? ¿Chris está bien? -Sí, él está perfecto. Se trata de Adam y Sam_ al escuchar el nombre de ambos, sentí que una corriente muy poderosa recorrió mi cuerpo -¿Adam? ¿Están bien!? -Tranquilízate… Fueron encontrados por los demonios y al parecer no pretenden hacer nada bueno, Miguel ya fue a encontrarse con ellos_ sentí una desesperación espantosa -¿Dónde están? Tengo que ayudarlos -No sé si hice bien con venir a contártelo… -No me vengas con arrepentimientos Peter. ¿Donde están Adam y Sam? -En Australia, en un pueblo llamado Campbell Town -Gracias por la información Peter, te debo una…_ salí corriendo hacia la puerta principal de mi casa -¡Alex espera! ¿No pensaras ir…? -Por supuesto que voy, ambos me necesitan -Ten mucho cuidado, recuerda que eres humana_ entré a casa desaforada, entré a mi habitación, abrí mi closet y saqué un bolso grande de viaje; me senté en la cama con mi laptop a revisar
  • 54. Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad la página web de alguna aerolínea australiana, cuando era el vuelo más cerca y había uno para las 6.00 de la mañana del día siguiente e hice la reservación. A la 1.30 de la madrugada salí silenciosamente de mi casa, me monté en el taxi que había pedido que me llevó hasta el aeropuerto de Chicago. Tomé el primer vuelo a Atlanta y luego el vuelo de las 6.00 de la mañana que me llevaba hasta Sydney.
  • 55. Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad Capítulo 11 Fueron 14 horas de viaje, la desesperación hacía que el viaje fuera más largo para mí. Adriana y Simon, si se enteraban dónde estaba y que era lo que trataba de hacer, ninguno de los dos repararía en venirse detrás de mí; Adriana para ayudarme a salvar a Sam y Simon para evitar que ponga mi vida en peligro; aunque detenerse a pensar en la situación era darse cuenta que lo que hacía era totalmente irracional, porque no poseía ningún poder como para poder salvarlos, pero a pesar de ello, era una necesidad socorrerlos. Apenas toqué piso australiano, me sentí extraña, sentí una necesidad de salir corriendo del aeropuerto, tomé un taxi para que me llevara directo a Campbell Town, por lo que me decía el taxista quedaba a una hora aproximadamente de Sydney, todo era muy pintoresco, pero no me detuve a observar el paisaje, me preocupaba más hallar a Adam y Sam -¿Donde la dejo señorita? -Déjeme en el centro, en un centro comercial o algo así -Disculpe ¿pero la vienen a recoger? La podría llevar hasta su destino final -El problema es que no sé cuál es mi destino final -Es de América, ¿cierto? -¿Tanto se nota? Lo que sucede es que vine de emergencia porque unos amigos están en aprietos, sólo sé que están aquí en Campbell Town -¡Oh! Entiendo… entonces debería dejarla en la taberna, justo donde está la estación de gasolina del pueblo, allí podremos preguntar por sus amigos, todos los que viven aquí se conocen y la puedo llevar hasta su domicilio
  • 56. Mairim Soledad González Claridad y Oscuridad -Ellos son nuevos acá, son americanos también -Todos los que vienen a este pueblo o viven aquí han pasado por la taberna, tenga confianza que los va a encontrar_ el taxista continuo manejando a velocidad media en silencio durante los siguientes 5 minutos hasta que llegamos a la estación de gasolina y al lado había una taberna_ Aquí es señorita, la espero -Muchas gracias_ me bajé del taxi algo distraída y confusa, gracias al cielo el taxista me ayudó en algo, ojalá que supieran de Adam o Sam en este lugar. Abrí la puerta de madera vieja de la taberna, había poca gente dentro, en su mayoría, por no decir en su totalidad eran hombres, me acerqué a la barra y había un señor mayor, canoso, desgastado por la vida de unos 60 y tantos -Buenas tardes, ¿una cerveza señorita? -Eh no, disculpe, solo ando buscando a un par de chicos y quería saber si los conoce o los ha visto por aquí -Por aquí pasa mucha gente…_ Me observó de arriba abajo desconfiando -No soy policía, solo busco a unos amigos -¡Oh! Entiendo_ cambió de pose y de actitud -Sus nombres son Adam y Samuel Vangarret, uno es alto como de 1.85 mtrs, cabello oscuro, ojos grises, fornido, facciones serias y rudas, el otro un poco más bajo, ojos azules, cabello castaño oscuro, fornido; se mudaron hace poco hasta donde tengo entendido -No recuerdo a nadie con esos nombres_ en eso se acercó una chica peliroja pecosa, guapa, con un short de jean rotos y una franelilla roja desgastada -¿Buscas a Adam y Sam? son los americanos que llegaron nuevos hace poco…_ cuando ella me dijo esas palabras, vi una luz radiante entre tanta oscuridad -¡Si! Ellos son, ¿por favor me podrías dar su dirección? -¿Tú eres Alex, cierto?_ me quedé muda y asombrada -Si, ¿como lo sabes? -Adam me ha hablado de ti, conserva una fotografía tuya consigo_ no sabía si sentir felicidad o tristeza en ese momento_ sigue la carretera que sale por el norte, dobla en el camino de la derecha hay