3. Elaboración
• Coloca 3 cucharadas de aceite de freír o 30g de mantequilla en la sartén y lleva a
fuego medio.
• Deja fundir la grasa hasta que comience a chisporrotear cuando viertas una
gotita de agua. Este truco se emplea para saber si la temperatura del aceite es la
adecuada para cocinar el huevo frito perfectamente.
• Rompe el huevo suavemente para que no se deshaga la yema, y déjalo caer sobre
la mantequilla o el aceite.
• Baja el fuego a mínimo y deja que se cocine la clara. Cuando esta misma se
presente ya blanca pero aun percibas visualmente que está cruda, echa ½
cucharadita de agua sobre la sartén y cúbrela con su correspondiente tapa para
que se cocine la yema y la clara se vuelva más firme.
• Retira el huevo frito con una espumadera por debajo del mismo cuando percibas
que la yema está espesa pero a su vez líquida por dentro.
4. Sugerencias
• Si deseas que el huevo quede bien redondo, colócalo dentro de un aro
metálico.
• Si vas a cocinar más huevos, asegúrate que la sartén sea lo
suficientemente amplia como para que quepan en ella y multiplica la
cantidad de grasa (30g de mantequilla o 3 cucharadas de aceite por
huevo).
• Aunque muchos chefs aconsejan cocinar el huevo con sal y pimienta,
otros explican que no es bueno hacerlo porque el huevo pierde
humedad durante la cocción y se vuelve gomoso.
• Cocina muy bien el huevo frito para no tener inconvenientes, dado que
1 de cada 20000 huevos se encuentra contaminado con salmonella.