El primer día de clases genera ansiedad tanto en los niños como en sus padres. Los niños sienten miedo a separarse de sus padres y estar solos en un lugar desconocido, lo que puede causarles llorar o alegar síntomas físicos. Los padres también experimentan ansiedad al dejar a sus hijos en la escuela, especialmente las madres que han pasado mucho tiempo con sus hijos. Sin embargo, es importante que los padres mantengan la calma y apoyen a sus hijos en esta nueva etapa para que la ansiedad del primer día disminu
¿Porqué lloran los niños en su primer dia en el preescolar?
Primerdiaclases
1. La ansiedad en el primer día de clases…
Es un suceso trascendental que impacta a toda la familia, dejando una huella importante
ese primer día cuando el pequeño asiste a preescolar tomado de la mano de papá o
mamá; sintiendo miedo a sentirse abandonado, por eso rompen en llanto a la hora de
despedirse y verse solo en un lugar desconocido. Es probablemente que no quiere
quedarse en la escuela y los días subsecuentes argumente que le duele la cabeza, el
estómago, la cadera, etc. Todo con tal de quedarse en CASA en ese lugar que ahí sido su
guarida secreta de protección.
Por lo que lo padres deben ser muy cuidadosos y primeramente valorar si los síntomas son
orgánicos o son producidos por la ansiedad, esto es REAL cuando tengo miedo de verdad
me duele el estomago, en ocasiones la tensión puede llegar a generar los mismos indicios
que cuando se sufre un ataque cardiaco.
Frente a estos síntomas, los padres deberán ser comprensivos, pero mantener la calma y
sobretodo no ceder ni mostrarse complacientes,” ok, no vayas a la escuela esta semana”
“Estas muy chiquito, lo intentamos el año que entra”; deben mantenerse firmes y
motivando siempre a sus hijos a superar sus miedos haciéndoles saber que siempre estarán
cerca. Esta será una gran lección de vida para sus pequeños, “Yo no lo puedo hacer por
ti, pero siempre estaré cuando me necesites” Además que con esto fomentamos la
autoestima y seguridad de los niños.
¿Qué sucede con los padres?
La ansiedad que produce este evento para papá y mamá todavía es más intenso y se
pueden llegar escuchar frases como “aquí le dejo a mi tesoro, por favor cuídelo como lo
haría yo” “¿Está usted completamente segura que estará bien?” “Si quiere me puedo
quedar aquí” y es casi imposible quitar a esos padres de la reja del colegio cuando el niño
entra a su salón, o bien muchos se van con lágrimas en los ojos y prefieren llorar en el
automóvil, claro que sucede porque los padres están tocando su huella de abandono,
“mi hijo está creciendo y ya no depende al 100% de mi”.
En el caso de algunas madres donde principalmente se han dedicado a cuidar a sus
pequeños durante los últimos dos o tres años de su vida, girado entorno a estos
manteniendo una relación simbiótica, como si los dos fueran uno mismo, es decir cuando
todo el tiempo estaban juntos… todavía es más estresante el poder separarse porque es
como si les quitaran un pedazo de su vida, o el motor que dirigía su vida. Esto es pasajero
cuando ellas retomen otras actividades verán que la ansiedad disminuirá y hasta podrán
disfrutar del tiempo que tienen para volver hacer esas cosas que no podían realizar en
compañía de los pequeños, ejemplo el café con las amigas, ejercicio, estudio, trabajo,
etc.
El amor que los hijos tiene por lo padres, es un AMOR INCONDIONAL como dice Bert
Hellinger creador de las constelaciones, por lo que el niño toma esa ansiedad de los
padres y la vive como propia para no dejarlos solos, por lo que los niños lloran y sufren
cuando los dejan en la escuela. Si lo padres están tranquilos, transmiten este mensaje
inconsciente a los pequeños y el estrés del primer día disminuye.
2. Puede que sea inevitable que los niños en este suceso se sientan un poco ansiosos y
quizás una que otra lágrima les brotará mientras se aferran a la mano de mamá o papá,
todo dependerá de la personalidad del infante, de la acogida que le brinden sus
maestros, pero principalmente estará sujeta a la actitud que tomen los padres y el
apoyen que les brinden esta nueva etapa.
No importa la edad que tengan,
siempre los padres los mirarán
como sus pequeños hijos,
es importante permitirles con amor
que tomen su propio rumbo de la vida.
Maggie Pérez Alcaraz
Terapia Sistémica Familiar
Nextel: 2 18 01 73
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