Este documento resume varios textos académicos sobre temas de educación y derechos humanos. Discute las propuestas de McCarthy sobre un enfoque multicultural en la educación y la desigualdad social. También analiza el trabajo de Gómez sobre si la educación es un derecho o servicio. Finalmente, examina el estudio de Huergo y Fernández sobre las intersecciones entre cultura escolar y mediática.
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Reseña
1. UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS
Facultad de Ciencias y Educación
Maestría en Comunicación/Educación
RESEÑA
Racismo y Currículo, educación y derechos humanos
Cultura escolar, cultura mediática / intersecciones
Preparado por
Luz Edith Cometa León
Presentado a
Profesora Diana Gómez
Bogotá, D.C.
2013
2. RESEÑA
McCarthy, Cameron. (1993). Racismo y currículum: la desigualdad social y las
teorías y políticas de las diferencias en la investigación contemporánea sobre la
enseñanza. Introducción, capítulos 1, 3 y 6.
Gómez, Diana (2009). “El derecho como marco de acción”. En: Ciudad,
localidad y escuela: escenarios para una ciudadanía en derechos. Bogotá:
Cátedra de DDHH Personería
Huergo, Jorge Alberto y Fernández. María Belén (2000). Cultura escolar,
cultura mediática / intersecciones. Capítulos 3 y 4. Bogotá: Universidad
Pedagógica Nacional
Iniciamos hablando de lo que propone McCarthy (1993) quien pretende buscar
una solución multicultural a partir del análisis de los antecedentes históricos, los
discursos políticos multiculturales, modelos de comprensión cultrural, modelos
de competencia cultural y los modelos de emancipación cultural.
Parte de evaluar dos grandes tendencias, la dominante o conservadora que
plantea sin embargo la idea de liberar y la crítica o radical que desde la
resistencia y reproducción pretenden oponerse a la primera.
El autor a partir de un recorrido de la realidad norteamericana de 1994 e
incluso desde finales del siglo XIX y comienzos del XX, habla de la eficiencia
social planteada por Ellwood Cubrley y la necesidad de instituciones para
cultivar los valores anglosajones.
Pero a mediados del siglo anterior se implementa el modelo de la educación
compensatoria y se contraponen las demandas de los movimientos sociales
que exigen cese a las desigualdades en las escuelas. En respuesta hacia la
década de los años 80 surge en el Reino Unido la variable de la cultura como
vehículo para resolución de la desigualdad inclinándose por un enfoque
asincrónico de raza y educación.
3. Se habla entonces de que el género y la raza son determinantes en las
diferencias a lo que McCarthy incluiría la clase social.
El autor se ocupa en caracterizar cada una de las apuestas teóricas para al
final destacar el enfoque neomarxista donde se valora la relación del saber
escolar con la desigualdad social y la economía política, pautas que se
deberían tener en cuenta en la reforma educativa.
Propone entonces que los intereses de la minoría estén contemplados, que se
tenga en cuenta el carácter racial de Estado y las respuestas
multidireccionales, el necesario cambio en las relaciones de clase y patriarcales
en la sociedad capitalista, la democratización de los marcos políticos, la
discriminación, el paso del currículum académico anglo céntrico a uno nuevo y
crítico, la producción de saber con base en la heterogeneidad y la necesidad de
establecer alianzas entre intereses diversos y grupos diferentes.
Uno de los argumentos que pueden tener los seguidores de McCarthy es mirar
la educación como un derecho y no como un servicio que es la propuesta
neoliberal. En ese sentido, el grupo de investigadores de la Cátedra de DDHH
de la Personería de Bogotá realizó un estudio exhaustivo para determinar las
diferentes posturas frente a qué es la educación y si es un derecho o un
servicio.
En el capitulo “El derecho como marco de acción” elaborado por la profesora
Diana Gómez Navas, una de las coordinadoras del Instituto para la Pedagogía,
la Paz y el Conflicto Urbano, IPAZUD, unidad académica adscrita a la
Universidad Distrital Francisco José de Caldas, se muestra como a partir de
una revisión documental y posteriormente una aplicación metodológica se logra
indagar, sintetizar y mostrar cómo ha cambiado el concepto de educación para
fines de política pública.
Retomando a varios autores como Omer Calderon para quien el derecho a la
educación es responsabilidad del Estado y el servicio en cambio es una
mercancía validada con leyes como la 715, Carlos Noguera quien habla sobre
el enfoque economicista de la calidad educativa y afirma la cualificación del
4. sistema pero con exclusiones, discriminaciones y estigmatizaciones validadas
en las pruebas estándar y descontextualizadas a que someten a los
estudiantes.
Manuel H. Restrepo habla de los derechos humanos en las políticas públicas
que deben estar orientadas por un enfoque de derechos, donde se entienda la
calidad educativa como el espacio donde se crea y mantienen esos derechos y
se lucha por el respeto y la dignidad humana. Así mismo Enrique Bernales
quien habla sobre la gobernabilidad como reducción de la pobreza y retronó de
la dignidad de la persona frente al Estado.
Otro de los autores que aportan es Luis Eduardo Pérez quien propone que las
políticas públicas deben tener en cuenta el desarrollo de los derechos sociales
y humanos y no como se es en la actualidad que las políticas públicas atienden
es a los derechos económicos sin tener en cuenta los sociales, culturales o
ambientales.
En definitiva el texto destaca la necesidad de tener en cuenta instancias como
el Pacto Internacional de Derechos Económicos Sociales y Culturales, donde
los estados se obliguen a cumplir con la educación como un derecho que sea
gratuito, accesible y accequible. Todo ello respaldado en argumentos producto
de la investigación donde se pudieron establecer condiciones, ambientes,
entornos y contextos donde se pueden materializar y concretar la propuesta
que promueva un enfoque de derecho en la formulación de políticas públicas
donde es indispensable tener claridad en el concepto de derechos humanos,
educación, propósitos y fines estatales y posibilidades reales de hacer cumplir
los derechos en el marco constitucional y legal.
Finalmente Jorge Huergo y María Belén Fernández, nos hablan de la cultura
escolar, la cultura mediática y sus intersecciones desde una mirada crítica y
analítica para entender el concepto de comunicaci/educación que en la
actualidad desdibuja o modifica la visión de educación tradicional y en ese
sentido sus garantías y derechos.
5. De la Escolarización a la comunicación en la educación, es importante
entender que no es simplemente una relación funcional entre educación y
comunicación o viceversa, sino que hay un contexto sociopolítico, histórico,
geográfico y económico que se debe tener en cuenta.
Teniendo en cuenta que la escuela ha sido utilizada como mediadora entre la
razón y el saber ancestral y su papel de disciplinamiento social, se reconoce
como un poder utilizado por el sistema capitalista para imponer la soberanía sin
violencia y con aceptación del sujeto dominado.
En su estrategia de dar luz a la oscuridad popular y convertir a los habitantes
en seres letrados y en personajes “reales”, se vale de la represión – restricción
prometiendo al final el progreso para garantizar la producción material y
económica.
En ese paso transforma la oralidad a una lógica escritural a través de la
alfabetización y deja en manos de pocos el poder del letrado iniciando una
lucha entre la cultura popular y la cultura que acoge la escritura como medio
hegemónico de comunicación.
Aprovechando los cambios que han traído las nuevas tecnologías y la sociedad
de la comunicación, los saberes cambian y es necesario entender los trayectos
por donde se debe comprender la comunicación/educación.
Los autores en ese sentido, hablan de la revolución científico-tecnológica, la
globalización, las políticas neoliberales y la sociedad de la comunicación.
Todos ellos aportantes al nuevo sistema hegemónico donde predomina el
pensamiento masculino, piramidal, jerárquico, fijo, único y cerrado a unos fines
netamente materiales y financieros, causando sujetos audisciplinados sin
necesidad de un panóptico porque no se sienten contrapuestos al poder, sino
parte de él en el sentido de obtener placer al realizar las acciones que les
permitan disfrutar de una supuesta libertad, en ese sentido tienden a sentir
apatía por lo público dado que lo privado les garantiza su posibilidad de
elección. El hedonismo se apodera del sujeto que se piensa incluido en las
ventajas de capitalismo dejándose llevar por el sueño de ser independiente,
6. empresario y libre y permitiendo con ello su despolitización, desindicalización y
tornándose individualista y consumista.
Todo este panorama se encuentra inmerso en lo que los autores llaman
“revoltura sociocultural” que implica el desarreglo del disciplinamiento social
causado por la escolaridad a partir de las nuevas formas de comunicación, la
sobrevalía de lo visual antes que lo oral o incluso lo escrito en los últimos
tiempos, la impotencia de la racionalización dada por los vacíos y exclusiones
identitarias y estandarizadoras y las nuevas modalidades de consumo y de
trabajo que rompen con paradigamas como el estatuto de la infancia.
Las resistencias son importantes formas como se evidencia la lucha por lo
cultural y la autonomía, la no reproducción social, que a su vez se ven
materializadas en la pérdida de legitimidad del maestro quien el sistema
capitalista y el modelo neoliberal lo han convertido en un distribuidor de
productos culturales pero no de un saber.
Finalmente la redistribución de un espacio público a partir del entre dicho de
calidad y sector privado y los espacios como lugares de formación cultural.
Todo con miras a propiciar condiciones ideales para las prácticas de
comunicación/educación donde la arquitectura escolar es o no el espacio para
desarrollarla. Se presentan diversos enfoques al respecto de la arquitectura y
los lugares del saber, pero lo que pretenden Huergo y Fernández es a partir del
estudio documental y metodológico de observación demostrar como la
arquitectura escolar se relaciona directamente con la resignificación o
desnaturalización de los modelos educativos tradicionales y el cambio en las
cartografías mentales como pauta para tener otra perspectiva de la educación y
el aprendizaje y lo más importante el cómo se puede dar la comunicación en la
educación.